"Elaine, cuida de todos durante mi ausencia, prometo regresar con respuestas." Y antes de siquiera notar nada, su profesora había desaparecido en aire, no había rastro alguno de ella, ni una sola manera en la que pudiera comenzar a buscar... ¿Siquiera una despedida?
Elaine estaba un poco cansada de todo el secretismo de ese sitio, harta de estar a la deriva sin lograr conocer nada, apenas pudiendo descubrir sus propias habilidades mágicas y solo un tipo de poción; debilidad. Aun continuaba experimentando por su cuenta y gracias al aprender leer logro conocer ciertas combinaciones de plantas que podría utilizar como venenos y algunas otras como medicinas, el gran problema en ello era lograr encontrarlos. Quizás ir al parque lograría ser de ayuda, allí las ninfas hacían crear gran variedad de vegetación, si era cuidadosa y no muy codiciosa podría llegar a recolectar algunas plantas sin perturbar la paz de ellas.

Sin embargo, su salida de la biblioteca iba un poco más allá que solo la recolección de muestras de la naturaleza, había dado un claro aviso a su profesora de que iría en busca de respuestas, necesitaba saber un poco más a cerca de donde se encontraba parada, al menos conocer un poco más de otras razas, alianzas, encontrarse con viejos compañeros y saber si alguien necesitaba alguna ayuda. Era líder de los elfos después de todo, en sus manos estaba cuidar a "su gente" y extender su mano a quienes pudieran necesitarlo, después de todo la gran mayoría que se encontraban allí atrapados eran alumnos, profesores y familiares de estos, no había razón por la cual ser egoísta más que para aquellos que olvidaban su humanidad y se iban al libertinaje más puro.
Realmente estaba algo perdida allí dentro, curioso puesto que había asistido a esa escuela durante años, pero el tener sus ojos en completo funcionamiento mientras mantuviera la forma de un elfo, era simplemente algo nuevo, no lograba acostumbrarse del todo, no reconocía nada con esa nueva mirada, lo ideal era moverse en su forma humana pero de tal manera no seria capaz de encontrar las plantas que pudiera necesitar. Que más daba, podría primero inspeccionar toda el área, sus sentidos al estar ciega eran más agudos, podría captar a cualquiera por más silencioso que intente ser, tontamente era más difícil tenderle una emboscada en su forma humana que de raza.

Así se mantuvo por unos pocos minutos divagando por el parque, paseando en calma sin hacer mayores ruidos más que el de sus pasos, apreciando el agradable aroma que las flores silvestres le entregaban. Era la primera que estaba sola y nada ni nadie intentaba atacarla de alguna manera, todo era tan pacifico que era hasta incluso anormal. Mejor así...
Creyó que su salida la pasaría en completa soledad, esperaba que fuera de esa manera pues hasta el momento no muchas personas agradables se cruzaron en su camino, quizás estaba pensando demasiado rápido. Repentinamente sus oídos habían comenzado a captar un nuevo sonido, no era la naturaleza, no era un animal, de eso estaba segura pues lo que sonaba era otro corazón humano, una respiración lenta, tranquila. No lograba reconocerla de todo, en sus memorias existía un sonido similar pero poco recordaba de ello; lentamente y con sigilo comenzó a acercarse a la fuente del sonido, cada vez un paso más próximo hasta lograr captar el aroma, eso podría ser suficiente para ayudar a identificarla. "¿K-Kelly?" su voz era insegura, un poco temerosa, con suerte logro recordar ese nombre, más por los rumores que alguna vez escucho que por haber hablado con ella. es lo que generalmente solía oír cuando se referían a ella. Un par de veces pudo captar su sonido y aroma, pero eran tan escasas pues casi todas las ocasiones fueron dentro de la biblioteca cuando aun estaban en el mundo humano y bueno... Elaine no era alguien que frecuentara con regularidad esa clase de instalaciones, no tenían un verdadero uso para ella.

Aun estaba un tanto nerviosa por acercarse, más por el hecho de que pudiera estar equivocada y cometer un error fatal al estar próxima a alguien que pudiera dañarla. Mantenía un pie atrás del otro, una posición segura si necesitaba correr y escapar. "Kelly, eres tu ¿No es así? Por favor.. di algo.. Soy Elaine." ¿Por qué estaba diciendo su propio nombre? Nunca antes habían cruzado palabra, seria un milagro que la conociera, Elaine por su parte solo la conocía a través de rumores que jamás tomo en serio, todas esas tontearías las tomaba con pinzas y primero prefería conocer a la persona y sacar sus propias conclusiones.

Los deberes de una líder eran pesados, y mucho más cuando aquel grupo que la había elegido tenía demasiadas complicaciones. A diferencia de los demás, el recurso más valioso era el agua, y si alguien quebrantaba la primera regla, gritaban, con fuerza, corrían mucho más. Si, eso no era algo bueno, pero allí estaba para detenerlas a todas y a cada una de ellas que consideraba hermanas, atender a las necesidades, tomar decisiones.

El peso se había aligerado, puesto a que las prendas que ella y con la ayuda de algunas de sus hermanas hacían eran un buen cambio por comida, ya no tenían que utilizar su agua como moneda de cambio. Las lluvias no eran comunes, por lo menos no en el momento, así que guardar un recurso importante era prioridad.

Respiraba, cansada, apenas y tenía fuerzas para levantarse después de las largas jornadas de trabajo. Pero lo hacía con una sonrisa, sin ninguna queja, no, esta vez iba a ayudar a cada uno de ellas, y no solamente eso, sino a todos los que estaban atrapados en este lugar, ¿Era el cielo? ¿El infierno? ¿Alguna clase de purgatorio? Sea lo que fuese, era una oportunidad más para ella. Ofrecer una mano, extenderla, levantar a los demás que se quedan detrás. Si, un alma bondadosa se había convertido, pero no inocente, o estúpida, no, sabía realmente cómo tratar a los demás y dar castigos justos. Una cualidad de un buen líder como decía en uno de sus libros.

Todos los días, todo el día y toda la noche. Apenas descansaba, apenas tomaba unas horas para ella misma, pero eran completamente escasas. Siempre había un problema, siempre había una hermana que gritaba y ahí aparecía ella para detenerlas. Abrazarlas aunque ella acabe completamente adolorida. Y cuando acababa simplemente dejaba que aquellas cabezas descansaran en su regazo, como una madre cuidando de sus hijas. ¿No era tan joven para hacer esas cosas? Claro que sí, pero alguien tenía que hacerlo, y no iba a esperar a que alguna de ellas se armara de valor, no, iba a tomar la iniciativa, no como en el pasado. Iba a cambiar por su bien y el bien de los demás.

Con una sonrisa, en esas horas de libertad que tenía sus débiles pies la llevaron hasta el parque. Tranquilo era el día, uno precioso para salir a pasear. Con un vestido de color azul, no era algo tan descabellado, tampoco se podría decir bueno, tal vez decente sería la palabra correcta, pero sus habilidades lentamente incrementaban conforme pasaba el tiempo y este era invertido en esa práctica textil que tomó primero como pasatiempo, y después para necesidad.

