I. Jamás cooperarás con otras razas.
II. No intentarás comunicarte con el exterior.
III. Vivirás en este mundo y no en el exterior.
IV. Rompe una de las reglas, y un conocido de allá afuera muere.
En la oscuridad de tu inconsciencia, después de la explosión de una bomba en el evento al que acudiste, susurros te trajeron de vuelta a la vida.
El extraño evento a puertas abiertas del colegio Fallgate debería haber sido la primera advertencia.
Era casi el final del año escolar y todos estaban invitados, alumnos, profesores, todos los habitantes de Grendelshire. La magnitud del evento hasta había llegado a oídos de Londres.
Todos podían entrar sin invitación ni pagar por boletos. Excepto los menores de ocho años, una estipulación que debería haber sido la segunda bandera roja.
Aunque todo estaba cubierto de nieve, el cálido sol invitaba a recorrer el decorado colegio. Tiendas de comida, competencias, juegos, eventos, música, foros de debate, tantas cosas sucediendo al unísono que fue imposible para cualquiera darse cuenta de la farsa.
Lo único que escuchaste fue la explosión proveniente del medio del terreno antes de que tus tímpanos retumbaran a tal frecuencia que los subsiguientes gritos de terror y agonía se convirtieran en silencio. El gas azul que lentamente nubló tu vista claramente tenía la misma procedencia. Sentiste como te ahorcaba, quemaba, ahogaba bajo el agua, como si tragaras arena o ácido; todo dependía de tus peores miedos mientras perdías el conocimiento.
Después de despertarte con las reglas del juego, aquella voz ronroneó tus opciones, tu nuevo futuro. Debías elegir una raza antes de poder despertar.
¿Vienes a jugar con nosotros?
II. No intentarás comunicarte con el exterior.
III. Vivirás en este mundo y no en el exterior.
IV. Rompe una de las reglas, y un conocido de allá afuera muere.
En la oscuridad de tu inconsciencia, después de la explosión de una bomba en el evento al que acudiste, susurros te trajeron de vuelta a la vida.
El extraño evento a puertas abiertas del colegio Fallgate debería haber sido la primera advertencia.
Era casi el final del año escolar y todos estaban invitados, alumnos, profesores, todos los habitantes de Grendelshire. La magnitud del evento hasta había llegado a oídos de Londres.
Todos podían entrar sin invitación ni pagar por boletos. Excepto los menores de ocho años, una estipulación que debería haber sido la segunda bandera roja.
Aunque todo estaba cubierto de nieve, el cálido sol invitaba a recorrer el decorado colegio. Tiendas de comida, competencias, juegos, eventos, música, foros de debate, tantas cosas sucediendo al unísono que fue imposible para cualquiera darse cuenta de la farsa.
Lo único que escuchaste fue la explosión proveniente del medio del terreno antes de que tus tímpanos retumbaran a tal frecuencia que los subsiguientes gritos de terror y agonía se convirtieran en silencio. El gas azul que lentamente nubló tu vista claramente tenía la misma procedencia. Sentiste como te ahorcaba, quemaba, ahogaba bajo el agua, como si tragaras arena o ácido; todo dependía de tus peores miedos mientras perdías el conocimiento.
Después de despertarte con las reglas del juego, aquella voz ronroneó tus opciones, tu nuevo futuro. Debías elegir una raza antes de poder despertar.
¿Vienes a jugar con nosotros?
¿Sobrevivirás el Juego?
⚝ Reglas⚝ Ambientación⚝ Razas⚝ Alianzas⚝ Personajes Canon⚝ Territorios Neutrales⚝ Habilidades Prohibidas⚝ Modelo de Ficha⚝ Temas Libres⚝ Dudas⚝ Sugerencias⚝ Novedades⚝ ¡Conoce a la Administración!⚝ Discord
⚝ Reactivación de Cuentas
Registros
On-Rol
⚝ Sistema de Encuentros ⚝ Sistema de Dados⚝ Hoja de Personaje⚝ Misiones⚝ Familiares⚝ Pide al NPC⚝ Puntos y Niveles⚝ Cierre de Temas⚝ Level Up⚝ Calendario⚝ Tienda⚝ Regalo de Puntos
I'm not a Higher Power, I Just Live in the Ceiling [Lilianna ID]
Lun Abr 17, 2023 5:39 am por Lilianna Vasiliev
You'll Break your Back to Make me Feel Again || Rachel ID
Vie Abr 07, 2023 10:28 pm por Rachel Le Fayet
I'm Tired of Breathing Empty Air || Ciaran ID
Mar Abr 04, 2023 9:17 pm por Hayate Ciaran Asher
From the Day that I was Born, Trouble Won't Leave Me Alone [Priv. Kelly]
Vie Mayo 06, 2022 7:06 pm por Nicholas Taylor Allen
Escape from this Afterlife (Priv. Vincent)
Vie Abr 29, 2022 8:21 pm por Vincent Schwarz
Waking Up at the Start of the End of the World {Priv. Zack}
Sáb Abr 23, 2022 3:13 am por Tiffany Hale
I see your monsters, I see your pain || Libre
Vie Abr 22, 2022 6:15 pm por Noah Adams
I Prayed, God Sent me right to Voice Mail || Priv. Nick
Vie Abr 22, 2022 5:25 pm por Gala Florian
Baby, I'm the reason why Hell's so hot || Priv. Faith Asher
Vie Abr 22, 2022 5:03 pm por Joshua Friedrich
Problemas o Cambio de Botón AQUÍ
Lun Abr 18, 2022 7:33 pm por Invitado
Sabías que...¿Cuando mueres vas directo al cementerio de los alrededores?
Sabías que...¿Eres irreconocible en tu forma de raza?
Sabías que...¿Si abres temas libres en ciertos lugares quizás los responda un canon?
Sabías que...¿Para cruzar la neblina debes cumplir ciertas condiciones?
Sabías que...¿Cada templo tiene un secreto?
Mejor Posteador Mejor Ficha Nombre Apellido Nombre Apellido Mejor TemaNombre del Tema Nombre Apellido Nombre Apellido Mejor Pareja
Afiliados Hermanos Directorios
Créditos
Primero que nada, gracias a Emme, quién ha transformado el foro en esta maravilla, con una skin preciosa, widgets y perfiles. Además de que la gran mayoría de las tablas que usamos pertenecen a ella. Agradecemos infinitamente su paciencia con nosotros y a sus hermosas creaciones.
Por otra parte, quiero agradecer a nuestros usuarios y administradores. Todo aquel que se interesó en este proyecto y pone su granito de arena para mantenerlo vivo. Porque nosotros no seríamos nada sin ustedes. Y la administración, que a pesar de todo, siempre está ahí para todos nosotros, y se lanza con mis ideas locas y hacen que salga bien.
Atte. Persephone Hansen
Por otra parte, quiero agradecer a nuestros usuarios y administradores. Todo aquel que se interesó en este proyecto y pone su granito de arena para mantenerlo vivo. Porque nosotros no seríamos nada sin ustedes. Y la administración, que a pesar de todo, siempre está ahí para todos nosotros, y se lanza con mis ideas locas y hacen que salga bien.
