I. Jamás cooperarás con otras razas.
II. No intentarás comunicarte con el exterior.
III. Vivirás en este mundo y no en el exterior.
IV. Rompe una de las reglas, y un conocido de allá afuera muere.
En la oscuridad de tu inconsciencia, después de la explosión de una bomba en el evento al que acudiste, susurros te trajeron de vuelta a la vida.
El extraño evento a puertas abiertas del colegio Fallgate debería haber sido la primera advertencia.
Era casi el final del año escolar y todos estaban invitados, alumnos, profesores, todos los habitantes de Grendelshire. La magnitud del evento hasta había llegado a oídos de Londres.
Todos podían entrar sin invitación ni pagar por boletos. Excepto los menores de ocho años, una estipulación que debería haber sido la segunda bandera roja.
Aunque todo estaba cubierto de nieve, el cálido sol invitaba a recorrer el decorado colegio. Tiendas de comida, competencias, juegos, eventos, música, foros de debate, tantas cosas sucediendo al unísono que fue imposible para cualquiera darse cuenta de la farsa.
Lo único que escuchaste fue la explosión proveniente del medio del terreno antes de que tus tímpanos retumbaran a tal frecuencia que los subsiguientes gritos de terror y agonía se convirtieran en silencio. El gas azul que lentamente nubló tu vista claramente tenía la misma procedencia. Sentiste como te ahorcaba, quemaba, ahogaba bajo el agua, como si tragaras arena o ácido; todo dependía de tus peores miedos mientras perdías el conocimiento.
Después de despertarte con las reglas del juego, aquella voz ronroneó tus opciones, tu nuevo futuro. Debías elegir una raza antes de poder despertar.
¿Vienes a jugar con nosotros?
II. No intentarás comunicarte con el exterior.
III. Vivirás en este mundo y no en el exterior.
IV. Rompe una de las reglas, y un conocido de allá afuera muere.
En la oscuridad de tu inconsciencia, después de la explosión de una bomba en el evento al que acudiste, susurros te trajeron de vuelta a la vida.
El extraño evento a puertas abiertas del colegio Fallgate debería haber sido la primera advertencia.
Era casi el final del año escolar y todos estaban invitados, alumnos, profesores, todos los habitantes de Grendelshire. La magnitud del evento hasta había llegado a oídos de Londres.
Todos podían entrar sin invitación ni pagar por boletos. Excepto los menores de ocho años, una estipulación que debería haber sido la segunda bandera roja.
Aunque todo estaba cubierto de nieve, el cálido sol invitaba a recorrer el decorado colegio. Tiendas de comida, competencias, juegos, eventos, música, foros de debate, tantas cosas sucediendo al unísono que fue imposible para cualquiera darse cuenta de la farsa.
Lo único que escuchaste fue la explosión proveniente del medio del terreno antes de que tus tímpanos retumbaran a tal frecuencia que los subsiguientes gritos de terror y agonía se convirtieran en silencio. El gas azul que lentamente nubló tu vista claramente tenía la misma procedencia. Sentiste como te ahorcaba, quemaba, ahogaba bajo el agua, como si tragaras arena o ácido; todo dependía de tus peores miedos mientras perdías el conocimiento.
Después de despertarte con las reglas del juego, aquella voz ronroneó tus opciones, tu nuevo futuro. Debías elegir una raza antes de poder despertar.
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⚝ Reglas⚝ Ambientación⚝ Razas⚝ Alianzas⚝ Personajes Canon⚝ Territorios Neutrales⚝ Habilidades Prohibidas⚝ Modelo de Ficha⚝ Temas Libres⚝ Dudas⚝ Sugerencias⚝ Novedades⚝ ¡Conoce a la Administración!⚝ Discord
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I'm not a Higher Power, I Just Live in the Ceiling [Lilianna ID]
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You'll Break your Back to Make me Feel Again || Rachel ID
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I Prayed, God Sent me right to Voice Mail || Priv. Nick
Vie Abr 22, 2022 5:25 pm por Gala Florian
Baby, I'm the reason why Hell's so hot || Priv. Faith Asher
Vie Abr 22, 2022 5:03 pm por Joshua Friedrich
Problemas o Cambio de Botón AQUÍ
Lun Abr 18, 2022 7:33 pm por Invitado
Sabías que...¿Cuando mueres vas directo al cementerio de los alrededores?
Sabías que...¿Eres irreconocible en tu forma de raza?
Sabías que...¿Si abres temas libres en ciertos lugares quizás los responda un canon?
Sabías que...¿Para cruzar la neblina debes cumplir ciertas condiciones?
Sabías que...¿Cada templo tiene un secreto?
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Primero que nada, gracias a Emme, quién ha transformado el foro en esta maravilla, con una skin preciosa, widgets y perfiles. Además de que la gran mayoría de las tablas que usamos pertenecen a ella. Agradecemos infinitamente su paciencia con nosotros y a sus hermosas creaciones.
Por otra parte, quiero agradecer a nuestros usuarios y administradores. Todo aquel que se interesó en este proyecto y pone su granito de arena para mantenerlo vivo. Porque nosotros no seríamos nada sin ustedes. Y la administración, que a pesar de todo, siempre está ahí para todos nosotros, y se lanza con mis ideas locas y hacen que salga bien.
Atte. Persephone Hansen
Por otra parte, quiero agradecer a nuestros usuarios y administradores. Todo aquel que se interesó en este proyecto y pone su granito de arena para mantenerlo vivo. Porque nosotros no seríamos nada sin ustedes. Y la administración, que a pesar de todo, siempre está ahí para todos nosotros, y se lanza con mis ideas locas y hacen que salga bien.
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Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
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Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Invitado Vie Mar 01, 2019 2:27 pm
- Corazón vacío:
...
Tras pasar un par de minutos dando vueltas sin rumbo alguno, la polilla se acaba posando encima de una figura. ¿Un maniquí, tal vez? Estaba sentada en una silla, delante de un lienzo vacío, y portaba en su cabeza una gran corona de color carmesí. Segundos después, dicha figura alza la mano y se quita la polilla de la mejilla, la cual ahora yacía en la manga de tela que cubría su mano por completo.-Hmmm...-Los ojos multicolor de Chloe se movieron hacia abajo, observando aquel insecto durante varios segundos.-No.-Tras esas palabras con un tono seco y vacío, cierra la palma de su mano con fuerza, aplastando la polilla entre la tela de su manga. Tras contemplar el cadáver aplastado, niega con la cabeza y se levanta lentamente.-No es suficiente.-Tras murmurar para sí misma, da varios pasos al frente para tomar entre sus manos una pequeña calabaza de tela, cosida con distintos trozos con tonalidades naranjas y con un rostro pintado de negro, con una tenebrosa sonrisa.-Necesito inspiración.- "¡Oh, mi reina! Yo no tengo inspiración, pero, ¿sabes que tampoco tengo?" Chloe arqueó una ceja, mostrándose indiferente ante el comentario (producto de su imaginación) de la calabaza. "¡Un corazón! ¡Jajajaja! ¿Lo pillas? ¡Estoy rellena de algodón!" -Estoy harta de tu humor. Cállate.-Alzó la calabaza y, tras levantarse la corona, la escondió debajo de ésta. No dijo nada más, simplemente tomó su lienzo, un pincel y una paleta de colores junto a varios frascos con extraños líquidos y se dirigió a la salida.
Abrió la puerta lentamente, causando que la luz solar acariciase lentamente su rostro de tela. Se vio forzada a cerrar levemente los ojos para acostumbrarse, ya que no solía salir mucho de aquella casita de madera, situada al final del parque del instituto. Acto seguido comenzó a caminar por aquel pequeño camino de tierra y hojas, las cuales se enredaban en las enormes coletas que caían detrás de su cabeza, pues rozaban el suelo. Lo cierto es que hoy hacía un bonito día, no había demasiado viento y era bastante soleado. Pero... Que hiciera buen tiempo o no, poco le importaba a la muñeca. Habría salido igual incluso si estuviera cayendo la peor de las tormentas. Solo quería inspirarse de alguna manera, dando un paseo, observando los árboles o pisoteando hormigas. ¿Cómo lo lograría esta vez?
Estuvo un buen rato caminando entre los árboles que se alzaban triunfales hacia el cielo. A su alrededor todo era vegetación, salvo por algún que otro camino de piedra o tierra y bancos en los costados. Fue entonces cuando encontró uno en especial que le gustó. Estaba situado debajo de un gran árbol, a la sombra de la luz solar. Perfecto para ella, pues además también daba a unas buenas vistas. Se dirigió con total tranquilidad a él y, tras colocar el trípode delante suya para sujetar el lienzo, se sacó la pequeña calabaza de debajo de su corona, sentándola a su lado.-No quiero oírte.-Acto seguido, la muñeca parpadeó y, pincel en mano, se quedó observando alrededor, con la esperanza de que al fin la inspiración llegase a ella.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Persephone Hansen Dom Mar 03, 2019 11:14 pm
"You never know how strong you are until being strong is the only choice you have"Un mundo pintado en trizteza, la historia de una joven y una muñeca
Aunque Persephone no tuviese poderes ni nada por el estilo, tampoco pretendía quedarse todos los días en la cafetería, escondiéndose y siendo inútil, así que aunque no lo quisieran, tendía a ir con ellos cuando podía, ya que siempre debían dejar a alguien cuidando el lugar si no deseaban perderlo, y tendía a ser ella.
Pero aquel día quería estar sola. Se escabulló mientras no le prestaban atención, deseaba ir a dar una vuelta, aunque tenía claro que nada era seguro, y por otra parte, se dirigía exactamente a donde fue su primer ataque. Oh sí, cuando fue mordida en el cuello por un león, ¿qué león? Noah, Noah Adams por su puesto. "Cabrón" murmuraba en su mente mientras caminaba de brazos cruzados por el frío, y un tanto por ira acumulada, "¡Me atacó apenas pudo! Se supone éramos amigos" seguía reclamando en su cabeza, sin prestar demasiada atención a su alrededor.
Pronto llegó a aquel lugar, y miró con cuidado, vio que no había nadie allí, así que se apoyó en un árbol. No le gustaba demasiado sentarse en las bancas, pues nadie sabía que pudo pasar allí, y además probablemente estarían demasiado heladas, y no quería quedarse dormida. Debía estar atenta.
"Fui un poco idiota al salir sola" pensó, luego de ya haberse arriesgado. Metió la mano en su bolsillo, donde llevaba un trozo cortado de la amnta gigante que al incio no parecía tener ninguna utilidad, a diferencia de los objetos de sus compañeros. Claro, ella recibió una manta enorme y unos cuantos frascos con líquidos que no se había atrevido a usar, y todos sus amigos tenían... armas maravillosas y cosas por el estilo. Pero claro, resultó que la frazada esa permitía romper la primera regla. No tenía idea de qué se trataba esto.