“Todos tus esfuerzos serán en vano, al final te quedaras sola, traicionaras a todos...” de nuevo una voz que provenía desde atrás de la cabeza, una voz de culpa. Una voz que había surgido gracias a la desaparición de su hermano ”No todo es en vano, y aunque me quede sola se que hice lo posible para ayudar” respondió con calma, ese no se había convertido en algo más que la voz de un demonio, pero platicaba de manera amena, como si estuviera en buenos términos. Tenía culpa, deseaba realmente que ella fuera la desaparecida y no su hermano. Pero el destino no fue así.

Tomó asiento, y después respiró profundamente. Con una sonrisa admiraba la naturaleza enfrente de ella. Sus ojos de nuevo la engañaban, le hacían ver cosas, pasaban por un lado a otro, tragaba un poco de saliva. Se mantenía tranquila, pero frente a ella, jugando en aquel árbol a tan sólo unos metros, estaba su hermano.

Esa sonrisa, esa pequeña risa infantil, era preciosa, era hermosa, tan pura que le extrañaba demasiado. Respiró profundamente, sintiendo una cierta alegría de que por lo menos, en su frágil corazón, había una imagen aún clara de él, que podía recordar a la perfección esos sonidos. Cómo cargaba su peluche con una mano mientras que con la otra agarraba el tronco del árbol y comenzaba a dar vueltas. Tan inocente, tan precioso.

-¿Eh?- Dejó salir una pequeña voz, parpadeando unas cuantas veces antes de negar con la cabeza, ¿quien le llamaba? Claramente no era una de sus hermanas, no, ella conocía y reconocía a todas tan sólo por la voz. No, era alguien externo. no era Alayne, aunque fue una buena sorpresa haberla encontrado en este lugar. No era su profesora Astrid, a quien consideraba su mejor amiga. No, era alguien más, dentro de sus recuerdos podía poner el dedo encima de quien era. No era alguien quien conociera de manera formal, no, era una voz que había escuchado en varios momentos y un rostro que apenas y podía observar puesto a que usualmente pasaba metida en libros.

Se giró lentamente, si, ahí estaba, una desconocida para ella en términos de amistad. Era alguien quien reconocía por las idas y venidas de los diversos pasillos de la escuela. Le dedicó una agradable sonrisa, una que le invitaba a que se relajara. Si, era comprensible como ella estaba actuando de esa manera, en este mundo no había momento en el cual no se encontraban en peligro. Cabellos rosados y lacios, ojos que tenían color... Intentaba recordar un poco más de la apariencia ajena, pero realmente no había mucho más que sacar por el momento.

-Buenas tardes Elaine…- le dijo con calma, una mano en su regazo y el otro la llevó hasta a su lado y palmo con suavidad para que se sentara -Creo que no nos hemos presentado formalmente- Dijo e intento pararse, un esfuerzo en vano. Cayó de nuevo en su asiento, sus piernas aún estaban débiles, ¿acaso no había comido bien? Claro que no, solamente se complacía con bebidas o con una larga siesta. Si, ella no comía hasta que sus hermanas lo hicieran. Una pequeña risita se asomó por sus labios -Disculpe, creo que no me he recuperado, mi nombre es Kelly Chambers, es un gusto en conocerla Elaine- Desde su asiento hizo una pequeña reverencia, con una sonrisa marcada en sus labios.

Que gran alivio fue para su corazón luego de escuchar aquella tenue y débil voz presentándose a si misma. Sabía que Kelly no era un peligro, al menos eso le gustaría creer, muchos de los que consideraba sus amigas habían tenido un cambio rotundo dentro de ese lugar por lo que le costaba sentirse segura al re encontrarse con los profesores y estudiantes de la escuela, incluso gente extraña que no pertenecían allí pero al parecer fueron invitados.
Bajo un poco sus defensas, el miedo, intento acercarse lentamente, con total naturalidad. En su forma humana podría ser ciega pero de todas maneras lograba "ver" de una forma similar a los murciélagos, de tal manera podía darse cuenta de los intentos de la mayor por ponerse de pie, además de ese leve sonido seco que dio contra el suelo luego del primer intento por pararse. ¿Qué tanto se podía acercar? Quería ayudarla pero aun tenia cierto temor en que fuera una trampa, algunas personas podían llegar a ser realmente buenas para esconder las mentiras bajo una fachada amable. Al final acabo por soltar un suspiro y solo aproximarse lo suficiente para quedar al lado de la otra y poder arrodillarse a pocos centímetros de distancia. "Soy Elaine Fontaine, un gusto conocerte Kelly." dijo con en un tono amable y cordial, bastante elegante.  

A simple vista Elaine realmente no parecía ser una chica ciega, sus movimientos, la seguridad al andar, nada en ella demostraba indicios de su ceguera, incluso el color de sus ojos que eran de un suave verde esmeralda en vez de blanco como en realidad se supondría que debían ser. Pensó por un momento que Kelly no seria consiente de la condiciendo de Elaine, después de todo no encontraba esa lastima que solía escuchar en casi cada persona que la veía por primera vez ¿O quizás si lo sabia? No era posible, ellas realmente jamás se han conocido apenas Elaine podía saber un poco de ella por lo que lograba escuchar cuando andaba por los pasillos. Trato de no darle tantas vueltas al tema, no era momento para comenzar con su orgullo, habían cosas más importantes que atender; como el estado de la chica. "¿Te encuentras bien? Parece que estas bastante debilitada..." Ella no podría ser parte de los elfos pero no evitaría que se preocupara por la joven, por lo cual saco de su pequeño bolso dos manzanas y unas nueces que había logrado obtener al registrar los casilleros abandonados. No era mucho pero podrían ser de ayuda por el momento, al menos para obtener un poco de fuerza "Por favor, toma esto, desde aquí puedo oír como tu estomago pide algo de comida." Esa era su ración, al menos una parte de ella pues todavía le quedaba unas pocas nueces y agua; luego vería la forma de encontrar algo más.

"Espero te sirva de algo, deberías cuidarte un poco más, Kelly." Apenas comenzaba a conocerla y los regaños de Elaine ya comenzaban, no podía evitar hacerlo, ella siempre había sido la madre de su grupo de amigas cuando aun estaban en el mundo humano. Las ayudaba en lo que necesitaran y las detenía cuando estaban a punto de hacer una estupidez o no se cuidaban, ahora se encontraba en una de esas situaciones. Fácilmente lograba olvidar la situacion presente, bajaba por completo su guardia, se volvía demasiado confianza aun con desconocido, no seria de extrañar que buscara cuidar de otros en cuanto ya no sintiera peligro. Ligeramente se alzo de su puesto, sin apartar las rodillas del suelo, solo se levanto lo suficiente para llegar a la frente de la joven y suavemente posar sus labios en este; no era un beso, solo aplicabas los modos de su nana que de esa forma solía tomarle la fiebre. A los poco segundos se aparto y volvió a su puesto "Bien, al menos no parece que estés enferma, seria bastante problemático estando aquí. Eso me recuerda.. estaba buscando algunas plantas para preparar medicinas." soltó un pesado suspiro, por el momento no seria posible hacer algo como eso, quizás no ese día, no podía permitirse dejar sola a aquella chica cuando tenia tal estado.

