I. Jamás cooperarás con otras razas.
II. No intentarás comunicarte con el exterior.
III. Vivirás en este mundo y no en el exterior.
IV. Rompe una de las reglas, y un conocido de allá afuera muere.
En la oscuridad de tu inconsciencia, después de la explosión de una bomba en el evento al que acudiste, susurros te trajeron de vuelta a la vida.
El extraño evento a puertas abiertas del colegio Fallgate debería haber sido la primera advertencia.
Era casi el final del año escolar y todos estaban invitados, alumnos, profesores, todos los habitantes de Grendelshire. La magnitud del evento hasta había llegado a oídos de Londres.
Todos podían entrar sin invitación ni pagar por boletos. Excepto los menores de ocho años, una estipulación que debería haber sido la segunda bandera roja.
Aunque todo estaba cubierto de nieve, el cálido sol invitaba a recorrer el decorado colegio. Tiendas de comida, competencias, juegos, eventos, música, foros de debate, tantas cosas sucediendo al unísono que fue imposible para cualquiera darse cuenta de la farsa.
Lo único que escuchaste fue la explosión proveniente del medio del terreno antes de que tus tímpanos retumbaran a tal frecuencia que los subsiguientes gritos de terror y agonía se convirtieran en silencio. El gas azul que lentamente nubló tu vista claramente tenía la misma procedencia. Sentiste como te ahorcaba, quemaba, ahogaba bajo el agua, como si tragaras arena o ácido; todo dependía de tus peores miedos mientras perdías el conocimiento.
Después de despertarte con las reglas del juego, aquella voz ronroneó tus opciones, tu nuevo futuro. Debías elegir una raza antes de poder despertar.
¿Vienes a jugar con nosotros?
II. No intentarás comunicarte con el exterior.
III. Vivirás en este mundo y no en el exterior.
IV. Rompe una de las reglas, y un conocido de allá afuera muere.
En la oscuridad de tu inconsciencia, después de la explosión de una bomba en el evento al que acudiste, susurros te trajeron de vuelta a la vida.
El extraño evento a puertas abiertas del colegio Fallgate debería haber sido la primera advertencia.
Era casi el final del año escolar y todos estaban invitados, alumnos, profesores, todos los habitantes de Grendelshire. La magnitud del evento hasta había llegado a oídos de Londres.
Todos podían entrar sin invitación ni pagar por boletos. Excepto los menores de ocho años, una estipulación que debería haber sido la segunda bandera roja.
Aunque todo estaba cubierto de nieve, el cálido sol invitaba a recorrer el decorado colegio. Tiendas de comida, competencias, juegos, eventos, música, foros de debate, tantas cosas sucediendo al unísono que fue imposible para cualquiera darse cuenta de la farsa.
Lo único que escuchaste fue la explosión proveniente del medio del terreno antes de que tus tímpanos retumbaran a tal frecuencia que los subsiguientes gritos de terror y agonía se convirtieran en silencio. El gas azul que lentamente nubló tu vista claramente tenía la misma procedencia. Sentiste como te ahorcaba, quemaba, ahogaba bajo el agua, como si tragaras arena o ácido; todo dependía de tus peores miedos mientras perdías el conocimiento.
Después de despertarte con las reglas del juego, aquella voz ronroneó tus opciones, tu nuevo futuro. Debías elegir una raza antes de poder despertar.
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¿Sobrevivirás el Juego?
⚝ Reglas⚝ Ambientación⚝ Razas⚝ Alianzas⚝ Personajes Canon⚝ Territorios Neutrales⚝ Habilidades Prohibidas⚝ Modelo de Ficha⚝ Temas Libres⚝ Dudas⚝ Sugerencias⚝ Novedades⚝ ¡Conoce a la Administración!⚝ Discord
⚝ Reactivación de Cuentas
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⚝ Sistema de Encuentros ⚝ Sistema de Dados⚝ Hoja de Personaje⚝ Misiones⚝ Familiares⚝ Pide al NPC⚝ Puntos y Niveles⚝ Cierre de Temas⚝ Level Up⚝ Calendario⚝ Tienda⚝ Regalo de Puntos
I'm not a Higher Power, I Just Live in the Ceiling [Lilianna ID]
Lun Abr 17, 2023 5:39 am por Lilianna Vasiliev
You'll Break your Back to Make me Feel Again || Rachel ID
Vie Abr 07, 2023 10:28 pm por Rachel Le Fayet
I'm Tired of Breathing Empty Air || Ciaran ID
Mar Abr 04, 2023 9:17 pm por Hayate Ciaran Asher
From the Day that I was Born, Trouble Won't Leave Me Alone [Priv. Kelly]
Vie Mayo 06, 2022 7:06 pm por Nicholas Taylor Allen
Escape from this Afterlife (Priv. Vincent)
Vie Abr 29, 2022 8:21 pm por Vincent Schwarz
Waking Up at the Start of the End of the World {Priv. Zack}
Sáb Abr 23, 2022 3:13 am por Tiffany Hale
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Vie Abr 22, 2022 6:15 pm por Noah Adams
I Prayed, God Sent me right to Voice Mail || Priv. Nick
Vie Abr 22, 2022 5:25 pm por Gala Florian
Baby, I'm the reason why Hell's so hot || Priv. Faith Asher
Vie Abr 22, 2022 5:03 pm por Joshua Friedrich
Problemas o Cambio de Botón AQUÍ
Lun Abr 18, 2022 7:33 pm por Invitado
Sabías que...¿Cuando mueres vas directo al cementerio de los alrededores?
Sabías que...¿Eres irreconocible en tu forma de raza?
Sabías que...¿Si abres temas libres en ciertos lugares quizás los responda un canon?
Sabías que...¿Para cruzar la neblina debes cumplir ciertas condiciones?
Sabías que...¿Cada templo tiene un secreto?
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Primero que nada, gracias a Emme, quién ha transformado el foro en esta maravilla, con una skin preciosa, widgets y perfiles. Además de que la gran mayoría de las tablas que usamos pertenecen a ella. Agradecemos infinitamente su paciencia con nosotros y a sus hermosas creaciones.
Por otra parte, quiero agradecer a nuestros usuarios y administradores. Todo aquel que se interesó en este proyecto y pone su granito de arena para mantenerlo vivo. Porque nosotros no seríamos nada sin ustedes. Y la administración, que a pesar de todo, siempre está ahí para todos nosotros, y se lanza con mis ideas locas y hacen que salga bien.
Atte. Persephone Hansen
Por otra parte, quiero agradecer a nuestros usuarios y administradores. Todo aquel que se interesó en este proyecto y pone su granito de arena para mantenerlo vivo. Porque nosotros no seríamos nada sin ustedes. Y la administración, que a pesar de todo, siempre está ahí para todos nosotros, y se lanza con mis ideas locas y hacen que salga bien.
Atte. Persephone Hansen
Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
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Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
por Elaine Fontaine Dom Mayo 16, 2021 11:34 pm
Help me with theseFeelings
Después de aquella tarde en el parque Elaine no había regresado a ver a Kelly, aún si había recuperado todos sus sentidos nuevamente, le resultaba difícil ir a buscarla a pesar de que sabía con exactitud dónde podría encontrarla. Las cosas no eran fáciles en aquel lugar y siendo líder no podía desatender a sus compañeros solo para ir de paseo a los baños, tenía varias responsabilidades que atender y otros que ayudar, no había momento de libertad para escaparse por unos minutos y encontrar a Chambers para tener una conversación decente sobre lo sucedido en aquel momento, el encuentro tuvo que aplazarse por un par de días ¿Quizás una semana? No estaba completamente segura, después de todo, entre tantos pensamientos y deberes se le olvidaba por completo el pasar del tiempo. Dia tras día recolectando recursos, leyendo toda clase de libros para sacar un poco más de provecho a su raza y además la constante debilidad de su cuerpo por estar utilizando su magia a cada momento en pociones y ahora en un nuevo producto que había creado; no eran más que un bálsamo el cual se podía colocar en heridas menores y ser curadas, como rasguños o picaduras para que dejaran de ser una molestia, necesitaba tantos materiales para algo tan pequeño y simple que fue cosa de una sola vez. Este pequeño producto eran colocados en las tapas de botellas vacías que pudieran encontrar en los alrededores, una mezcla de resina de abejas, pigmentos y poción de regeneración. Apenas pudo crear unos cuantos bálsamos que repartió entre los elfos y ella misma también conservo uno más no era para su uso personal.
Además de lo ya mencionado, Elaine necesitaba su propio tiempo para analizar todo lo ocurrido, demasiadas ideas invadiendo su mente, sentimientos nuevos los cuales no sabía cómo afrontar ni controlar, más de una vez se encontró en el inicio de uno de sus ataques luego de mucho pensar en aquel día, sin embargo logró detenerlo al transformarse en su raza. Parecía la mejor solución para no colapsar por lo que gran parte del tiempo se mantenía transformada y solo volvía ser humana cuando necesitaba un descanso.
No estaba segura si se estaba enamorando o formando un nuevo interés por Kelly, nunca antes le interesaron las personas para esos fines y ni mencionar que aquella chica fue quien robó su primer beso y luego huyó. Era demasiado extraño y al mismo tiempo molesto, no podía explicar ni entender cuáles eran sus nuevos sentimientos por ella, sin duda el primero era molestia por haberla dejado abandonada en el patio, el segundo era duda, una enorme y gran incógnita que necesitaba descubrir cuanto antes pero al mismo tiempo prepararse para ese camino… El amor es un sentimiento demasiado grande e intenso, quizás tendría que comenzar a lidiar con él y al mismo tiempo acostumbrarse a no tener ataques cada vez que algo sobresaltara de esa manera su corazón. Iba a ser difícil y necesito mucha preparación mental para mantenerme tranquila, tener la mente fría y solo funcionar con la lógica, esa era la única forma de no perder. Realmente odiaba cuando debía ser de ese modo.
Cuando finalmente tuvo un momento libre, se tomó su tiempo para ir en busca de Kelly, bien recordaba que su territorio eran los baños y lo poco amigables que podían llegar a ser sus “hermanas”, tuvo que tener cuidado en todo momento, aparecer como humana para no mostrarse como ninguna amenaza, aunque con la falta de magia que tenía, ella era realmente fácil de matar si no fuera porque cargaba algunos brebajes por si acaso, además del pequeño regalo para la chica. Poco a poco iba caminando por lo pasillos, cautelosa, con todos sus sentidos atento a cualquier movimiento sorpresa, aunque estos parecían fallar un poco puesto que no solo el miedo era lo que sentía, realmente tenía muchos nervios por verla ¿Que iba a decirle con exactitud? ¿Y si volvía a huir? Siquiera quería pensar en esas posibilidades pero no había marcha atrás, estaba a solo unos pasos de la entrada del baño, debían hablar y estar dentro de un mundo maniático no iba a impedir que tuvieran una conversación seria.
Se presentó con las banshees quienes cuidaban la entrada, siempre manteniendo una distancia segura, no quería ponerse tontamente en riesgo. “Vengo a ver a Kelly Chambers… Es su líder ¿No es así?” Intentó verse segura pero no podía evitar que sus piernas temblaran un poco, después de todo, estaba sola en eso. “Quisiera saber si pueden llamarla… Necesito hablar algunos temas con ella… ¿Por favor?” y solo se mantuvo a la espera de una respuesta, realmente deseaba tener suerte y poder verla de nuevo.
Durante su espera, no dejo de pensar y replantear una y otra vez todo lo de aquel día, comenzaba a considerar que quizás fue culpa suya, no debió ser tan dócil y amable con ella ¿O si? quizás ella incitó ese momento sin saberlo, tuvo que prevenir todas esas cosas, era mucho más inteligente que otros, pudo escuchar cada una de las emociones, debió ser cuidado...sa…
Hora
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Lugar
Pasillos
Clima
Nublado
Con
Kelly Chambers
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Pasillos
Clima
Nublado
Con
Kelly Chambers
Elaine FontaineElaine Fontaine
Inventario : Pastel de habilidad - Te permite tener una habilidad extra durante dos temas.
Nuez Abrillantada - Objeto para domesticar un familiar
Edad : 16
Nivel :
Rompe Regla I :
Raza : Elfo
Mensajes : 58
XP : 145
Fecha de inscripción : 07/08/2019
Localización : Seguramente cerca de su profe.
Nuez Abrillantada - Objeto para domesticar un familiar
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Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
por Kelly Chambers Lun Mayo 17, 2021 1:26 pm
¿Qué había sucedido? Kelly no lo podía entender, todo estaba tan confuso, pero a la vez tan vívido, era algo complejo pero a la vez tan simple que en su mente no podía procesar lo que hizo, pero sus memorias estaban ahí, como si hubiera pasado hace unos segundos. Corrió esa noche, huyó, no pudo con la presión de una faceta romperse, de todo quebrarse a su alrededor, de ser tan vulnerable, tener su corazón completamente expuesto ante una persona que apenas y había conocido ese mismo día…
Pero algo había pasado…
Pero algo hizo clic en su interior que no podía negarlo, que sus sentimientos no podían ser ocultados.
Lloró esa noche, lloró con todas sus fuerzas, rasguñaba sus brazos, enterraba sus uñas por su piel y comenzaba a hacerse heridas, la ansiedad agarraba su cuello, su estómago, su corazón y los aplastaba como si no tuviera piedad alguna. Juraba que iba a vomitar en cualquier momento, que había un nudo en su garganta cada vez que quería hablar. Tuvo que estar en la sala de computación unas horas para poder sollozar, para poder liberarse de la presión mental que ella misma había creado. Lágrimas cálidas surgían y pasaban por sus mejillas, ¿Por qué lloraba? Era por arrepentimiento, por dejarse ver de esa manera, porque dio un beso a alguien quien apenas conocía, ¿Acaso no debería de estar gritando de emoción y estar sonrojada por lo que hizo? Ese sería el caso para la mayoría de las personas, pero para esta chica no.
Kelly era una chica que ocultaba el amor, que nunca lo había experimentado, que todo eso era nuevo, un territorio desconocido que ni siquiera había surgido en su antigua vida. ¿Amor a primera vista? Lo pensó por un momento, podría ser eso, pero nunca más podía mostrar su rostro ante ella. Sentía que había arruinado todo, que se había aprovechado de la situación para expresar las cosas que antes no debía. Sentía que había límites, que los pasó, los rompió. Era una preocupación tonta con una serie de pensamientos desafortunados que invaden la cabeza de la mujer sin tiempo de poder respirar. Como si una presa fuera quebrada todo cayó en ella, un ataque de ansiedad.
Unas horas habían pasado ahí, no tenía ya nada más que derramar, sus brazos tenían marcas de sus uñas, rasguños profundos por donde sangraba. Con la tela que podía sacar gracias a su poder comenzó a hacer piezas de ropa para poder taparlas. Unas horas más, estaba completamente cansada. En una de sus manos… había una pieza de prenda de origen desconocido, ¿Cuando había llegado a su mano? No podía recordar bien, que estaba perdida en un caos. Se acercó a su nariz y lo olió, tenía la esencia de la chica… de Elaine.
Sonrió ligeramente, notando que llorar no iba a hacer nada, que la vergüenza que había sentido se estaba pasando, que esa máscara de líder se estaba reparando y tenía que ser puesta una vez más en su rostro. Había demostrado algo que nunca había hecho en estos meses. Tragó un poco de saliva y salió de la sala de computación, entró una chica nerviosa, tímida y llorona, y salió una mujer confiada, con una sonrisa y segura de sí misma. Un cambio completamente diferente, tenía que hacerlo por su sanidad, por no dejar que una parte suya del pasado se mostrará, que un corazón débil como el que tiene tenía que tener varias barreras para no caer en una depresión sin escapatoria. Este era su escape.