Un poco tarde, escuchó algo detrás de ella, por lo que comenzó a asomarse, con cuidado de no hacer ruido. "¿Una niña?" sabía que habían asistido niños al evento, aunque todos mayores de ocho años, y aún así, se preocupaba demasiado al ver algunos, pues era realmente aterrador a su parecer. No podía creer que estuviesen rompiendo sus infancias desde tan temprana edad. Sin embargo, le sorprendía más que estuviese sola, no e parecía normal.
-Hey... -susurró, con la voz un tanto temblorosa mientras dejaba de ocultarse tras el árbol -. ¿Estás bien?
No sabía como empezar, y estaba verdaderamente aterrada de que la fuese a atacar. Aunque vio su lienzo vacío y sólo le llamó más la atención. Si había algo que todo aquel que la conocía sabía, era que Persephone dibujaba. Quizás no era muy fanática de las pinturas, pero si adoraba ver cuando otros lo hacían, y este era el caso. Al fin y al cabo, era lo que le gustaba, y aunque en ese instituto, no era difícil encontrar gente con gustos por el arte, siempre se emocionaba un poco. Aunque claro, intentó mantener la boca cerrada, y el semblante tranquilo.
-¿Pintas? -preguntó finalmente, para luego recordar algo. Tomó el trozo de manta cortado de su bolsillo y se lo extendió. Con que lo tocase bastaba para no arriesgarla -. Te podría servir para limpiar tus pinceles. Es muy suave también.
Sabía que era algo un tanto extraño para aquel 'mundo', pero normalmente, no sería tan terrible. Además, no veía un paño por ningún lado, aunque quizás ya tuviese uno.
Pero aquel día quería estar sola. Se escabulló mientras no le prestaban atención, deseaba ir a dar una vuelta, aunque tenía claro que nada era seguro, y por otra parte, se dirigía exactamente a donde fue su primer ataque. Oh sí, cuando fue mordida en el cuello por un león, ¿qué león? Noah, Noah Adams por su puesto. "Cabrón" murmuraba en su mente mientras caminaba de brazos cruzados por el frío, y un tanto por ira acumulada, "¡Me atacó apenas pudo! Se supone éramos amigos" seguía reclamando en su cabeza, sin prestar demasiada atención a su alrededor.
Pronto llegó a aquel lugar, y miró con cuidado, vio que no había nadie allí, así que se apoyó en un árbol. No le gustaba demasiado sentarse en las bancas, pues nadie sabía que pudo pasar allí, y además probablemente estarían demasiado heladas, y no quería quedarse dormida. Debía estar atenta.
"Fui un poco idiota al salir sola" pensó, luego de ya haberse arriesgado. Metió la mano en su bolsillo, donde llevaba un trozo cortado de la amnta gigante que al incio no parecía tener ninguna utilidad, a diferencia de los objetos de sus compañeros. Claro, ella recibió una manta enorme y unos cuantos frascos con líquidos que no se había atrevido a usar, y todos sus amigos tenían... armas maravillosas y cosas por el estilo. Pero claro, resultó que la frazada esa permitía romper la primera regla. No tenía idea de qué se trataba esto.
Un poco tarde, escuchó algo detrás de ella, por lo que comenzó a asomarse, con cuidado de no hacer ruido. "¿Una niña?" sabía que habían asistido niños al evento, aunque todos mayores de ocho años, y aún así, se preocupaba demasiado al ver algunos, pues era realmente aterrador a su parecer. No podía creer que estuviesen rompiendo sus infancias desde tan temprana edad. Sin embargo, le sorprendía más que estuviese sola, no e parecía normal.
-Hey... -susurró, con la voz un tanto temblorosa mientras dejaba de ocultarse tras el árbol -. ¿Estás bien?
No sabía como empezar, y estaba verdaderamente aterrada de que la fuese a atacar. Aunque vio su lienzo vacío y sólo le llamó más la atención. Si había algo que todo aquel que la conocía sabía, era que Persephone dibujaba. Quizás no era muy fanática de las pinturas, pero si adoraba ver cuando otros lo hacían, y este era el caso. Al fin y al cabo, era lo que le gustaba, y aunque en ese instituto, no era difícil encontrar gente con gustos por el arte, siempre se emocionaba un poco. Aunque claro, intentó mantener la boca cerrada, y el semblante tranquilo.
-¿Pintas? -preguntó finalmente, para luego recordar algo. Tomó el trozo de manta cortado de su bolsillo y se lo extendió. Con que lo tocase bastaba para no arriesgarla -. Te podría servir para limpiar tus pinceles. Es muy suave también.
Sabía que era algo un tanto extraño para aquel 'mundo', pero normalmente, no sería tan terrible. Además, no veía un paño por ningún lado, aunque quizás ya tuviese uno.
Persephone Hansen & Chloe Bubelle
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Inventario : Corona del Cabrón - Puedes tener todos los personajes que desees sin control por parte de la administración.
Edad : 17
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Rompe Regla I :
Raza : Desconocido
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Fecha de inscripción : 01/07/2017
Localización : En la cafetería, probablemente
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Vida:
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Invitado Lun Mar 04, 2019 12:17 pm
¿Un árbol? No... Oh, quizás el luminoso sol sobre su cabeza. Hmmm, no, tampoco sirve. ¿Quizás algún animal...? Imposible, no había ni si quiera un pájaro en aquel momento. ¡Oh! ¿Y qué tal una calabaza? En ese momento, Chloe giró su cabeza hacia la calabaza de tela que había dejado a su lado, mirándola fijamente. "¿Qué pasa, mi reina? ¡No he dicho nada!" Ante ese comentario, la muñeca simplemente parpadeó, para acto seguido dejar escapar un ténue suspiro.-No...-Quizá hoy no era su día. A lo mejor una siesta refrescaría su mente.
De pronto, escuchó una voz muy cerca de ella. Era una voz femenina, joven, algo tímida. Chloe giró levemente la cabeza hacia un costado para observar de reojo una muchacha pelirroja acercándose lentamente a ella, pues al parecer había estado escondida detrás de uno de los árboles. La muñeca no respondió ante su pregunta, pues se mostraba bastante desconfiada al no saber qué intenciones tenía esa joven. Aunque lo cierto es que se veía un tanto asustada.
Ella no le quitaba el ojo mientras veía a la desconocida acercarse más, quedando ambas muy cerca. Chloe acabó tomando la pequeña calabaza entre sus manos y la colocó sobre su regazo. Acto seguido, la joven le tendió un trozo de tela aparentemente viejo, pero delicado. Chloe dirigió su mirada a dicha ofrenda y tardó varios segundos en reaccionar, para finalmente alzar la mano escondida bajo su manga y tomar dicho pedazo con delicadeza.-Los paños que encuentro están sucios y acartonados por la pintura reseca.-Dijo, contemplando la tela.-Normalmente uso mi propia ropa para limpiar los pinceles. Esto me ahorrará horas frotando mis prendas con agua.-Ahora fijó sus ojos multicolor en el rostro de la muchacha, mirándola con su típica expresión seria.-Gracias.-Se ajustó la corona en su cabeza mientras dirigía su mirada al lienzo vacío.-Sí. Pinto.-No dijo nada más.
Lo cierto es que sentía curiosidad por notar el tacto de aquel trozo de tela, así que se arremangó un poco para dejar al descubierto su mano derecha, blanca como la nieve, de aspecto delicado. Posó sus dedos sobre aquella tela, acariciándola lentamente. Oh... Sí que era realmente suave. ¿Sería terciopelo? No lo parecía, pero el tacto no decía lo mismo. Fue en este instante cuando notó algo inesperado.-¡Ay!-Exclamó la muñeca. Había sucedido algo extraño, pues por un breve instante, notó un pequeño pinchazo en su dedo índice, dando paso a un breve pitido en sus oídos. Esto provocó que la muñeca abriera su ojo semicerrado de par en par, con una pequeña mueca que reflejaba algo de asombro. Ella no era capaz de sentir dolor alguno, ¿pero cómo había sido capaz de sentir ese pinchazo?
Se levantó de golpe, dejando caer la calabaza al suelo, la cual al ser blandita rebotó varias veces.-He notado un pinchazo. ¿Qué me has hecho?-A diferencia de antes, ahora sonó un tanto agresiva con esas palabras. Miraba a la joven fijamente, dándole vueltas a lo que acababa de suceder. ¿Eso era porque había roto una norma? Sin embargo, fue aquella joven quién le había ofrecido la ayuda, y no al revés. Pero a decir verdad, la muñeca era cautelosa, y ahora mismo era la única opción viable que veía ante lo que acababa de sentir.
De pronto, escuchó una voz muy cerca de ella. Era una voz femenina, joven, algo tímida. Chloe giró levemente la cabeza hacia un costado para observar de reojo una muchacha pelirroja acercándose lentamente a ella, pues al parecer había estado escondida detrás de uno de los árboles. La muñeca no respondió ante su pregunta, pues se mostraba bastante desconfiada al no saber qué intenciones tenía esa joven. Aunque lo cierto es que se veía un tanto asustada.
Ella no le quitaba el ojo mientras veía a la desconocida acercarse más, quedando ambas muy cerca. Chloe acabó tomando la pequeña calabaza entre sus manos y la colocó sobre su regazo. Acto seguido, la joven le tendió un trozo de tela aparentemente viejo, pero delicado. Chloe dirigió su mirada a dicha ofrenda y tardó varios segundos en reaccionar, para finalmente alzar la mano escondida bajo su manga y tomar dicho pedazo con delicadeza.-Los paños que encuentro están sucios y acartonados por la pintura reseca.-Dijo, contemplando la tela.-Normalmente uso mi propia ropa para limpiar los pinceles. Esto me ahorrará horas frotando mis prendas con agua.-Ahora fijó sus ojos multicolor en el rostro de la muchacha, mirándola con su típica expresión seria.-Gracias.-Se ajustó la corona en su cabeza mientras dirigía su mirada al lienzo vacío.-Sí. Pinto.-No dijo nada más.
Lo cierto es que sentía curiosidad por notar el tacto de aquel trozo de tela, así que se arremangó un poco para dejar al descubierto su mano derecha, blanca como la nieve, de aspecto delicado. Posó sus dedos sobre aquella tela, acariciándola lentamente. Oh... Sí que era realmente suave. ¿Sería terciopelo? No lo parecía, pero el tacto no decía lo mismo. Fue en este instante cuando notó algo inesperado.-¡Ay!-Exclamó la muñeca. Había sucedido algo extraño, pues por un breve instante, notó un pequeño pinchazo en su dedo índice, dando paso a un breve pitido en sus oídos. Esto provocó que la muñeca abriera su ojo semicerrado de par en par, con una pequeña mueca que reflejaba algo de asombro. Ella no era capaz de sentir dolor alguno, ¿pero cómo había sido capaz de sentir ese pinchazo?
Fue entonces cuando se acordó de las normas.