Respiró profundamente, había estado fatigada desde hace tiempo, y ahora, dentro de su descanso, había encontrado compañía dentro de una estudiante. escuchaba el nombre de la ajena con una pequeña sonrisa. Asintió con la cabeza ligeramente. -Fontaine, me agrada su apellido- Dijo de manera amable, tratando de ser igual de amable como la ajena, y después de ese pequeño intercambio de palabras se llevó una mano a sus labios, un poco sorprendida. Sabía lo que pasaba si hablaba con los demás de esa manera, por lo que negó con la cabeza un poco. Si, no pudo negar que su cuerpo se llenó de nerviosismo, pero, estaba bien, ¿Cierto? No era una manera de cooperar, por lo menos no en este momento, era simplemente un intercambio de nombres, una presentación antes de comenzar una conversación.

Sus ojos se posaron en el cuerpo ajeno, siguiendo los movimientos de la chica antes de asentir con la cabeza -Si, no te preocupes por ello, sólo necesito reposo- le dijo con una pequeña sonrisa, si, no iba a aceptar cooperación, no iba a permitir que sus hermanas sufren por un descuido de ella. Al notar como ella le estaba ofreciendo un poco de alimento negó con la cabeza de manera calmada, tan sólo con una mano empujando la ajena con suavidad -No, en serio, estoy bien, no tengo permitido en romper la regla- dijo en una voz baja, si, sin cooperación todo iba a estar bien, aunque su estómago ruegue por algún alimento, su deber no solamente como alguien de su propia raza, sino como una líder le indicaba el camino a seguir. Uno peligroso, pero era su deber, una obligación.

Su mirada se desvió a las pequeñas plantas y flores enfrente de ella, cerrando los ojos por un momento antes de asentir con la cabeza -me cuidaré Elaine… estaré bien, solo necesito un poco de descanso- decía, intentando realmente mostrarse bien, aunque estuviera un poco cansada, aunque sus párpados estuvieran lentamente cayendo y su cuerpo no le permitía moverse más allá de pocos movimientos, no iba a demostrar la debilidad que su cuerpo con tanto empeño deseaba mostrar. Con una pequeña sonrisa, una débil mostraba en su rostro, respiraba coordinadamente, controlando el esfuerzo que su cuerpo daba.

apenas y se giró para dedicarle unas palabras antes de sentir los labios ajenos en su frente, se paralizó por un momento, sus mejillas enrojecidas, ¿Había estado perdida en sus pensamientos? de un momento a otro ella había aceptado sentarse a un lado, en el hermoso y suave suelo, encima del pasto frío y confortable. Si, ahí estaba, como si el tiempo se hubiera detenido. Para ella era extraño tener contacto físico de alguien que no fuera su familia o una persona bastante cercana a ella. Era todo un mundo de sensaciones desconocidas, ¿Que tenía que hacer? Tan sólo se quedó ahí sin moverse hasta que ella se separó, ¿Fueron segundos? ¿Minutos? ¿Horas? Parecía ser toda una eternidad, pero cuando se separó sintió un alivio en todo su cuerpo que no había sentido en su vida por bastante tiempo.

Tragó un poco de saliva, intentando recobrar la postura que tenía. Pasó sus dedos por su frente, lentamente, dejando que las yemas de los dedos rozaran aquella parte. Negó suavemente con la cabeza, retirando su mano y poniéndolo sus manos en su regazo, no tenía que pensarlo demasiado, y tan sólo escuchaba con atención las palabras ajenas, aun sentía sus mejillas ruborizadas, coloridas, ardían suavemente. Su cuerpo tenía un poco más de energía por un momento.

-Uhm… agradezco sus… palabras, y me alegra no… estar enferma- Las palabras se quedaban atoradas en su garganta, apenas pasando, apenas abriéndose paso en el nudo que se le hizo. Debía de tranquilizarse, intentaba controlar su corazón con profundas inhalaciones y lentas exhalaciones. Observó a un lado, observando de nuevo a las plantas que estaban frente a ella -Creo que hay algunas que podrían servir- decía, realmente deseaba ayudarla, pero… no, no tenía que permitirse a cooperar, por lo menos no en ese momento. “Vamos Kelly, si puedes” se decía en su interior, preocupada, parecía que en su voz quería decir otra cosa más que solamente unas palabras.

Esta regla separaba a los grupos, a los individuos, debía de haber una forma de pasarla, de no hacer sufrir a su grupo. Tenía miedo, claro, los gritos de las Banshees eran desgarrantes, ella siempre lloraba por dentro cuando lo escuchaba, su débil corazón no soportaba tal dolor que dejaban salir. Se llevó una mano en su pecho, cerrando sus ojos de nuevo -Disculpe si no puedo ayudarla Elaine, la regla no me lo permite- susurró, mordiendo un poco su labio inferior. Si, así debían de hacer las cosas por el momento. Incapaz de hacer algo, impotente...

Fue... Rechazada, su mano fue apartada, no de forma grosera, ni mucho menos brusca, apenas un movimiento que para Elaine fue un tanto inseguro. Comenzó a molestarse, no iba a ocultarlo pero más que eso, la preocupación creció dentro de si y una ligera sensación de tristeza, lo suficiente para hacerla decaer pero necesitaba mantenerse firme. Quizás podría intentarlo por otros medios, entendía la preocupación de la otra al no querer romper la primera regla, pero después de todo lo que escucho de Astrid, Elaine tomaba la palabra de su profesora como palabra santa... Quizás no era cierto todo aquello del manto y si lo era, no era momento de preocuparse por aquellos que estuvieran afuera, ellos estarían bien y de nada serviría cuidar a otros cuando uno mismo estaba muriendo, corriendo tantos peligros en el día a día.

Ignoro casi por completo el sentir de la otra joven, sus oídos se bloquearon, cada sentido de su cuerpo no valían para nada cuando se concentraba en idear algún plan.  Tenía que encontrar la manera de ayudarla pero sin romper esa dichosa regla tan molesta, no podía permitirse quedarse de brazos cruzados cuando sus oídos a cada segundo escuchaba un gruñido nuevo. "Esto no sería romper la regla uno... Quiero decir.." ¿Cómo lo iba a explicar para que sonara coherente? Necesitaba de alguna manera trastornar las palabras, definiciones pero podría ser demasiado obvia en su intento. "No estamos cooperando, yo solo te estoy dando una manzana, tu no tienes que darme algo, no consigo nada dándote comida ¿No lo crees?" Se escuchaba un tanto insegura ni ella misma estaba segura de sus propias palabras ni creía que pudiera tener algún sentido pero esperaba de que de alguna manera funcionara. "-Obrar juntamente con otro u otros para la consecución de un fin común- ¿Lo entiendes? Así que no tendría que haber ningún problema con que lo aceptes, solo yo estoy haciendo algo."