Los siguientes días su mente se mantuvo ocupada en las tareas de su grupo, con sus hermanas todo estaba bien, era una rutina de la cual no descansaba, pero no le molestaba. Junto a ellas se sentía segura, aunque la presión de ser una líder a veces era demasiado para su cuerpo, su mente se mantenía de acero y no iba a dejar que algo como esto la hundiera. Pasaba uno… dos… tres… el tiempo comenzó a no ser tan importante, que cuando acababa sus tareas su mente tenía que descansar, dormir, caer en sueño…
En sueños que no eran agradables…
Una pesadilla, después otra… y otra más… “Ella nunca te querrá”, “lo arruinaste...”, “Eres una rara, no te querrá, aceptalo, ella nunca se fijaría en alguien como tu y ahora por lo que hiciste...” Voces que hacían eco en su mente, que se movían de un lado a otro, que no podía estar en paz. Que sus pesadillas solamente fueron enfocadas en ella, que su baja autoestima no la dejaban soñar con su familia. Que había aún asuntos pendientes, tenía que solucionar eso, o podría intentar…
Negó ligeramente con la cabeza, cada vez que pensaba en eso su corazón se apretaba y su estómago se revolvía de tal manera en que parecía querer vomitar, y a veces lo hacía. Respiraba profundamente cada mañana que llegaba, era un nuevo día y las voces que la rodeaban eran suficientes para quitar su atención a su propia locura. sus hermanas se preocupaban por ella, pero la voz de la líder era suficiente para mantenerlas calmadas, por lo menos había funcionado hasta ahora.
Con un suspiro, todo estaba mejorando. Con un movimiento agraciado de sus dedos extendía los hilos que creaba y con las herramientas que se les había proporcionado estaba tejiendo, qué prendas era lo poco que podía hacer como moneda de cambio. Que todo la mantenía ocupada porque así lo requería la situación. Su mente no podía enfocarse en los recuerdos y en los minutos libres que podía se sonrojaba, se avergonzaba de eso y su corazón saltaba de alegría, para que en el siguiente momento la incertidumbre carcomiera sus sentimientos, era una inseguridad bastante fuerte en su interior que ni siquiera sabía cómo lidiar con esto. Lo tenía que hacer en su momento.
Un tiempo entre obligaciones, que el día aún era joven, y una de sus hermanas le comunicó palabras que la petrificaron por un momento. Su boca se resecó y solamente asintió con la cabeza -Si, está bien- Respondió lo más dulce que pudo, pero su voz se pintaba de nervios. Se levantó con cuidado, y comenzó a caminar hacia la entrada. Respiró profundamente, sus mejillas sonrojadas, tenía dudas, bastantes sobre abrir la puerta y atenderla.
-Me… Me alegra que nos podamos ver- susurró cuando la observó enfrente de ella, que la puerta del baño la había cerrado detrás de ella. Vestía de un vestido largo y rojo, con una falda un poco pomposa de un color negro, Sus ojos se pasearon a los pies ajenos, pero no podía ascender su mirada para poder mirarla a los ojos. Respiró profundamente, cerrando los ojos, calmando los nervios que habitaban en su corazón. Los recuerdos fluían en su mente como una cascada, pegaban fuerte su corazón, y ahora no faltaba el ataque de su inseguridad. Resistía, por lo menos en el momento, no iba a romperse tan fácilmente como anoche.
-Unos temas, ¿Cierto Elaine?... ¿Relacionados con la noche anterior?- preguntó, intentando mantener su porte elegante, de estar erguida y dar en su rostro confianza, pero sus manos estaban inquietas, jugaba con sus dedos, a veces rascaba el dorso de la mano hasta herirse un poco, que en su corazón había todo un caos.
Pero algo había pasado…
Pero algo hizo clic en su interior que no podía negarlo, que sus sentimientos no podían ser ocultados.
Lloró esa noche, lloró con todas sus fuerzas, rasguñaba sus brazos, enterraba sus uñas por su piel y comenzaba a hacerse heridas, la ansiedad agarraba su cuello, su estómago, su corazón y los aplastaba como si no tuviera piedad alguna. Juraba que iba a vomitar en cualquier momento, que había un nudo en su garganta cada vez que quería hablar. Tuvo que estar en la sala de computación unas horas para poder sollozar, para poder liberarse de la presión mental que ella misma había creado. Lágrimas cálidas surgían y pasaban por sus mejillas, ¿Por qué lloraba? Era por arrepentimiento, por dejarse ver de esa manera, porque dio un beso a alguien quien apenas conocía, ¿Acaso no debería de estar gritando de emoción y estar sonrojada por lo que hizo? Ese sería el caso para la mayoría de las personas, pero para esta chica no.
Kelly era una chica que ocultaba el amor, que nunca lo había experimentado, que todo eso era nuevo, un territorio desconocido que ni siquiera había surgido en su antigua vida. ¿Amor a primera vista? Lo pensó por un momento, podría ser eso, pero nunca más podía mostrar su rostro ante ella. Sentía que había arruinado todo, que se había aprovechado de la situación para expresar las cosas que antes no debía. Sentía que había límites, que los pasó, los rompió. Era una preocupación tonta con una serie de pensamientos desafortunados que invaden la cabeza de la mujer sin tiempo de poder respirar. Como si una presa fuera quebrada todo cayó en ella, un ataque de ansiedad.
Unas horas habían pasado ahí, no tenía ya nada más que derramar, sus brazos tenían marcas de sus uñas, rasguños profundos por donde sangraba. Con la tela que podía sacar gracias a su poder comenzó a hacer piezas de ropa para poder taparlas. Unas horas más, estaba completamente cansada. En una de sus manos… había una pieza de prenda de origen desconocido, ¿Cuando había llegado a su mano? No podía recordar bien, que estaba perdida en un caos. Se acercó a su nariz y lo olió, tenía la esencia de la chica… de Elaine.
Sonrió ligeramente, notando que llorar no iba a hacer nada, que la vergüenza que había sentido se estaba pasando, que esa máscara de líder se estaba reparando y tenía que ser puesta una vez más en su rostro. Había demostrado algo que nunca había hecho en estos meses. Tragó un poco de saliva y salió de la sala de computación, entró una chica nerviosa, tímida y llorona, y salió una mujer confiada, con una sonrisa y segura de sí misma. Un cambio completamente diferente, tenía que hacerlo por su sanidad, por no dejar que una parte suya del pasado se mostrará, que un corazón débil como el que tiene tenía que tener varias barreras para no caer en una depresión sin escapatoria. Este era su escape.
Los siguientes días su mente se mantuvo ocupada en las tareas de su grupo, con sus hermanas todo estaba bien, era una rutina de la cual no descansaba, pero no le molestaba. Junto a ellas se sentía segura, aunque la presión de ser una líder a veces era demasiado para su cuerpo, su mente se mantenía de acero y no iba a dejar que algo como esto la hundiera. Pasaba uno… dos… tres… el tiempo comenzó a no ser tan importante, que cuando acababa sus tareas su mente tenía que descansar, dormir, caer en sueño…
En sueños que no eran agradables…
Una pesadilla, después otra… y otra más… “Ella nunca te querrá”, “lo arruinaste...”, “Eres una rara, no te querrá, aceptalo, ella nunca se fijaría en alguien como tu y ahora por lo que hiciste...” Voces que hacían eco en su mente, que se movían de un lado a otro, que no podía estar en paz. Que sus pesadillas solamente fueron enfocadas en ella, que su baja autoestima no la dejaban soñar con su familia. Que había aún asuntos pendientes, tenía que solucionar eso, o podría intentar…
Negó ligeramente con la cabeza, cada vez que pensaba en eso su corazón se apretaba y su estómago se revolvía de tal manera en que parecía querer vomitar, y a veces lo hacía. Respiraba profundamente cada mañana que llegaba, era un nuevo día y las voces que la rodeaban eran suficientes para quitar su atención a su propia locura. sus hermanas se preocupaban por ella, pero la voz de la líder era suficiente para mantenerlas calmadas, por lo menos había funcionado hasta ahora.
Con un suspiro, todo estaba mejorando. Con un movimiento agraciado de sus dedos extendía los hilos que creaba y con las herramientas que se les había proporcionado estaba tejiendo, qué prendas era lo poco que podía hacer como moneda de cambio. Que todo la mantenía ocupada porque así lo requería la situación. Su mente no podía enfocarse en los recuerdos y en los minutos libres que podía se sonrojaba, se avergonzaba de eso y su corazón saltaba de alegría, para que en el siguiente momento la incertidumbre carcomiera sus sentimientos, era una inseguridad bastante fuerte en su interior que ni siquiera sabía cómo lidiar con esto. Lo tenía que hacer en su momento.
Un tiempo entre obligaciones, que el día aún era joven, y una de sus hermanas le comunicó palabras que la petrificaron por un momento. Su boca se resecó y solamente asintió con la cabeza -Si, está bien- Respondió lo más dulce que pudo, pero su voz se pintaba de nervios. Se levantó con cuidado, y comenzó a caminar hacia la entrada. Respiró profundamente, sus mejillas sonrojadas, tenía dudas, bastantes sobre abrir la puerta y atenderla.
-Me… Me alegra que nos podamos ver- susurró cuando la observó enfrente de ella, que la puerta del baño la había cerrado detrás de ella. Vestía de un vestido largo y rojo, con una falda un poco pomposa de un color negro, Sus ojos se pasearon a los pies ajenos, pero no podía ascender su mirada para poder mirarla a los ojos. Respiró profundamente, cerrando los ojos, calmando los nervios que habitaban en su corazón. Los recuerdos fluían en su mente como una cascada, pegaban fuerte su corazón, y ahora no faltaba el ataque de su inseguridad. Resistía, por lo menos en el momento, no iba a romperse tan fácilmente como anoche.
-Unos temas, ¿Cierto Elaine?... ¿Relacionados con la noche anterior?- preguntó, intentando mantener su porte elegante, de estar erguida y dar en su rostro confianza, pero sus manos estaban inquietas, jugaba con sus dedos, a veces rascaba el dorso de la mano hasta herirse un poco, que en su corazón había todo un caos.
Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
por Elaine Fontaine Lun Jun 07, 2021 1:37 am
En un instante Elaine fue sacada de sus pensamientos, la voz de Kelly la alerto de sobre manera aunque haya sido solo un susurro, aun así sus oídos eran tan sensibles que hasta la caída de una simple hoja era capaz de captar. Salió de su pequeña burbuja de pensamiento, ordeno sus sentimiento al igual que sus ideas, no podía permitirse ni un solo fallo o acabaría gritando en el suelo si no controlaba su propia mente y corazón.
Siendo humana era imposible verla pero por dentro Moria de ganas de convertirse en un elfo para poder apreciarla nuevamente y descubrir que clase de prendas estaba llevando en esos momentos, después de todo podía notar por las formas que no coincidía con la figura del primer atuendo con el que la conoció. Pero el cambio de prendas no era solo único que pudo captar; siendo humana le era fácil saber sobre los sentimientos que pudiera llevar oculto y que en su voz intentara no demostrar. Los nervios, la inseguridad, el ligero temor, sin contar que podía escuchar los movimientos de las manos ajenas.
Intento ser tan profesional como le fuera posible, mantener el porte y la elegancia aunque verdaderamente estaba bastante tensa y no lograba relajarse para hacer todo eso mas ameno.
— No solo por la noche anterior. También me gustaría tener algunos acuerdo contigo y las banshees. —
Quizás empezar por un teme diferente podría ayudar a despejar su mente y darle solo uno poco mas de tiempo, aun si eran unos pocos minutos, los iba a apreciar.
Soltó un largo y pesado suspiro, dio un par de pasos para comenzar una pequeña caminata, no quería estar cerca del territorio de las banshees y que escucharan sus asuntos, en si no quería estar cerca de nadie mas que de Kelly pues debía admitir que le avergonzaba un poco tratar con todo eso.
— Iré por lo principal. Los elfos hemos implementado el trueque entre alianzas, me gustaría que las banshees y elfos podamos ayudarnos mutuamente para hacer esta situacion mejor para más personas. —
Claramente esa no era Elaine, al menos no la habitual estudiante, se había metido en su papel de líder, siendo severa y tajante como tuvo que aprender a serlo mientras no estuviera Astrid para ayudarla.
— No deberá de ser un inconveniente si los tratos solo se hacen contigo y luego tu lo pasas a tus hermanas, después de todo te has llevado el trozo de manto de Persephone aquella noche. Lo has tocado así que todo deberá estar bien mientras solo se trate contigo. —
Nuevamente un suspiro. Estaba agotada de todo, necesitaba un segundo de paz en su mente pero desde aquella noche no había modo que se mantuviera tranquila y con Kelly era aun peor pues debía centrarse enteramente en mantenerse fría.
— Agua, comida, objetos, cualquier cosa podría venir bien, los elfos solemos crear varias pociones como la que te he hecho beber.—
Y en ese momento recordó su pequeño presente aun guardado en los bolsillos de su vestido pero aun no era momento de entregarlo, el ambiente era demasiado extraño para algo como eso. Ya había dejado los primeros puntos en claro, al menos los que recordaba, solo faltaba ese segundo tema.
Los nervios nuevamente la invadieron sacándola por completo de ese rol de líder para dejar a la pequeña e inexperta Elaine tomar el cargo de la situacion. ¿Cómo iba a empezar todo eso? Aun podía recordar esa noche a la perfección a pesar de los sucesos luego de aquel beso ¿Qué iba a preguntar? ¿Qué debía aclarar? Elaine siquiera sabia lo que era que una persona le gustara, no conocía lo que era una pareja ni nada similar a todo ello.
— Bueno yo... Aclarando eso... —
Comenzaba titubear un poco, el color se le subía al rostro y al igual que su compañera sus dedos jugueteaban entre si buscando un consuelo.
— Sobre esa noche... Ese.. Ese fue mi primer beso... No tengo idea sobre el romance y todo eso... No entiendo los sentimientos muy bi-bien. —
Quería correr, huir de ahí, todo eso ya le estaba pareciendo una terrible idea y cuanto antes deseaba escapar pero al mismo se sentía obligada a permanecer y solo cerrar ese tema en su mente, descubrir que eran todas esas ideas y quizás ¿Aprender más?
— N-No fue malo... Solo que saliste corriendo de allí.. y... y... —
Poco a poco comenzó a perder su voz, cada vez haciéndose mas pequeñita, mas finita hasta que solo era un chillido. No podía continuar con eso, la vergüenza la estaba superando y solo pudo colocarse en cuclillas y cubrirse el rostro con ambas manos, tratando de esconderse o protegerse de todo eso.
Siendo humana era imposible verla pero por dentro Moria de ganas de convertirse en un elfo para poder apreciarla nuevamente y descubrir que clase de prendas estaba llevando en esos momentos, después de todo podía notar por las formas que no coincidía con la figura del primer atuendo con el que la conoció. Pero el cambio de prendas no era solo único que pudo captar; siendo humana le era fácil saber sobre los sentimientos que pudiera llevar oculto y que en su voz intentara no demostrar. Los nervios, la inseguridad, el ligero temor, sin contar que podía escuchar los movimientos de las manos ajenas.
Intento ser tan profesional como le fuera posible, mantener el porte y la elegancia aunque verdaderamente estaba bastante tensa y no lograba relajarse para hacer todo eso mas ameno.
— No solo por la noche anterior. También me gustaría tener algunos acuerdo contigo y las banshees. —
Quizás empezar por un teme diferente podría ayudar a despejar su mente y darle solo uno poco mas de tiempo, aun si eran unos pocos minutos, los iba a apreciar.
Soltó un largo y pesado suspiro, dio un par de pasos para comenzar una pequeña caminata, no quería estar cerca del territorio de las banshees y que escucharan sus asuntos, en si no quería estar cerca de nadie mas que de Kelly pues debía admitir que le avergonzaba un poco tratar con todo eso.