Atte. Persephone Hansen
Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]
Página 1 de 1. • Comparte
Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]
por Hitori Macleod Dom Ago 01, 2021 6:55 pm
But I'm holding on for dear lifeHelp Me, I'm Holding on for Dear Life
Había despertado… No, en realidad no lo había hecho, para eso se requería estar durmiendo. La noche anterior había pasado buscando a alguien, demasiado hambrienta como para quedarse con el resto de los Híbridos, pero la noche cayó demasiado rápido, encontrándole sola en medio del Parque. No fue bonito, para nada. Uno pensaría que entre los gritos alguien se hubiese apiadado de su alma y acercado para asesinarle, como había sucedido hace un par de noches, pero no tuvo la misma suerte.
Ahí estaba, casi de vuelta al territorio de los suyos. No había peligro ahora, era incapaz de tomar su forma de raza o acceder a sus poderes. El peligro era que terminara por clavarse un objeto cortopunzante en alguna parte del cuerpo para escapar de la absoluta miseria por la que estaba pasando. Abstinencia. Creyó que había pasado lo peor la primera semana, pero luego descubrió que cada vez que moría tenía que sobrellevarlo nuevamente. Ella simplemente no estaba hecha para sobrevivir tanto sufrimiento sin terminar de volverse loca.
-Debería haber un contador, o algo, para saber cuantas veces más tengo que suicidarme.- Refunfuñó en su cabeza, pero era demasiado cobarde como para hacer algo como eso. Aguantó un sollozo repentino, su voz ya casi le había dejado de tanto gritar y llorar, sus ojos estaban rojos e irritados, sus labios partidos. En realidad se veía hecha un desastre, sus manos temblaban ligeramente, y se tambaleaba más que caminar debido a sus mareos.
Conocía los síntomas, todos y cada uno de ellos, ahora ya no sólo por lo que había leído y visto en pacientes, pero por haber pasado por el síndrome de abstinencia unas tres o cuatro veces. ¿Cuantas más? Mordió su labio inferior con fuerza, sin molestarse en limpiar el hilillo de sangre hasta que vio a los Híbridos que hacían guardia. Los conocía, pero no demasiado. No le gustaba que nadie se preocupara por ella, por lo que simplemente ladeó la cabeza y ensayó una sonrisa pequeña antes de saludar.
“Hitori ¿Vienes a relevar el turno?” Sintió que la mano de angustia la tomaba firmemente del cuello. No podía hacer más que simplemente observar, de tener que realmente defender el territorio simplemente moriría, y también el resto. “A-Ah” Iba a decir que no, pero las ojeras y posición agachada denotaban que los dos chicos que estaban de guardia habían pasado toda la noche ahí. Conocía esa sensación, y ahora que les había traído el alivio de un relevo simplemente no estaba en sus huesos negarles el descanso.
“Sí, vayan a dormir, no se preocupen.” Su voz salió en un hilillo un tanto rasposo, pero fue suficientemente casual como para no levantar sospechas. También había agachado la cabeza, cubriendo su complexión blanca y roja con su cabello. Una vez se habían retirado, Hitori se dejó caer al piso, restregando sus ojos con las mangas de la chaqueta que llevaba.
“Anda, Macleod, ahora no puedes perderte en eso, si viene alguien tienes que asegurarte de estar de guardia.” Murmuró, sollozando un par de veces, intentando calmarse. Pero entre el deseo imposible de ignorar de beber cualquier cosa que tuviera grados de alcohol, el mareo, el cansancio, su angustia, los síntomas que parecían ser resaca, y una infinidad más de cosas, apenas sabía dónde se había sentado.
Y aún así, su cabeza era más dura que cualquier otra cosa. No era capaz de estar parada, pero sí de sentarse contra la reja y mantener la mirada alzada, buscando movimientos que se acercaran. Poco importaba que lo que veía estaba lleno de grietas, que detrás de ellas se asomaban sombras horripilantes. Poco importaba que estaba tan mareada que sus alrededores se adornaban de estrellas y luces de colores. Poco importaba que… ¿Qué? Estaba nublado, sí, creyó que quizás iba a llover, pero no nevar.
Hitori soltó una risita, borrando otra lágrima con la manga de su chaqueta. Por lo menos eso le hacía sentir un poco mejor, más en casa. Alzó la mirada, moviendo su mano para recoger copos de nieve. Iba a ser un turno largo, pero había tenido muchísimos de esos en su vida. Sólo tenía que aguantar un poco, intentar olvidar todo lo que le aquejaba. Un poco de frío, pero nada a lo que no estuviese acostumbrada, sus temblores tenían que ver con otra cosa. Hitori recogió sus piernas contra su pecho, agradeciendo que el día del evento había atendido con jeans y una chaqueta, una bufanda hasta, en vez de uno de sus atuendos más reveladores.
Ahí estaba, casi de vuelta al territorio de los suyos. No había peligro ahora, era incapaz de tomar su forma de raza o acceder a sus poderes. El peligro era que terminara por clavarse un objeto cortopunzante en alguna parte del cuerpo para escapar de la absoluta miseria por la que estaba pasando. Abstinencia. Creyó que había pasado lo peor la primera semana, pero luego descubrió que cada vez que moría tenía que sobrellevarlo nuevamente. Ella simplemente no estaba hecha para sobrevivir tanto sufrimiento sin terminar de volverse loca.
-Debería haber un contador, o algo, para saber cuantas veces más tengo que suicidarme.- Refunfuñó en su cabeza, pero era demasiado cobarde como para hacer algo como eso. Aguantó un sollozo repentino, su voz ya casi le había dejado de tanto gritar y llorar, sus ojos estaban rojos e irritados, sus labios partidos. En realidad se veía hecha un desastre, sus manos temblaban ligeramente, y se tambaleaba más que caminar debido a sus mareos.
Conocía los síntomas, todos y cada uno de ellos, ahora ya no sólo por lo que había leído y visto en pacientes, pero por haber pasado por el síndrome de abstinencia unas tres o cuatro veces. ¿Cuantas más? Mordió su labio inferior con fuerza, sin molestarse en limpiar el hilillo de sangre hasta que vio a los Híbridos que hacían guardia. Los conocía, pero no demasiado. No le gustaba que nadie se preocupara por ella, por lo que simplemente ladeó la cabeza y ensayó una sonrisa pequeña antes de saludar.
“Hitori ¿Vienes a relevar el turno?” Sintió que la mano de angustia la tomaba firmemente del cuello. No podía hacer más que simplemente observar, de tener que realmente defender el territorio simplemente moriría, y también el resto. “A-Ah” Iba a decir que no, pero las ojeras y posición agachada denotaban que los dos chicos que estaban de guardia habían pasado toda la noche ahí. Conocía esa sensación, y ahora que les había traído el alivio de un relevo simplemente no estaba en sus huesos negarles el descanso.