Elaine no era una mala mentirosa, podía hacerlo con facilidad si lo quisiera aun que prefería no utilizar ese recurso, pero las cosas eran muy diferentes cuando se ponía nerviosa o se encontraba en apuros como en esa vez. "Que tu comas no me que me ayudara en nada... Estará bien ¿No?." volvió a ofrecer aun que sea una manzana, en cierto modo ella creía que sus palabras no eran del todo erróneas, que había verdad en ellas, en el caso que hubiera alguna consecuencia, Elaine se sentiría bastante mal por haber mentido y causado problemas. Algo más de que preocuparse era lo que menos necesitaban los que estaban allí. "Po-Por favor... Realmente no quisiera que algo te sucediera.. Aun eres humana, no comer nada solo seria peor..." en ese momento estaba segura de estar compartiendo un sentimiento con Kelly; frustración. Lo podía oír en el corazón de esa chica y Elaine igualmente lo sentía. La incapacidad de no poder hacer nada por nadie, era demasiado pequeña, débil, aun era capaz de protegerse ni a si misma.. Finalmente podía hacer algo por alguien pero esa maldita regla tenía que detenerle.

La escuchaba con una sonrisa, era adorable como ella trataba de dar explicaciones, si, sabía que podía darles un significado a esas palabras que la regla estipulaba, pero de todas maneras era extraña esas palabras, y era mucho mejor estar seguros de no romperla a otra cosa. Respiró profundamente, la inseguridad en la que salían las palabras ajenas era suficiente para pensar que realmente no había una manera segura, por lo menos no en el momento.

La preocupación ajena apretó suavemente su corazón, si, esta chica que estaba acompañándola en esta tarde solamente deseaba ayudar, ¿Acaso estaba mal? No, claro que no, no estaba mal ayudar a los demás si la situación lo permitía, pero esta vez… si, en este lugar era completamente diferente. Estaban diseñadas a negar todo tipo de ayuda externa a la raza que tenían, a valerse por sí mismos, a que los grupos se dividieron, amigos, familia, que comenzará una guerra racial, que la cooperación no era la solución viable para establecer una sociedad pequeña de supervivientes dentro de la escuela.

Creando un juego destructivo en donde no importa si murieras, ibas a revivir, como si fueran animales que están experimentando en un juego totalmente enfermo. Una mano se puso en su pecho, dolía ese pensamiento “Claro que dolía, pero podrías aceptar una manzana, vamos, ¿Y si la afectada no fuera alguien a quien conoces? A quién le importa los desconocidos” de nuevo esa voz dentro de su cabeza, por lo que suavemente negó con la cabeza “Nadie se merece ese dolor que es transmitido” En su mente, se estaba peleando contra el demonio que se había formado, aquel lleno de egoísmo que su único objetivo era torturarla.

Estiró su mano una vez más, rechazando la manzana con suavidad -No es lo peor… lo peor sería hacer sufrir a una hermana por mi culpa…- susurraba, si, estaba débil, y sus ojos apenas resisten la urgencia de cerrarse y de nuevo dormir, era uno de los pocos métodos que tenía para dejar de tener hambre. Respiró profundamente antes de agarrar la mano que sostenía la manzana con las dos manos, acariciaba la piel ajena gentilmente.

-Pero si de alguna manera se le olvidara algo aquí cuando se retire, no tendría de otra más que recogerla, no se debe de desperdiciar nada- Le dedico estas palabras, podría ser una opción viable, un camino extraño que podían tomar. Una coincidencia, tal vez, ahí ya no era algo de cooperación, sino más bien fuera a reclamar un objeto perdido, y el objeto como coincidencia fuera una manzana o algo que pudiera consumir.

Eso era lo más cercano, pero a la vez peligroso, por el hecho de que, aunque se viera que el acto no fue de total cooperación, las intenciones estaban completamente claras. Dejó salir un suspiro, ninguna de las dos estaban seguras de que aquel acto podía hacerse, pero solamente era cuestión de tener esperanza. Era lo último que se abandonaba.

-Son hermosas las flores, espero que realmente pueda… recogerlas…- respiraba pesadamente, sentía que su cabeza daba vueltas, si, era eso de nuevo, la debilidad de su cuerpo al no poder consumir nada. Con una pequeña sonrisa dejó las manos ajenas y lentamente se recostó contra el césped, y sus ojos se cerraron -Disculpe… sólo… tomaré un pequeño descanso… fue un placer hablar con usted… Elaine- palabras que se estaban desvaneciendo ante la débil voz antes de que lentamente se sumergiera en la inconsciencia, en aquel abismo cuyos sueños la esperaban.

Sintió su corazón estrujarse al ser nuevamente rechazada. Elaine no era buena lidiando con emociones, al menos no cuando estas eran provocadas por otra persona, la desesperación la invadía con relativa facilidad, el razonamiento desaparecía y con ello parte del control sobre sus propios sentidos restantes. Comenzaba a sentirse perdida, la audición, el olfato, el tacto, parecían adquirir fallas cuando las emociones se descontrolaban. Trataba de mantenerse recta, completamente natural pero en su cabeza un pequeño dolor iba creciendo, una jaqueca que esperaba que no llegara a peores o seria Elaine quien acabaría desmayada.
Podía comprender el por que se negaba aceptar cualquier ayuda, ya no era solo por aquella regla que de por si lograba ser algo intimidante, Kelly sacrificaba su propia salud con tal de proteger a su raza ¿Era acaso una líder? Posiblemente, aquella preocupación no parecía ser la un solitario, tampoco la de un simple neutral pero... Tampoco podía saberlo con seguridad, no la conocía de nada, quizás era su propia forma de ser... Solo en ese momento un pequeño arrepentimiento comenzó a crecer en su interior -¿Por qué no la conocí antes?- quizás pudieron ser amigas.. ella parecía tan dulce y agradable, habría sido realmente algo agradable compartir aun que sea un simple receso al lado de ella cuando estaban en paz en su mundo original.

Un pequeño rayo de luz, una pequeña esperanza parecía avecinarse con las palabras de la otra. Claro, Elaine podía perderlo, en ocasiones lograba ser algo torpe y olvidadiza cuando se centraba demasiado en una sola cosa ¡Era perfecto! Solo debía desconectar un poco sus sentidos, quizás de ese modo realmente lograría olvidar sus cosas. Parecía que la felicidad y esperanza regresaron a ella, volvía a sonreír pero nuevamente, ninguna alegría duraba por demasiado tiempo dentro de ese horrible mundo.