— Iré por lo principal. Los elfos hemos implementado el trueque entre alianzas, me gustaría que las banshees y elfos podamos ayudarnos mutuamente para hacer esta situacion mejor para más personas. —
Claramente esa no era Elaine, al menos no la habitual estudiante, se había metido en su papel de líder, siendo severa y tajante como tuvo que aprender a serlo mientras no estuviera Astrid para ayudarla.
— No deberá de ser un inconveniente si los tratos solo se hacen contigo y luego tu lo pasas a tus hermanas, después de todo te has llevado el trozo de manto de Persephone aquella noche. Lo has tocado así que todo deberá estar bien mientras solo se trate contigo. —
Nuevamente un suspiro. Estaba agotada de todo, necesitaba un segundo de paz en su mente pero desde aquella noche no había modo que se mantuviera tranquila y con Kelly era aun peor pues debía centrarse enteramente en mantenerse fría.
— Agua, comida, objetos, cualquier cosa podría venir bien, los elfos solemos crear varias pociones como la que te he hecho beber.—
Y en ese momento recordó su pequeño presente aun guardado en los bolsillos de su vestido pero aun no era momento de entregarlo, el ambiente era demasiado extraño para algo como eso. Ya había dejado los primeros puntos en claro, al menos los que recordaba, solo faltaba ese segundo tema.
Los nervios nuevamente la invadieron sacándola por completo de ese rol de líder para dejar a la pequeña e inexperta Elaine tomar el cargo de la situacion. ¿Cómo iba a empezar todo eso? Aun podía recordar esa noche a la perfección a pesar de los sucesos luego de aquel beso ¿Qué iba a preguntar? ¿Qué debía aclarar? Elaine siquiera sabia lo que era que una persona le gustara, no conocía lo que era una pareja ni nada similar a todo ello.
— Bueno yo... Aclarando eso... —
Comenzaba titubear un poco, el color se le subía al rostro y al igual que su compañera sus dedos jugueteaban entre si buscando un consuelo.
— Sobre esa noche... Ese.. Ese fue mi primer beso... No tengo idea sobre el romance y todo eso... No entiendo los sentimientos muy bi-bien. —
Quería correr, huir de ahí, todo eso ya le estaba pareciendo una terrible idea y cuanto antes deseaba escapar pero al mismo se sentía obligada a permanecer y solo cerrar ese tema en su mente, descubrir que eran todas esas ideas y quizás ¿Aprender más?
— N-No fue malo... Solo que saliste corriendo de allí.. y... y... —
Poco a poco comenzó a perder su voz, cada vez haciéndose mas pequeñita, mas finita hasta que solo era un chillido. No podía continuar con eso, la vergüenza la estaba superando y solo pudo colocarse en cuclillas y cubrirse el rostro con ambas manos, tratando de esconderse o protegerse de todo eso.
Elaine FontaineElaine Fontaine
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Nuez Abrillantada - Objeto para domesticar un familiar
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Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
por Kelly Chambers Miér Jun 16, 2021 10:25 pm
Ella… era hermosa, ese rostro que poseía la ajena, que no podía evitar estar nerviosa frente a ella, jugaba con el pedazo de tela que le arrebató en su apresurada huida después de robar lo que había sido un beso, y para ella su primer beso. El primero y esperaba que no fuera el último, pero esos pensamientos hacían que su corazón se calentara de una manera que no había sentido antes.
Su máscara que poseía como líder de las banshees se resquebrajaba solamente al estar enfrente de ella, la persona la cual se había quitado estas facetas que se había puesto en un intento exitoso de mostrarse como una líder. No podía ocultar su temor, que su atención se estaba yendo de un lado y del otro, que sus ojos no podían ser clavados en el cuerpo femenino.
Elaine, aun recordaba ese nombre y lo apreciaba, le tenía cariño y ahora no sabía cómo dirigirse a ella. Pero por lo menos el cambio de tema le había salvado, su mente no se había hundido en un mar de sentimientos conformados principalmente por vergüenza y temor, ahora tenía que poner su rostro tranquilo, el que utilizaba para aquellos temas serios que tomaban en cuenta al grupo el cual lideraba. Cerró sus ojos, respiró profundamente, sus mejillas ardían bastante, sus hombros de igual manera, pero tenía que mantenerse tranquila.
Directo al grano, le gustaba eso, no perder tiempo era lo mejor en relación a asuntos profesionales, que necesitaban seriedad. Asintió con la cabeza suavemente ante las primeras palabras, dejó atrás a la verdadera Kelly por un momento. La acompañaba en este paseo por los pasillos. Esto de alguna manera la reconfortaba, era solamente un escape a sus sentimientos más fuertes e inestables, aquellos que no tenía ninguna manera de poder enfrentarlos, eran tan intensos que pensaba que iba a caer inconsciente en cualquier momento que esas sensaciones invadieran su cuerpo de nuevo.
Ante la segunda proposición observó la tela que tenía sus dedos, ¿Acaso los rumores eran ciertos? No sabía si confiar en ello o no pero, lo que sí tenía casi seguro es que Elaine no le iba a mentir, ella no ganaba nada en engañarla y hacerla sufrir, no era ese tipo de persona, por lo menos, no había visto alguna faceta de ella de esa manera. Tragó un poco de saliva, asintiendo ligeramente con la cabeza, observando la tela por última vez antes de guardarla en un bolsillo y seguir al lado de Elaine.
El silencio decía poco por el momento, tan sólo daba pequeñas acciones, suaves, pacientes que con una pequeña sonrisa en su rostro daba, una sonrisa la cual era meramente como una formalidad, o por lo menos eso pensaba, pero la verdad era otra, la verdad es que esa sonrisa revelaba lo alegre que estaba con ella, los nervios que la invadía y sus sentimientos más profundos rascando la superficie de una manera desesperada. Pero no, tenía que aguantarse, limitando todo ello hasta que se diera una buena negociación.
-Entiendo y comprendo, una alianza estaría bien; sin embargo no podemos ofrecer una variedad de cosas como los tuyos, sólo… podemos darles telas, acceso a nuestro territorio y protección- respiró profundamente, mirando hacia al frente, considerando las opciones que tenía, y realmente no había mucho, no como las otras razas. Eran dependientes del agua, no podían pedir ayuda ya que sufrían de cualquier interacción que caía en el término “cooperación”, sus hermanas sufrían día a día por aquellos que no obedecen las reglas. A comparación de las demás, tienen una fuerte desventaja, y necesitaba ser cuidadosa, no por ella, sino por las demás; además de eso, no eran fuertes como los demás, y sus territorios no ocupaban mucho más allá que varios baños de aquellas que la aceptaron como líder, no podía decir sobre las demás.
-Espero que con eso sea suficiente- le dijo con una pequeña sonrisa, sin poder decir nada más, sin poder ofrecer en la mesa más cosas que podía darle. Dejó salir un pequeño suspiro, esperaba que no fuera algo mucho mayor a los servicios que le acababa de ofrecer.
Y ante todo esto el tiempo había llegado, que observaba a la ajena con una sonrisa, pero las siguientes palabras recorrían su piel con un ligero cosquilleo. jugaba de nuevo con sus dedos y cuando notó que la ajena tenía el rostro rojo observó a un lado, ahora se estaba incomodando, no sabía que decir, y sus mejillas ardieron como dos hornos a máxima potencia. Escuchando cada palabra que ella decía, y realmente, estaba en las mismas.
Como se acabó agachando la ajena, Kelly se detuvo sobre sus pasos y dio un paso, dos pasos temerosos antes de agacharse enfrente de la ajena, que acomodaba su falda y que, aunque igual estaba nerviosa alguna de las dos tenía que hacerse cargo del caos que las emociones afectan sobre ellas. Que los nervios y la vergüenza acabarán siendo superadas. Se arrepintió de salir corriendo, de huir esa noche, de no quedarse con ella ni decirle una palabra, tan siquiera un adiós. Se acercó un poco más y tomó la mano ajena con suavidad, con una actitud un poco maternal, solamente siguiendo los pasos que su madre haría cuando ella estaba llorando por el final de una serie de novelas.
-Yo… Disculpa p-por ello- susurró, evitando mirar el rostro ajeno, concentrándose en sus piernas, en el suelo, en cómo la luz se filtraba de las ventanas, lo que sea para no caer en pánico -t-también fue m-mi primer beso…- susurró sin pensar realmente que su rostro se podía poner mucho más rojo de lo que ya estaba. Respiró profundamente intentando controlarse, pero realmente no podía, no cuando ella estaba de frente, pero el intento al final no iba a ser en vano.
-T-tampoco tengo… i-idea del r-romance… pero m-me gusta l-leerlo… n-no se si s-sirva- apretó ligeramente la mano ajena antes de poder continuar -d-disculpa p-por robarte e-el primer b-beso- y de ahí se congeló por un momento, ¿Ahora que? Se mostraba lo indefensa que se encontraba, lo temerosa que podía ser, que en su cuerpo pequeño y frágil podía soportar tales sentimientos y emociones duras y pesados que arriesgaban a fracturar alguna parte de su corazón y su mente. Pero ha sido resiliente, por lo menos debía de hacerlo. Tenía que hacerlo. mordió su labio inferior con fuerza antes de seguir hablando, antes de que su garganta se reseca a más no poder.
-... Y-y... y-y... - si, quería que la tierra se la tragara, que todo su ser estuviera en un lugar donde no pudiera ser encontrada por nada ni por nadie -Y-yo… - las palabras no salían del nudo de la garganta que impedía las palabras salir, pero al igual que su garganta su cerebro estaba hecho un comlpeto caos -... D-disculpa…-
Su máscara que poseía como líder de las banshees se resquebrajaba solamente al estar enfrente de ella, la persona la cual se había quitado estas facetas que se había puesto en un intento exitoso de mostrarse como una líder. No podía ocultar su temor, que su atención se estaba yendo de un lado y del otro, que sus ojos no podían ser clavados en el cuerpo femenino.
Elaine, aun recordaba ese nombre y lo apreciaba, le tenía cariño y ahora no sabía cómo dirigirse a ella. Pero por lo menos el cambio de tema le había salvado, su mente no se había hundido en un mar de sentimientos conformados principalmente por vergüenza y temor, ahora tenía que poner su rostro tranquilo, el que utilizaba para aquellos temas serios que tomaban en cuenta al grupo el cual lideraba. Cerró sus ojos, respiró profundamente, sus mejillas ardían bastante, sus hombros de igual manera, pero tenía que mantenerse tranquila.
Directo al grano, le gustaba eso, no perder tiempo era lo mejor en relación a asuntos profesionales, que necesitaban seriedad. Asintió con la cabeza suavemente ante las primeras palabras, dejó atrás a la verdadera Kelly por un momento. La acompañaba en este paseo por los pasillos. Esto de alguna manera la reconfortaba, era solamente un escape a sus sentimientos más fuertes e inestables, aquellos que no tenía ninguna manera de poder enfrentarlos, eran tan intensos que pensaba que iba a caer inconsciente en cualquier momento que esas sensaciones invadieran su cuerpo de nuevo.
Ante la segunda proposición observó la tela que tenía sus dedos, ¿Acaso los rumores eran ciertos? No sabía si confiar en ello o no pero, lo que sí tenía casi seguro es que Elaine no le iba a mentir, ella no ganaba nada en engañarla y hacerla sufrir, no era ese tipo de persona, por lo menos, no había visto alguna faceta de ella de esa manera. Tragó un poco de saliva, asintiendo ligeramente con la cabeza, observando la tela por última vez antes de guardarla en un bolsillo y seguir al lado de Elaine.
El silencio decía poco por el momento, tan sólo daba pequeñas acciones, suaves, pacientes que con una pequeña sonrisa en su rostro daba, una sonrisa la cual era meramente como una formalidad, o por lo menos eso pensaba, pero la verdad era otra, la verdad es que esa sonrisa revelaba lo alegre que estaba con ella, los nervios que la invadía y sus sentimientos más profundos rascando la superficie de una manera desesperada. Pero no, tenía que aguantarse, limitando todo ello hasta que se diera una buena negociación.
-Entiendo y comprendo, una alianza estaría bien; sin embargo no podemos ofrecer una variedad de cosas como los tuyos, sólo… podemos darles telas, acceso a nuestro territorio y protección- respiró profundamente, mirando hacia al frente, considerando las opciones que tenía, y realmente no había mucho, no como las otras razas. Eran dependientes del agua, no podían pedir ayuda ya que sufrían de cualquier interacción que caía en el término “cooperación”, sus hermanas sufrían día a día por aquellos que no obedecen las reglas. A comparación de las demás, tienen una fuerte desventaja, y necesitaba ser cuidadosa, no por ella, sino por las demás; además de eso, no eran fuertes como los demás, y sus territorios no ocupaban mucho más allá que varios baños de aquellas que la aceptaron como líder, no podía decir sobre las demás.
-Espero que con eso sea suficiente- le dijo con una pequeña sonrisa, sin poder decir nada más, sin poder ofrecer en la mesa más cosas que podía darle. Dejó salir un pequeño suspiro, esperaba que no fuera algo mucho mayor a los servicios que le acababa de ofrecer.
Y ante todo esto el tiempo había llegado, que observaba a la ajena con una sonrisa, pero las siguientes palabras recorrían su piel con un ligero cosquilleo. jugaba de nuevo con sus dedos y cuando notó que la ajena tenía el rostro rojo observó a un lado, ahora se estaba incomodando, no sabía que decir, y sus mejillas ardieron como dos hornos a máxima potencia. Escuchando cada palabra que ella decía, y realmente, estaba en las mismas.
Como se acabó agachando la ajena, Kelly se detuvo sobre sus pasos y dio un paso, dos pasos temerosos antes de agacharse enfrente de la ajena, que acomodaba su falda y que, aunque igual estaba nerviosa alguna de las dos tenía que hacerse cargo del caos que las emociones afectan sobre ellas. Que los nervios y la vergüenza acabarán siendo superadas. Se arrepintió de salir corriendo, de huir esa noche, de no quedarse con ella ni decirle una palabra, tan siquiera un adiós. Se acercó un poco más y tomó la mano ajena con suavidad, con una actitud un poco maternal, solamente siguiendo los pasos que su madre haría cuando ella estaba llorando por el final de una serie de novelas.
-Yo… Disculpa p-por ello- susurró, evitando mirar el rostro ajeno, concentrándose en sus piernas, en el suelo, en cómo la luz se filtraba de las ventanas, lo que sea para no caer en pánico -t-también fue m-mi primer beso…- susurró sin pensar realmente que su rostro se podía poner mucho más rojo de lo que ya estaba. Respiró profundamente intentando controlarse, pero realmente no podía, no cuando ella estaba de frente, pero el intento al final no iba a ser en vano.
-T-tampoco tengo… i-idea del r-romance… pero m-me gusta l-leerlo… n-no se si s-sirva- apretó ligeramente la mano ajena antes de poder continuar -d-disculpa p-por robarte e-el primer b-beso- y de ahí se congeló por un momento, ¿Ahora que? Se mostraba lo indefensa que se encontraba, lo temerosa que podía ser, que en su cuerpo pequeño y frágil podía soportar tales sentimientos y emociones duras y pesados que arriesgaban a fracturar alguna parte de su corazón y su mente. Pero ha sido resiliente, por lo menos debía de hacerlo. Tenía que hacerlo. mordió su labio inferior con fuerza antes de seguir hablando, antes de que su garganta se reseca a más no poder.