Se levantó de golpe, dejando caer la calabaza al suelo, la cual al ser blandita rebotó varias veces.-He notado un pinchazo. ¿Qué me has hecho?-A diferencia de antes, ahora sonó un tanto agresiva con esas palabras. Miraba a la joven fijamente, dándole vueltas a lo que acababa de suceder. ¿Eso era porque había roto una norma? Sin embargo, fue aquella joven quién le había ofrecido la ayuda, y no al revés. Pero a decir verdad, la muñeca era cautelosa, y ahora mismo era la única opción viable que veía ante lo que acababa de sentir.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Persephone Hansen Mar Mar 05, 2019 4:00 pm
"You never know how strong you are until being strong is the only choice you have"Un mundo pintado en trizteza, la historia de una joven y una muñeca
Sonrió leve e incómodamente cuando aceptó el paño, pues innegablemente, su tono era muy, muy frío. Creía ya saber de qué clase de raza se podía tratar, había conocido a alguna hace no tanto. Las dolls. Creía que eran las más afectadas por todo el tema, muchas comenzaban a sentir poco sus emociones, algunas nada. Aunque a la mayoría de las razas aquello les afectaba a medida que más pasaban en el cuerpo de su raza, y de alguna forma ya se relacionaban con esta por su personalidad, el efecto en las dolls era tremendo en opinión de Persephone. Le asustada un poco, podían ser más propensas a hacer cosas y no sentirse mal por ello, creía que fácilmente podrían hacer un desastre.
Le quedó mirando unos momentos. Si tenía cosas de arte, probablemente pertenecería al grupo de las dolls. Significaba que tendría problemas por hablar con ella, o al menos si se enteraban de ello. Al menos se había asegurado de que nada pasara afuera por hablar con ella, así no rompería la regla. Aunque ahora no sabía como explicarle aquello, la situación era tan incómoda que tan sólo quería irse.
Mandó un pequeño saltito al escucharla quejarse. ¿Qué le había pasado? No parecía tener ningún objeto filoso cerca o algo con lo que hacerse daño. "¿Un pinchazo?" murmuró en su mente "Las dolls no sienten dolor, ¿o sí?" no estaba muy segura de aquello, al menos en su forma humana, si lo sentían. Quizás por ello era que estaban tan apegadas a la forma de raza y perdían su verdadero ser tan rápido.
-No he hecho nada... -le dijo con un poco de susto, pues jamás había sucedido algo así. Era un trozo de tela, a opinión de todos. Jamás le había causado ninguna sensación a nadie -. ¿Un pinchazo?
La miró con curiosidad, aún no podía creerlo. Sólo podía quedar confundida ante su actitud, ahora parecía un lobo mostrando los colmillos, cuando hace un momento sólo era... una muñeca, no había una mejor forma de describirlo.
-La verdad es que no sé si habrás escuchado de mi -dijo, antes de pensarlo muy bien -. Hay muchísimos rumores, soy quien tiene el objeto que permite romper la primera regla. Algunos rumores dicen que estoy muerta, que soy una loca, otros que yo hice esto, que es mentira, entre otros. Pero es verdad, y ese trozo es parte del objeto...
Probablemente le parecería ridículo, pero tenía que decirle, no podía sin más ir y dejarla allí como si nada, y que siguiese asustada. ¿O sería peor saber aquello? Quizás si que la tomaría por una loca, aquello la asustaba un poco, no quería ser atacada por una doll, eran probablemente una de las razas que más le asustaban. Siempre pensaba que saldría alguno, en forma de esos payasos de porcelana, y "UGH, por favor no" le daba escalofríos de sólo pensarlo. Realmente aquí, tus pesadillas se podían transformar en realidad. A veces lo amaba, otras veces lo odiaba.
-¿Estás bien...?
Le quedó mirando unos momentos. Si tenía cosas de arte, probablemente pertenecería al grupo de las dolls. Significaba que tendría problemas por hablar con ella, o al menos si se enteraban de ello. Al menos se había asegurado de que nada pasara afuera por hablar con ella, así no rompería la regla. Aunque ahora no sabía como explicarle aquello, la situación era tan incómoda que tan sólo quería irse.
Mandó un pequeño saltito al escucharla quejarse. ¿Qué le había pasado? No parecía tener ningún objeto filoso cerca o algo con lo que hacerse daño. "¿Un pinchazo?" murmuró en su mente "Las dolls no sienten dolor, ¿o sí?" no estaba muy segura de aquello, al menos en su forma humana, si lo sentían. Quizás por ello era que estaban tan apegadas a la forma de raza y perdían su verdadero ser tan rápido.
-No he hecho nada... -le dijo con un poco de susto, pues jamás había sucedido algo así. Era un trozo de tela, a opinión de todos. Jamás le había causado ninguna sensación a nadie -. ¿Un pinchazo?
La miró con curiosidad, aún no podía creerlo. Sólo podía quedar confundida ante su actitud, ahora parecía un lobo mostrando los colmillos, cuando hace un momento sólo era... una muñeca, no había una mejor forma de describirlo.
-La verdad es que no sé si habrás escuchado de mi -dijo, antes de pensarlo muy bien -. Hay muchísimos rumores, soy quien tiene el objeto que permite romper la primera regla. Algunos rumores dicen que estoy muerta, que soy una loca, otros que yo hice esto, que es mentira, entre otros. Pero es verdad, y ese trozo es parte del objeto...
Probablemente le parecería ridículo, pero tenía que decirle, no podía sin más ir y dejarla allí como si nada, y que siguiese asustada. ¿O sería peor saber aquello? Quizás si que la tomaría por una loca, aquello la asustaba un poco, no quería ser atacada por una doll, eran probablemente una de las razas que más le asustaban. Siempre pensaba que saldría alguno, en forma de esos payasos de porcelana, y "UGH, por favor no" le daba escalofríos de sólo pensarlo. Realmente aquí, tus pesadillas se podían transformar en realidad. A veces lo amaba, otras veces lo odiaba.
-¿Estás bien...?
Persephone Hansen & Chloe Bubelle
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Invitado Mar Mar 05, 2019 4:40 pm
Sus ojos de distintos colores no apartaban su mirada en ningún momento, fijos e inmóviles, clavados en los de la contraria. Por suerte para la joven, Chloe no estaba enfadada, básicamente porque no podía estarlo, a pesar del aspecto agresivo que había tomado tras ese pequeño incidente. Aunque eso no significaba que no pudiera usar su sangre para pintar su nuevo cuadro. Escuchó sus palabras mientras ahora le miraba por encima, con cierto aspecto de superioridad.
No, lo cierto es que no había escuchado hablar sobre ella, ni sobre nadie, ya que Chloe apenas se relacionaba con los demás. Incluso con el resto de Dolls, que tan solo les rodeaba un silencio sepulcral mientras cruzaban miradas. Pero lo que dijo a continuación le sorprendió una vez más. Ignorando su última pregunta de preocupación, dejó de observar a la joven para ahora dirigir su mirada al trozo de tela que le había brindado, parpadeando lentamente un par de veces.-Romper la primera regla. ¿Con esto?-El párpado de su ojo más pequeño volvió a cerrarse levemente, tapando medio ojo como de costumbre, mientras ahora volvía a fijarse en la pelirroja. ¿Debía creerla? Lo cierto es que no parecía mentir, pues tampoco parecía tener malas intenciones. Solo hacía falta ver lo tímida y aparentemente asustada que se mostraba. Quizá... Podría tener razón. Al fin y al cabo, cosas de ese estilo eran normales aquí, ¿no? Un mundo donde aparece lo imposible, donde existen razas de todo tipo, encarceladas por una serie de normas. Y puede que tenga sentido que aparezcan objetos capaces de romperlas. Ese pinchazo podría haber sido dicha regla rompiéndose en pedazos.
La muñeca no dijo nada más. Se guardó el paño y dio unos lentos pasos al frente, agachándose lentamente para recoger la calabaza que se había caído anteriormente al suelo. Le dio varios golpecitos para quitarle la suciedad, y volvió a sentarse frente al lienzo, calabaza en su regazo. Con total calma, comenzó a bocetear con movimientos rápidos en aquella capa blanca y amarillenta, áspera al tacto, formando así un círculo grande. Al fin sabía que dibujar.-Juzgarte por un trozo de tela. Suena absurdo, ¿no es así? Quizás los locos son ellos.-Miró a la muchacha de reojo por unos instantes, para luego seguir boceteando. "Disculpe mi reina, ¿quién es esta muchacha?" -Una pobre criatura más atrapada en este mundo.- "¡Oh, oh! ¡Encantada de conocerte, jovencita! ¿Hace un día precioso, no es así?" La muñeca suspiró profundamente. Obviamente sabía que la joven no podía escuchar a su acompañante. Aunque quizás tenía razón, sería conveniente presentarse.-Llámame Egliette. Y esto de aquí es una calabaza de tela. "¡Fue ella misma quién me creó! ¡Mira, mira que preciosos colores tengo!" Con su mano libre, Chloe agarró la calabaza y la dejó al lado de la chica.
Acto seguido volvió a mirarla de reojo por unos instantes.-Entonces se supone que con esto no morirá nadie allí afuera por acercarme a otras razas, ¿verdad? Te creeré.-Ciertamente, ahora sentía un poco de curiosidad sobre dicho objeto.-¿Y dónde conseguiste esta tela?-.
No, lo cierto es que no había escuchado hablar sobre ella, ni sobre nadie, ya que Chloe apenas se relacionaba con los demás. Incluso con el resto de Dolls, que tan solo les rodeaba un silencio sepulcral mientras cruzaban miradas. Pero lo que dijo a continuación le sorprendió una vez más. Ignorando su última pregunta de preocupación, dejó de observar a la joven para ahora dirigir su mirada al trozo de tela que le había brindado, parpadeando lentamente un par de veces.-Romper la primera regla. ¿Con esto?-El párpado de su ojo más pequeño volvió a cerrarse levemente, tapando medio ojo como de costumbre, mientras ahora volvía a fijarse en la pelirroja. ¿Debía creerla? Lo cierto es que no parecía mentir, pues tampoco parecía tener malas intenciones. Solo hacía falta ver lo tímida y aparentemente asustada que se mostraba. Quizá... Podría tener razón. Al fin y al cabo, cosas de ese estilo eran normales aquí, ¿no? Un mundo donde aparece lo imposible, donde existen razas de todo tipo, encarceladas por una serie de normas. Y puede que tenga sentido que aparezcan objetos capaces de romperlas. Ese pinchazo podría haber sido dicha regla rompiéndose en pedazos.