Podía sentir como la presión en sus manos lentamente se desvanecía, como aquellos brazos caían por su propio peso, aquel palpitar que se hacia cada vez más suave y lento. "¿Kelly?..." apenas logro pronunciar su nombre en un ligero susurro, deseaba llamar su atención, mantenerla consiente por un poco más. Sabia lo que aquel sonido significaba y realmente no le gustaba en lo absoluto, era algo tan similar a la muerte que solo no podía soportarlo, no quería escucharlo, no en ella, apenas comenzaba a conocerla, no quería perderla. Estaba sola, Astrid se había marchado de su lado, no sabia cuanto tiempo tardaría en volver, no sabia a quien pedirle ayuda, Elaine era pequeña, débil, siquiera había descubierto todas sus habilidades ¿Cómo pretendía ayudar? No tenia las facultades para defenderse, siempre tuvo que escapar. Varias veces se arrepintió de haberse unido a los neutrales, de ser una líder, todo podía ser mejor si hubiera elegido el bando de los solitarios, no seria un estorbo para nadie; oh no ahí estaba nuevamente la desesperación haciendo estragos dentro de su mente.

Estaba a punto de comenzar a llorar, sus ojos no tardaron en llenarse de lagrimas pero prefirió guardárselas en vez de causarle problemas a alguien más "Kelly.. Por favor, no duermas, no puedo... Yo no puedo protegerte." No pudo hacer nada al respecto, a los pocos segundos aquella chica ya estaba dormida, algo bueno, al menos estaba cansada y no muriendo pero no dudaba de que poco podría faltarle para eso si seguía de esa manera.
Suspiro, repentinamente el cansancio provocado por el estrés comenzó a hacerse sentir en el cuerpo, sin embargo eso no le impidió moverse un poco, sentarse cerca de donde la cabeza de Kelly reposaba para así lograr, con cuidado, hacer que esta ahora se apoyara en el regazo y servirle de almohada. "Lo siento, Kelly... Discúlpame si te causo problemas, solo... No soy lo suficientemente fuerte para que no me importe.. ni para poder ayudarte." sus manos pasaron por aquella cabellera, dulcemente acariciando la cabeza y bajando por el rostro, delineando con sus dedos ese delgado contorno.

Quiso verla por un momento, por lo que no tardo en transformarse en un elfo para lograr tener nuevamente sus ojos funcionales. Aquel rostro pacifico parecía excepcionalmente lindo, una adorable muñeca de porcelana como las que vio en los libros durante su aprendizaje. Facciones delicadas, mechones largos y negros, piel pálida y aquel precioso vestido que llevaba. Era hermosa, realmente lo era y de alguna manera solo logro dolerle más al poder verla tan débil y agotada.
De repente una pequeña idea vino a su mente, no tenia la seguridad de que tan buena seria o si siquiera funcionaria, pero no perdía nada con intentarlo. Se apresuro en revisar su mochila, sacar el libro que llevaba consigo y allí revisar las diferentes medicinas que podría crear con algunas plantas, solo le quedaba encontrarlas.

Se alzo del suelo, claramente con el debido cuidado de no despertarla y cambiar su regazo por la mochila que llevaba para que todavía tuviera un lugar cómodo en donde apoyar su cabeza. Coloco un escudo mágico alrededor de Kelly, seguramente debilitaría a Elaine pero no podía dejarla tan vulnerable y si alguien intentara romperlo, Elaine podría acudir de inmediato.

No se separo demasiado de Kelly, si lo hacia el escudo desaparecería, suerte tuvo que algunas de las plantas que necesitaba estaban en la cercanía por lo que pudo tomar algunas de ella y volver rápidamente al lado de la azabache. Con cuidado continuo sacando algunas cosas de la mochila, esta vez un pequeño recipiente donde se limpiaban los pinceles que tomo de la sala de arte; allí comenzó a preparar todo lo que necesitaba. Aplastar los pétalos con una piedra, separar el liquido con un pequeño trozo de tela y finalmente verter el resultado en una pequeña botella de vidrio. Solo le quedo agregar un poco de su propia magia al brebaje además de probar un poco con tal de asegurarse que no causaría algún daño en Kelly.

Estaba listo, la poción de regeneración estaba creada, solo quedaba dárselo a Kelly... No estaba segura si podría ayudar en algo, suponía que si llevaba algo de magia lograría darle un poco de fuerzas para mantenerse en pie por un poco más de tiempo. "Lo siento nuevamente, no debo interferir en tus decisiones.. Pero no puedo dejarte así. Creo que tu harías lo mismo aun si rompieras las reglas..." le estaba hablando a una chica dormida, si, era consciente de ello, pero al menos le daba algo de calma hacerlo de esa forma.
Ahora quedaba un único problema, hacer que bebiera la poción ¿Cómo lo haría? Debía aprovechar su sueño para hacer que lo bebiera pero si solo vertía el liquido como si nada dentro de su boca solo lograría hacer que se ahogara, pero tampoco podía hacerlo mientras estuviera despierta, seria rechazada.

Acabo por decidirse por el método un poco más complicado, si se lo entregaba mientras estuviera despierta seria imposible que se lo bebiera. Nuevamente tomo a la mayor entre sus brazos, la acomodo lo mejor posible sobre el regazo y de forma lenta y cuidadosa comenzó a verter el brebaje dentro de su boca, esperaba que ella misma pudiera tragarlo si lo vertía de manera gradual y pasaba como si fuera simple saliva. Tuvo la suerte de que había funcionado y que en todo el proceso la mayor en ningún momento haya recobrado la conciencia; logro echar hasta la ultima gota, se  sentía satisfecha pero al mismo tiempo algo preocupada si algo malo ocurría por intentar ayudarla ¿Y sabes que seria peor aun? Que su magia no tuviera efecto alguno, que haya roto las reglas en vano y al final de cuenta joder los esfuerzos de la otra por mantenerse al margen. Ya solo le quedaba esperar y rezar por ver que hubiera algún efecto. "Lastima que no puedo hacerte comer mientras duermes.. No importa, lograre que estés bien, lo prometo." y así Elaine en todo momento se mantuvo arrullando a Kelly, prestando su regazo como almohada mientras ella descansara y ambas estuviera encerrada dentro de aquel escudo.

Palabras suaves de la ajena que apenas podían ser captadas por ella, pero en el momento estaba demasiado débil como para hacer algo al respecto. No podía responderle, ni hacer un movimiento “No estés triste” Decía en pensamiento, como si de alguna manera podía comunicarse con ella, pero sabía que no podía hacerlo, no tenía ese poder. Respiraba tranquilamente, sumergirse en un mundo de sueños parecía ser algo más lento de lo normal. No deseaba causar problemas, realmente no, pero su cuerpo la obligó a estar de esta manera, a descansar, a resguardar sus energías las cuales agarraba de su cuerpo, no del alimento ni de la bebida.

