Se trata de un joven de actitud relajada y despreocupada, por momentos hasta un poco bromista e infantil. Pretende hacerse pasar por un chico malo pero en realidad tiene un corazón de pollo (?). Orgulloso, arrogante y haragán por fuera; el hombre se sonroja fácilmente cuando se ve atrapado en ciertas situaciones inesperadas, o si le pretende dar un -merecido o no- regaño.

Es raro que se le vea serio o estresado por algo, ¡todo lo contrario! Jake parece estar por encima de los problemas que aquejan a sus pares. Es imposible saber si esta forma de ser se debe a algún tipo de iluminación personal, o es mera irresponsabilidad. Lo que si, es que le gustan las cosas simples que no requieren hacer mucho uso de su intelecto -del cual, dicho sea de paso, abunda- aunque de vez en cuando se enfrasca con algo complicado, y entonces no hay que lo saque de su "obsesión".

Toma cierto placer en engañar a los demás; que en su soberbia disfruta de evidenciar cuán astuto es por encima de otros -aun si todo fue un "golpe de suerte". Sabe aprovecharse de su carisma para agradarle a las personas y después estafarlas. Tiene labia y la oratoria parece ser su pasatiempo favorito: parlanchín como ese, una vez toma vuelo o confianza, es difícil hacerlo parar de hablar -que le gusta sentirse importante o admirado, pues.

Se divierte burlarse de quienes considera como "inferiores" y con frecuencia hace pucheros cuando no consigue lo que quiere. Presume de ser honesto, franco y sin reservas; en especial al dar sus opiniones sobre asuntos o personas a la mano. Dice que no le gusta mentir y lo usa siempre como pretexto para mofarse de otros, en especial de aquellos por quien siente alguna forma de aprecio. No parece importarle mucho si lo que dice lastima o lo que otros opinen de su "honestidad" a menos, claro, que se trate de alguien a quien le tiene cariño. Suele actuar sin pensar mucho en el futuro, dejándose guiar por el capricho presente o su instinto; y con frecuencia hace pucheros cuando no consigue lo que quiere, negándose a escuchar a nadie a menos que éste sea firme con ella.

Su actitud hacia con sus amistades y en el amor es un tanto "tsundere". Así pues, es normal que actúe desinteresado, bromista o molesto; a la par que se preocupa por el bienestar del otro, pretende ayudarle o simplemente quiere sacarle una sonrisa. Odia sentirse emocionalmente vulnerable, prefiriendo quedarse callado en situaciones que considera incómodas o removiéndose asimismo cuando los humores se le suben tanto que sabe solo va a buscar hacer daño. Después de todo, se sabe como impulsivo: un perrito que si bien no muerde (bueno, si, pero ya me entienden (?)), sabe ladrar muy fuerte.

Con la persona adecuada puede llegar a ser un romántico detallista, meloso y afectivo quien -literalmente- no parece querer quitarle nunca las manos de encima al objeto de sus deseos. Posesivo y además celoso (pero dentro de todo un verdadero amor); se va a desvivir por cumplirle todos sus deseos o caprichos a su "reina". Y no se abstendrá de llenarla de mordiditas -antes o después de decirle cuánto la ama(?). ⚝

Forma Humana | Jake es un joven bien parecido; alto (mide 1.87 mts), de complexión delgada, hombros anchos y musculatura marcada. Le distinguen sus ojos felinos color avellana, que dan la impresión de tratarse de alguien astuto e intimidante; y una sonrisa pícara-traviesa que ha aprendido a utilizar para salirse de casi-cualquier apuro.

Su tez es clara como el color de un delicioso cappuccino, sin manchas o tatuajes, aunque no exento de alguna que otra cicatriz; y de tacto cálido, casi como si tuviera su propio calefón calentando desde adentro. Posee cabello color azabache, un poco largo, el cual suele llevar intencionalmente despeinado cayéndole sobre la frente y ojos. Le gusta vestir con atuendos cómodos -su armario contiene prendas predominantemente rojas- pero de buena calidad y sin descuidar su apariencia física.