-... Y-y... y-y... - si, quería que la tierra se la tragara, que todo su ser estuviera en un lugar donde no pudiera ser encontrada por nada ni por nadie -Y-yo… - las palabras no salían del nudo de la garganta que impedía las palabras salir, pero al igual que su garganta su cerebro estaba hecho un comlpeto caos -... D-disculpa…-
Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
por Elaine Fontaine Sáb Jul 03, 2021 10:40 pm
Y solo con un simple apretón de su mano sintió que su corazón podía en cualquier momento salirse de su pecho. La vergüenza la estaba consumiendo desde dentro hacia afuera, un fuego infernal que arrasaba con toda calma y cordura, dejando apenas un manojo de sentimientos los cuales no era capaz de controlar. Demasiadas emociones que nunca en su vida experimento ni tuvo alguna necesidad de experimentarlas, pero ahora sin previo aviso se presentaban y solo la desequilibraban, destrozando todo el esfuerzo que por tanto tiempo puso para no caer nunca más en un horrible ataque que la dejara en la completa inconciencia, pero ahora parecía que en cualquier momento podría tener su segundo ataque.
Suspiro pesadamente, no podía permitirse tener un ataque, al menos no frente a Kelly, no quería preocuparla y mucho menos que la viera como un bicho raro pues en esos terribles momentos Elaine solo gritaba y pataleaba como si fuera hacer una rabieta solo, pero era el dolor intenso que su cabeza experimentaba y no le dejaba razonar en nada. “Eres fuerte, tu puedes…” resonó esa pequeña voz dentro de su mente, apenas unas pequeñas palabras de aliento, aunque no demasiado convincentes.
De más estaba decir que las responsabilidades como líder habían pasado completamente a un segundo plano, ya no importaba en lo absoluto al menos no por el momento, ahora tenía algo mucho más importante, a su parecer, que resolver. De cualquier manera, si no dejaba sus sentimientos correctamente ordenados entonces hacer sus tareas habituales dentro de la biblioteca también se volverían un problema si constantemente un ataque pareciera estar a punto de molestarle. Busco el modo de recomponerse luego de unos minutos en los que solo reino el silencio, de esa forma al menos tuvo el tiempo necesario para estar un poco mejor y no caer, al menos no tan fácil, en la desesperante vergüenza. — N-No necesitas disculparte… Kelly. — Por algo simple debía comenzar mientras trataba de apartar las manos del rostro, sin embargo, aquella que era sujetada por la azabache, en ningún momento fue quitada, de hecho, tuvo el pequeño valor para devolver un ligero apretón mientras poco a poco se reincorporaba y ayudaba a la otra a ponerse nuevamente de pie. — No sé qué es todo esto, pero… Um… — se mordió la lengua y de forma inconsciente solo se aferró con más fuerza al agarre de la otra. — ¿Qu-Qué tal si lo descubrimos juntas? Seria li..lindo. — ¿Qué estaba proponiendo? Ni siquiera ella lo sabía, pero estaba buscando la forma en poder permanecer al lado de Kelly, que no exista un “último encuentro” y siempre haya un “hasta luego”.
Se removió ligeramente en su puesto, jugando un poco con sus dedos mientras trataba de mostrar la mejor sonrisa que tenía aun con sus ojos completamente cerrados. — Claro, solo… Solo si estas de acuerdo. — y esperaba con todo su corazón tener una respuesta afirmativa pues por más que intentara negarlo, Elaine en verdad había hecho demasiadas ideas y fantasías dentro de su cabeza, ilusiones que no estaba segura si sería capaz de deshacerse de ellas con tanta facilidad.
Suspiro pesadamente, no podía permitirse tener un ataque, al menos no frente a Kelly, no quería preocuparla y mucho menos que la viera como un bicho raro pues en esos terribles momentos Elaine solo gritaba y pataleaba como si fuera hacer una rabieta solo, pero era el dolor intenso que su cabeza experimentaba y no le dejaba razonar en nada. “Eres fuerte, tu puedes…” resonó esa pequeña voz dentro de su mente, apenas unas pequeñas palabras de aliento, aunque no demasiado convincentes.
De más estaba decir que las responsabilidades como líder habían pasado completamente a un segundo plano, ya no importaba en lo absoluto al menos no por el momento, ahora tenía algo mucho más importante, a su parecer, que resolver. De cualquier manera, si no dejaba sus sentimientos correctamente ordenados entonces hacer sus tareas habituales dentro de la biblioteca también se volverían un problema si constantemente un ataque pareciera estar a punto de molestarle. Busco el modo de recomponerse luego de unos minutos en los que solo reino el silencio, de esa forma al menos tuvo el tiempo necesario para estar un poco mejor y no caer, al menos no tan fácil, en la desesperante vergüenza. — N-No necesitas disculparte… Kelly. — Por algo simple debía comenzar mientras trataba de apartar las manos del rostro, sin embargo, aquella que era sujetada por la azabache, en ningún momento fue quitada, de hecho, tuvo el pequeño valor para devolver un ligero apretón mientras poco a poco se reincorporaba y ayudaba a la otra a ponerse nuevamente de pie. — No sé qué es todo esto, pero… Um… — se mordió la lengua y de forma inconsciente solo se aferró con más fuerza al agarre de la otra. — ¿Qu-Qué tal si lo descubrimos juntas? Seria li..lindo. — ¿Qué estaba proponiendo? Ni siquiera ella lo sabía, pero estaba buscando la forma en poder permanecer al lado de Kelly, que no exista un “último encuentro” y siempre haya un “hasta luego”.
Se removió ligeramente en su puesto, jugando un poco con sus dedos mientras trataba de mostrar la mejor sonrisa que tenía aun con sus ojos completamente cerrados. — Claro, solo… Solo si estas de acuerdo. — y esperaba con todo su corazón tener una respuesta afirmativa pues por más que intentara negarlo, Elaine en verdad había hecho demasiadas ideas y fantasías dentro de su cabeza, ilusiones que no estaba segura si sería capaz de deshacerse de ellas con tanta facilidad.
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Nuez Abrillantada - Objeto para domesticar un familiar
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Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
por Kelly Chambers Lun Jul 12, 2021 10:24 pm
Los nervios estaban acabando con Kelly, cada segundo que pasaba en silencio, ¿lo había arruinado? No lo sabía, era lo que más temía, no poder saber lo que va a pasar en el siguiente instante, que su mano estaba agarrando la ajena, sentía como comenzaba a sudar frío, como su mano no estaba respondiendo, su mente disparaba todas las alertas que podía para salir corriendo de nuevo, para ahogarse en su vergüenza. ¿Qué estaría pensando la ajena? Ese fue su siguiente pensamiento que consumió la mente de la pelinegra, su mirada desviada hacia un lado, hacia el suelo el cual estaba sucio, con polvo y tierra; después hacia el techo el cual estaba en un estado un poco más decente; hacia las paredes las cuales habían sufrido mucho más que cualquier otro lugar en la institución, pintados de un rojo seco, un poco grotesco, con varios grafitis que era mejor no pensar en que material han estado utilizando; las ventanas completamente rotas, algunas por lo menos, otras quebrajadas, con grietas, completamente sucias… sin lugar a dudas, un lugar abandonado a la voluntad de los que estaban presentes.
Su mente se movía a otro asunto, escuchó el suspiro ajeno, por ahora era lo único que rompía el silencio que se había creado, como hielo frágil. Su cuerpo experimentó un escalofrío, ¿Hace cuanto tiempo no ha mostrado su verdadero rostro? Aquel fuera de todo filtro, de toda máscara. Adiós a todo lo que había construido en este tiempo, que ella era la única que la había observado en este estado tan vulnerable., su corazón palpitaba a mil por hora, ardían sus mejillas, sus orejas, sus hombros, hasta su pecho. Mordió con fuerza su labio inferior, llegó un momento en donde quería llorar por la vergüenza que sentía. Pero no quería quebrarse, iba a ser una mala segunda impresión para la ajena, los miedos la estaban consumiendo, las dudas, ¿Qué iba a pensar ella si lloraba enfrente de ella? Sintió cómo su estómago comenzaba a hundirse en un vacío, por un momento se sintió enferma. La imaginación era una poderosa herramienta, y la combinación con la preocupación era peligroso. A todo esto, no podía, un segundo más en silencio e iba a decir algo, solamente un segundo más necesitaba para que su cuerpo no aguantara, su cabeza se sentía ligera, ¿Qué era lo que estaba esperando?
Todo ese caos que estaba tomando forma en su mente se detuvo por completo por las palabras ajenas, un golpe de alivio a su corazón, un pequeño apretón, era todo lo que necesitaba para no torturarse con sus pensamientos “la acabaras traicionando” una voz en la parte trasera de su cabeza, negó con la cabeza suavemente, no quería escucharla, era negativa, que sus palabras parecían ser seductoras, como una serpiente se tratara, dejando su veneno esparcirse por su mente, queriendo destruir la frágil sanidad que la chica poseía. Se levantó junto a ella, y de nuevo palabras que empujaban a toda la maldad que se formaba en su mente, apretó con suavidad su mano, de alguna manera diciendo que ella estaba ahí para la ajena, y después esa pregunta. Fue un disparo a su corazón el cual juro que se detuvo por un momento, y después de eso, su rostro comenzó a doler por lo rojo que estaba, unas lágrimas se asomaban por sus ojos, no quería llorar, no deseaba…
Dejó la mano ajena, asintiendo la cabeza una vez, dos veces… sus manos pasaron a los hombros ajenos, después pasaron a la espalda, dando así un pequeño abrazo, débil, pero cariñoso. Intento contener las lágrimas, asintió con la cabeza de nuevo, apenas y estaba sosteniendo toda la emoción que tenía. Su pecho presionando contra su corazón, sus piernas las cuales apenas y podían aguantar el peso de la ya delgada y ligera chica, que todo ese caos fue reemplazado por una intensa felicidad. Respiró profundamente, apretó con suavidad las prendas de la ajena, cerró los ojos con fuerza, su frente descansó sobre la curvatura que se formaba entre el hombro y el cuello, y por una última vez asintió con la cabeza.
-s-si…- susurro finalmente, liberando dos lágrimas que recorrieron por sus mejillas, cálidas, ¿por cuanto tiempo se había estado torturando? En el reino de la imaginación se había hecho de varias fantasías, todas acabando en que fuera rechazada, en que sus sentimientos fueran pisoteados, que no era correcto lo que había hecho. De nuevo otra lagrima -d-deseo… descubrirlo… c-contigo…- susurró, ¿Qué era esto? ¿Algún libro de romance adolescente? Había tomado el rol de una chica que sentía que todo lo había hecho mal, que no fue lo correcto, qué fue lo peor que pudo haber hecho, que esa noche era un sueño, solamente algo fuera de lo normal, una ocasión especial, como si hubiera sido cenicienta, pero en lugar de dejar su zapatilla… se había llevado de su príncipe un pedazo de tela, princesa en este caso.
Estuvo ahí con ella unos cuantos segundos, en aquel abrazo donde su corazón comenzaba a derretirse por el sentimiento que le estaba invadiendo. ¿Se había confesado? Y ella… ¿había aceptado? Sus emociones en este lapso de tiempo junto a ella habían experimentado una montaña rusa, de arriba hacia abajo, de un lado al otro sin tomar algún tipo de descanso. ¿Qué deparará su futuro? Preguntas invadieron su cabeza, los cables se estaban cruzando, varios escenarios se formaron en su cabeza. Se separó de ella después de cinco o seis eternidades, posando sus manos en los hombros ajenos, quería acariciar su rostro pero se detuvo, en lugar de eso, otras lágrimas más recorrieron sus mejillas, giró su rostro a un lado, soltando uno de sus hombros para llevárselo al pecho, cerrando en un puño con fuerza.
-D-disculpa por… llorar… y-y todo lo demás…- de nuevo más palabras, más tortura. Lo único que podía hacer en ese momento era pedir disculpas, pero a la vez estaba completamente alegre… era la complejidad de su mente que creaba un laberinto para sus sentimientos, sin saber cual hacer caso, que decir, que acciones tomar, y ahora andaba paralizada, con una sonrisa en el rostro, llorando en silencio, mirando a un lado. Después de unos segundos más se llevó sus manos a su rostro, ocultando, llorando un poco más, tratando de ocultar sus sollozos. Se formaban ideas y pensamientos y acababan siendo destrozados, interrumpidos, como si fuera un correcto circuito en su mente. Se tambaleo un poco en su lugar, sentía que en cualquier momento iba a caer al suelo, perdida, vencida por el propio peso que ella misma se había creado.
Su mente se movía a otro asunto, escuchó el suspiro ajeno, por ahora era lo único que rompía el silencio que se había creado, como hielo frágil. Su cuerpo experimentó un escalofrío, ¿Hace cuanto tiempo no ha mostrado su verdadero rostro? Aquel fuera de todo filtro, de toda máscara. Adiós a todo lo que había construido en este tiempo, que ella era la única que la había observado en este estado tan vulnerable., su corazón palpitaba a mil por hora, ardían sus mejillas, sus orejas, sus hombros, hasta su pecho. Mordió con fuerza su labio inferior, llegó un momento en donde quería llorar por la vergüenza que sentía. Pero no quería quebrarse, iba a ser una mala segunda impresión para la ajena, los miedos la estaban consumiendo, las dudas, ¿Qué iba a pensar ella si lloraba enfrente de ella? Sintió cómo su estómago comenzaba a hundirse en un vacío, por un momento se sintió enferma. La imaginación era una poderosa herramienta, y la combinación con la preocupación era peligroso. A todo esto, no podía, un segundo más en silencio e iba a decir algo, solamente un segundo más necesitaba para que su cuerpo no aguantara, su cabeza se sentía ligera, ¿Qué era lo que estaba esperando?
Todo ese caos que estaba tomando forma en su mente se detuvo por completo por las palabras ajenas, un golpe de alivio a su corazón, un pequeño apretón, era todo lo que necesitaba para no torturarse con sus pensamientos “la acabaras traicionando” una voz en la parte trasera de su cabeza, negó con la cabeza suavemente, no quería escucharla, era negativa, que sus palabras parecían ser seductoras, como una serpiente se tratara, dejando su veneno esparcirse por su mente, queriendo destruir la frágil sanidad que la chica poseía. Se levantó junto a ella, y de nuevo palabras que empujaban a toda la maldad que se formaba en su mente, apretó con suavidad su mano, de alguna manera diciendo que ella estaba ahí para la ajena, y después esa pregunta. Fue un disparo a su corazón el cual juro que se detuvo por un momento, y después de eso, su rostro comenzó a doler por lo rojo que estaba, unas lágrimas se asomaban por sus ojos, no quería llorar, no deseaba…
Dejó la mano ajena, asintiendo la cabeza una vez, dos veces… sus manos pasaron a los hombros ajenos, después pasaron a la espalda, dando así un pequeño abrazo, débil, pero cariñoso. Intento contener las lágrimas, asintió con la cabeza de nuevo, apenas y estaba sosteniendo toda la emoción que tenía. Su pecho presionando contra su corazón, sus piernas las cuales apenas y podían aguantar el peso de la ya delgada y ligera chica, que todo ese caos fue reemplazado por una intensa felicidad. Respiró profundamente, apretó con suavidad las prendas de la ajena, cerró los ojos con fuerza, su frente descansó sobre la curvatura que se formaba entre el hombro y el cuello, y por una última vez asintió con la cabeza.
-s-si…- susurro finalmente, liberando dos lágrimas que recorrieron por sus mejillas, cálidas, ¿por cuanto tiempo se había estado torturando? En el reino de la imaginación se había hecho de varias fantasías, todas acabando en que fuera rechazada, en que sus sentimientos fueran pisoteados, que no era correcto lo que había hecho. De nuevo otra lagrima -d-deseo… descubrirlo… c-contigo…- susurró, ¿Qué era esto? ¿Algún libro de romance adolescente? Había tomado el rol de una chica que sentía que todo lo había hecho mal, que no fue lo correcto, qué fue lo peor que pudo haber hecho, que esa noche era un sueño, solamente algo fuera de lo normal, una ocasión especial, como si hubiera sido cenicienta, pero en lugar de dejar su zapatilla… se había llevado de su príncipe un pedazo de tela, princesa en este caso.