Lentamente, en un océano de memorias, ahí, en ese lugar en donde le genera nostalgia, esos recuerdos que apreciaba con fuerza y no los dejaba escapar. Observaba como todo pasaba primeramente de una forma fragmentada que lentamente se convertía en un escenario, y ella como en las películas era una de las actrices. ¿En donde estaba? El olor de la realidad la habían llevado a un lugar mágico. A las afueras de la ciudad, había un gran pastizal en donde su familia salía en días de campo.

Si, lo recordaba vívidamente, como si fuera ayer. ¿Una bendición? ¿O una maldición? No podía decidirse, su memoria era perfecta, el rostro de sus padres, de su hermano, disfrutando bajo un solitario árbol su día. Comiendo algunos emparedados más algunos jugos, su favorito era el de manzana. Si, fue un día tranquilo.

El cielo se mostraba apenas unas nubes y un sol completamente energético, extraño para las épocas en las cuales la familia daba estos días. Su madre y su padre recibieron días libres, y prepararon absolutamente todo para que ese día fuera aprovechado al máximo. Se habían parado temprano, ordenando las cosas en el vehículo, preparando el desayuno que degustaron dentro de la casa, pan tostado, unos panqueques y un vaso con leche y después de eso, el almuerzo y la comida, la cena ya era una tradición comerla todos juntos en la mesa del comedor.

Kelly se había llevado un libro, una de sus historias favoritas de fantasía “La historia sin fin” el cual lo disfrutaba mucho más gracias a la luz natural, al árbol que le daba la sombra necesaria para que no se perdiera entre las decenas de palabras marcadas en la hoja y rodeada de la naturaleza misma. No, no era alguien quien se comunicaba mucho, ni siquiera dentro de su familia, pero siempre estaba atenta a ellos y se la pasaba bien.

En ese día, recargó su cabeza al hombro de su madre mientras leía -Si madre… es un hermoso libro, tal vez puedas llevártelo a tu trabajo y cuando puedas descansar leerlo- Le decía con una dulzura infantil mientras que frotaba suavemente su cabeza contra ella antes de regresar a su lectura, a ese escenario de fantasía que se creaba gracias a la activa imaginación que poseía.

Días tranquilos, días que recordaba con cariño y los revivía con gusto cada noche, antes de que todo esto pasará. Respiró profundamente, si, sus padres estaban para ella, no tenían que preocuparse, y su hermano estaba bajo las miradas de los tres, tampoco le iba a pasar algo… esa fue la creencia que tenían en el momento, donde todo estaba tranquilo, apacible, donde nada se había ido a la mierda.

El rostro de su hermano, tan vívido que lo podía sentir, aquellas mejillas hermosas y rojas, esos ojos grandes y brillosos, y lo adorable que se veía mientras jugaba con su oso de peluche. Si… lo  extrañaba demasiado, que dentro del sueño perturbó su memoria, una lágrima, después dos se derramaron de sus ojos, no podía con el dolor que sentía al verlo, al recordarlo tan inocente.

Mordió su labio inferior con fuerza, temblaba de sufrimiento, de la culpa que le estaba carcomiendo su corazón, sus sentimientos. Solamente si ella hubiera dormido junto con él esta noche. Si hubiera sido mucho más atenta no hubiera desaparecido, nada de esto hubiera pasado, su familia estaría completa de nuevo, pero era… una realidad que no podía ser, una fantasía que solamente vivía en la imaginación y que nunca se cumpliría. No… el pasado estaba marcado en piedra, no había manera de viajar hacia ese momento no importa cuantas veces lo intentara, lo deseara.

La oscuridad invadía aquel sueño, lentamente se convertía en una pesadilla, en algo que tomaba su corazón y lo torturaba. Sentirse así mientras que apenas y tenía energías para soñar era sufrimiento, una tortura que no deseaba experimentar. Intento respirar, pero un nudo se creó en su garganta, trataba de enfocarse, pero un pitido agudo no lo dejaba, trataba de resistir pero no tenía fuerzas para hacerlo, sus piernas no aguantan más el peso.

Se recostó, y su cabeza sentía un calor agradable, como si fueran las piernas de su madre cuando estaba cansada, cuando solamente deseaba tomar una siesta por la tarde. Si, era acogedor, y no quería moverse por nada en el mundo, que toda sombra, que todo pensamiento maligno desaparecía en un abrir y cerrar de ojos. De nuevo, un día brillante, su libro lo había dejado a un lado, sus ojos se mantenían cerrados pero a lo lejos podía escuchar como su padre jugaba con su hermano al policía y al ladrón. Le encantaba escucharlos, saber que eso podía guardarlo en sus memorias.

Sintió algo pasar por su garganta, un líquido natural que pasaba por sus labios, que se combinaba con su saliva y pasaban por su garganta. ¿Acaso estaba lloviendo? Las nubes de ese día estaban… borrosas, parecía ser que su visión le había fallado desde hace tiempo, y no porque le faltaba utilizar lentes, simplemente era el cansancio constante que su cuerpo tenía. Respiró profundamente, aceptando aquel líquido sin queja alguna, su sueño se desvanecía alrededor de ella, parecía apenas poder tener energías para despertar, para abrir sus ojos, escuchaba la voz de la ajena a lo lejos, una bella y dulce voz con un toque maternal.

Sus ojos se abrieron lentamente, tuvieron que pasar unos segundos antes de poder captar a su alrededor. Tragó un poco de saliva, pensaba que ella ya se había retirado, se imaginaba que solamente iba a encontrar una manzana a un lado de ella, pero era todo lo contrario. Estaba siendo arrullada por la ajena, su cabeza en las piernas de la chica, era… cómodo. Respiró profundamente, llevando sus dedos en los labios, ¿Qué había consumido mientras estaba dormida? Parecía tener energías para levantarse, pero no lo hizo, tal vez en un sentido egoísta solamente quería estar ahí por más tiempo.

-No… debiste de hacerlo…- susurraba, como si fuera un pequeño regaño amistoso antes de soltar un pequeño suspiro, de estar en sus zapatos claramente haría lo mismo, sin pensarlo dos veces, no podía dejar alguien varado, siempre encontraba la manera de ayudar, tan siquiera un poco. Una de sus manos agarró la mano ajena y la acarició. Si, aunque su apariencia parecía ser otra persona, era Elaine quien estaba ahí. Era una persona gentil en un lugar donde la gentileza no era más que una debilidad. No le importaba eso, y al parecer su compañera tampoco.

-Pero… gracias- Le dedicó una sonrisa, cerrando sus ojos, llevando una de sus manos a la mejilla ajena, apenas rozando con aquella pieza metálica que llevaba en su boca, la forma de raza puede cambiar a una persona, tanto en su forma física, como en las ropas que lleva. La acariciaba con suavidad, por lo menos una forma de agradecer en el momento. De que no la abandonó y en lugar de eso se haya quedado junto a ella. No sabía cuánto tiempo pasó, tal vez minutos y aún se sentía débil, pero las energías lentamente venían a su cuerpo. No sabía lo que había tomado, pero era un progreso.