“Sí, vayan a dormir, no se preocupen.” Su voz salió en un hilillo un tanto rasposo, pero fue suficientemente casual como para no levantar sospechas. También había agachado la cabeza, cubriendo su complexión blanca y roja con su cabello. Una vez se habían retirado, Hitori se dejó caer al piso, restregando sus ojos con las mangas de la chaqueta que llevaba.
“Anda, Macleod, ahora no puedes perderte en eso, si viene alguien tienes que asegurarte de estar de guardia.” Murmuró, sollozando un par de veces, intentando calmarse. Pero entre el deseo imposible de ignorar de beber cualquier cosa que tuviera grados de alcohol, el mareo, el cansancio, su angustia, los síntomas que parecían ser resaca, y una infinidad más de cosas, apenas sabía dónde se había sentado.
Y aún así, su cabeza era más dura que cualquier otra cosa. No era capaz de estar parada, pero sí de sentarse contra la reja y mantener la mirada alzada, buscando movimientos que se acercaran. Poco importaba que lo que veía estaba lleno de grietas, que detrás de ellas se asomaban sombras horripilantes. Poco importaba que estaba tan mareada que sus alrededores se adornaban de estrellas y luces de colores. Poco importaba que… ¿Qué? Estaba nublado, sí, creyó que quizás iba a llover, pero no nevar.
Hitori soltó una risita, borrando otra lágrima con la manga de su chaqueta. Por lo menos eso le hacía sentir un poco mejor, más en casa. Alzó la mirada, moviendo su mano para recoger copos de nieve. Iba a ser un turno largo, pero había tenido muchísimos de esos en su vida. Sólo tenía que aguantar un poco, intentar olvidar todo lo que le aquejaba. Un poco de frío, pero nada a lo que no estuviese acostumbrada, sus temblores tenían que ver con otra cosa. Hitori recogió sus piernas contra su pecho, agradeciendo que el día del evento había atendido con jeans y una chaqueta, una bufanda hasta, en vez de uno de sus atuendos más reveladores.
Hora
9 AM
Lugar
Estacionamiento
Clima
Nevando
Hunger
6/6
9 AM
Lugar
Estacionamiento
Clima
Nevando
Hunger
6/6
Re: Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]Re: Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]
por Taigress Diamond Miér Ago 04, 2021 2:37 am
Ya había pasado algo de tiempo desde que los sucesos de la bomba ocurrieron y ella hubiese optado por viajar sola, desde entonces ha obtenido varias pistas sobre donde pueden estar localizados el resto de sus compañeros e incluso ha establecido contacto con uno de ellos, pero por ahora se mantenían separados, era lo mejor para mantener información de grupos distintos sin involucrarse ella directamente.
¿Cual era su plan para hoy? Ir al estacionamiento para encontrarse con los de su raza. Tenia un par de balas de la munición de su pistola que deseaba intercambiar, y aunque a primera vista parecía algo sin valor alguno, aquel que supiese trabajar con pólvora alto valor le encontraría, suficiente como para decidir intercambiar algo de comida por ella, o eso por lo menos suponía la fémina. La morena se encontraba en su forma hibrida, sus orejas de conejo la mantenían alerta de cualquier ruido peculiar y su buena vista le permitía ver bien en la noche.
Hasta ahora ha podido sobrevivir bien los cambios de temperaturas, esto se debía a los animales que eligió para su raza. Para un oso el frio no era peligro alguno, sin embargo, ella, aunque pudiese superar bien las bajas temperaturas podía notar que había horas especificas en las cuales el sueño era mas pesado de lo usual. Puede que su parte oso deseaba iniciar la hibernación, pero su parte tigre la mantenía activa lo suficiente como para no dejarse vencer por el sueño, pero cuando era demasiado frio, y el lugar como la hora era indicada, podía notar que su actividad bajaba, que deseaba simplemente tumbarse y dormir, y ese era el motivo por el cual se encontraba en su forma de conejo ahora. La nieve no le molestaba en esta forma y a la vez podía prevenir caer presa de su deseo de hibernación de este modo.
Actualmente avanzaba sin miedo alguno hacia la entrada del estacionamiento. No debía de temerle a aquellos que eran suyos ¿no? Y si deseaba intercambiar con alguien, estos serian lo mas probable los únicos interesados en querer escucharle en primer lugar.
Sus pasos la llevaron hacia una de las rejas de la zona, y lo primero que llego a notar fue la figura de alguien... A primera vista era difícil reconocer si era una mujer o un hombre, lo que si llego a notar fue como la figura parecía temblar. ¿Talvez por el frio? Aun no estaba segura de ello, pero la verdad le parecía eso raro, escucho rumores de que los híbridos por lo menos tenían una plantación planeada, y con lo muchos que son supuso que lograron definitivamente reunir mas recursos que los demas... ¿Talvez se les acabaron los primeros recursos y ahora sufrían las consecuencias hasta que la plantacion diese sus frutos? Muchas manos ayudan pero a la vez son muchas bocas para alimentar se suele decir... Ante la idea no pudo evitar chasquear con la lengua con fastidio, ya que, si realmente estaban en peor situación que ella, no iba a lograr un intercambio fácilmente, pero por algo bueno para comer estaba dispuesta de todos modos a intentar su suerte... Ya estaba cansada de tener que comer hierba y hierba cada día como un conejo de verdad.
La otra opción por la cual pudiese estar temblando el desconocido podía ser... ¿falta de drogas talvez? Ha visto suficiente de estos “drogadictos” como les suelen llamar, y no le agradaba interactuar con ellos la verdad, eran problemas andantes vieses como lo vieses.
Se acerco lo suficiente y luego se detuvo ante la persona, aunque, mantuvo suficiente distancia como para no hacerle sentir amenazada, deseando primero asegurarse con quien estaba tratando realmente.
-Oye, mi nombre es Taigress. He venido a intentar negociar un poco con los que mandan por acá. Soy una de ustedes, así que no ha de haber un gran problema que me cedan un poco de tiempo ¿no?-
Sus manos pararon en sus propias caderas, una pose que solía tomar seguido simplemente para relajar su musculatura y brazos.
-¿Hm?-
Alzo una de las cejas, esperando de manera impaciente reacción, no podía evitarlo, ese era su lado de conejo ansioso metiendo mano a su por lo general relajada personalidad...
¿Cual era su plan para hoy? Ir al estacionamiento para encontrarse con los de su raza. Tenia un par de balas de la munición de su pistola que deseaba intercambiar, y aunque a primera vista parecía algo sin valor alguno, aquel que supiese trabajar con pólvora alto valor le encontraría, suficiente como para decidir intercambiar algo de comida por ella, o eso por lo menos suponía la fémina. La morena se encontraba en su forma hibrida, sus orejas de conejo la mantenían alerta de cualquier ruido peculiar y su buena vista le permitía ver bien en la noche.