Estuvo ahí con ella unos cuantos segundos, en aquel abrazo donde su corazón comenzaba a derretirse por el sentimiento que le estaba invadiendo. ¿Se había confesado? Y ella… ¿había aceptado? Sus emociones en este lapso de tiempo junto a ella habían experimentado una montaña rusa, de arriba hacia abajo, de un lado al otro sin tomar algún tipo de descanso. ¿Qué deparará su futuro? Preguntas invadieron su cabeza, los cables se estaban cruzando, varios escenarios se formaron en su cabeza. Se separó de ella después de cinco o seis eternidades, posando sus manos en los hombros ajenos, quería acariciar su rostro pero se detuvo, en lugar de eso, otras lágrimas más recorrieron sus mejillas, giró su rostro a un lado, soltando uno de sus hombros para llevárselo al pecho, cerrando en un puño con fuerza.
-D-disculpa por… llorar… y-y todo lo demás…- de nuevo más palabras, más tortura. Lo único que podía hacer en ese momento era pedir disculpas, pero a la vez estaba completamente alegre… era la complejidad de su mente que creaba un laberinto para sus sentimientos, sin saber cual hacer caso, que decir, que acciones tomar, y ahora andaba paralizada, con una sonrisa en el rostro, llorando en silencio, mirando a un lado. Después de unos segundos más se llevó sus manos a su rostro, ocultando, llorando un poco más, tratando de ocultar sus sollozos. Se formaban ideas y pensamientos y acababan siendo destrozados, interrumpidos, como si fuera un correcto circuito en su mente. Se tambaleo un poco en su lugar, sentía que en cualquier momento iba a caer al suelo, perdida, vencida por el propio peso que ella misma se había creado.
Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
por Elaine Fontaine Miér Jul 28, 2021 6:56 pm
Todos los sentimientos con los que estuvo días luchando, tantas ideas, tantos errores y fantasías que se crearon en su mente, todo aquello que la torturo durante tanto tiempo, ahora simplemente se desvanecían de su mente, solo un instante en el que sintió su cuerpo entero ser envuelto por una calidez completamente desconocida para ella; no eran como los abrazos de su nana, no era como los abrazos de Astrid, Bialy o cualquier otra amiga, no, aquello era diferente a todo lo que alguna vez conoció, mucho más fuerte, con demasiados sentimientos, buenos y malos, entremezclados. Deseaba permanecer aferrada a aquella chica, fundirse en su calor y embriagarse con el suave aroma natural de su piel que solo Elaine era capaz de captar. Lo quería todo y al mismo tiempo quería entregarle todo.
Un gran suspiro fue arrebatado de sus pulmones, aliviada, feliz, tranquila, la paz que tan pocas veces le era permitida ahora la volvía a recobrar entre los brazos de esa chica y al mismo tiempo aferrándose a ella como si en cualquier fuera a desvanecerse de sus manos. Ya no quería soltarla, pero después de un tiempo no le quedaba más que apartarse, aunque una de sus manos se negó rotundamente a dejarla ir, aferrada a los delgados dedos de la azabache mientras una sonrisa risueña se extendía por los sonrosados labios de la pequeña ciega.
Elaine aún no estaba del todo lista para enfrentarse al amor, ni a ninguna emoción que fuera demasiado estruendosa para ella como las mismas inseguridades que comenzaban a formarse en su cabeza, por lo que al primer momento en que sintió su audición distorsionarse se encargó de transformarse para evitar cualquier contratiempo. Siendo un elfo no había nada que la perturbara excepto los horrores y preocupaciones que sus nuevos ojos le permitían ver y entre ellas las silenciosas lágrimas de Kelly que caían por las mejillas de la ella. Se apresuró de limpiarlas, siempre con un tacto amable y maternal su pulgar barría las pequeñas gotas hasta desvanecerlas de la pálida piel porcelana. — No hay nada de lo cual disculparse, Kelly. — había un tremendo amor en la voz de la elfa, un cariño infinito que no hacía más que crecer cuando estaba en compañía de la mayor.
Su mano libre no se había apartado del rostro de la otra, sus dedos aún seguían recorriendo aquel rostro, delineando cada detalle con las yemas hasta que sus ojos fueron a parar unos labios agrietados, lastimados de tanto ser mordidos y el descuido inevitable ante la falta de cualquier recurso. — Están tan… Lastimados… ¡Ah! Lo había olvidado, yo… Traje algo pequeño para ti. — Rebusco entre los bolsillos de su propia falta hasta lograr dar con el pequeño bálsamo que había creado. Apenas tomo una pequeña porción del labial con la yema del índice para luego pasar a aplicarlo en los labios de la otra; lentamente y con el suave roce sobre los labios podía ver como estos se libraban de toda herida generada además de aportar un pequeño brillo. — Puedes tenerlo, lo hice para ti, no es muy útil, pero ayudara un poco para las cositas molestas. — Y bajo su máscara metálica resonó una gentil risilla antes de entregar el productor a su mayor.
A todo ese tiempo no se había soltado ni una sola vez de la mano de Kelly, incluso cuando intento reanudar la caminata seguía sujeta a ella y con un toque de timidez intentando entrecruzar los dedos. Era curiosa, quería saber que se sentía tener un amor romántico ahora que lo experimentaba, estaba ansiosa por descubrirlo todo y al mismo tiempo tener un pequeño escape, una alegría entre tanta podredumbre y sentía que Kelly iba a ser su perfecto refugio y nuevo cariño, aun si todavía no la conocía demasiado. — Supongo que ahora no tienes excusa para rechazar algo si te lo ofrezco. — En su mente y corazón ahora se había creado un pequeño espacio exclusivamente para Kelly y tal cosa significaba recibir todos los cuidados y contención que Elaine fuera capaz de brindarle. — Supongo que... Estaría bien comenzar por conocernos un poco más ¿Qué te parece? —
Un gran suspiro fue arrebatado de sus pulmones, aliviada, feliz, tranquila, la paz que tan pocas veces le era permitida ahora la volvía a recobrar entre los brazos de esa chica y al mismo tiempo aferrándose a ella como si en cualquier fuera a desvanecerse de sus manos. Ya no quería soltarla, pero después de un tiempo no le quedaba más que apartarse, aunque una de sus manos se negó rotundamente a dejarla ir, aferrada a los delgados dedos de la azabache mientras una sonrisa risueña se extendía por los sonrosados labios de la pequeña ciega.
Elaine aún no estaba del todo lista para enfrentarse al amor, ni a ninguna emoción que fuera demasiado estruendosa para ella como las mismas inseguridades que comenzaban a formarse en su cabeza, por lo que al primer momento en que sintió su audición distorsionarse se encargó de transformarse para evitar cualquier contratiempo. Siendo un elfo no había nada que la perturbara excepto los horrores y preocupaciones que sus nuevos ojos le permitían ver y entre ellas las silenciosas lágrimas de Kelly que caían por las mejillas de la ella. Se apresuró de limpiarlas, siempre con un tacto amable y maternal su pulgar barría las pequeñas gotas hasta desvanecerlas de la pálida piel porcelana. — No hay nada de lo cual disculparse, Kelly. — había un tremendo amor en la voz de la elfa, un cariño infinito que no hacía más que crecer cuando estaba en compañía de la mayor.
Su mano libre no se había apartado del rostro de la otra, sus dedos aún seguían recorriendo aquel rostro, delineando cada detalle con las yemas hasta que sus ojos fueron a parar unos labios agrietados, lastimados de tanto ser mordidos y el descuido inevitable ante la falta de cualquier recurso. — Están tan… Lastimados… ¡Ah! Lo había olvidado, yo… Traje algo pequeño para ti. — Rebusco entre los bolsillos de su propia falta hasta lograr dar con el pequeño bálsamo que había creado. Apenas tomo una pequeña porción del labial con la yema del índice para luego pasar a aplicarlo en los labios de la otra; lentamente y con el suave roce sobre los labios podía ver como estos se libraban de toda herida generada además de aportar un pequeño brillo. — Puedes tenerlo, lo hice para ti, no es muy útil, pero ayudara un poco para las cositas molestas. — Y bajo su máscara metálica resonó una gentil risilla antes de entregar el productor a su mayor.
A todo ese tiempo no se había soltado ni una sola vez de la mano de Kelly, incluso cuando intento reanudar la caminata seguía sujeta a ella y con un toque de timidez intentando entrecruzar los dedos. Era curiosa, quería saber que se sentía tener un amor romántico ahora que lo experimentaba, estaba ansiosa por descubrirlo todo y al mismo tiempo tener un pequeño escape, una alegría entre tanta podredumbre y sentía que Kelly iba a ser su perfecto refugio y nuevo cariño, aun si todavía no la conocía demasiado. — Supongo que ahora no tienes excusa para rechazar algo si te lo ofrezco. — En su mente y corazón ahora se había creado un pequeño espacio exclusivamente para Kelly y tal cosa significaba recibir todos los cuidados y contención que Elaine fuera capaz de brindarle. — Supongo que... Estaría bien comenzar por conocernos un poco más ¿Qué te parece? —
Elaine FontaineElaine Fontaine
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Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
por Kelly Chambers Mar Ago 03, 2021 11:02 pm
El agarre ajeno fue sentido, recibido y era bienvenido, en ese pequeño y débil abrazo por parte de Kelly era todo lo contrario a lo que ella correspondía, le encantaba, lo deseaba, no quería separarse de ella aunque sabía que en algún momento quería hacerlo…
Su toque era tan suave, dulce, que sus lágrimas desaparecían ante el ligero roce de la ajena, como si por arte de magia toda tristeza que pesaba en su alma desapareciera con aquellos dedos. Tragó un poco de saliva, sentía que al final todo eso no lo merecía, que era algo que no debía de ser otorgado a ella, que sentía una felicidad culpable al escucharla hablar. Apenas una sonrisa se mostró en sus labios, asintió con suavidad con la cabeza, su voz, sus ojos, su rostro, aquella expresión que ella daba, se imaginaba sus labios detrás de aquella máscara. Quería quitársela y darle un nuevo beso, pero no tenía el coraje, la valentía para hacerlo aunque fuera lo más romántico que podía hacer por el momento. En lugar de eso, asentía con la cabeza, lento, suave. Sentía calidez en sus palabras, su corazón saltaba cada vez que ella le hablaba, era un efecto profundo, un hechizo llamado amor, ¿Era amor? No podía saberlo con seguridad, y de lo que había leído tenía todos los síntomas, como si fuera más una enfermedad o una condición que otra cosa. Lo que sabía que estaba segura era que quería estar con ella todo el tiempo posible, dándole todo el cariño que podía darle.
Cerró lentamente sus ojos, sintiendo como aquellos dedos ajenos estaban explorando su rostro como si fueran tierras inexploradas. Estaba nerviosa, su corazón latía a mil por hora y al mismo tiempo… parecía estar tranquila ante su toque. Dejó salir un suave suspiro, una pequeña sonrisa de felicidad, se estaba drogando ante sus caricias, su mente cada vez más ligera, su cabeza ya no pesaba sobre sus hombros, era algo sensacional, era una experiencia bien recibida. Con una sonrisa ladeaba ligeramente su cabeza hacia donde sentía sus dedos, deseaba más, mucho más, que nunca acabara… pero todo lo que inicia tiene que tener un fin. Se sonrojo bastante cuando tocó sus labios, sintiendo aquel dedo pasar curioso por las marcas que se había hecho, por lo maltratado que estaban. Escalofríos pasaron por su cuerpo, por su pecho y quería decir algo, pero ella había pronunciado palabras y sintió un poco de pena, no quería que se preocupara por ella, no debía, o por lo menos no pensaba que se merecía aquel trato. Se sorprendió al escuchar que le trajo un regalo, ¿Y ella que había traído? Kelly no tenía nada para ofrecerle, se puso nerviosa de repente, observando al suelo, después a un lado, tragó saliva y apretó suavemente la mano ajena, moviendo ligeramente sus dedos en el agarre. Ante eso no se dio cuenta de las acciones de la chica, y apenas sintió el dedo ajeno en sus labios se paralizó por completo, un suave suspiro se resbaló por su boca, era algo mágico, sintiendo como ya no le causaba ardor por donde pasaba, estaba completamente hipnotizada por su toque, y sus ojos se clavaban en los ajenos llenos de cariño, llenos de…
-G-gracias…- susurró al escucharla, cayendo enamorada por esa pequeña risa bajo su máscara, quería escucharla sin la mascara de por medio, ¿Qué estaba ocultando? Solamente deseaba mirar sus labios tal y como lo había hecho ella. Agarró el bálsamo, guardándolo en su bolsillo, el primer pensamiento fue de guardarlo y mantenerlo como su tesoro, pero después fue sobrescrito por el amable pensamiento de compartir este regalo a sus demás hermanas, “si, eso haré, seguramente muchas lo van a apreciar” dijo en su mente, con una pequeña sonrisa. Apretó sus labios, sin dolor, sin molestia alguna, ¿Hace cuanto que se había sentido así? ¿Semanas? ¿Meses? ¿Años? No recordaba, pero era un sentimiento cálido de alivio, o era posible de que ella aumentará un sentimiento tan mundano, una sensación que antes no prestaba atención ahora era como el paraíso dentro de las puertas del infierno. Es magnífico.
Siguió los pasos de la ajena, apretando gentilmente sus dedos con los ajenos, un intento tímido, nervioso. Se sentía alegre, feliz, como si esto fuera un momento que debía de durar para siempre y por siempre, en su mente lo deseaba, todo su cuerpo le pedía a gritos otro abrazo, otro beso. Asintió la cabeza ante sus palabras, poniéndose nerviosa, pero con una sonrisa en sus labios -c-claro…- susurró, desviando la mirada, sintiendo como todo su cuerpo ardía, como sus mejillas y sus hombros quemaban de una manera agradable, como si fuera un cálido abrazo de un ente, ¿un ente? Posiblemente uno de amor, posiblemente había sido cupido cuya flecha le había dado en el corazón, atravesando de un lado a otro. Ella era la primera persona a quien le había dedicado estos sentimientos y se corresponden de la misma manera, tal vez más, tal vez menos, pero lo importante era la mutualidad en ese asunto. Ella sería su escape de sus pesadillas, su lugar seguro, su santuario para sus pensamientos, para sus sueños, su propia realidad. Podía ser ella, sin máscara, podía ser Kelly de nuevo, la pequeña niña cuya realidad no ha sido alterada, aquella silenciosa cuya mirada no sabías si te juzgaba, te analizaba o si estaba absorta en sus propios pensamientos.
-E-estaría bien- susurro, deteniéndose sobre sus pies, intentando detenerla. Sus dedos intentaban jugar cariñosamente con los dedos ajenos antes de soltar su mano, ¿Qué estaba haciendo? Se acercó a ella, sus manos tocaron suavemente las mejillas ajenas, Kelly tenía los ojos un poco hinchados, le ardía un poco, pero solamente con mirarla parecía olvidarse de aquel molestar, podía… podía… olvidarse de sus problemas cuando se hundía en los ojos ajenos. Sus manos pasaron por la nuca de la chica, tratando torpemente quitarle el seguro de la máscara -y-yo…- susurró, mirando a un lado, sintiendo una suave presión en su pecho, sonriendo débilmente antes de apretar sus ojos con fuerza -… q-quiero… ver… t-tus labios…- por fin, después de segundos tortuosos que parecían eternidades pudo pronunciar aquellas palabras tímidamente, siendo cortadas por sus nervios. Tragó un poco de saliva, sintiendo como el nudo dentro de su garganta se estaba formando. Se acercó lentamente a ella, paso a paso… paso a paso…
Su frente presionó suavemente contra la ajena mientras tenía sus manos en su nuca.
En este momento se dio cuenta de las prendas ajenas.