Claramente no podría abandonarla, a ella ni a nadie quien estuviera en un estado tan vulnerable, le aterrorizaba la sola idea de que pudiera sucederle algo aun más grave, que pudiera encontrarse con la muerte... No, jamás podría perdonarse a si misma si algo como eso sucediera en su presencia, no le importaba su propia muerte, era lo que le tenia menos cuidado mientras pudiera proteger a otros o en caso contrario, dejar de ser una carga. Después de todo, Elaine desconocía por completo que era lo que sucedía cuando alguien moria, para ella era simplemente el fin de todo ese espantoso juego, un terrible fin que de alguna manera podría liberarte pero siquiera podía tener la seguridad de si había alguna forma de salir de ese lugar.

No le importaba quedarse junto a Kelly el tiempo que fuera necesario hasta que despertara, le sorprendía lo mucho que lograba dormir; era un poco aburrido a decir verdad, con una agradable vista pero la naturaleza a veces podía llegar a ser un poco monótona. No le importo comenzar a cantar, claramente no demasiado fuerte pues no quería llamar la atención de nadie que estuviera rondando en la cercanía además de no despertar a Kelly de su sueño profundo.
Siquiera supo cuanto tiempo paso hasta que vio una mínima señal de vida, unos pequeños quejidos, débiles, con el tenue movimiento de los parpados hasta que estos lograron abrirse y descubrir nuevamente aquellos ojos. Verdes, eran verdes al igual que una esmeralda, realmente hermosos pero con tan poco brillo en ellos debido al deterioro de la joven. Un nuevo capricho había nacido en Elaine, ahora añoraba ver en algún momento aquellos bellos ojos resplandecer de alegría o cualquiera fuera el sentimiento que se reflejara en ellos.

Apenas soltó una pequeña risa en cuanto recibió aquel pequeño regaño; pasado el tiempo realmente dejo de importarle esa cuestión, solo le alegraba que ella pudiera estar bien, nada más. "¿De que hablas? Tu no sabes lo que hice o si fui yo quien lo hizo." aquellas palabras le acompañaba una tonada ligeramente juguetona, más animada y relajada que la del inicio "Pero si eres muy curiosa, solo comencé a probar pociones contigo, necesitaba un sujeto de prueba para mis venenos. Tu y yo jamás colaboramos." claramente eso seria una mentira, pero tenia una pequeña verdad en ello, realmente había probado una poción en Kelly, aun desconocía como le afectaba a otros de otra raza, así que solo esperaba que pudiera funcionar. "No hay nada que agradecer."

Bajo aquel cubrebocas de metal una pequeña sonrisa se escondía, una dulce mueca que no quiso ocultar por lo que solo prefirió regresar a su forma humana en donde sus labios expresaban esa cálida alegría que le traía térnela nuevamente consigo, además de directamente solo mantener sus ojos cerrados, a veces podía olvidar que debía parpadear y generaba que se secaran. "¿Sabes? Yo no debería de perder cosas, la comida y bebida es muy importante aquí, solo el mejor sobrevive." lentamente comenzó a formular una pequeña idea conforme su mano pasaba por aquella larga cabellera negra "... Aun si eso implica robar, es necesario para seguir ¿No lo crees?" era bastante obvia, solo esperaba que pudiera entender su idea. Claramente debían encontrar el modo de no colaborar, perder, robar, quitar, encontrar, era tan rebuscado pero de alguna manera necesitaban mantenerse al margen, al menos Kelly quien más se preocupaba por esa estúpida regla.

¿Qué más podía hacer allí? Kelly finalmente había despertado, quizás podría acompañarla hasta donde se alojara para asegurarse que llegara segura, pero... No quería, al menos no por un par de minutos, solo un poco más de tiempo  a su lado, era todo lo que pedía para estar satisfecha, después de todo, aun que muchos alumnos habían sido atrapados por la explosión, parecía ser terriblemente difícil encontrarse con cualquier, temía no volver a verla de nuevo si la perdía de vista. Solo un momento, eso era todo. "¿Como te encuentras? Desconozco el efecto de mis pociones en otros." algo, algún tema, debía hablar ¿Otra vez desesperada? Completamente. "Oh... Si alguna vez puede darse el caso extremo en que necesites ayuda, puedes venir a la biblioteca, casi siempre estoy allí y sino... Solo espera adentro, los demás elfos serán amables mientras no seas hostil." fue tonto pero ella misma ser rio por unos segundos luego de acabar ¿Hostil? No importaba su raza, con lo poco que puedo saber de ella tenia la seguridad de que jamás podría hacerle daño a otros sin razón alguno, a menos que llegara a ser un teriantropo en luna llena, rezaba porque no fuera de ese modo. "O solo leer un libro, siempre es agradable relajarse una vez."

Con una sonrisa, la chica expresaba alegría, un poco de gratitud pero sobre todo interés. Era una forma de librarse de la regla de cooperación, por lo menos en este momento. Solamente asintió con la cabeza, aquellas palabras que salían de ella, claro, era un contraste a los ojos ajenos, palabras que eran mentira con esa mirada de cuidado y preocupación que pasaban a una de comodidad y alegría. No podía negar que estaba bien, que por el momento las razones que salían de las palabras ajenas eran bastante convincentes.

De nuevo, la forma humana, las dos le parecían lindas a su estilo, interesantes. Su mano aún extendida en la mejilla ajena, dejando unas cuantas caricias -Si, es algo que debería de hacer, y… claro, no me gusta robar personalmente- susurró, dejando que esa sonrisa lentamente desapareciera de sus labios, hundida en sus pensamientos. Cerró sus ojos, respirando profundamente -Desearía que las cosas no fueran así- susurró, entreabriendo sus ojos, se sentía mejor que antes, con más energía, y aún así, deseaba estar acostada por más tiempo. El tiempo pasaba, las manecillas del reloj seguían su curso y el silencio gobernaba, no le molestaba en absoluto.

Se quedó en sus pensamientos, le gustaba bastante encontrar a más personas que querían cooperar, como Alayne lo hizo cuando la visitó en el baño, en su propio territorio. También deseaba hablar con los rebeldes, había escuchado sobre un objeto que dejaba romper la regla sin repercusión alguna, pero… De nuevo cerró sus ojos, era una idea alocada, en primera necesitaba saber si era verdad o no, y si no lo era… le estaba costando pensar por un momento, ella tenía que atender personalmente, si fuera mentira ella se llevaría el dolor, causaría el grito, se iría a negro por unos minutos. Si, no iba a dejar que una de sus hermanas tomará el dolor, aquel sufrimiento, esa maldición que era solamente a su raza, ¿Por que vivían en continua tortura? Eran Banshees...  Si... Retiró su mano de la mejilla ajena para posarla en su pecho, le causaba cierto dolor solamente ese pensamiento.