La muñeca no dijo nada más. Se guardó el paño y dio unos lentos pasos al frente, agachándose lentamente para recoger la calabaza que se había caído anteriormente al suelo. Le dio varios golpecitos para quitarle la suciedad, y volvió a sentarse frente al lienzo, calabaza en su regazo. Con total calma, comenzó a bocetear con movimientos rápidos en aquella capa blanca y amarillenta, áspera al tacto, formando así un círculo grande. Al fin sabía que dibujar.-Juzgarte por un trozo de tela. Suena absurdo, ¿no es así? Quizás los locos son ellos.-Miró a la muchacha de reojo por unos instantes, para luego seguir boceteando. "Disculpe mi reina, ¿quién es esta muchacha?" -Una pobre criatura más atrapada en este mundo.- "¡Oh, oh! ¡Encantada de conocerte, jovencita! ¿Hace un día precioso, no es así?" La muñeca suspiró profundamente. Obviamente sabía que la joven no podía escuchar a su acompañante. Aunque quizás tenía razón, sería conveniente presentarse.-Llámame Egliette. Y esto de aquí es una calabaza de tela. "¡Fue ella misma quién me creó! ¡Mira, mira que preciosos colores tengo!" Con su mano libre, Chloe agarró la calabaza y la dejó al lado de la chica.
Acto seguido volvió a mirarla de reojo por unos instantes.-Entonces se supone que con esto no morirá nadie allí afuera por acercarme a otras razas, ¿verdad? Te creeré.-Ciertamente, ahora sentía un poco de curiosidad sobre dicho objeto.-¿Y dónde conseguiste esta tela?-.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Persephone Hansen Miér Mar 06, 2019 3:42 pm
"You never know how strong you are until being strong is the only choice you have"Un mundo pintado en trizteza, la historia de una joven y una muñeca
Sintió que su respuesta era muy sarcástica, aunque no lo quisiera así. Persephone estaba comenzando de pasar a la inseguridad, a la irritación. Claramente la paciencia no era una de sus virtudes, además de que siempre tenía un carácter fuerte, y ahora se sentía débil por no tener poderes ni nada por el estilo, y ser una presa fácil para absolutamente todos. Pero como el ambiente ya no le resultaba tan complicado, el aura débil comenzaba a disminuir. Persephone siempre fue conocida en el instituto, no por ser hermosa ni tener las mejores notas, si no porque siempre se metía en problemas, hasta los de cursos mayores le temían a la pelirroja. Fácil se escuchaban apodos relacionados con el infierno y satán hacia ella, cosa que consideraba ridículo.
A veces pensaba que casi nadie se metía con ella por lo mismo, pensaba que quizás podrían creer que no tendría compasión si podía conseguir lo que deseaba, y que sus habilidades eran demasiado poderosas para usarlas. Pero al final, resultaba que ella no era así, y que era una completa inútil en aquel mundo. Al menos hasta el momento nadie lo sabía.
-Mi nombre es Persephone, un gusto -dijo, cruzando un poco los brazos, mientras reflexionaba sobre sus divagaciones -. La verdad es que es ridículo lo que dicen, sólo por el objeto... Aunque bueno, claramente no es sólo ese trozo de tela, o no te lo daría -puso sus ojos sobre la calabaza, sorprendida -. ¡Wow, es muy hermosa!
Y la verdad es que le parecía muy linda y divertida. Pero trató de no darle demasiada importancia, para poder mantener su concentración en la conversación. No creyó que fuese tan fácil convencerla de que funcionaba, la mayoría desconfiaría totalmente de ello. Al final, ni siquiera se podía comprobar con certeza, pero sabían que funcionaba.
-Vaya... Apareció en la mochila que traje al evento después de un tiempo... En ese instante la mochila parecía no tener fondo -hizo una pausa, pensando en lo estúpido que sonaba -. Hay muchos a los que les ha sucedido, dentro de cualquier bolso que hayan traído al evento, luego de aún no sabemos qué, aparece un objeto o algo, que es útil sólo para uno. Aunque en mi caso ha sido distinto. Luego de eso, ni siquiera pueden otros abrir tu bolso, es completamente extraño, debo decir.
Y era la verdad, le parecía muy, pero muy extraño que fuese así. No entendía porque razón les darían objetos y cosas, luego de encerrarlos allí, era la idea acaso, ¿que peleasen a morir? No lograba entenderlo, realmente no.
-¿Tienes algún objeto ya? -pensó un poco, si era una doll, quizás sería un objeto especial al que llevar su alma -. Son muy útiles la verdad.
A veces pensaba que casi nadie se metía con ella por lo mismo, pensaba que quizás podrían creer que no tendría compasión si podía conseguir lo que deseaba, y que sus habilidades eran demasiado poderosas para usarlas. Pero al final, resultaba que ella no era así, y que era una completa inútil en aquel mundo. Al menos hasta el momento nadie lo sabía.
-Mi nombre es Persephone, un gusto -dijo, cruzando un poco los brazos, mientras reflexionaba sobre sus divagaciones -. La verdad es que es ridículo lo que dicen, sólo por el objeto... Aunque bueno, claramente no es sólo ese trozo de tela, o no te lo daría -puso sus ojos sobre la calabaza, sorprendida -. ¡Wow, es muy hermosa!
Y la verdad es que le parecía muy linda y divertida. Pero trató de no darle demasiada importancia, para poder mantener su concentración en la conversación. No creyó que fuese tan fácil convencerla de que funcionaba, la mayoría desconfiaría totalmente de ello. Al final, ni siquiera se podía comprobar con certeza, pero sabían que funcionaba.
-Vaya... Apareció en la mochila que traje al evento después de un tiempo... En ese instante la mochila parecía no tener fondo -hizo una pausa, pensando en lo estúpido que sonaba -. Hay muchos a los que les ha sucedido, dentro de cualquier bolso que hayan traído al evento, luego de aún no sabemos qué, aparece un objeto o algo, que es útil sólo para uno. Aunque en mi caso ha sido distinto. Luego de eso, ni siquiera pueden otros abrir tu bolso, es completamente extraño, debo decir.
Y era la verdad, le parecía muy, pero muy extraño que fuese así. No entendía porque razón les darían objetos y cosas, luego de encerrarlos allí, era la idea acaso, ¿que peleasen a morir? No lograba entenderlo, realmente no.
-¿Tienes algún objeto ya? -pensó un poco, si era una doll, quizás sería un objeto especial al que llevar su alma -. Son muy útiles la verdad.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Invitado Miér Mar 06, 2019 5:07 pm
Mientras la joven que se hacía llamar Persephone respondía a su pregunta, la muñeca rebuscaba entre sus bolsillos para sacar varios frasquitos que contenían un líquido de distintos colores, dejándolos a un lado del banco. Concretamente, ella vertió el blanco, ocre y rojo en su paleta, para mezclarlos con el pincel con total calma. Una vez creado el color que quería, comenzó a realizar pequeñas pinceladas en el lienzo, guiándose por los bocetos. Lo cierto es que aquel líquido no olía a pintura, posiblemente, ni lo fuera. Aunque tampoco le importaba demasiado saberlo.
"¡Gracias por sus palabras, señorita! Usted también es muy hermosa, su cabello me recuerda al color de la sangre." Parecía que Chloe estaba completamente concentrada en su trabajo, ignorando a la joven. Pero no era así, pues estaba atenta a sus palabras aunque no lo pareciese. Una vez finalizó su pregunta, ella negó con la cabeza.-No.-Acto seguido, pincel entre sus dedos, se llevó una mano al pecho y miró a Persephone.-Yo soy mi propio objeto.-Acto seguido, volvió a centrarse en la pintura.-A veces me miro al espejo y una sensación extraña me rodea. Y en ese momento, la recuerdo. Una muñeca de trapo muy parecida a mí se alejaba cada vez más en la oscuridad. Tengo la sensación de que era muy importante.-Respiró hondo, mientras se tomaba unos segundos para contemplar lo que estaba pintando. Tomó el frasco de color azul y vertió una pequeña gota en la mezcla, oscureciendo levemente el color para realizar un sombreado simple en algunas zonas de su pintura.-"Ahora seréis solo una."-Tras esas palabras, se formó un silencio.
Un poco de viento se levantó, alcanzando a las dos muchachas. El llavero en forma de corazón que colgaba en la punta de una de las coletas de la muñeca comenzó a mecerse, titilando y creando un ligero sonido metálico.-Al menos, eso es lo que pienso. A lo mejor me equivoco y mi objeto es otra cosa, quién sabe.-Volvió a mirar de reojo a la chica. Tras ello, tomó el trozo de tela que le había dado y limpió su pincel, dejándolo listo para usar otros colores. Acto seguido comenzó a rebuscar entre los frasquitos un color que le convenciese.-Limpiaré bien tu tela después, no te preocupes. ¿Tú recuerdas perfectamente quién eras antes de venir aquí? Tampoco sé muy bien la situación actual. Mis compañeras no son muy habladoras y no me han dicho nada, aunque lo prefiero antes de que sean unas charlatanas.-Pausó un momento.-Como las calabazas.-. "..."
"¡Gracias por sus palabras, señorita! Usted también es muy hermosa, su cabello me recuerda al color de la sangre." Parecía que Chloe estaba completamente concentrada en su trabajo, ignorando a la joven. Pero no era así, pues estaba atenta a sus palabras aunque no lo pareciese. Una vez finalizó su pregunta, ella negó con la cabeza.-No.-Acto seguido, pincel entre sus dedos, se llevó una mano al pecho y miró a Persephone.-Yo soy mi propio objeto.-Acto seguido, volvió a centrarse en la pintura.-A veces me miro al espejo y una sensación extraña me rodea. Y en ese momento, la recuerdo. Una muñeca de trapo muy parecida a mí se alejaba cada vez más en la oscuridad. Tengo la sensación de que era muy importante.-Respiró hondo, mientras se tomaba unos segundos para contemplar lo que estaba pintando. Tomó el frasco de color azul y vertió una pequeña gota en la mezcla, oscureciendo levemente el color para realizar un sombreado simple en algunas zonas de su pintura.-"Ahora seréis solo una."-Tras esas palabras, se formó un silencio.
Un poco de viento se levantó, alcanzando a las dos muchachas. El llavero en forma de corazón que colgaba en la punta de una de las coletas de la muñeca comenzó a mecerse, titilando y creando un ligero sonido metálico.-Al menos, eso es lo que pienso. A lo mejor me equivoco y mi objeto es otra cosa, quién sabe.-Volvió a mirar de reojo a la chica. Tras ello, tomó el trozo de tela que le había dado y limpió su pincel, dejándolo listo para usar otros colores. Acto seguido comenzó a rebuscar entre los frasquitos un color que le convenciese.-Limpiaré bien tu tela después, no te preocupes. ¿Tú recuerdas perfectamente quién eras antes de venir aquí? Tampoco sé muy bien la situación actual. Mis compañeras no son muy habladoras y no me han dicho nada, aunque lo prefiero antes de que sean unas charlatanas.-Pausó un momento.-Como las calabazas.-. "..."
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Persephone Hansen Jue Mar 07, 2019 4:08 pm
"You never know how strong you are until being strong is the only choice you have"Un mundo pintado en trizteza, la historia de una joven y una muñeca
Aparentemente Persephone no se había explicado muy bien. Quizás la chica aún no cumplía las condiciones, y por eso el objeto no llegaba. Vagó bastante ante varias ideas de que clase de objeto podría tener una doll, pero no se le ocurrió nada mejor que la anterior.