Hasta ahora ha podido sobrevivir bien los cambios de temperaturas, esto se debía a los animales que eligió para su raza. Para un oso el frio no era peligro alguno, sin embargo, ella, aunque pudiese superar bien las bajas temperaturas podía notar que había horas especificas en las cuales el sueño era mas pesado de lo usual. Puede que su parte oso deseaba iniciar la hibernación, pero su parte tigre la mantenía activa lo suficiente como para no dejarse vencer por el sueño, pero cuando era demasiado frio, y el lugar como la hora era indicada, podía notar que su actividad bajaba, que deseaba simplemente tumbarse y dormir, y ese era el motivo por el cual se encontraba en su forma de conejo ahora. La nieve no le molestaba en esta forma y a la vez podía prevenir caer presa de su deseo de hibernación de este modo.
Actualmente avanzaba sin miedo alguno hacia la entrada del estacionamiento. No debía de temerle a aquellos que eran suyos ¿no? Y si deseaba intercambiar con alguien, estos serian lo mas probable los únicos interesados en querer escucharle en primer lugar.
Sus pasos la llevaron hacia una de las rejas de la zona, y lo primero que llego a notar fue la figura de alguien... A primera vista era difícil reconocer si era una mujer o un hombre, lo que si llego a notar fue como la figura parecía temblar. ¿Talvez por el frio? Aun no estaba segura de ello, pero la verdad le parecía eso raro, escucho rumores de que los híbridos por lo menos tenían una plantación planeada, y con lo muchos que son supuso que lograron definitivamente reunir mas recursos que los demas... ¿Talvez se les acabaron los primeros recursos y ahora sufrían las consecuencias hasta que la plantacion diese sus frutos? Muchas manos ayudan pero a la vez son muchas bocas para alimentar se suele decir... Ante la idea no pudo evitar chasquear con la lengua con fastidio, ya que, si realmente estaban en peor situación que ella, no iba a lograr un intercambio fácilmente, pero por algo bueno para comer estaba dispuesta de todos modos a intentar su suerte... Ya estaba cansada de tener que comer hierba y hierba cada día como un conejo de verdad.
La otra opción por la cual pudiese estar temblando el desconocido podía ser... ¿falta de drogas talvez? Ha visto suficiente de estos “drogadictos” como les suelen llamar, y no le agradaba interactuar con ellos la verdad, eran problemas andantes vieses como lo vieses.
Se acerco lo suficiente y luego se detuvo ante la persona, aunque, mantuvo suficiente distancia como para no hacerle sentir amenazada, deseando primero asegurarse con quien estaba tratando realmente.
-Oye, mi nombre es Taigress. He venido a intentar negociar un poco con los que mandan por acá. Soy una de ustedes, así que no ha de haber un gran problema que me cedan un poco de tiempo ¿no?-
Sus manos pararon en sus propias caderas, una pose que solía tomar seguido simplemente para relajar su musculatura y brazos.
-¿Hm?-
Alzo una de las cejas, esperando de manera impaciente reacción, no podía evitarlo, ese era su lado de conejo ansioso metiendo mano a su por lo general relajada personalidad...
Última edición por Taigress Diamond el Miér Ago 04, 2021 8:16 am, editado 1 vez
Re: Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]Re: Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]
por Hitori Macleod Miér Ago 04, 2021 5:06 am
But I'm holding on for dear lifeHelp Me, I'm Holding on for Dear Life
Aunque los turnos eternos no eran extraños para ella, siempre había algo que hacer. Alguien a quien atender. Gente que le necesitaba, ahí mismo, presente, presionando, todo contra un reloj, más pacientes, más procedimientos, pocos momentos para que su cabeza se torturara a sí misma cuando estaba tan ocupada. Completamente distinto a lo que sucedía en ese momento, donde no había más que hacer que pelear por mantener los ojos abiertos.
Hitori suspiró pesadamente, demasiado cansada ya como para seguir llorando a destajo de esa manera. Las lágrimas no dejaron de caer paulatinamente, despacio, pero los sollozos pesados se calmaron. Tenía… Hambre. No podía evitarlo, era una nueva parte de ella, algo que no había esperado, que no tenía herramientas para manejar de manera sana, pero ahí estaba sin permiso, como el resto de las cosas que le aquejaban todos los días. Sin pensarlo demasiado llevó un manojo de nieve a su frente, intentando despertarse un poco, despejar las grietas de su visión sin buenos resultados.
-No bajes la cabeza. No bajes la cabeza. No bajes la cabeza.- De hacerlo seguro cerraría los ojos y ya no habría vuelta atrás. De nada servía un guardia en medio de un ataque de pánico. -De nada sirve un guardia humano en medio de un mundo lleno de monstruos.- Se recordó en un comentario que no servía de nada en realidad, más que complicar su tren de pensamiento más de lo que estaba. Apoyó su mentón sobre una de sus rodillas, abrazando sus piernas con fuerza en un intento de calmar los temblores.
-¿Y eso?- Entrecerró los ojos, intentando ver a través de las luces y grietas que nublaban todo. Algo claramente se movía, acercaba. “Ah, feck.” Crujió bajito, obligándose a levantar la cabeza, tomar una pose algo menos patética, bajando las piernas para cruzarlas. Ninguna posición fetal que ver aquí, señoras y señores, sólo una chica haciendo guardia. -Mince.- Podía levantar la cabeza y cambiar su posición todo lo que quisiera, su cuerpo contaría la historia por ella sin importar qué. Ojos rojos e irritados por completo adornados con ojeras oscuras y profundas, nariz del mismo color, labios resecos y partidos, lágrimas congeladas en sus pestañas, piel casi igual de blanca que la nieve, cruzada en ambas mejillas con rastros de lágrimas que a veces volvían a asomarse e iniciar una caída libre.
No ayudaba que incluso antes del evento era suficientemente delgada como para preocupar, algo que se notaba si alguien llegaba a fijarse. Hitori tan sólo se concentró en enfocar los ojos, siguiendo el movimiento de la… Chica, ahora que la veía mejor. Los abrió un poco más al notar lo musculosa que era, de seguro si quería podía partirle la cara de un solo puñetazo. Por muy buena peleadora que hubiese sido en los bares de Glasgow, aquellas eran normalmente influenciadas por litros de whisky, Hitori no tenía chance contra nadie en ese mundo.
-Quizás tendré tiempo de gritar lo suficientemente fuerte como para alertar a alguien…- Consideró con una expresión vacía antes de que la mujer se detuviera a una distancia respetable. Lista para morir, en realidad, que no tenía nada más que hacer. No existía en ella energía suficiente como para actuar como si tuviera un as bajo la manga, como para poner cara valiente o desafiante, para actuar como un guardia lo haría. Morir por la causa y ya, frente a la posibilidad de hacerlo nuevamente el miedo se drenó de su cuerpo casi por completo. No había más que resignación en esa mirada rota.
Por esa razón únicamente no pegó un saltito al escuchar palabras, había posado sus manos sobre sus piernas cruzadas y ahí se habían quedado, armando pequeños puños cuando lo que recibió fue un nombre y no un golpe mortal. Llegó a ladear la cabeza en confusión, entrecerrando los ojos un poco más para verle mejor. “¿Taigress?” Murmuró, visiblemente descolocada frente al tono… ¿Normal? ¿Racional?