Cerró sus ojos, completamente nerviosa, tímida, intimidada de cómo ella vestía. Poco dejaba a la imaginación. Rojo como un tomate, sintió cómo por fin, después de un largo rato que realmente pasaron segundos se la pudo remover, dejando la máscara entre sus manos mientras que sus ojos ahora se enfocaron en sus labios, finos y suaves labios… cerró los ojos de nuevo, no quería verla mucho más de lo necesario, sentía que era impertinente… le atraía de una manera que no sabía realmente, sus cabellos grisáceos oscuros cayendo como suaves cascadas, sus prendas oscuras cubriendo su caucásico piel. Tembló ligeramente, sosteniendo la máscara de la ajena entre sus dedos, en sus manos, acariciándola con suavidad.
Se atrevió a abrir sus ojos de nuevo, lentamente.
-Eres hermosa- susurró cerca de ella, tan sólo absorta en sus pensamientos. Sin más filtros, solamente su cabeza estando en un estado de trance, su pecho con ese suave dolor bienvenido, su corazón latiendo a mil por hora, ¿Qué era lo que ella había dicho? ¿Conocerse mejor? Después de un momento de estar así con ella desvió la mirada, después un paso hacia un lado, seguido de que su mano buscó a la ajena y su caminata se reanudó con ella, ¿Qué había sido eso? Esperaba que la tierra se abriera y la tragara con fuerza, que fueran aquellos entes de las profundidades quienes la jalaran y la ahogaran en un tormento eterno. Eso fue bastante vergonzoso, no podía aguantarse. Mordió con fuerza su labio inferior. No podía controlarse, se sentía mareada -A-ah… ¿C-cuál es… t-tu libro… favorito…?- preguntó, su voz estaba desapareciendo por el sonido de sus pasos, se desvanecía como una estrella fugaz. No podía contenerse, controlarse, estaba al borde de saltar a un abismo, deseaba saltar la ventana de los pasillos, de ir a las canchas y dejar que la destrozaran, o ir al área del taller y ser devorada por los infames vampiros. Mil y un pensamientos suicidas o de retirada, todo para alejarse de esta sensación de extrema vergüenza que estaba acechando su mente.
Su toque era tan suave, dulce, que sus lágrimas desaparecían ante el ligero roce de la ajena, como si por arte de magia toda tristeza que pesaba en su alma desapareciera con aquellos dedos. Tragó un poco de saliva, sentía que al final todo eso no lo merecía, que era algo que no debía de ser otorgado a ella, que sentía una felicidad culpable al escucharla hablar. Apenas una sonrisa se mostró en sus labios, asintió con suavidad con la cabeza, su voz, sus ojos, su rostro, aquella expresión que ella daba, se imaginaba sus labios detrás de aquella máscara. Quería quitársela y darle un nuevo beso, pero no tenía el coraje, la valentía para hacerlo aunque fuera lo más romántico que podía hacer por el momento. En lugar de eso, asentía con la cabeza, lento, suave. Sentía calidez en sus palabras, su corazón saltaba cada vez que ella le hablaba, era un efecto profundo, un hechizo llamado amor, ¿Era amor? No podía saberlo con seguridad, y de lo que había leído tenía todos los síntomas, como si fuera más una enfermedad o una condición que otra cosa. Lo que sabía que estaba segura era que quería estar con ella todo el tiempo posible, dándole todo el cariño que podía darle.
Cerró lentamente sus ojos, sintiendo como aquellos dedos ajenos estaban explorando su rostro como si fueran tierras inexploradas. Estaba nerviosa, su corazón latía a mil por hora y al mismo tiempo… parecía estar tranquila ante su toque. Dejó salir un suave suspiro, una pequeña sonrisa de felicidad, se estaba drogando ante sus caricias, su mente cada vez más ligera, su cabeza ya no pesaba sobre sus hombros, era algo sensacional, era una experiencia bien recibida. Con una sonrisa ladeaba ligeramente su cabeza hacia donde sentía sus dedos, deseaba más, mucho más, que nunca acabara… pero todo lo que inicia tiene que tener un fin. Se sonrojo bastante cuando tocó sus labios, sintiendo aquel dedo pasar curioso por las marcas que se había hecho, por lo maltratado que estaban. Escalofríos pasaron por su cuerpo, por su pecho y quería decir algo, pero ella había pronunciado palabras y sintió un poco de pena, no quería que se preocupara por ella, no debía, o por lo menos no pensaba que se merecía aquel trato. Se sorprendió al escuchar que le trajo un regalo, ¿Y ella que había traído? Kelly no tenía nada para ofrecerle, se puso nerviosa de repente, observando al suelo, después a un lado, tragó saliva y apretó suavemente la mano ajena, moviendo ligeramente sus dedos en el agarre. Ante eso no se dio cuenta de las acciones de la chica, y apenas sintió el dedo ajeno en sus labios se paralizó por completo, un suave suspiro se resbaló por su boca, era algo mágico, sintiendo como ya no le causaba ardor por donde pasaba, estaba completamente hipnotizada por su toque, y sus ojos se clavaban en los ajenos llenos de cariño, llenos de…
-G-gracias…- susurró al escucharla, cayendo enamorada por esa pequeña risa bajo su máscara, quería escucharla sin la mascara de por medio, ¿Qué estaba ocultando? Solamente deseaba mirar sus labios tal y como lo había hecho ella. Agarró el bálsamo, guardándolo en su bolsillo, el primer pensamiento fue de guardarlo y mantenerlo como su tesoro, pero después fue sobrescrito por el amable pensamiento de compartir este regalo a sus demás hermanas, “si, eso haré, seguramente muchas lo van a apreciar” dijo en su mente, con una pequeña sonrisa. Apretó sus labios, sin dolor, sin molestia alguna, ¿Hace cuanto que se había sentido así? ¿Semanas? ¿Meses? ¿Años? No recordaba, pero era un sentimiento cálido de alivio, o era posible de que ella aumentará un sentimiento tan mundano, una sensación que antes no prestaba atención ahora era como el paraíso dentro de las puertas del infierno. Es magnífico.
Siguió los pasos de la ajena, apretando gentilmente sus dedos con los ajenos, un intento tímido, nervioso. Se sentía alegre, feliz, como si esto fuera un momento que debía de durar para siempre y por siempre, en su mente lo deseaba, todo su cuerpo le pedía a gritos otro abrazo, otro beso. Asintió la cabeza ante sus palabras, poniéndose nerviosa, pero con una sonrisa en sus labios -c-claro…- susurró, desviando la mirada, sintiendo como todo su cuerpo ardía, como sus mejillas y sus hombros quemaban de una manera agradable, como si fuera un cálido abrazo de un ente, ¿un ente? Posiblemente uno de amor, posiblemente había sido cupido cuya flecha le había dado en el corazón, atravesando de un lado a otro. Ella era la primera persona a quien le había dedicado estos sentimientos y se corresponden de la misma manera, tal vez más, tal vez menos, pero lo importante era la mutualidad en ese asunto. Ella sería su escape de sus pesadillas, su lugar seguro, su santuario para sus pensamientos, para sus sueños, su propia realidad. Podía ser ella, sin máscara, podía ser Kelly de nuevo, la pequeña niña cuya realidad no ha sido alterada, aquella silenciosa cuya mirada no sabías si te juzgaba, te analizaba o si estaba absorta en sus propios pensamientos.
-E-estaría bien- susurro, deteniéndose sobre sus pies, intentando detenerla. Sus dedos intentaban jugar cariñosamente con los dedos ajenos antes de soltar su mano, ¿Qué estaba haciendo? Se acercó a ella, sus manos tocaron suavemente las mejillas ajenas, Kelly tenía los ojos un poco hinchados, le ardía un poco, pero solamente con mirarla parecía olvidarse de aquel molestar, podía… podía… olvidarse de sus problemas cuando se hundía en los ojos ajenos. Sus manos pasaron por la nuca de la chica, tratando torpemente quitarle el seguro de la máscara -y-yo…- susurró, mirando a un lado, sintiendo una suave presión en su pecho, sonriendo débilmente antes de apretar sus ojos con fuerza -… q-quiero… ver… t-tus labios…- por fin, después de segundos tortuosos que parecían eternidades pudo pronunciar aquellas palabras tímidamente, siendo cortadas por sus nervios. Tragó un poco de saliva, sintiendo como el nudo dentro de su garganta se estaba formando. Se acercó lentamente a ella, paso a paso… paso a paso…
Su frente presionó suavemente contra la ajena mientras tenía sus manos en su nuca.
En este momento se dio cuenta de las prendas ajenas.
Cerró sus ojos, completamente nerviosa, tímida, intimidada de cómo ella vestía. Poco dejaba a la imaginación. Rojo como un tomate, sintió cómo por fin, después de un largo rato que realmente pasaron segundos se la pudo remover, dejando la máscara entre sus manos mientras que sus ojos ahora se enfocaron en sus labios, finos y suaves labios… cerró los ojos de nuevo, no quería verla mucho más de lo necesario, sentía que era impertinente… le atraía de una manera que no sabía realmente, sus cabellos grisáceos oscuros cayendo como suaves cascadas, sus prendas oscuras cubriendo su caucásico piel. Tembló ligeramente, sosteniendo la máscara de la ajena entre sus dedos, en sus manos, acariciándola con suavidad.
Se atrevió a abrir sus ojos de nuevo, lentamente.
-Eres hermosa- susurró cerca de ella, tan sólo absorta en sus pensamientos. Sin más filtros, solamente su cabeza estando en un estado de trance, su pecho con ese suave dolor bienvenido, su corazón latiendo a mil por hora, ¿Qué era lo que ella había dicho? ¿Conocerse mejor? Después de un momento de estar así con ella desvió la mirada, después un paso hacia un lado, seguido de que su mano buscó a la ajena y su caminata se reanudó con ella, ¿Qué había sido eso? Esperaba que la tierra se abriera y la tragara con fuerza, que fueran aquellos entes de las profundidades quienes la jalaran y la ahogaran en un tormento eterno. Eso fue bastante vergonzoso, no podía aguantarse. Mordió con fuerza su labio inferior. No podía controlarse, se sentía mareada -A-ah… ¿C-cuál es… t-tu libro… favorito…?- preguntó, su voz estaba desapareciendo por el sonido de sus pasos, se desvanecía como una estrella fugaz. No podía contenerse, controlarse, estaba al borde de saltar a un abismo, deseaba saltar la ventana de los pasillos, de ir a las canchas y dejar que la destrozaran, o ir al área del taller y ser devorada por los infames vampiros. Mil y un pensamientos suicidas o de retirada, todo para alejarse de esta sensación de extrema vergüenza que estaba acechando su mente.
Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
por Elaine Fontaine Jue Sep 02, 2021 2:41 pm
Apenas unos pocos segundos de caminata hasta que nuevamente ambas se detuvieran por las acciones de Kelly. Elaine podía llegar a ser un tanto ingenua en asuntos como el amor, casi no entendía lo que era un cariño romántico y con lo poco que sus nanas le habían leído pues era difícil predecir qué es lo iba a suceder, aun así, era lo inteligente y sabía que era lo que quería y cuando lo quería. Que ese fuera su primer amor no significaba que iba a desesperarse por obtener todo, peor aún si tenía en cuanto que necesitaba ir de forma gradual para poder acostumbrar su mente a esas nuevas emociones.
Estaba un poco sorprendida ¿Queria un abrazo? Por supuesto, ella podía dárselo sin problemas, de otro modo no estaba tan segura del por qué la rodearía por el cuello, hasta que sus oídos captaron el pequeño sonido de la mano ajena tratando de deshacerse del seguro de la máscara. “Quiero ver tus labios.” Esa simple frase la sobresalto un poco, logrando una ligera coloración en su rostro, sin embargo, no era posible de verse hasta que finalmente aquel trozo de metal fue retirado de su rostro, mostrando esa expresión de ligera sorpresa y confusión.
No era tan tonta, había logrado entender las intenciones de la mayor, pero no podía permitírselas, un beso aun no era algo que estuviera disponible para ambas y aunque ya haya sucedido el primero, no iba a dar paso a un segundo, después de todo apenas se estaban conociendo, a ojos de Elaine aquello no era correcto y prefería tomar ese asunto con calma. — ¿Eh? ¿Por qué querrías ver mis labios? — pregunto de un modo juguetón y aniñado, claramente haciéndose la tonta. Solo acabo por sacar levemente su lengua acompañada de una sonrisa cálida antes de que su caminata se volviera reanudar. Desgraciadamente no fue capaz de responder a ese halago pues antes de decir algo, aquel ambiente se había cortado.
Se encontraba un poco más tranquila, al menos ya podía regresar a su forma humana y en el proceso, la máscara de metal que estaba en manos de la azabache desaparecía junto con toda apariencia elfica.
Le iba a tomar un momento responder a aquella pregunta, realmente un poco difícil siendo que ella no era capaz de leer libros y todos los que sabía eran los que la escuela le había dado y algunos que sus nanas solían leerle si era demasiado insistente. — No estoy segura… El último libro que me leyeron fue La Metamorfosis. Una forma bastante interesante de representar el mundo adulto. — Uno de los pocos libros que le había costado entender por completo para hacer sus deberes, bastante triste a su parecer. — Aunque bueno, me era un poco difícil conseguir que alguien me leyera todo el día y no había audio libros de los que a mí me interesara. — después de todas sus nanas primero debían ocuparse del total mantenimiento de la casa antes que sus pequeños caprichos, sin mencionar que Elaine seguía siendo algo tímida para pedir algunas cosas por temor a incomodar. — Ahora que finalmente puedo ver con mi forma de elfo pues… Bueno, no hay demasiado tiempo que pueda ocupar y casi la mayor parte del día estoy agotada. —
Elaine era como un pequeño loro, si ella misma no se percataba que estaba hablando demasiado, era imposible detenerla hasta que alguien se lo mencionara, suerte tenía que la mayor parte del tiempo si lo notaba. — Oh.. ¿Y qué hay de ti, Kelly? ¿Qué libros te gustan a ti? — Suavemente apretó el agarre de la mano de la mayor, nuevamente buscando que sus dedos sean entrelazados, de ese modo era un poco más complicado separarse. — ¿Y música? ¿Qué clase de música te gusta a ti? —
Estaba un poco sorprendida ¿Queria un abrazo? Por supuesto, ella podía dárselo sin problemas, de otro modo no estaba tan segura del por qué la rodearía por el cuello, hasta que sus oídos captaron el pequeño sonido de la mano ajena tratando de deshacerse del seguro de la máscara. “Quiero ver tus labios.” Esa simple frase la sobresalto un poco, logrando una ligera coloración en su rostro, sin embargo, no era posible de verse hasta que finalmente aquel trozo de metal fue retirado de su rostro, mostrando esa expresión de ligera sorpresa y confusión.
No era tan tonta, había logrado entender las intenciones de la mayor, pero no podía permitírselas, un beso aun no era algo que estuviera disponible para ambas y aunque ya haya sucedido el primero, no iba a dar paso a un segundo, después de todo apenas se estaban conociendo, a ojos de Elaine aquello no era correcto y prefería tomar ese asunto con calma. — ¿Eh? ¿Por qué querrías ver mis labios? — pregunto de un modo juguetón y aniñado, claramente haciéndose la tonta. Solo acabo por sacar levemente su lengua acompañada de una sonrisa cálida antes de que su caminata se volviera reanudar. Desgraciadamente no fue capaz de responder a ese halago pues antes de decir algo, aquel ambiente se había cortado.
Se encontraba un poco más tranquila, al menos ya podía regresar a su forma humana y en el proceso, la máscara de metal que estaba en manos de la azabache desaparecía junto con toda apariencia elfica.