Escuchó atentamente sus palabras, un tanto confundida. ¿Había perdido la memoria? Era el primer caso que Persephone conocía de ese estilo, y le parecía increíble, y extremadamente terrible. ¿Cómo era eso posible? Temió que esa fuese la intención con todos, pero muchas partes de ello hubiesen fallado. Un escalofrío recorrió su cuerpo, "Borrar memorias... ¿Para qué?" pensó, y sólo podía recordar a un amigo, lo suficientemente inteligente como para poder descifrar este lío, sin embargo, no lo había encontrado por ningún lado, y como además en la forma de raza, uno es irreconocible, era difícil encontrar a alguien a menos que gritases su nombre a los cuatro vientos.
-Quizás aún no lo tienes -murmuró, distraída con las ideas en su cabeza -. Algunos dicen que se obtiene luego de cumplir ciertas condiciones, lo mismo que cuando se disipa la neblina. En mi grupo creemos que rompemos ciertas cosas de los que armaron estos malditos que nos metieron aquí. Porque dudamos que realmente quieran entregarnos cosas y darnos más libertades.
Y era verdad, le parecía extraño, no sabía si eran errores o qué, porque no había nadie que supiese con qué carajo podían estar tratando. Sentía bastante ira al respecto, y el no comprender qué le hacía sentir peor. ¿Qué verían los que estaban afuera? ¿Los creerían muertos? Persephone no podía siquiera pensar en estar muerta.
-¿No tienes recuerdos? -le preguntó finalmente, escondiendo por completo la sorpresa con seriedad -. Sí, lo recuerdo. Y no, no te preocupes por la tela, es tuya -le dijo rápidamente haciendo un ademán de desinterés -. Siendo honesta, si no fuese porque no soy muy útil, me encantaría aquí. Aunque quitando todo aquello de las masacres que nosotros mismos generamos. Mi vida anterior no era la mejor, así que no sé bien que quiero hacer al respecto. Lo único que motiva es llevar a mi grupo fuera de aquí, porque sé que es lo que ellos desean.
Su principal preocupación desde que había entrado allí siempre habían sido sus amigos, eran su prioridad en aquel momento. Siempre había cuidado de todos, y ahora no sería la excepción por ser la más débil. Contaban con ella, igual que siempre, y no pensaba decepcionarlos. Aunque lamentablemente, no había encontrado a varios de ellos, cosa que le preocupaba, no deseaba que llegasen al límite de vidas, sin siquiera poder haberlos visto.
Escuchó atentamente sus palabras, un tanto confundida. ¿Había perdido la memoria? Era el primer caso que Persephone conocía de ese estilo, y le parecía increíble, y extremadamente terrible. ¿Cómo era eso posible? Temió que esa fuese la intención con todos, pero muchas partes de ello hubiesen fallado. Un escalofrío recorrió su cuerpo, "Borrar memorias... ¿Para qué?" pensó, y sólo podía recordar a un amigo, lo suficientemente inteligente como para poder descifrar este lío, sin embargo, no lo había encontrado por ningún lado, y como además en la forma de raza, uno es irreconocible, era difícil encontrar a alguien a menos que gritases su nombre a los cuatro vientos.
-Quizás aún no lo tienes -murmuró, distraída con las ideas en su cabeza -. Algunos dicen que se obtiene luego de cumplir ciertas condiciones, lo mismo que cuando se disipa la neblina. En mi grupo creemos que rompemos ciertas cosas de los que armaron estos malditos que nos metieron aquí. Porque dudamos que realmente quieran entregarnos cosas y darnos más libertades.
Y era verdad, le parecía extraño, no sabía si eran errores o qué, porque no había nadie que supiese con qué carajo podían estar tratando. Sentía bastante ira al respecto, y el no comprender qué le hacía sentir peor. ¿Qué verían los que estaban afuera? ¿Los creerían muertos? Persephone no podía siquiera pensar en estar muerta.
-¿No tienes recuerdos? -le preguntó finalmente, escondiendo por completo la sorpresa con seriedad -. Sí, lo recuerdo. Y no, no te preocupes por la tela, es tuya -le dijo rápidamente haciendo un ademán de desinterés -. Siendo honesta, si no fuese porque no soy muy útil, me encantaría aquí. Aunque quitando todo aquello de las masacres que nosotros mismos generamos. Mi vida anterior no era la mejor, así que no sé bien que quiero hacer al respecto. Lo único que motiva es llevar a mi grupo fuera de aquí, porque sé que es lo que ellos desean.
Su principal preocupación desde que había entrado allí siempre habían sido sus amigos, eran su prioridad en aquel momento. Siempre había cuidado de todos, y ahora no sería la excepción por ser la más débil. Contaban con ella, igual que siempre, y no pensaba decepcionarlos. Aunque lamentablemente, no había encontrado a varios de ellos, cosa que le preocupaba, no deseaba que llegasen al límite de vidas, sin siquiera poder haberlos visto.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Invitado Jue Mar 07, 2019 5:04 pm
Al fin se decidió por el color. Tomó el frasco que contenía un rojo profundo y lo mezcló con un poco de amarillo, lo suficiente para no volverlo naranja, si no aclararlo. Acto seguido siguió con su trabajo. Las cerdas del delicado pincel seguían formando su camino con gracilidad por la áspera superfície amarillenta del lienzo. Lo cierto es que estaba siendo un momento de calma y tranquilidad, mientras ambas mantenían una conversación interesante. Aunque a decir verdad, Chloe prefería estar en silencio absoluto mientras pintaba, pero este caso era distinto, pues la joven le estaba brindando información importante sobre este extraño mundo.
-Uhm...-Murmuró levemente, como única respuesta ante el tema de los objetos. Cumplir ciertas condiciones... Y si el efecto del objeto de Persephone era realmente cierto, entonces sería posible que dichos objetos tuvieran efectos bastante poderosos. Quizá... ¿Quizá alguno de dichos objetos podría devolverle sus emociones y recuerdos? Oh, aquello sería fantástico.
Chloe tardó unos instantes en responderle, pues ahora se hallaba contemplando fijamente el progreso de la pintura. Tras ello giró su cabeza levemente para observar a la muchacha.-Entiendo. No sé a cuantas personas les habrá afectado esto de manera similar, pero sí. Soy incapaz de recordar con claridad mi pasado. Tan solo puedo recordar breves imágenes y momentos concretos, escuchar algunas risas, llantos, gritos y enfados. Incluso a veces, golpes. No logro recordar si era una chica pobre, famosa o humilde. No recuerdo más allá de mi nombre, no sé como era mi familia, mi hogar, ni quién ni cómo era exactamente. Aunque ahora que lo menciono, sí que recuerdo que hay alguien muy especial esperándome allí afuera. No la recuerdo con certeza, pero no quiero que muera.-Dejó de mirarla para volver a pincelar en el lienzo.-Y junto a mis recuerdos, mis emociones también han desaparecido. Soy incapaz de llorar, de reír, de sentir miedo o alegría, o de sentir afecto por alguien. Pero sí que es verdad que, a veces... A veces, en lo más profundo de mi ser, siento algo extraño. Una sensación amarga y horrenda. No sabría decir qué es. Como una amalgama de... Como de enfado, tristeza, odio y arrepentimiento. No sabría describirlo, de todas formas esa sensación es muy, muy leve.-Dejó escapar un diminuto suspiro por entre sus finos labios de tela, mientras ahora volvía a mezclar levemente los colores en su paleta.
Lo cierto es que la pintura no le estaba quedando nada mal. Al fin estaba adoptando la forma que ella tenía en mente.-A veces me pregunto el por qué de esto. De si hay alguna razón por la que mi memoria y mi antiguo ser se hayan borrado. Del por qué he acabado aquí junto a los demás. ¿Quizás es algún castigo por algo muy malo que hice allí fuera?-Se encogió de hombros, indiferente.-Al fin y al cabo, estoy segura de que ninguno de nosotros sabemos el motivo de esto.-Una vez acabó de utilizar el rojo, volvió a limpiar su pincel.-¿Por qué dices que no eres muy útil? Tienes, supuestamente, un objeto bastante útil en tu posesión. Seguro que muchos matarían por romper una de las normas.-.
-Uhm...-Murmuró levemente, como única respuesta ante el tema de los objetos. Cumplir ciertas condiciones... Y si el efecto del objeto de Persephone era realmente cierto, entonces sería posible que dichos objetos tuvieran efectos bastante poderosos. Quizá... ¿Quizá alguno de dichos objetos podría devolverle sus emociones y recuerdos? Oh, aquello sería fantástico.
Chloe tardó unos instantes en responderle, pues ahora se hallaba contemplando fijamente el progreso de la pintura. Tras ello giró su cabeza levemente para observar a la muchacha.-Entiendo. No sé a cuantas personas les habrá afectado esto de manera similar, pero sí. Soy incapaz de recordar con claridad mi pasado. Tan solo puedo recordar breves imágenes y momentos concretos, escuchar algunas risas, llantos, gritos y enfados. Incluso a veces, golpes. No logro recordar si era una chica pobre, famosa o humilde. No recuerdo más allá de mi nombre, no sé como era mi familia, mi hogar, ni quién ni cómo era exactamente. Aunque ahora que lo menciono, sí que recuerdo que hay alguien muy especial esperándome allí afuera. No la recuerdo con certeza, pero no quiero que muera.-Dejó de mirarla para volver a pincelar en el lienzo.-Y junto a mis recuerdos, mis emociones también han desaparecido. Soy incapaz de llorar, de reír, de sentir miedo o alegría, o de sentir afecto por alguien. Pero sí que es verdad que, a veces... A veces, en lo más profundo de mi ser, siento algo extraño. Una sensación amarga y horrenda. No sabría decir qué es. Como una amalgama de... Como de enfado, tristeza, odio y arrepentimiento. No sabría describirlo, de todas formas esa sensación es muy, muy leve.-Dejó escapar un diminuto suspiro por entre sus finos labios de tela, mientras ahora volvía a mezclar levemente los colores en su paleta.
Lo cierto es que la pintura no le estaba quedando nada mal. Al fin estaba adoptando la forma que ella tenía en mente.-A veces me pregunto el por qué de esto. De si hay alguna razón por la que mi memoria y mi antiguo ser se hayan borrado. Del por qué he acabado aquí junto a los demás. ¿Quizás es algún castigo por algo muy malo que hice allí fuera?-Se encogió de hombros, indiferente.-Al fin y al cabo, estoy segura de que ninguno de nosotros sabemos el motivo de esto.-Una vez acabó de utilizar el rojo, volvió a limpiar su pincel.-¿Por qué dices que no eres muy útil? Tienes, supuestamente, un objeto bastante útil en tu posesión. Seguro que muchos matarían por romper una de las normas.-.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Persephone Hansen Lun Mar 11, 2019 11:09 pm
"You never know how strong you are until being strong is the only choice you have"Un mundo pintado en trizteza, la historia de una joven y una muñeca
Se mantuvo atenta a cada palabra que decía, pero su vista estaba fija en los colores que tomaba y cómo los usaba en el lienzo. Le gustaba la tonalidad que estaba creando, aunque no estaba segura de que estaba haciendo.