Tuvo que hacer un gran esfuerzo por hacer sentido de sus palabras, se había perdido bastante en su cabeza en las horas o minutos desde que había empezado a hacer guardia, tenía que volver, lo hizo de a poco, algo que se notó en la expresión un poco más atenta. “¿Eres Híbrida?” Preguntó, alzando la voz un poco más, sonaba absolutamente gastada y ronca, no tenía la cabeza para esconder su gruesísimo acento Escocés, si la contraria no entendía no había demasiado que hacer. No la reconocía, pero en los días después de la bomba poco a poco se les habían unido más Híbridos, todos llegaban a la conclusión de que era mejor estar acompañado en una situación como aquella.
“Aye, perdóname, nuestro Líder no está en este momento.” Llevó una mano a sus ojos y los restregó con sus nudillos sin poder evitar el temblor que volvía a su cuerpo. “¿Negociar?” Preguntó, cayendo en cuenta sólo en ese momento de aquella palabra. “Si eres una de nosotros no necesitas negociar, Taigress.” Era obvio, a su parecer, se encogió de hombros y recuperó sus piernas, rodeándolas con sus brazos sin dejar de mirar a la mujer.
Tan obvio era lo mucho que había mejorado los últimos segundos, lo que hacía un poco de compañía para aliviar a la chica, las grietas retrocedían de a poco de su visión. Sin darse cuenta las lágrimas habían dejado de caer. En algún lugar, mientras recuperaba un poco la cordura, recordó sus modales. “Lo siento, soy Hitori.” Un nombre enunciado en un japonés que parecía tan absolutamente fuera de lugar entre ese acento propio de Glasgow. Ya no había seguridad de que moriría, por lo que de a poco el miedo retomó su lugar en el corazón de la chica, la mirada ausente reemplazada de a poco con una claramente afectada por algo invisible a los ojos.
“Puedes esperarlo aquí si quieres.” Asintió ligeramente con la cabeza, llevando una mano temblorosa entre sus dos clavículas, apretando el hueco sobre el esternón en un intento de aliviar su angustia. En su mente no tenía sentido que no se les uniera en ese preciso instante, quizás necesitaría un empujoncito. Hitori ensayó una sonrisa, débil, pero cálida. “Es amable, el resto de los Híbridos también.” Su voz crujió un poco al final, tosió un par de veces antes de volver a abrazar sus piernas. Se veía bastante menor de lo que era en realidad, más como una niña asustada que cualquier otra cosa, aliviada de ver a alguien más que pudiera hacerle compañía aunque fuera por algunos minutos.
El resto de las razas parecía arrugar la nariz cuando se trataba de ellos, Hitori había pasado la mayoría del tiempo entre ataques de pánico, noches sin dormir, y síndromes de abstinencia, pero por lo que el resto le había dicho, en realidad sólo se tenían a ellos mismos, y ella hacía todo lo posible por hacer de ese estacionamiento un lugar agradable. Por lo menos cuando tenía la cabeza para eso, claro estaba.
Hitori suspiró pesadamente, demasiado cansada ya como para seguir llorando a destajo de esa manera. Las lágrimas no dejaron de caer paulatinamente, despacio, pero los sollozos pesados se calmaron. Tenía… Hambre. No podía evitarlo, era una nueva parte de ella, algo que no había esperado, que no tenía herramientas para manejar de manera sana, pero ahí estaba sin permiso, como el resto de las cosas que le aquejaban todos los días. Sin pensarlo demasiado llevó un manojo de nieve a su frente, intentando despertarse un poco, despejar las grietas de su visión sin buenos resultados.
-No bajes la cabeza. No bajes la cabeza. No bajes la cabeza.- De hacerlo seguro cerraría los ojos y ya no habría vuelta atrás. De nada servía un guardia en medio de un ataque de pánico. -De nada sirve un guardia humano en medio de un mundo lleno de monstruos.- Se recordó en un comentario que no servía de nada en realidad, más que complicar su tren de pensamiento más de lo que estaba. Apoyó su mentón sobre una de sus rodillas, abrazando sus piernas con fuerza en un intento de calmar los temblores.
-¿Y eso?- Entrecerró los ojos, intentando ver a través de las luces y grietas que nublaban todo. Algo claramente se movía, acercaba. “Ah, feck.” Crujió bajito, obligándose a levantar la cabeza, tomar una pose algo menos patética, bajando las piernas para cruzarlas. Ninguna posición fetal que ver aquí, señoras y señores, sólo una chica haciendo guardia. -Mince.- Podía levantar la cabeza y cambiar su posición todo lo que quisiera, su cuerpo contaría la historia por ella sin importar qué. Ojos rojos e irritados por completo adornados con ojeras oscuras y profundas, nariz del mismo color, labios resecos y partidos, lágrimas congeladas en sus pestañas, piel casi igual de blanca que la nieve, cruzada en ambas mejillas con rastros de lágrimas que a veces volvían a asomarse e iniciar una caída libre.
No ayudaba que incluso antes del evento era suficientemente delgada como para preocupar, algo que se notaba si alguien llegaba a fijarse. Hitori tan sólo se concentró en enfocar los ojos, siguiendo el movimiento de la… Chica, ahora que la veía mejor. Los abrió un poco más al notar lo musculosa que era, de seguro si quería podía partirle la cara de un solo puñetazo. Por muy buena peleadora que hubiese sido en los bares de Glasgow, aquellas eran normalmente influenciadas por litros de whisky, Hitori no tenía chance contra nadie en ese mundo.
-Quizás tendré tiempo de gritar lo suficientemente fuerte como para alertar a alguien…- Consideró con una expresión vacía antes de que la mujer se detuviera a una distancia respetable. Lista para morir, en realidad, que no tenía nada más que hacer. No existía en ella energía suficiente como para actuar como si tuviera un as bajo la manga, como para poner cara valiente o desafiante, para actuar como un guardia lo haría. Morir por la causa y ya, frente a la posibilidad de hacerlo nuevamente el miedo se drenó de su cuerpo casi por completo. No había más que resignación en esa mirada rota.
Por esa razón únicamente no pegó un saltito al escuchar palabras, había posado sus manos sobre sus piernas cruzadas y ahí se habían quedado, armando pequeños puños cuando lo que recibió fue un nombre y no un golpe mortal. Llegó a ladear la cabeza en confusión, entrecerrando los ojos un poco más para verle mejor. “¿Taigress?” Murmuró, visiblemente descolocada frente al tono… ¿Normal? ¿Racional?
Tuvo que hacer un gran esfuerzo por hacer sentido de sus palabras, se había perdido bastante en su cabeza en las horas o minutos desde que había empezado a hacer guardia, tenía que volver, lo hizo de a poco, algo que se notó en la expresión un poco más atenta. “¿Eres Híbrida?” Preguntó, alzando la voz un poco más, sonaba absolutamente gastada y ronca, no tenía la cabeza para esconder su gruesísimo acento Escocés, si la contraria no entendía no había demasiado que hacer. No la reconocía, pero en los días después de la bomba poco a poco se les habían unido más Híbridos, todos llegaban a la conclusión de que era mejor estar acompañado en una situación como aquella.