Le iba a tomar un momento responder a aquella pregunta, realmente un poco difícil siendo que ella no era capaz de leer libros y todos los que sabía eran los que la escuela le había dado y algunos que sus nanas solían leerle si era demasiado insistente. — No estoy segura… El último libro que me leyeron fue La Metamorfosis. Una forma bastante interesante de representar el mundo adulto. — Uno de los pocos libros que le había costado entender por completo para hacer sus deberes, bastante triste a su parecer. — Aunque bueno, me era un poco difícil conseguir que alguien me leyera todo el día y no había audio libros de los que a mí me interesara. — después de todas sus nanas primero debían ocuparse del total mantenimiento de la casa antes que sus pequeños caprichos, sin mencionar que Elaine seguía siendo algo tímida para pedir algunas cosas por temor a incomodar. — Ahora que finalmente puedo ver con mi forma de elfo pues… Bueno, no hay demasiado tiempo que pueda ocupar y casi la mayor parte del día estoy agotada. —
Elaine era como un pequeño loro, si ella misma no se percataba que estaba hablando demasiado, era imposible detenerla hasta que alguien se lo mencionara, suerte tenía que la mayor parte del tiempo si lo notaba. — Oh.. ¿Y qué hay de ti, Kelly? ¿Qué libros te gustan a ti? — Suavemente apretó el agarre de la mano de la mayor, nuevamente buscando que sus dedos sean entrelazados, de ese modo era un poco más complicado separarse. — ¿Y música? ¿Qué clase de música te gusta a ti? —
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Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
por Kelly Chambers Miér Sep 08, 2021 9:17 pm
Quería decir algo, ¿Qué podría decir? Realmente no sabía, que al momento de remover su máscara esa sonrisa era preciosa, que le encantaba sin importar si fuera su forma de raza o su forma humana. Esa pregunta la tomó por los pies, por los tobillos, de una sorpresa que no sabía cómo responder, o más bien sabía, las palabras formándose en su mente, pero, ¿Tenía la valentía de decirlas? Solamente quería observar aquella sonrisa en sus labios, esas expresiones que no debían de ser ocultas.
¿Acaso estaba siendo bastante inocente? con lo que concierne en el amor, ella había sido bastante cerrada, y aunque había personas que ella admiraba, no sentía lo mismo como lo hacía con la chica enfrente de ella. -Uhm…- quiso decirlo, expresar cómo se sentía. Al final no pudo, más que nada porque los labios ajenos se abrieron un poco para enseñar su lengua en una expresión de burla, en lo que sería una actitud juguetona que no sabía realmente cómo responder ante ello.
Fue jalada y ni se opuso, siguió caminando con ella.
¿Qué debería de hacer? Sus mejillas estaban completamente rojas, sentía como quemaban a la par del sol en un día de verano. Respiró profundamente, apenas y sonriendo ante el momento, ¿Lo estaba disfrutando? Claro que si, más era una montaña rusa de emociones, recuperarse de eso iba a tener que esforzarse. La máscara se había desvanecido de su mano.
Tragó un poco de saliva, observando a un lado, después al otro, como si estuviera buscando en su biblioteca mental aquel libro que estaba hablando. “Kafka” pensó finalmente, no se había atrevido a leerlo, aunque tenía ganas de hacerlo. Pero en ese punto, escuchó sus siguientes palabras, y después se quedó pensando…
Y pensando…
Y se sorprendió ante su revelación. No parecía que estuviera… ni siquiera se le había pasado por la cabeza, se sentía tonta al pensar en ello ¿Cómo saberlo? Parecía ser solamente una excusa, pero cuando sus ojos se toparon con los ajenos por primera vez, era preciosa, y podría perderse en su mirada. De pronto le causó un poco de tristeza, un poco de pena, ella no la vio hasta que tomó su forma de raza, -¿Uh?- susurró, de vuelta a la vida, de vuelta a la persona con la que tenía estos sentimientos románticos, y le dedicó una pequeña sonrisa por ello, olvidándose de su ineptitud y su ignorancia -Uhm… me gustan… los de misterio… y f-fantasía...- contestó, a diferencia de su acompañante, no hablaba mucho, y el silencio nunca le molestaba, pero en este momento, en esta situación con ella a su lado, escucharla hablar, era algo que le podía entretener, que con una sonrisa podía escucharla hablar por minutos, por horas sin cansarse, su voz era algo que la dejaba hipnotizada.
-¿M-música?...- pensó por un momento, no sabía que decirle ante ese tema, no era una chica que escuchaba música en sus horas libres, tampoco alguien quien llevaba auriculares o algo por el estilo. Cerró por un momento sus ojos mientras caminaba con ella, se guiaba, su mano que agarraba a la ajena dejó un pequeño apretón. ¿Qué clase de géneros podía decirle? -c-creo que… a-acústicos, uhm, algo… tranquilo, n-no soy alguien quien e-escuche muchas c-canciones- tragó saliva.
Sus ojos se pasearon hacia la ventana, hermosa la vista, una pequeña distracción para su ocupada mente, no pudo evitar dar un pequeño apretón a la mano ajena, suave, tierno, como si estuviera asegurándose de que ella estaba ahí.
Presente.
Que no era solamente su mente engañando una vez más como lo hacía con… con…
…
Ni siquiera podía mencionarlo, tanto miedo le daba, parecía ser que en cualquier momento iba a invocar las ilusiones que la atormentaban en diversas ocasiones. Abriendo la caja de pandora. Concentrada en el presente, mordió su labio inferior con fuerza, intentando mantener su mente sobre la tierra y que no aterrizara en algún lugar lejano. Tantas emociones viajaban por el cuerpo de la femenina, que con una pequeña sonrisa y unas mejillas rojas ocultaban el dolor que cargaba.
-¿Y a ti?- palabras que se resbalaron de sus labios, no quería dejar que el silencio de nuevo llegará, de todas maneras, se debían de conocer mejor, ¿no? -uhm…- su mano libre se puso en su pecho, con el puño cerrado, no sabía que más decir, sus habilidades sociales estaban por los suelos, ¿Qué preguntas podría hacer? -Y… uhm… ¿c-cuáles son… tus pasatiempos?- esa era la mejor pregunta que se le ocurría en el momento, que su mente estaba nublada por mil y un cosas y mantenía una alarma prendida, una la cual le provocaba cierta ansiedad por su nivel casi nulo de relacionarse con personas como lo hacía en este momento, ¿Que debía de hacer? había leído miles de libros, pero la teoría es diferente a la práctica.
¿Acaso estaba siendo bastante inocente? con lo que concierne en el amor, ella había sido bastante cerrada, y aunque había personas que ella admiraba, no sentía lo mismo como lo hacía con la chica enfrente de ella. -Uhm…- quiso decirlo, expresar cómo se sentía. Al final no pudo, más que nada porque los labios ajenos se abrieron un poco para enseñar su lengua en una expresión de burla, en lo que sería una actitud juguetona que no sabía realmente cómo responder ante ello.
Fue jalada y ni se opuso, siguió caminando con ella.
¿Qué debería de hacer? Sus mejillas estaban completamente rojas, sentía como quemaban a la par del sol en un día de verano. Respiró profundamente, apenas y sonriendo ante el momento, ¿Lo estaba disfrutando? Claro que si, más era una montaña rusa de emociones, recuperarse de eso iba a tener que esforzarse. La máscara se había desvanecido de su mano.
Tragó un poco de saliva, observando a un lado, después al otro, como si estuviera buscando en su biblioteca mental aquel libro que estaba hablando. “Kafka” pensó finalmente, no se había atrevido a leerlo, aunque tenía ganas de hacerlo. Pero en ese punto, escuchó sus siguientes palabras, y después se quedó pensando…
Y pensando…
Y se sorprendió ante su revelación. No parecía que estuviera… ni siquiera se le había pasado por la cabeza, se sentía tonta al pensar en ello ¿Cómo saberlo? Parecía ser solamente una excusa, pero cuando sus ojos se toparon con los ajenos por primera vez, era preciosa, y podría perderse en su mirada. De pronto le causó un poco de tristeza, un poco de pena, ella no la vio hasta que tomó su forma de raza, -¿Uh?- susurró, de vuelta a la vida, de vuelta a la persona con la que tenía estos sentimientos románticos, y le dedicó una pequeña sonrisa por ello, olvidándose de su ineptitud y su ignorancia -Uhm… me gustan… los de misterio… y f-fantasía...- contestó, a diferencia de su acompañante, no hablaba mucho, y el silencio nunca le molestaba, pero en este momento, en esta situación con ella a su lado, escucharla hablar, era algo que le podía entretener, que con una sonrisa podía escucharla hablar por minutos, por horas sin cansarse, su voz era algo que la dejaba hipnotizada.
-¿M-música?...- pensó por un momento, no sabía que decirle ante ese tema, no era una chica que escuchaba música en sus horas libres, tampoco alguien quien llevaba auriculares o algo por el estilo. Cerró por un momento sus ojos mientras caminaba con ella, se guiaba, su mano que agarraba a la ajena dejó un pequeño apretón. ¿Qué clase de géneros podía decirle? -c-creo que… a-acústicos, uhm, algo… tranquilo, n-no soy alguien quien e-escuche muchas c-canciones- tragó saliva.
Sus ojos se pasearon hacia la ventana, hermosa la vista, una pequeña distracción para su ocupada mente, no pudo evitar dar un pequeño apretón a la mano ajena, suave, tierno, como si estuviera asegurándose de que ella estaba ahí.
Presente.
Que no era solamente su mente engañando una vez más como lo hacía con… con…
…
Ni siquiera podía mencionarlo, tanto miedo le daba, parecía ser que en cualquier momento iba a invocar las ilusiones que la atormentaban en diversas ocasiones. Abriendo la caja de pandora. Concentrada en el presente, mordió su labio inferior con fuerza, intentando mantener su mente sobre la tierra y que no aterrizara en algún lugar lejano. Tantas emociones viajaban por el cuerpo de la femenina, que con una pequeña sonrisa y unas mejillas rojas ocultaban el dolor que cargaba.
-¿Y a ti?- palabras que se resbalaron de sus labios, no quería dejar que el silencio de nuevo llegará, de todas maneras, se debían de conocer mejor, ¿no? -uhm…- su mano libre se puso en su pecho, con el puño cerrado, no sabía que más decir, sus habilidades sociales estaban por los suelos, ¿Qué preguntas podría hacer? -Y… uhm… ¿c-cuáles son… tus pasatiempos?- esa era la mejor pregunta que se le ocurría en el momento, que su mente estaba nublada por mil y un cosas y mantenía una alarma prendida, una la cual le provocaba cierta ansiedad por su nivel casi nulo de relacionarse con personas como lo hacía en este momento, ¿Que debía de hacer? había leído miles de libros, pero la teoría es diferente a la práctica.
Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
por Elaine Fontaine Sáb Oct 09, 2021 12:13 am
Era un poco complicado llevar una conversación fluida con Kelly, la joven azabache casi no hablaba, como si no supieras cosas tan básicas de ella misma, sin la capacidad de explayarse un poco más en sus respuestas y quizás llevar la charla hacia otros rumbos. Apenas obtenía respuestas vagas que la dejaban algo insatisfecha, pero por supuesto, no podía presionarla a que dijera más de lo que ya hacía, no quería ser grosera. Por otro lado, para Elaine era bastante fácil de hablar, obviamente no toda la vida había sido de esa manera, tan charlatana como un pajarito que sin cesar cantaba.
Aun recordaba con claridad el momento en que fue transferida de Pompouny a Fallgates, en su memoria seguía vigente esos primeros días como nueva alumna, los sentimientos y los rencores incrustados en su mente por la terrible experiencia que había pasado en su anterior escuela. Tantos años rodeada de niños estúpidos, alumnos que se creían demasiado y la veían a ella como tan poca cosa solo por ser ciega, esos malos recuerdos la llevaron a ser un tanto grosera antes de que logro acostumbrarse al nuevo ambiente que le otorgaba Fallagates. Ese había sido un antes y un después de su vida, allí fue donde aprendió a ser amigables con otras personas, a sentirse orgullosa de lo que era y a socializar como cualquier chica normal de su edad. Ya no estaban esas malas personas que la intimidaban y los pocos que se encontraba los enfrentaba sin miedo, segura de que tenía excelentes amigas la defenderían.
Que buenos tiempos, una vida que ya era parte del pasado y ahora solo era capaz de recordar con tristeza y nostalgia.
Nuevamente le tocaba devolverse a su realidad actual, poner atención en la mayor y con una pequeña sonrisa escuchar. Hasta el momento no parecían tener demasiadas cosas en común, Elaine sin la capacidad de leer por su cuenta se perdió de muchas obras maestras y Kelly que parecía estar hundida entre páginas y páginas de fantasía, poco conocía de las melodías. Era un poco decepcionante pero quizás eso le daría paso a conocer diferentes mundos, aprender una de la otra. — Me gusta mucho la música clásica, también las canciones tranquilas ¡O las que se suelen usar para el vals! — La emoción regresa a Elaine, al igual que los recuerdos de su antigua vida, realmente amaba tener música en su casa, en su cuarto, siempre la alegraba y la despejaba de todos los malos sentimientos. — Solía bailar todo el tiempo con mis nanas. Cuando no estaban mis padres, poníamos músicas y comenzábamos a bailar en todo el gran salón. Era tan divertido, nunca fui muy fuerte así que ellas casi me arrastraban cada vez que danzábamos. — Una pequeña risa se escapó de sus labios, tan dulce y risueña ante los recuerdos de esos tiempos. Siempre intentaba no pensar demasiado en su mundo original, en su amada Nana Rosella que la veía más como a una madre. Los extrañaba a todos…
Sacudió su cabeza como si intentara disipar esas ideas, lanzarlas fuera de su cabeza para no permitir que le afecten, y podría decir que un poco funciono.
Se mantuvo unos segundos pensativa, volviendo a revolver entre los recuerdos. — Solía cantar cuando estaba sola, no soy buena, pero era divertido recordar letras de canciones. También tocaba el violín, guitarra y algunos instrumentos más. No pude aprender a tocar el piano, eran demasiadas teclas y me costaba un poco recordar la posición de cada una. — y ahora que tenía ojos para ver y aprender miles de cosas más, carecía del tiempo y la paz que necesitaba para recordar cosas, tampoco es como si pudiera ir cuando quisiera a la sala de música y ponerse a tocar deliberadamente el piano y convertirse en una presa fácil de cazar para cualquiera que pasara cerca. — Ahora… No suelo hacer mucho… ¡Ah! Hay un pequeño zorro en la biblioteca, es nuestra pequeña mascota, suelo cuidarlo cuando no tengo mucho que hacer. Lo llame Epel. — Ahora mismo realmente le gustaría tenerlo entre sus brazos y poder abrazarlo y presumir con orgullo lo lindo y obediente que llegaba a ser por si solo… Aunque a veces era un poco sospechoso.
— ¿Qué tal tu Kelly? ¿Qué solías haces antes? Me habría gustado conocerte antes y que pudiéramos compartir tantas salidas juntas. Un paseo en el parque hubiera sido genial. — Se valía soñar, al menos imaginar una realidad donde ambas salían de una buena vez de allí y pudieran tener de regreso una vida normal… Ojalá fuera eso una posibilidad.
Aun recordaba con claridad el momento en que fue transferida de Pompouny a Fallgates, en su memoria seguía vigente esos primeros días como nueva alumna, los sentimientos y los rencores incrustados en su mente por la terrible experiencia que había pasado en su anterior escuela. Tantos años rodeada de niños estúpidos, alumnos que se creían demasiado y la veían a ella como tan poca cosa solo por ser ciega, esos malos recuerdos la llevaron a ser un tanto grosera antes de que logro acostumbrarse al nuevo ambiente que le otorgaba Fallagates. Ese había sido un antes y un después de su vida, allí fue donde aprendió a ser amigables con otras personas, a sentirse orgullosa de lo que era y a socializar como cualquier chica normal de su edad. Ya no estaban esas malas personas que la intimidaban y los pocos que se encontraba los enfrentaba sin miedo, segura de que tenía excelentes amigas la defenderían.