Una idea pasó rápidamente por su cabeza al escuchar lo que ella decía. ¿Qué pasaba si a Noah se le había borrado la memoria igualmente? La verdad es que explicaría muchas cosas, pues aún no podía entenderlo. Pero por otra parte, él era muy persistente, y no le sorprendería que el chico tomase decisiones apresuradas si las consideraba correctas o la mejor opción.
Lo último era normal en las dolls, como había dicho anteriormente, era la raza que se veía más afectada por los cambios de personalidad. Era normal ver a un teriántropo actuando como una bestia, o a una ninfa volviéndose muy asocial y hablando con las plantas y los animales, pero esas cosas sucedían cuando pasaban demasiado tiempo en aquellas formas. Las dolls comenzaban desde que tomaban esa raza.
-Quizás es más normal de lo que creemos. Si muchos tuvieron pérdida de memoria, explicaría muchas actitudes que tienen ahora -aunque era más un pensamiento, terminó pro salir en voz alta -. Hay actitudes que han cambiado demasiado.
Escuchó a su descripción respecto aquella emoción, pero Persephone sólo logró formar una mueca. La verdad es que era muy buena ayudando a las personas, pero no sabía como interpretar aquello, no sabía que clase de emoción podía ser, y mucho menos a que podía deberse. Al fin y al cabo, ni la misma chica sabía cuál era su pasado, no podría entenderla muy bien.
-Vaya... ¿Quizás esa emoción predominaba antes en ti? No sabría decirlo... -murmuró levemente mientras se apoyaba nuevamente en el árbol -. No creo que haya realmente un por qué de esto. Oh, bueno, sí, pero no creo que sea una especie de limbo o algo por el estilo, no creo que nos estén juzgando o castigando. De otro modo, no sólo nosotros estaríamos aquí.
Comenzó a pensar un poco, si la chica no recordaba nada, significaba que ni siquiera recordaba el evento, ¿no? Quizás comentarle aquello podría aclarar varias cosas, o al menos un par de dudas. En lo último tenía razón, de todos modos no pensaba revelarle el por qué no era útil, sería darle demasiado poder sobre ella.
-¿Recuerdas el evento? -le preguntó antes de responder sus preguntas, para no perder la idea -. Digamos que mi grupo es mucho más fuerte que yo, aunque tengo buenas cosas, no sé realmente cómo usarlas... No sé si me explico.
Una idea pasó rápidamente por su cabeza al escuchar lo que ella decía. ¿Qué pasaba si a Noah se le había borrado la memoria igualmente? La verdad es que explicaría muchas cosas, pues aún no podía entenderlo. Pero por otra parte, él era muy persistente, y no le sorprendería que el chico tomase decisiones apresuradas si las consideraba correctas o la mejor opción.
Lo último era normal en las dolls, como había dicho anteriormente, era la raza que se veía más afectada por los cambios de personalidad. Era normal ver a un teriántropo actuando como una bestia, o a una ninfa volviéndose muy asocial y hablando con las plantas y los animales, pero esas cosas sucedían cuando pasaban demasiado tiempo en aquellas formas. Las dolls comenzaban desde que tomaban esa raza.
-Quizás es más normal de lo que creemos. Si muchos tuvieron pérdida de memoria, explicaría muchas actitudes que tienen ahora -aunque era más un pensamiento, terminó pro salir en voz alta -. Hay actitudes que han cambiado demasiado.
Escuchó a su descripción respecto aquella emoción, pero Persephone sólo logró formar una mueca. La verdad es que era muy buena ayudando a las personas, pero no sabía como interpretar aquello, no sabía que clase de emoción podía ser, y mucho menos a que podía deberse. Al fin y al cabo, ni la misma chica sabía cuál era su pasado, no podría entenderla muy bien.
-Vaya... ¿Quizás esa emoción predominaba antes en ti? No sabría decirlo... -murmuró levemente mientras se apoyaba nuevamente en el árbol -. No creo que haya realmente un por qué de esto. Oh, bueno, sí, pero no creo que sea una especie de limbo o algo por el estilo, no creo que nos estén juzgando o castigando. De otro modo, no sólo nosotros estaríamos aquí.
Comenzó a pensar un poco, si la chica no recordaba nada, significaba que ni siquiera recordaba el evento, ¿no? Quizás comentarle aquello podría aclarar varias cosas, o al menos un par de dudas. En lo último tenía razón, de todos modos no pensaba revelarle el por qué no era útil, sería darle demasiado poder sobre ella.
-¿Recuerdas el evento? -le preguntó antes de responder sus preguntas, para no perder la idea -. Digamos que mi grupo es mucho más fuerte que yo, aunque tengo buenas cosas, no sé realmente cómo usarlas... No sé si me explico.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Invitado Mar Mar 12, 2019 11:24 am
Un mundo pintado en tristeza.
Miró de reojo como la pelirroja volvía a apoyarse en el árbol, comentando lo que acababa de salir por los labios de la muñeca. No aclaró demasiado su última pregunta, pero tampoco le dio mucha importancia. No era más que curiosidad, tampoco le importaba saber la vida de los demás.-¿Evento? No. No lo recuerdo.-Dijo de manera tajante, para dejar de pintar un momento y permanecer unos segundos pensativa, intentando recordar algo así.-Soy incapaz de acordarme de eso. Todo lo que me viene a la mente es el rostro borroso de alguien importante. Mi objetivo aquí es evitar que muera. No sé por qué, pero no ha de morir.-Volvió con su pintura. Ahora vertió un color verde muy intenso en su paleta, y tal cual lo vertió, lo mojó levemente en su pincel y comenzó a realizar pequeñas pinceladas circulares.
Un evento... Tenía que saber más sobre esto. Quizá gracias a Persephone podía saber quién era ella misma.-¿Puede contarme más sobre el evento? Me gustaría saber que pasó.-Se relamió los labios, lo cierto es que se mostraba algo ansiosa por saberlo. "Disculpa mi reina, ¿verdad que me estoy portando bien? ¿Verdad, verdad? ¡Estoy tan callada como una...! ¡Calabaza! ¡Jajajajajaja!" Chloe miró de reojo al irritante peluche.-Si quieres un premio ahorráte esos chistes.-Acto seguido, volvió a la conversación con la chica.-No sé por qué siento eso tan amargo en mí. Tú lo niegas, pero yo pienso que ha de ser un tipo de castigo. Un castigo por algo horrible que debí hacer allí fuera.-.
Un evento... Tenía que saber más sobre esto. Quizá gracias a Persephone podía saber quién era ella misma.-¿Puede contarme más sobre el evento? Me gustaría saber que pasó.-Se relamió los labios, lo cierto es que se mostraba algo ansiosa por saberlo. "Disculpa mi reina, ¿verdad que me estoy portando bien? ¿Verdad, verdad? ¡Estoy tan callada como una...! ¡Calabaza! ¡Jajajajajaja!" Chloe miró de reojo al irritante peluche.-Si quieres un premio ahorráte esos chistes.-Acto seguido, volvió a la conversación con la chica.-No sé por qué siento eso tan amargo en mí. Tú lo niegas, pero yo pienso que ha de ser un tipo de castigo. Un castigo por algo horrible que debí hacer allí fuera.-.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Persephone Hansen Miér Mar 13, 2019 2:22 am
"You never know how strong you are until being strong is the only choice you have"Un mundo pintado en trizteza, la historia de una joven y una muñeca
"Realmente no recuerda nada" pensó Persephone mientras la miraba con cierta tristeza. Aunque había tenido un pasado un tanto horroroso, nunca querría perder sus recuerdos, al final, ellos eran los que la convertían en quien era. Y aunque no fuese una persona agradable, y tuviese muchísimos problemas, le gustaba ser así, era quien era y no lo cambiaría por nada.
-Sí, el evento -murmuró suavemente mientras miraba el pálido cielo, ignorando un poco aquello de la persona que no podía morir, pues realmente no sabía que decir -. El instituto organizó un evento puertas abiertas, todos podían asistir a él. Fue probablemente uno de los sucesos más grandes en Grendelshire, mucha gente vino -hizo una pequeña pausa mientras tragaba saliva, intentando bajar el nudo que tenía en su garganta -. Alguien lanzó una bomba de gas, era de un extraño color azul. Todos caímos inconscientes, escuchamos una voz en nuestra cabeza y las reglas, obligados a elegir una raza. Llegamos aquí, no sabemos que sucedió afuera, ni tampoco el por qué de todo esto.
La miró con cierta calma, la verdad es que le costaba hablar del tema sin que muchos pensamientos acosaran su mente. Hablar del evento, para casi todos era una tortura, era doloroso y triste, no querían pensar de que se trataba todo eso y mucho menos pensar en sus familias. Aunque habían muchos que intentaban maneras de comunicarse con ellos, en el fondo sabían que era imposible.
Miró a la chica a los ojos, para luego notar el nuevo color en la pintura y soltar un suspiro. Su mirada volvió a un árbol que tenía marcado unas garras, en el cual aún quedaban rastros de sangre seca. Su sangre, cuando aún ni siquiera había pasado allí más de cinco minutos, y no entendía nada, pues a ella no le acosaron las voces ni las reglas, aunque no sabía si tenían efecto en ella de todos modos, o si tenía una raza si quiera.
-No tardó mucho antes de que comenzaran a matarse los unos a los otros, ya fuese por hambre, venganza o mera diversión -su tono se mantenía calmo, sabía que un poco de emoción en el hablar podría romperla -. Ya nadie sabía en quien confiar, las reglas eran la única buena señal en ese sentido, pues alguien de tu misma raza no te atacaría porque sí, y así se formaron los primeros grupos. Supongo que todo eso ya lo sabes, ¿no? Recuerdas todo luego de llegar aquí, si no me equivoco.
No sabía si debía explicarle como era el mundo, dudaba que tuviese esa falta de memoria. Sabía que no pertenecía allí, pero no recordaba su pasado, por lo que al menos debía recordar cómo era el mundo allá afuera, a tecnología y esas cosas.
-¿Qué chistes? -le dijo confundida mientras ladeaba la cabeza ante la chica, para luego escuchar lo que debía decir -. Entonces significaría que todos los que asistimos debíamos ser castigados, y simplemente no había forma de medir quienes venían o no.