Forma Intermedia | (Half-Dragon)
Jake mantiene una apariencia mayoritariamente similar a su forma humana, aunque con ciertos atributos asociados con su raza dragón: sobre su cabeza surgen un par de cuernos alargados; sus uñas se alargan convirtiéndose más bien en garras; sus dientes se afilan semejando colmillos; una corriente de humo parece emanar permanentemente de su boca, rodeandolo; y sus ojos adquieren un brillo sobrenatural que los hace relucir en la oscuridad. Pero quizá lo que más le delata en esta forma, sea el par de cuernos que decoran, cual corona, su cabeza.

Forma Raza (Dragón) | Al transformarse, Jake crece en tamaño y adopta la apariencia de un dragón oriental. Su cuerpo se alarga cual serpiente y se cubre de resistentes escamas en un tono escarlata; le surgen cuatro extremidades con punzantes garras (dos por delante, y dos atrás), que le ayudan a mantener el balance cuando se encuentra a ras del suelo; y ciertas zonas se cubren de de cabello color negro.

Sobre su cabeza aparecen dos largos cuernos; y filosos dientes se aprecian en su boca, misma que ahora es decorada por un peculiar bigote. Atrás, una cola larga le sirve como arma. Es fácil reconocerlo si se le mira a los ojos, pues los conserva casi que intactos (cuando menos en color y expresividad) a como son en su forma humana.

Originario de "Netherlands", aquel fatídico día acompañaba a sus nuevos amigos durante su visita al pueblo de Grendelshire. Para entonces, llevaba alrededor de seis meses viviendo y estudiando la universidad en Londres.

La visita incluía una parada en lo que había sido el colegio de algunos miembros del grupo, una idea entretenida por los foráneos si tan solo por la promesa de "comida gratis" de sus pares. Estos eran, en realidad, los más emocionados por reencontrarse con sus compañeros de tiempos pasados. Sin más opción que seguir a los lugareños, Jake y el resto del grupo se dirigieron a aquel magno evento abierto.

La tarde transcurría tranquila y sin precendentes. Para sorpresa de Jake, se encontró a si mismo disfrutando de las actividades que se ofrecían en aquel lugar (en especial de la comida).

Fue mientras participaba en un juego de anotar canasta que escuchó el detonar de un explosión y, casi instantáneamente, todo se nublo. Entre los gritos de terror y agonía, Jake trató de localizar a sus amigos pero ultimadamente falló. Un paso en falso lo hizo perder el conocimiento. El último sentimiento que pasó por su mente fue el de una caída libre.

Al despertar se encontró completamente solo. Ahora un miembro de la raza dragón -elección realizada a raíz de su fascinación por las novelas de fantasía medieval- se dedico los siguientes meses a explorar sus nuevos poderes; así como a comprender sus debilidades. Sus conocimientos previos como jugador de MMORPGS le ayudaron a darle sentido a si situación, y no le tomó mucho acostumbrarse a su nuevo estilo de vida -quizá e incluso llegar a disfrutarlo más que su vida previa. Su único desagrado es la rigidez de aquellas "reglas" que dictan el juego, aunque por el momento no se ha visto en necesidad o deseo de desafiarlas; limitándose tan solo a cuestionarlas.

Desde entonces, ha colaborado con diferentes grupos de jugadores habiéndose incorporado a la Alianza Neutral; pero sin jamás llegar a sentirse parte de un solo círculo. Más bien un personaje solitario, suele adoptar el papel de mentor o soporte al incorporarse con los demás; aunque eso podría cambiar con la personita adecuada...

▲Su color favorito es el rojo.
▲ Aunque cuida mucho de su cuerpo/salud, tiene el hábito de fumar porque se le figura lo hace lucir "cool".
▲ Los reptiles ocupan un lugar especial en su corazón, y asegura poder comunicarse con ellos quizá por tratarse de "primos lejanos".
▲ Los truenos/relámpagos lo ponen nervioso (?).
▲ Ama la comida... en especial si esta es picante, que hasta es casi como su talón de Aquiles culinario.
▲ Posee una excelente condición atlética, dominando actividades que requieren de gran agilidad tales cómo: el parkour, la acrobacia, escalamiento, entre otras.