“Aye, perdóname, nuestro Líder no está en este momento.” Llevó una mano a sus ojos y los restregó con sus nudillos sin poder evitar el temblor que volvía a su cuerpo. “¿Negociar?” Preguntó, cayendo en cuenta sólo en ese momento de aquella palabra. “Si eres una de nosotros no necesitas negociar, Taigress.” Era obvio, a su parecer, se encogió de hombros y recuperó sus piernas, rodeándolas con sus brazos sin dejar de mirar a la mujer.
Tan obvio era lo mucho que había mejorado los últimos segundos, lo que hacía un poco de compañía para aliviar a la chica, las grietas retrocedían de a poco de su visión. Sin darse cuenta las lágrimas habían dejado de caer. En algún lugar, mientras recuperaba un poco la cordura, recordó sus modales. “Lo siento, soy Hitori.” Un nombre enunciado en un japonés que parecía tan absolutamente fuera de lugar entre ese acento propio de Glasgow. Ya no había seguridad de que moriría, por lo que de a poco el miedo retomó su lugar en el corazón de la chica, la mirada ausente reemplazada de a poco con una claramente afectada por algo invisible a los ojos.
“Puedes esperarlo aquí si quieres.” Asintió ligeramente con la cabeza, llevando una mano temblorosa entre sus dos clavículas, apretando el hueco sobre el esternón en un intento de aliviar su angustia. En su mente no tenía sentido que no se les uniera en ese preciso instante, quizás necesitaría un empujoncito. Hitori ensayó una sonrisa, débil, pero cálida. “Es amable, el resto de los Híbridos también.” Su voz crujió un poco al final, tosió un par de veces antes de volver a abrazar sus piernas. Se veía bastante menor de lo que era en realidad, más como una niña asustada que cualquier otra cosa, aliviada de ver a alguien más que pudiera hacerle compañía aunque fuera por algunos minutos.
El resto de las razas parecía arrugar la nariz cuando se trataba de ellos, Hitori había pasado la mayoría del tiempo entre ataques de pánico, noches sin dormir, y síndromes de abstinencia, pero por lo que el resto le había dicho, en realidad sólo se tenían a ellos mismos, y ella hacía todo lo posible por hacer de ese estacionamiento un lugar agradable. Por lo menos cuando tenía la cabeza para eso, claro estaba.
Hora
9 AM
Lugar
Estacionamiento
Clima
Nevando
Hunger
6/6
9 AM
Lugar
Estacionamiento
Clima
Nevando
Hunger
6/6
Re: Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]Re: Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]
por Taigress Diamond Vie Ago 06, 2021 8:47 am
Llego a escuchar unas palabras bajas del cuerpo delicado, tan bajas que por un momento pensó que una niña le hablo... “Fantástico, ahora me estoy sintiendo mal por haber sido tan... directa...” Fue el único pensamiento que paso por su cabeza. La posición en la que estaba la fémina ante ella y el rostro que tenía parecía pertenecer a una persona completamente rota, y eso le hizo sentir culpable ahora a la coneja.
Las palabras dichas no las llego a entender muy bien, y aquello se pudo notar cuando la coneja se inclino un poco mas hacia adelante para dejar en claro que efectivamente no comprendió bien lo que le preguntaron, aunque, estaba segura de que eso se debió al acento ajeno y no el volumen de su voz, unas orejas tan buenas como las suyas detectaban ruido a mucha más distancia al fin y al cabo.
Nuevas palabras escucho de la figura frágil, esta vez, por haber prestado un poco mas de atención, logro descifrar al instante el significado de estas. Tuvo que tomar algunas palabras e imaginarse el resto, pero creyó haber comprendido bien lo que le dijeron.
-Pues es un líder patético si deja una chica frágil como tu haciendo guardia. Mírate.-
No dijo las palabras con intención alguna de ofenderla, sino para dejar en claro lo poco honorable que era poner a una persona en condiciones tan delicadas en el frente de un lugar que se supone debía ser protegido... O no había nada que proteger en primer lugar o este tal líder no sentía valor alguno por los suyos, o peor, era un inútil a lo que liderazgo se refería. Ella que era líder de un escuadrón propio se sintió prácticamente ofendida de ser confrontada con el hecho de que alguien así fuese considerado un “líder” para los de su raza...
Estaba segura de que eran muchos más en cantidad los híbridos en comparación a los de otras razas, todos los rumores que escucho no podían ser inventos, no era posible que de todos los posibles híbridos que había justo pusieran de guardia a una chica que a primera vista se podía confundir con una niña por aquella pose tan desprotegida que tenía... No arma, apariencia frágil... o era una muy buena actriz fingiendo esta chica que no era útil en combate o directamente no lo era en primer lugar, y para la hibrida en este momento lo segundo parecía ser lo que más encajaba.
-Deberías apreciar un poco más tu propia vida... Hitori.-
Desvió su mirada luego de volver a enderezarse, añadiendo el nombre de la “desconocida” al final de la oración apenas lo escucho, y la sonrisa débil que luego le dedicaron la dejo mas desconcertada que aliviada la verdad... ¿Acaso... estaba intentando darle la bienvenida de ese modo?
-¿Una de ustedes? Lo siento, pero yo no me uno a gente débil.-
Sus palabras sonaron egocéntricas, incluso fueron acompañadas por una sonrisa ladina, pero en realidad lo que dijo fue una simple mentira para que en primer lugar no la viesen como “una boca más” para alimentar, un problema nuevo que por amabilidad estarían dispuestos a ignorar solo porque ella era uno de los suyos supuestamente...
Incluso si quería algo de comida y vino con intención de negociar por ella, esta chica le estaba dando simplemente toda la impresión de que los híbridos necesitaban los recursos mas que ella...
Esto ya también tenia que ver un poco con orgullo. Siempre se vio como alguien quien ayudaba a los mas débiles, y aquellos con los cuales se “aliaba” debían de ser igual de fuertes o más fuertes que ella. Necesitaba tener esa paz mental de que no tenia que preocuparse por otros... y unirse a un grupo que estaba en peores condiciones solo la llevaría a meterse de cabeza a un pozo sin fondo... Se preocuparía sin parar.
-Bien, lo esperare aquí.-
Acepto la oferta, aunque si era honesta, lo hizo solo para echarle un ojo a la chica. De haberse encontrado con alguien en mejores condiciones vigilando la reja, de seguro simplemente se hubiese ido y vuelto otro día para probar su suerte, pero estaba segura de que algo en su interior no la habría dejado en paz si se iba y la dejaba sola aquí... Con el frio actual, quedarse dormido de seguro era peligroso, y esta chica no le daba realmente la impresión de que estaría bien demasiado tiempo por su cuenta... Puede que estaba subestimándola, puede que incluso era buena resistiendo el frio, pero como temblaba y hablaba... la verdad lo dudaba.