-Sí, el evento -murmuró suavemente mientras miraba el pálido cielo, ignorando un poco aquello de la persona que no podía morir, pues realmente no sabía que decir -. El instituto organizó un evento puertas abiertas, todos podían asistir a él. Fue probablemente uno de los sucesos más grandes en Grendelshire, mucha gente vino -hizo una pequeña pausa mientras tragaba saliva, intentando bajar el nudo que tenía en su garganta -. Alguien lanzó una bomba de gas, era de un extraño color azul. Todos caímos inconscientes, escuchamos una voz en nuestra cabeza y las reglas, obligados a elegir una raza. Llegamos aquí, no sabemos que sucedió afuera, ni tampoco el por qué de todo esto.
La miró con cierta calma, la verdad es que le costaba hablar del tema sin que muchos pensamientos acosaran su mente. Hablar del evento, para casi todos era una tortura, era doloroso y triste, no querían pensar de que se trataba todo eso y mucho menos pensar en sus familias. Aunque habían muchos que intentaban maneras de comunicarse con ellos, en el fondo sabían que era imposible.
Miró a la chica a los ojos, para luego notar el nuevo color en la pintura y soltar un suspiro. Su mirada volvió a un árbol que tenía marcado unas garras, en el cual aún quedaban rastros de sangre seca. Su sangre, cuando aún ni siquiera había pasado allí más de cinco minutos, y no entendía nada, pues a ella no le acosaron las voces ni las reglas, aunque no sabía si tenían efecto en ella de todos modos, o si tenía una raza si quiera.
-No tardó mucho antes de que comenzaran a matarse los unos a los otros, ya fuese por hambre, venganza o mera diversión -su tono se mantenía calmo, sabía que un poco de emoción en el hablar podría romperla -. Ya nadie sabía en quien confiar, las reglas eran la única buena señal en ese sentido, pues alguien de tu misma raza no te atacaría porque sí, y así se formaron los primeros grupos. Supongo que todo eso ya lo sabes, ¿no? Recuerdas todo luego de llegar aquí, si no me equivoco.
No sabía si debía explicarle como era el mundo, dudaba que tuviese esa falta de memoria. Sabía que no pertenecía allí, pero no recordaba su pasado, por lo que al menos debía recordar cómo era el mundo allá afuera, a tecnología y esas cosas.
-¿Qué chistes? -le dijo confundida mientras ladeaba la cabeza ante la chica, para luego escuchar lo que debía decir -. Entonces significaría que todos los que asistimos debíamos ser castigados, y simplemente no había forma de medir quienes venían o no.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Invitado Miér Mar 13, 2019 10:34 am
Un mundo pintado en tristeza.
Escuchó atentamente sus palabras, aquella estaba siendo una información muy valiosa para la muñeca. Permaneció en completo silencio hasta que la joven terminó de hablar, fueron bastantes cosas.-Oh, discúlpame. Estaba hablando con la calabaza.-Señaló el pequeño peluche de tela levemente.-No me refiero a acabar en este mundo como un castigo. A juzgar por tu actitud, imagino que debes pensar que soy una excepción, ¿verdad? No sé si habrá más casos como el mío, pero tampoco me importa. A lo que me refiero por castigo, es este borrado de memoria y de sentimientos. ¿Y si alguien hubiera decidido evitar que fuera yo misma? A lo mejor era muy mala persona, o malvada. Quizás cometí crímenes atroces.-Aquí pausó unos instantes, pensativa.-Aunque has dicho que la gente se empezó a matar tan pronto se levantó aquí... Así que esta teoría pierde fuerza.-Acto seguido respiró hondo.
¡Oh, qué magnífica pintura! Ya estaba tomando forma y color, y lo cierto es que a Chloe le estaba gustando mucho como iba quedando. Ya había acabado de pintar lo básico, así que era momento de añadir los sombreados más profundamente y varios detalles más. Limpió de nuevo el pincel con total tranquilidad.-Sí, conozco los grupos de aquí. Los Rebeldes, la Manada... Lo cierto es que tanto yo como el resto de Dolls que vivimos en la Sala de Arte no queremos problemas, así que nos mantenemos al margen de todo esto. Recuerdo todo lo que he pasado desde que llegué aquí.-Acto seguido comenzó a mezclar más colores, para añadirlos en su pintura. Miró de reojo a Persephone.-Un evento, bomba de gas... Quizá eso explicaría los gritos agónicos que a veces oigo en mi cabeza.-Pausó una vez más, para acto seguido girar su rostro por completo para observarla. Sin embargo, su expresión estaba completamente vacía.-Me estás ayudando mucho. Gracias.-.
¡Oh, qué magnífica pintura! Ya estaba tomando forma y color, y lo cierto es que a Chloe le estaba gustando mucho como iba quedando. Ya había acabado de pintar lo básico, así que era momento de añadir los sombreados más profundamente y varios detalles más. Limpió de nuevo el pincel con total tranquilidad.-Sí, conozco los grupos de aquí. Los Rebeldes, la Manada... Lo cierto es que tanto yo como el resto de Dolls que vivimos en la Sala de Arte no queremos problemas, así que nos mantenemos al margen de todo esto. Recuerdo todo lo que he pasado desde que llegué aquí.-Acto seguido comenzó a mezclar más colores, para añadirlos en su pintura. Miró de reojo a Persephone.-Un evento, bomba de gas... Quizá eso explicaría los gritos agónicos que a veces oigo en mi cabeza.-Pausó una vez más, para acto seguido girar su rostro por completo para observarla. Sin embargo, su expresión estaba completamente vacía.-Me estás ayudando mucho. Gracias.-.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Persephone Hansen Jue Mar 14, 2019 9:43 pm
"You never know how strong you are until being strong is the only choice you have"Un mundo pintado en trizteza, la historia de una joven y una muñeca
No pudo evitar soltar una pequeña risita de ternura al escucharla decir que hablaba con la calabaza, no sonó como una burla, pero de todos modos esperaba que no la interpretase como tal, la verdad es que las cosas podían perder mucho sentido.
La verdad es que el perder las memorias pudo haber sido un castigo, pero como dijo Chloe luego, después de condenar a todos a volverse unos asesinos locos, era poco probable que castigasen a alguien por cosas de ese tipo. Quizás sólo era mala suerte. La verdad era que Persephone tenía muchas formas de cuestionar los pensamientos de los demás respecto a la situación. Simplemente no le llegaban a hacer sentido. Creía firmemente que estaban allí por una razón, quizás no a favor de ellos ni del mundo, pero que existía una razón para estar allí, y que no se trataba de un purgatorio.
No sabía bien que responder, así que siguió escuchando, mientras sus ojos escarlata se mantenían fijos en la pintura que ya había tomado forma. Se sorprendió al escuchar que conocía su grupo y el nombre que ellos se habían otorgado, la verdad es que eran casi un grupo fantasma, sólo rumores. Aunque gracias a ello, provocaba bastante distancia en los demás, y pocos se atrevían a ir a la cafetería. La verdad es que ser el grupo de raros, y además tener distintas razas los había fortalecido muchísimo. Y La Manada, por supuesto, no había nadie que no conociera aquel grupo, y al líder.
-Me sorprende que conozcas nuestro grupo, la verdad -le dijo sin pensarlo mucho, para luego cambiar el tema ligeramente -. Asumo debes conocer a Noah, entonces. No hay nadie que lo pase por alto, casi siempre se mete en peleas o lo que sea necesario por su grupo. Podría iniciar una guerra. Es como si fuese el rey de un castillo o algo por el estilo -O al menos, esa era la impresión que le daba a Persephone, el chico que alguna vez había sido tranquilo, encantador y neutral ahora era una bestia -. Por cierto, ya que lo mencionas. ¿Acaso las demás dolls no te van a exiliar por hablar conmigo? O bueno, al menos si lo descubren.
"Debería irme" murmuró en su cabeza luego de decir aquello "Tengo hambre, y no quiero causarle más problemas a ella..." aunque realmente estaba disfrutando muchísimo aquella conversación y la pintura. A pesar de lo complicado de la situación, que además era extremadamente delicada por otra parte.
-Realmente no es nada -soltó una sonrisa leve y ladeada, de aquellas que hacía muy comunmente antes, cuando se sentía bien, feliz y que había logrado lo que debía hacer -. Siempre me ha gustado ayudar, a pesar de mi actitud.
Siempre lo había dicho, si me quieren, que sea por quien soy. "Te joderé con la verdad, así como con golpes a aquellos de los que te deba defender" era una frase bastante común en ella, pues siempre le reclamaban su sinceridad y lo directa que era con varios temas, además de ser grosera. Pero siempre podías contar con ella, a menos que te odiase. Y a veces hasta hacía excepciones.
La verdad es que el perder las memorias pudo haber sido un castigo, pero como dijo Chloe luego, después de condenar a todos a volverse unos asesinos locos, era poco probable que castigasen a alguien por cosas de ese tipo. Quizás sólo era mala suerte. La verdad era que Persephone tenía muchas formas de cuestionar los pensamientos de los demás respecto a la situación. Simplemente no le llegaban a hacer sentido. Creía firmemente que estaban allí por una razón, quizás no a favor de ellos ni del mundo, pero que existía una razón para estar allí, y que no se trataba de un purgatorio.
No sabía bien que responder, así que siguió escuchando, mientras sus ojos escarlata se mantenían fijos en la pintura que ya había tomado forma. Se sorprendió al escuchar que conocía su grupo y el nombre que ellos se habían otorgado, la verdad es que eran casi un grupo fantasma, sólo rumores. Aunque gracias a ello, provocaba bastante distancia en los demás, y pocos se atrevían a ir a la cafetería. La verdad es que ser el grupo de raros, y además tener distintas razas los había fortalecido muchísimo. Y La Manada, por supuesto, no había nadie que no conociera aquel grupo, y al líder.
-Me sorprende que conozcas nuestro grupo, la verdad -le dijo sin pensarlo mucho, para luego cambiar el tema ligeramente -. Asumo debes conocer a Noah, entonces. No hay nadie que lo pase por alto, casi siempre se mete en peleas o lo que sea necesario por su grupo. Podría iniciar una guerra. Es como si fuese el rey de un castillo o algo por el estilo -O al menos, esa era la impresión que le daba a Persephone, el chico que alguna vez había sido tranquilo, encantador y neutral ahora era una bestia -. Por cierto, ya que lo mencionas. ¿Acaso las demás dolls no te van a exiliar por hablar conmigo? O bueno, al menos si lo descubren.
"Debería irme" murmuró en su cabeza luego de decir aquello "Tengo hambre, y no quiero causarle más problemas a ella..." aunque realmente estaba disfrutando muchísimo aquella conversación y la pintura. A pesar de lo complicado de la situación, que además era extremadamente delicada por otra parte.
-Realmente no es nada -soltó una sonrisa leve y ladeada, de aquellas que hacía muy comunmente antes, cuando se sentía bien, feliz y que había logrado lo que debía hacer -. Siempre me ha gustado ayudar, a pesar de mi actitud.