Que buenos tiempos, una vida que ya era parte del pasado y ahora solo era capaz de recordar con tristeza y nostalgia.
Nuevamente le tocaba devolverse a su realidad actual, poner atención en la mayor y con una pequeña sonrisa escuchar. Hasta el momento no parecían tener demasiadas cosas en común, Elaine sin la capacidad de leer por su cuenta se perdió de muchas obras maestras y Kelly que parecía estar hundida entre páginas y páginas de fantasía, poco conocía de las melodías. Era un poco decepcionante pero quizás eso le daría paso a conocer diferentes mundos, aprender una de la otra. — Me gusta mucho la música clásica, también las canciones tranquilas ¡O las que se suelen usar para el vals! — La emoción regresa a Elaine, al igual que los recuerdos de su antigua vida, realmente amaba tener música en su casa, en su cuarto, siempre la alegraba y la despejaba de todos los malos sentimientos. — Solía bailar todo el tiempo con mis nanas. Cuando no estaban mis padres, poníamos músicas y comenzábamos a bailar en todo el gran salón. Era tan divertido, nunca fui muy fuerte así que ellas casi me arrastraban cada vez que danzábamos. — Una pequeña risa se escapó de sus labios, tan dulce y risueña ante los recuerdos de esos tiempos. Siempre intentaba no pensar demasiado en su mundo original, en su amada Nana Rosella que la veía más como a una madre. Los extrañaba a todos…
Sacudió su cabeza como si intentara disipar esas ideas, lanzarlas fuera de su cabeza para no permitir que le afecten, y podría decir que un poco funciono.
Se mantuvo unos segundos pensativa, volviendo a revolver entre los recuerdos. — Solía cantar cuando estaba sola, no soy buena, pero era divertido recordar letras de canciones. También tocaba el violín, guitarra y algunos instrumentos más. No pude aprender a tocar el piano, eran demasiadas teclas y me costaba un poco recordar la posición de cada una. — y ahora que tenía ojos para ver y aprender miles de cosas más, carecía del tiempo y la paz que necesitaba para recordar cosas, tampoco es como si pudiera ir cuando quisiera a la sala de música y ponerse a tocar deliberadamente el piano y convertirse en una presa fácil de cazar para cualquiera que pasara cerca. — Ahora… No suelo hacer mucho… ¡Ah! Hay un pequeño zorro en la biblioteca, es nuestra pequeña mascota, suelo cuidarlo cuando no tengo mucho que hacer. Lo llame Epel. — Ahora mismo realmente le gustaría tenerlo entre sus brazos y poder abrazarlo y presumir con orgullo lo lindo y obediente que llegaba a ser por si solo… Aunque a veces era un poco sospechoso.
— ¿Qué tal tu Kelly? ¿Qué solías haces antes? Me habría gustado conocerte antes y que pudiéramos compartir tantas salidas juntas. Un paseo en el parque hubiera sido genial. — Se valía soñar, al menos imaginar una realidad donde ambas salían de una buena vez de allí y pudieran tener de regreso una vida normal… Ojalá fuera eso una posibilidad.
Elaine FontaineElaine Fontaine
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Nuez Abrillantada - Objeto para domesticar un familiar
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Raza : Elfo
Mensajes : 58
XP : 145
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Localización : Seguramente cerca de su profe.
Nuez Abrillantada - Objeto para domesticar un familiar
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Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]Re: Help me with these feelings. [Priv. Kelly Chambers]
por Kelly Chambers Vie Nov 12, 2021 6:16 am
¿Acaso era poco lo que estaba diciendo? Estaba concentrada, tratando de responder los temas, pero la ignorancia en los temas de música era bastante grande que ni siquiera sabía mucho de bandas, artistas, ni compositores más allá de los más famosos. La pequeña azabache se concentraba mucho en su vista y en su mente, en las aventuras que podía visualizar.
Tal vez…
Si n o estuviera hundida en su propia imaginación, podría haber expandido sus horizontes, pero ya era demasiado tarde para tales pensamientos, por lo que solamente dejó a un lado aquella idea que rebotó en su mente unas cuantas veces, tal vez, en un futuro, uno que parecía ser cada vez más lejano, podría disfrutar de música con ella, de explorar todos y cada uno de sus gustos y experimentar más… claro… Si es que pudieran regresar a su hogar… hogar…
Un enorme miedo se postró en su corazón, pero antes de que pudiera actuar escuchó a la ajena hablar, y con ello su atención se desvió por completo, ella, su acompañante, la que le dedicaba sus más sinceros y tiernos sentimientos. Con una sonrisa asentía con la cabeza, solamente escuchándola como mencionaba palabra tras palabra, como si fuera completamente el polo opuesto de ella. No le molestaba en absoluto. “Un vals” en su mente abría las puertas de su gran almacén de libros, era algo bastante “cliche” en la literatura, que en los grandes salones de mármol los invitados bailaban al son de un hermoso vals… o algo por el estilo. No le molestaba en absoluto, simplemente era una manera de interpretar la realeza y sus “fiestas” la mayoría del tiempo, pero siempre había querido hacerlo, aún si no tuviera la fuerza de voluntad suficiente para levantarse de su asiento y tomar a alguien dispuesto a bailar con ella, pero como ella lo contaba…
Era precioso.
Solamente se imaginaba una pequeña Elaine bailando con diferentes personas, y eso con la risa que se escapaba de los labios ajenos la llenaba de luz, de energía, activaba sus engranajes de imaginación. Deseaba convertirlo en un libro, en una película como ella podía desde su mente, pero no sabía si podría ser un hermoso regalo o algo de mal gusto. Mordió ligeramente su labio inferior antes de asentir con la cabeza con una sonrisa. Ella era toda una artista.
-¿Epel?- preguntó, rompiendo su silencio ante esa mención, una pequeña mascota, un pequeño zorro, ¿debería de tener mascotas? El baño no era un lugar amplio para tener una, y si fuera una pequeña… no sabría realmente, pensaba un poco en eso, ¿podría levantar la moral con ello? No estaban en una situación precaria, pero tampoco es que estuvieran en buenas condiciones como para hacer mucho más allá que andar haciendo trueques y alianzas.
“No hay mucho que hacer”
Negó con suavidad la cabeza, negando el acceso a los malos pensamientos, sabía que tenía que hacer, que podía hacer, solamente era paciencia y diálogo… no deseaba guiar a sus hermanas a un camino lleno de violencia y remordimiento. Dejó salir un suspiro, y escuchó las preguntas que la chica disparaba hacia ella.
-Uhm…- mordió su labio inferior de nuevo -No era… nada interesante… l-leer varios libros… coleccionarlos… uhm…- trago un poco de saliva, asintiendo la cabeza ante su deseo -si… eso hubiera… estado bien… i-ir a la biblioteca igual… no me molestaría… leerte libros si lo deseas- Se puso nerviosa, una vez más, sus mejillas ligeramente sonrojadas, quería sonreír, pero solamente parecía un poco más una sonrisa maliciosa que otra cosa, movió su cabeza ligeramente, miró a un lado y apretó suavemente la mano ajena.
-M-mis tiempos libres eran… llenados de horas y horas… de lectura… s-siempre que terminaba un libro tenía otro y otro m-mas para leer, n-nunca se acababan… uhm… t-también leía c-cuentos a mi hermano… menor…- sus palabras se difuminaba al mencionar a su familia, mordió con fuerza su labio inferior, con tal fuerza que se hizo sangrar, pero el dolor físico no era comparado a aquel que cargaba en su corazón.
Respiró profundamente, tratando de controlarse.
-e-eran muchos cuentos…- continuo, tratando de mantener la calma, de no romperse a llorar en ese momento, por el rabillo de ojo notó una figura pequeña corriendo a las afueras. Cerró sus ojos con fuerza -y-y… r-recomendaba libros… y-yo… no hacía más que eso… t-también tenia… planeado escribir uno… a-antes de todo esto- dijo, tratando de no perder el control, presionando un poco más al agarre con la ajena, aunque con lo débil que era no era mucho, posiblemente ni se sentía.
-S-si salimos… de a-aqui… podríamos… ir al cine o-o ir… a bailar… aunque no creo que sea buena… nunca he b-bailado… excepto… esa noche- sus emociones formaban un huracán que le era difícil detener, su rostro no expresaba más allá que una sonrisa, más allá que unas lágrimas caer, o una suave tristeza por el cambio de la curvatura de sus labios, pero por dentro parecía todo un caos, un hermoso caos que ella misma ni siquiera sabía en cómo controlarlo. Tembló ligeramente y su otra mano se unió al agarre ajeno. No sabia a donde se dirigían, ni por cuánto tiempo más pudieran estar juntas como este día.
-Espero… que haya… una salida…- dejó salir un suspiro -uhm… disculpa… u-usualmente no hablo así con alguien… n-no estoy acostumbrada- confesó, un poco avergonzada por ello, ¿Que hubiera pasado si hubiera sido más social? Ni ella misma lo sabía.
-uhm…- se detuvo y miró a la ventana, observando de nuevo una pequeña figura a lo lejos, parecía estar esperándola. Sonrió tristemente -Y-yo… quiero hacer… muchas cosas… pero… siento que es… demasiado tarde para varias de ellas- era algo que se tuvo que adaptar, demasiado rápido, demasiado inesperado que no sabía ni siquiera cómo lidiar con su cabeza a veces, y otras más se sorprendía bastante de las cosas que podía hacer con aquella máscara de “líder” que se presentaba a su raza y ante las demás, pero con ella era diferente… con Elaine era todo diferente, como si por un momento, cuando ella hablaba desaparecen una gran parte de sus miedos y temores sin dejar rastro.
-¿o-o crees que se podrían hacer? D-digo… b-bailar… leer libros… t-tener una tarde para n-nosotras… salir a p-pasear, t-tener un día de campo…-
Tal vez…
Si n o estuviera hundida en su propia imaginación, podría haber expandido sus horizontes, pero ya era demasiado tarde para tales pensamientos, por lo que solamente dejó a un lado aquella idea que rebotó en su mente unas cuantas veces, tal vez, en un futuro, uno que parecía ser cada vez más lejano, podría disfrutar de música con ella, de explorar todos y cada uno de sus gustos y experimentar más… claro… Si es que pudieran regresar a su hogar… hogar…
Un enorme miedo se postró en su corazón, pero antes de que pudiera actuar escuchó a la ajena hablar, y con ello su atención se desvió por completo, ella, su acompañante, la que le dedicaba sus más sinceros y tiernos sentimientos. Con una sonrisa asentía con la cabeza, solamente escuchándola como mencionaba palabra tras palabra, como si fuera completamente el polo opuesto de ella. No le molestaba en absoluto. “Un vals” en su mente abría las puertas de su gran almacén de libros, era algo bastante “cliche” en la literatura, que en los grandes salones de mármol los invitados bailaban al son de un hermoso vals… o algo por el estilo. No le molestaba en absoluto, simplemente era una manera de interpretar la realeza y sus “fiestas” la mayoría del tiempo, pero siempre había querido hacerlo, aún si no tuviera la fuerza de voluntad suficiente para levantarse de su asiento y tomar a alguien dispuesto a bailar con ella, pero como ella lo contaba…
Era precioso.
Solamente se imaginaba una pequeña Elaine bailando con diferentes personas, y eso con la risa que se escapaba de los labios ajenos la llenaba de luz, de energía, activaba sus engranajes de imaginación. Deseaba convertirlo en un libro, en una película como ella podía desde su mente, pero no sabía si podría ser un hermoso regalo o algo de mal gusto. Mordió ligeramente su labio inferior antes de asentir con la cabeza con una sonrisa. Ella era toda una artista.
-¿Epel?- preguntó, rompiendo su silencio ante esa mención, una pequeña mascota, un pequeño zorro, ¿debería de tener mascotas? El baño no era un lugar amplio para tener una, y si fuera una pequeña… no sabría realmente, pensaba un poco en eso, ¿podría levantar la moral con ello? No estaban en una situación precaria, pero tampoco es que estuvieran en buenas condiciones como para hacer mucho más allá que andar haciendo trueques y alianzas.
“No hay mucho que hacer”
Negó con suavidad la cabeza, negando el acceso a los malos pensamientos, sabía que tenía que hacer, que podía hacer, solamente era paciencia y diálogo… no deseaba guiar a sus hermanas a un camino lleno de violencia y remordimiento. Dejó salir un suspiro, y escuchó las preguntas que la chica disparaba hacia ella.
-Uhm…- mordió su labio inferior de nuevo -No era… nada interesante… l-leer varios libros… coleccionarlos… uhm…- trago un poco de saliva, asintiendo la cabeza ante su deseo -si… eso hubiera… estado bien… i-ir a la biblioteca igual… no me molestaría… leerte libros si lo deseas- Se puso nerviosa, una vez más, sus mejillas ligeramente sonrojadas, quería sonreír, pero solamente parecía un poco más una sonrisa maliciosa que otra cosa, movió su cabeza ligeramente, miró a un lado y apretó suavemente la mano ajena.
-M-mis tiempos libres eran… llenados de horas y horas… de lectura… s-siempre que terminaba un libro tenía otro y otro m-mas para leer, n-nunca se acababan… uhm… t-también leía c-cuentos a mi hermano… menor…- sus palabras se difuminaba al mencionar a su familia, mordió con fuerza su labio inferior, con tal fuerza que se hizo sangrar, pero el dolor físico no era comparado a aquel que cargaba en su corazón.
Respiró profundamente, tratando de controlarse.
-e-eran muchos cuentos…- continuo, tratando de mantener la calma, de no romperse a llorar en ese momento, por el rabillo de ojo notó una figura pequeña corriendo a las afueras. Cerró sus ojos con fuerza -y-y… r-recomendaba libros… y-yo… no hacía más que eso… t-también tenia… planeado escribir uno… a-antes de todo esto- dijo, tratando de no perder el control, presionando un poco más al agarre con la ajena, aunque con lo débil que era no era mucho, posiblemente ni se sentía.
-S-si salimos… de a-aqui… podríamos… ir al cine o-o ir… a bailar… aunque no creo que sea buena… nunca he b-bailado… excepto… esa noche- sus emociones formaban un huracán que le era difícil detener, su rostro no expresaba más allá que una sonrisa, más allá que unas lágrimas caer, o una suave tristeza por el cambio de la curvatura de sus labios, pero por dentro parecía todo un caos, un hermoso caos que ella misma ni siquiera sabía en cómo controlarlo. Tembló ligeramente y su otra mano se unió al agarre ajeno. No sabia a donde se dirigían, ni por cuánto tiempo más pudieran estar juntas como este día.
-Espero… que haya… una salida…- dejó salir un suspiro -uhm… disculpa… u-usualmente no hablo así con alguien… n-no estoy acostumbrada- confesó, un poco avergonzada por ello, ¿Que hubiera pasado si hubiera sido más social? Ni ella misma lo sabía.
-uhm…- se detuvo y miró a la ventana, observando de nuevo una pequeña figura a lo lejos, parecía estar esperándola. Sonrió tristemente -Y-yo… quiero hacer… muchas cosas… pero… siento que es… demasiado tarde para varias de ellas- era algo que se tuvo que adaptar, demasiado rápido, demasiado inesperado que no sabía ni siquiera cómo lidiar con su cabeza a veces, y otras más se sorprendía bastante de las cosas que podía hacer con aquella máscara de “líder” que se presentaba a su raza y ante las demás, pero con ella era diferente… con Elaine era todo diferente, como si por un momento, cuando ella hablaba desaparecen una gran parte de sus miedos y temores sin dejar rastro.
-¿o-o crees que se podrían hacer? D-digo… b-bailar… leer libros… t-tener una tarde para n-nosotras… salir a p-pasear, t-tener un día de campo…-
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