Sin decir nada más, se acercó a la fémina para pararse al lado de ella, apoyando su espalda contra la reja mientras miraba ahora en la misma dirección que su compañera; hacia el frente. Se cruzo de brazos por comodidad, e incluso alzo una de sus piernas, flexionándola lo suficiente para dejar el pie en contra de la reja también.
-Y bien Hitori... ¿Tu raza te permite soportar estas temperaturas bien... o... no?-
Trataba de actuar como si solo estaba haciendo small talk, pero la verdad era que intentaba informarse mejor de que tan resistente era esta joven. No vaya a ser que se le muera acá al lado y luego como el destino quiera terminen echándole a ella la culpa de algun modo.
Las palabras dichas no las llego a entender muy bien, y aquello se pudo notar cuando la coneja se inclino un poco mas hacia adelante para dejar en claro que efectivamente no comprendió bien lo que le preguntaron, aunque, estaba segura de que eso se debió al acento ajeno y no el volumen de su voz, unas orejas tan buenas como las suyas detectaban ruido a mucha más distancia al fin y al cabo.
Nuevas palabras escucho de la figura frágil, esta vez, por haber prestado un poco mas de atención, logro descifrar al instante el significado de estas. Tuvo que tomar algunas palabras e imaginarse el resto, pero creyó haber comprendido bien lo que le dijeron.
-Pues es un líder patético si deja una chica frágil como tu haciendo guardia. Mírate.-
No dijo las palabras con intención alguna de ofenderla, sino para dejar en claro lo poco honorable que era poner a una persona en condiciones tan delicadas en el frente de un lugar que se supone debía ser protegido... O no había nada que proteger en primer lugar o este tal líder no sentía valor alguno por los suyos, o peor, era un inútil a lo que liderazgo se refería. Ella que era líder de un escuadrón propio se sintió prácticamente ofendida de ser confrontada con el hecho de que alguien así fuese considerado un “líder” para los de su raza...
Estaba segura de que eran muchos más en cantidad los híbridos en comparación a los de otras razas, todos los rumores que escucho no podían ser inventos, no era posible que de todos los posibles híbridos que había justo pusieran de guardia a una chica que a primera vista se podía confundir con una niña por aquella pose tan desprotegida que tenía... No arma, apariencia frágil... o era una muy buena actriz fingiendo esta chica que no era útil en combate o directamente no lo era en primer lugar, y para la hibrida en este momento lo segundo parecía ser lo que más encajaba.
-Deberías apreciar un poco más tu propia vida... Hitori.-
Desvió su mirada luego de volver a enderezarse, añadiendo el nombre de la “desconocida” al final de la oración apenas lo escucho, y la sonrisa débil que luego le dedicaron la dejo mas desconcertada que aliviada la verdad... ¿Acaso... estaba intentando darle la bienvenida de ese modo?
-¿Una de ustedes? Lo siento, pero yo no me uno a gente débil.-
Sus palabras sonaron egocéntricas, incluso fueron acompañadas por una sonrisa ladina, pero en realidad lo que dijo fue una simple mentira para que en primer lugar no la viesen como “una boca más” para alimentar, un problema nuevo que por amabilidad estarían dispuestos a ignorar solo porque ella era uno de los suyos supuestamente...
Incluso si quería algo de comida y vino con intención de negociar por ella, esta chica le estaba dando simplemente toda la impresión de que los híbridos necesitaban los recursos mas que ella...
Esto ya también tenia que ver un poco con orgullo. Siempre se vio como alguien quien ayudaba a los mas débiles, y aquellos con los cuales se “aliaba” debían de ser igual de fuertes o más fuertes que ella. Necesitaba tener esa paz mental de que no tenia que preocuparse por otros... y unirse a un grupo que estaba en peores condiciones solo la llevaría a meterse de cabeza a un pozo sin fondo... Se preocuparía sin parar.
-Bien, lo esperare aquí.-
Acepto la oferta, aunque si era honesta, lo hizo solo para echarle un ojo a la chica. De haberse encontrado con alguien en mejores condiciones vigilando la reja, de seguro simplemente se hubiese ido y vuelto otro día para probar su suerte, pero estaba segura de que algo en su interior no la habría dejado en paz si se iba y la dejaba sola aquí... Con el frio actual, quedarse dormido de seguro era peligroso, y esta chica no le daba realmente la impresión de que estaría bien demasiado tiempo por su cuenta... Puede que estaba subestimándola, puede que incluso era buena resistiendo el frio, pero como temblaba y hablaba... la verdad lo dudaba.
Sin decir nada más, se acercó a la fémina para pararse al lado de ella, apoyando su espalda contra la reja mientras miraba ahora en la misma dirección que su compañera; hacia el frente. Se cruzo de brazos por comodidad, e incluso alzo una de sus piernas, flexionándola lo suficiente para dejar el pie en contra de la reja también.
-Y bien Hitori... ¿Tu raza te permite soportar estas temperaturas bien... o... no?-
Trataba de actuar como si solo estaba haciendo small talk, pero la verdad era que intentaba informarse mejor de que tan resistente era esta joven. No vaya a ser que se le muera acá al lado y luego como el destino quiera terminen echándole a ella la culpa de algun modo.
Re: Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]Re: Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]
por Hitori Macleod Jue Ago 19, 2021 1:06 am
But I'm holding on for dear lifeHelp Me, I'm Holding on for Dear Life
Hitori no hizo más que reír ligeramente ante lo primero que dijo. “Quizás soy menos guardia y más alarma.” Bromeó, aunque con lo ronca que estaba su voz en ese momento era difícil pensar que un grito proveniente de ella podría ser escuchado por alguien que no fuese Taigress. “No me hubiese dejado hacer guardia, pero los chicos estuvieron despiertos toda la noche y se veían demasiado cansados.” Explicó, sin saber en realidad por qué, de seguro no era necesario. En realidad hablaba más para llenar el silencio, agradecida de estar acompañada por primera vez en demasiadas horas.
A decir verdad, ni siquiera después de una buena noche, donde hubiese dormido y logrado alimentarse, era muy buena guardia. El resto parecía tener habilidades útiles para pelear y defenderse, mientras que ella apenas y podía curar al resto sin perder la cabeza. “Además, mejor yo que ellos, o cualquiera que esté ahí dentro.” Murmuró, indicando el estacionamiento con un movimiento ligero de su cabeza. No levantó su mano de su pecho, apretaba ligeramente en un intento de aliviar su angustia que no surtió demasiado efecto.
Con su otra mano abrazaba sus piernas, acción que solo hizo con un poco más de fuerza ante el comentario de la contraria. Abrió la boca para responder algo, iba a bromear, decir que era fácil olvidar el valor de una vida cuando se tenía tantas para gastar, pero las palabras le habían pegado quizás un poco más duro de lo esperado. El aire se atascó en su garganta y tuvo que morder el interior de su mejilla para calmarse, la angustia se esparcía por su cuerpo, las grietas se profundizaron un poco más.