Siempre lo había dicho, si me quieren, que sea por quien soy. "Te joderé con la verdad, así como con golpes a aquellos de los que te deba defender" era una frase bastante común en ella, pues siempre le reclamaban su sinceridad y lo directa que era con varios temas, además de ser grosera. Pero siempre podías contar con ella, a menos que te odiase. Y a veces hasta hacía excepciones.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Invitado Vie Mar 15, 2019 11:38 am
Un mundo pintado en tristeza.
La muchacha se sorprendió al ver que Chloe conocía su grupo. Ella ni se inmutó, tan solo se limitó a seguir pintando en el lienzo.-A veces las Dolls también nos enteramos de algunas cosas. Algo he escuchado de Noah, pero no demasiado.-Tras esas palabras, dejó el pincel a un costado para contemplar la pintura. Ya casi estaba, tan solo le faltaban algunos detalles menores, como por ejemplo un par de diminutos brillos. Limpió su pincel una última vez, para ahora utilizar el color blanco.-Sí. Pero dudo mucho que haya alguna Doll más por aquí. No les gusta salir.-Y en cuanto lo último que le dijo, Chloe no respondió.
Pasaron un par de minutos mientras la muñeca le daba sus últimos retoques a la pintura. Una vez acabó, se levantó un momento para contemplarla. "¡Wow, mi reina! ¡Es exactamente igual que ella! ¡Fabuloso, magnífico! ¡Aplaudiría, pero no tengo manos! ¡JAJAJA!" Chloe no le respondió. Tan solo parpadeó un par de veces para luego mirar a Persephone.-Me has ayudado mucho hoy. Me has dado un obsequio, me has contado cosas importantes sobre el pasado y el presente, y me has servido de inspiración para mi cuadro.-Dijo, señalando la pintura. Y entonces, ¿qué había pintado? En el lienzo yacía plasmado un delicado rostro de piel blanca y delicada, de cabellos largos y rojizos con unos preciosos ojos de color verde esmeralda. Estaba mirando hacia abajo, con una expresión seria, mientras que con sus manos se cubría con una gigantesca manta que conformaba todo el fondo de la ilustración.-Tienes un rostro muy bello, Persephone.-Dijo, mientras retiraba el lienzo del trípode y se acercaba a la muchacha.-Así que decidí pintar tu retrato. Ten, es para ti, como intercambio por la tela.-Y fue cuando le tendió la pintura, que escuchó una voz infantil dentro de su cabeza.
Cuando al fin volvió en sí, tenía los ojos abiertos de par en par. ¿Qué había pasado? Esa voz... ¿Era un recuerdo? ¿Era de ella misma? Agachó la cabeza, mirando al suelo mientras que ahora en su boca permanecía una casi imperceptible sonrisa. Tras darle la pintura a Persephone, no dijo nada más. Se dio la vuelta, guardó el pincel y los frascos junto con la tela, y agarró el trípode de madera carcomida.-Ha sido un placer conocerte, Persephone. Debo regresar ya.-Le miró y, cerrando los ojos, agachó levemente la cabeza a modo de despedida.-Sigue luchando. Así nos podremos volver a ver. "¡Adiós, señorita! ¡Cuídese, no decepciones a la reina!" En ese momento Chloe agarró la pequeña calabaza y la escondió debajo de su corona. Le dedicó una última mirada a la joven, con aquella pequeñísima sonrisa en su boca, para entonces darse la vuelta y empezar a caminar hacia la Sala de Arte.
Había sido un bonito y relajado día, ¿verdad? La muñeca suspiró aliviada, pues ya no tenía que preocuparse por una de las normas. Sin duda, Persephone sería un nombre que recordaría por siempre. "Mi reina, ¿estás contenta, verdad?" A lo que la muñeca le respondió lo siguiente.-Cuando lleguemos, te daré un caramelo como premio.-.
Pasaron un par de minutos mientras la muñeca le daba sus últimos retoques a la pintura. Una vez acabó, se levantó un momento para contemplarla. "¡Wow, mi reina! ¡Es exactamente igual que ella! ¡Fabuloso, magnífico! ¡Aplaudiría, pero no tengo manos! ¡JAJAJA!" Chloe no le respondió. Tan solo parpadeó un par de veces para luego mirar a Persephone.-Me has ayudado mucho hoy. Me has dado un obsequio, me has contado cosas importantes sobre el pasado y el presente, y me has servido de inspiración para mi cuadro.-Dijo, señalando la pintura. Y entonces, ¿qué había pintado? En el lienzo yacía plasmado un delicado rostro de piel blanca y delicada, de cabellos largos y rojizos con unos preciosos ojos de color verde esmeralda. Estaba mirando hacia abajo, con una expresión seria, mientras que con sus manos se cubría con una gigantesca manta que conformaba todo el fondo de la ilustración.-Tienes un rostro muy bello, Persephone.-Dijo, mientras retiraba el lienzo del trípode y se acercaba a la muchacha.-Así que decidí pintar tu retrato. Ten, es para ti, como intercambio por la tela.-Y fue cuando le tendió la pintura, que escuchó una voz infantil dentro de su cabeza.
"-¡Mira, Egliette! Esta soy yo, y esta eres tú. ¿Te gusta?
-...
-¡Lo sabía! Soy la mejor, por supuesto que sí.
-...
-¡Voy a colgar el dibujo en nuestra habitación del té!
Unos pasos podían oírse alejándose corriendo, entre risas."
-...
-¡Lo sabía! Soy la mejor, por supuesto que sí.
-...
-¡Voy a colgar el dibujo en nuestra habitación del té!
Unos pasos podían oírse alejándose corriendo, entre risas."
Cuando al fin volvió en sí, tenía los ojos abiertos de par en par. ¿Qué había pasado? Esa voz... ¿Era un recuerdo? ¿Era de ella misma? Agachó la cabeza, mirando al suelo mientras que ahora en su boca permanecía una casi imperceptible sonrisa. Tras darle la pintura a Persephone, no dijo nada más. Se dio la vuelta, guardó el pincel y los frascos junto con la tela, y agarró el trípode de madera carcomida.-Ha sido un placer conocerte, Persephone. Debo regresar ya.-Le miró y, cerrando los ojos, agachó levemente la cabeza a modo de despedida.-Sigue luchando. Así nos podremos volver a ver. "¡Adiós, señorita! ¡Cuídese, no decepciones a la reina!" En ese momento Chloe agarró la pequeña calabaza y la escondió debajo de su corona. Le dedicó una última mirada a la joven, con aquella pequeñísima sonrisa en su boca, para entonces darse la vuelta y empezar a caminar hacia la Sala de Arte.
Había sido un bonito y relajado día, ¿verdad? La muñeca suspiró aliviada, pues ya no tenía que preocuparse por una de las normas. Sin duda, Persephone sería un nombre que recordaría por siempre. "Mi reina, ¿estás contenta, verdad?" A lo que la muñeca le respondió lo siguiente.-Cuando lleguemos, te daré un caramelo como premio.-.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
por Persephone Hansen Dom Mar 17, 2019 12:01 am
"You never know how strong you are until being strong is the only choice you have"Un mundo pintado en trizteza, la historia de una joven y una muñeca
Sonrió al escuchar sus palabras, la verdad es que no se trataba de ellas, si no que su grupo era muy apartado, y nadie los reconocía como tal. No le sorprendía que hubiese escuchado sobre Noah, aquello era completamente normal. No le sorprendía que a las dolls no les gustase salir, en realidad, eran pocos a los que les gustaba salir, masoquistas o sádicos quizás, no creía que hubiese realmente un intermedio, a menos que supervivencia contase.
Persephone abrió los ojos de par en par al ver el cuadro, mientras lo miraba, realmente a pesar de estar prestando atención, lo estaba viendo con curiosidad, no pudo relacionarlo hasta que la chica se lo mostró en la cara y se lo dejó claro. La verdad fue que se sintió muy halagada, con las palabras y el gesto. Persephone no se valoraba casi nada, y aquellos gestos le hacían sentir especial, aunque no siempre lo dejaba ver.
-Vaya... Gracias, Chloe -seguía sorprendida, de alguna manera, además de estar emocionada -. Ha quedado hermoso, gracias.
Pensaba cuidarlo como si de oro se tratase. Los demás se lo tendrían que bancar, pensaba colgar ese cuadro en la pared, bien alto de modo que jamás le sucedería nada. Era innegable la felicidad que sentía en aquel momento, hasta que vio como Chloe se iba por un segundo, Persephone alcanzó a tragar saliva antes de poder decir nada, y que ella ya le diese una respuesta a la conversación.
-Tienes razón... Debería volver ya -y era cierto, podrían estar preocupados y arriesgarse o algo, no era muy buena idea irse pro demasiado tiempo -. Cuídate, nos volveremos a ver.
Comenzó a caminar por el parque hasta la cafetería, lo que era al otro extremo del parque, de hecho. Por suerte no tuvo ningún encuentro con nadie, y llego sana y salva. Abrió la puerta del golpe, con el cuadro en mano. Mientras miraba los rostros de algunos, que en su opinión parecían desorientados. Levantó el cuadro frente a ella, y habló con ellos como siempre.
-Ya volví perras -por grosero que fuese, así era Persephone. Sonaba con amor de todos modos -. Esto va a ir en la pared, justo ahí.
Persephone abrió los ojos de par en par al ver el cuadro, mientras lo miraba, realmente a pesar de estar prestando atención, lo estaba viendo con curiosidad, no pudo relacionarlo hasta que la chica se lo mostró en la cara y se lo dejó claro. La verdad fue que se sintió muy halagada, con las palabras y el gesto. Persephone no se valoraba casi nada, y aquellos gestos le hacían sentir especial, aunque no siempre lo dejaba ver.
-Vaya... Gracias, Chloe -seguía sorprendida, de alguna manera, además de estar emocionada -. Ha quedado hermoso, gracias.
Pensaba cuidarlo como si de oro se tratase. Los demás se lo tendrían que bancar, pensaba colgar ese cuadro en la pared, bien alto de modo que jamás le sucedería nada. Era innegable la felicidad que sentía en aquel momento, hasta que vio como Chloe se iba por un segundo, Persephone alcanzó a tragar saliva antes de poder decir nada, y que ella ya le diese una respuesta a la conversación.
-Tienes razón... Debería volver ya -y era cierto, podrían estar preocupados y arriesgarse o algo, no era muy buena idea irse pro demasiado tiempo -. Cuídate, nos volveremos a ver.
Comenzó a caminar por el parque hasta la cafetería, lo que era al otro extremo del parque, de hecho. Por suerte no tuvo ningún encuentro con nadie, y llego sana y salva. Abrió la puerta del golpe, con el cuadro en mano. Mientras miraba los rostros de algunos, que en su opinión parecían desorientados. Levantó el cuadro frente a ella, y habló con ellos como siempre.
-Ya volví perras -por grosero que fuese, así era Persephone. Sonaba con amor de todos modos -. Esto va a ir en la pared, justo ahí.
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Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]Re: Un mundo pintado en tristeza, la historia de una joven y una muñeca. [Priv. Persephone Hansen]
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