-Gente débil.- Refunfuñó en su cabeza. En cualquier otro momento la chica se hubiese ofendido por un comentario como ese, el estacionamiento estaba lleno de gente maravillosa, no tenía derecho a hablar así acerca de ellos, menos sin conocerlos. “No lo son.” Murmuró en vez de llenarse de una furia ancestral Escocesa. No tenía energía como para algo como eso, aunque su tono denotaba algo de amargura. Claramente se dejó fuera de aquello, no se consideraba fuerte ni nada por el estilo, su valor estaba en ayudar al resto, apoyar, sanar, no en ser la que golpeaba mejor. Aún así la chica se valoraba poco.
“Menos juntos. Tú pareces estar sola. Eso es más peligroso.” Había perdido un poco de su aire amistoso, por lo menos por un momento, pero no le daba la cabeza para más que eso. No había hecho nada por corregir su acento ni hacerlo más entendible, por lo que esa frase se escapó de su garganta en algo menos que un gruñido un tanto amenazador si no proviniera del bulto sentado en el piso.
Relajó el brazo que contenía sus piernas y apoyó su mentón sobre sus rodillas, acomodándose un poco cuando Taigress accedió a esperar al líder. De alguna manera le hacía sentir mejor, que se quedara, no le deseaba soledad a nadie, menos en un lugar como ese. Recogió su cabello detrás de una oreja, recobrando suficiente consciencia como para darse cuenta que estorbaba un poco. Por primera vez notó de verdad cómo temblaban sus manos y el resto de su cuerpo. -Och, qué patética.- Se escarmentó, escondiendo sus manos entre sus muslos en un intento de disimular.
“Mi raza no. Genética, supongo.” Explicó. La nieve no le molestaba en absoluto, menos la lluvia, y el frío sólo le recordaba a su tierra natal. “Soy escocesa, funciono mejor si parte de mi cuerpo se está congelando.” Otra risita ligera mientras esquivaba el tema de su hibridación de manera experta. Evitaba dentro de lo posible presentar su forma de raza a sus compañeros, aunque era necesario hacerlo si necesitaba curarlos. Era simplemente demasiado peligroso a su parecer, no quería perder el control con alguien de su alianza, y a decir verdad le daba un poco de vergüenza.
“La tuya sí ¿No?” Preguntó con curiosidad, levantando la cabeza para mirar a la mujer. Por lo poco que tenía puesto seguro tenía algún tipo de resistencia al frío o de seguro ella no sería la única temblando. “¿Un conejo de nieve, quizás?” Musitó, dedicándole otra pequeña sonrisa un poco menos patética.
A decir verdad, ni siquiera después de una buena noche, donde hubiese dormido y logrado alimentarse, era muy buena guardia. El resto parecía tener habilidades útiles para pelear y defenderse, mientras que ella apenas y podía curar al resto sin perder la cabeza. “Además, mejor yo que ellos, o cualquiera que esté ahí dentro.” Murmuró, indicando el estacionamiento con un movimiento ligero de su cabeza. No levantó su mano de su pecho, apretaba ligeramente en un intento de aliviar su angustia que no surtió demasiado efecto.
Con su otra mano abrazaba sus piernas, acción que solo hizo con un poco más de fuerza ante el comentario de la contraria. Abrió la boca para responder algo, iba a bromear, decir que era fácil olvidar el valor de una vida cuando se tenía tantas para gastar, pero las palabras le habían pegado quizás un poco más duro de lo esperado. El aire se atascó en su garganta y tuvo que morder el interior de su mejilla para calmarse, la angustia se esparcía por su cuerpo, las grietas se profundizaron un poco más.
-Gente débil.- Refunfuñó en su cabeza. En cualquier otro momento la chica se hubiese ofendido por un comentario como ese, el estacionamiento estaba lleno de gente maravillosa, no tenía derecho a hablar así acerca de ellos, menos sin conocerlos. “No lo son.” Murmuró en vez de llenarse de una furia ancestral Escocesa. No tenía energía como para algo como eso, aunque su tono denotaba algo de amargura. Claramente se dejó fuera de aquello, no se consideraba fuerte ni nada por el estilo, su valor estaba en ayudar al resto, apoyar, sanar, no en ser la que golpeaba mejor. Aún así la chica se valoraba poco.
“Menos juntos. Tú pareces estar sola. Eso es más peligroso.” Había perdido un poco de su aire amistoso, por lo menos por un momento, pero no le daba la cabeza para más que eso. No había hecho nada por corregir su acento ni hacerlo más entendible, por lo que esa frase se escapó de su garganta en algo menos que un gruñido un tanto amenazador si no proviniera del bulto sentado en el piso.
Relajó el brazo que contenía sus piernas y apoyó su mentón sobre sus rodillas, acomodándose un poco cuando Taigress accedió a esperar al líder. De alguna manera le hacía sentir mejor, que se quedara, no le deseaba soledad a nadie, menos en un lugar como ese. Recogió su cabello detrás de una oreja, recobrando suficiente consciencia como para darse cuenta que estorbaba un poco. Por primera vez notó de verdad cómo temblaban sus manos y el resto de su cuerpo. -Och, qué patética.- Se escarmentó, escondiendo sus manos entre sus muslos en un intento de disimular.
“Mi raza no. Genética, supongo.” Explicó. La nieve no le molestaba en absoluto, menos la lluvia, y el frío sólo le recordaba a su tierra natal. “Soy escocesa, funciono mejor si parte de mi cuerpo se está congelando.” Otra risita ligera mientras esquivaba el tema de su hibridación de manera experta. Evitaba dentro de lo posible presentar su forma de raza a sus compañeros, aunque era necesario hacerlo si necesitaba curarlos. Era simplemente demasiado peligroso a su parecer, no quería perder el control con alguien de su alianza, y a decir verdad le daba un poco de vergüenza.
“La tuya sí ¿No?” Preguntó con curiosidad, levantando la cabeza para mirar a la mujer. Por lo poco que tenía puesto seguro tenía algún tipo de resistencia al frío o de seguro ella no sería la única temblando. “¿Un conejo de nieve, quizás?” Musitó, dedicándole otra pequeña sonrisa un poco menos patética.
Hora
9 AM
Lugar
Estacionamiento
Clima
Nevando
Hunger
6/6
9 AM
Lugar
Estacionamiento
Clima
Nevando
Hunger
6/6
Re: Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]Re: Party Girls Don't Get Hurt [Priv. Taigress]
por Contenido patrocinado
Contenido patrocinadoContenido patrocinado
Temas similares
» I will Still be Here || Priv. Elaine
» —Trust me, this'll hurt me more than you.
» A Herlathing | Priv.
» Hello? Can someone help me? [Priv. Juliette]
» [Don´t] Take a bite of me —priv.
» —Trust me, this'll hurt me more than you.
» A Herlathing | Priv.
» Hello? Can someone help me? [Priv. Juliette]
» [Don´t] Take a bite of me —priv.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.