-Me encuentro bien. con más energía- le susurró con una pequeña sonrisa, ahora siendo jalada a la realidad por las palabras ajenas, un poco agradecida, ese espiral de pensamientos negativos tenía una gravedad inmensa que si no tenía cuidado podría ahogarse en esos. Respiró profundamente, le gustaba escuchar a la ajena, esas palabras tan gentiles y amables que dejaba.

-Claro, estaría más que encantada… Mi mejor amiga leía conmigo cuando ella podía, espero que no haya sido atrapada por la explosión- le dijo, un tono melancólico, preocupado. Si, su mejor amiga, su maestra de literatura, con cariño la recordaba y realmente deseaba no verla en este momento. -Hace tiempo que no he podido salir de mi territorio… Alguien necesita tomar responsabilidad, ¿No lo crees? cuidar de los suyos-susurró, tragando un poco de saliva, manteniendo una pequeña sonrisa, en la esperanza de que ella no estará ahí, en ese lugar olvidado por dios, aquel que solamente parecía reinar los más fuertes.

Cerró los ojos una vez más, le dolía un poco el pensamiento, no podía evitarlo -Si encuentro tiempo libre como el de ahora, no dudaré ir a visitar, espero encontrarte ahí- dijo, estas palabras apenas arrastrándose, aún preocupada, aún con ese sentimiento que se clavaba en su corazón, por lo que solamente dejó salir un suspiro un poco inaudible. Sus ojos posados en el cielo, hermoso cielo que había esta tarde.

-Elaine… gracias por acompañarme y protegerme, si hubiera caído aquí sin nadie estaría muerta para este punto. Disculpa por mostrarme en este estado, podría haber sido mucho mejor este encuentro si es que estuviera en mejores condiciones- Con una sonrisa entristecida, alzó un poco su mano para darle una nueva caricia en la mejilla, pero después regresó a su pecho. No, no era una buena idea, se sentía un poco avergonzada de hacer eso, ya le había agradecido una vez, no había la necesidad de darle más caricias, aunque ella lo deseara, un deseo egoísta.

"Como dije, no hay nada que agradecer, estoy realmente feliz de que este encuentro sucediera." afirmo con la dulzura mas pura que su voz pudiera entregar, después de todo no estaba diciendo ninguna mentira y el conocer a aquella chica había sido una bendición y algo que estaría agradecida para toda su vida. Quizás podría ser solo una fachada, una personalidad falsa que escondía tan perfectamente que siquiera Elaine era capaz de notarlo pero... De alguna manera no le molestaba ese pensamientos, quizás por el hecho de que no estaba sucediendo en ese momento, aun así, Elaine era el tipo de persona que prefería quedarse con los recuerdos felices y no dar mucha importancia a lo malo. "Vine aquí solo para buscar flores e insectos para mis pociones, sin embargo acabe encontrando algo mucho mejor, más hermoso." ¿De donde vinieron esas palabras? Hasta la propia Elaine se sorprendía al oírse a si misma decir algo así con tanta naturalidad, como si fuera parte de su personalidad. Claro que no lo era, ella solía ser mucho más reservada, palabras de ese estilo jamás salieron de su boca hasta ese momento. Ah... Que mas da, no importaba todo lo que dijera, no debía contenerse, ese podría tratarse de su ultimo día de vida, lo que menos quería era tener arrepentimientos a la hora de fallecer. La cercanía de la muerte era tan aterradora como encantadora, entregando esa libertad al ser humano para hacer lo que quisiera puesto que al final nada importaría y todo seria borrado.

Sus ojos no tenían la capacidad de ver cuando estaba en su forma humana, pero el resto de sus sentidos eran más que suficientes para mostrarle como la mayor solo retrocedió con su mano antes de llegar nuevamente a la mejilla. El sentimiento oculto tras esa acción era un tanto desalentador, percibir la tristeza y el pesar de otras personas era algo que Elaine no le agrada demasiado; maldecía tener esa agudeza en el resto de sus sentidos, a veces era una tortura conocer lo que otros llevaban escondido y no poder hacer nada al respecto para poder ayudarlos.
Trato de disipar ese mal sentir de la otra, quizás una caricia, aquellas que Kelly le había entregado y Elaine acepto con tanto gusto que incluso se permitía rogar por un poco más de ellas al apoyar ligeramente su mejilla en aquellas manos cálidas, dejándose rozar por los delgados dedos. Aparto su mano de la cabeza con tal de llevarlo hasta el rostro de la mayor, pasar las yemas por la mejilla, creando ese pequeño y cosquilloso camino hasta detenerse debajo del mentón donde un pequeño mimo, muy similar al que le daría un gato, fue proporcionado, acompañado de una risa divertida y juguetona. No quería pensar en la vergüenza o en la ética, estaba cansada de todo y solo buscaba el placer de otorgaba hacer lo que uno deseaba sin necesidad de contenerse. "Si estas a mi lado, te recomiendo siempre ser sincera, no hay mentira o sentimiento oculto que pueda escapar de mi." comento entre risas y un pequeño "pup" en la nariz de la chica. Era solo un pequeño consejo amistoso pero Elaine sabia que por dentro lo estaba diciendo más como una amenaza, después de todo, ella no lograba soportar las mentiras, la enfermaban y solo generaba que desconfiara y se alejara de todo.

Ya podía sentirse mas tranquila, saber que Kelly había recuperado algo de energía lograba darle paz a su mente, sin embargo no la dejaría en calma por demasiado tiempo, quien sabe cuantas veces a pasado por esa condición, desmayándose por horas debido a la falta de cuidados y alimentos, si que le daban ganas de gritarle un poco, solo para regañarla, por ser tan imprudente pero, no podía, no quería hacerlo, no deseaba que se sintiera mal por ello, mejor seria solo aguantarse por el momento. "Me has dicho que tienes una mejor amiga ¿Podría saber quien es? Quizás si la encuentro podría decirle sobre ti." pero Elaine rezaba por que no fuera de ese modo, esperaba de todo corazón que nadie más se encontrara encerrado en ese horrible lugar, no era para nada lindo.
El tiempo pasaba con relativa rapidez, algo que no le gustaba demasiado, estaba disfrutando tanto estar en compañía de Kelly, quería llevársela consigo a la biblioteca, estar juntas pero sabia que ella pertenecía a una alianza, a otro territorio y Elaine tampoco podía irse con ella, ambas necesariamente debían mantenerse alejadas por proteger a sus propios aliados. "Kelly... ¿Dónde esta tu territorio? No quiero que esta sea la ultima vez en que nos veamos, permíteme ir a verte alguna otra vez, quizás podríamos hacer intercambios como con las dolls." le preocupaba no volver a verla, quería mantener el contacto pues se había encariñado demasiado rápido de ella, al menos verla aun que fuera desde lejos, solo necesitaba saber que se mantuviera viva.

Ante esas palabras, la chica de tez pálida y de cabellos azabaches sentía que sus mejillas se enrojecen. Si, esas palabras eran de manera formal, la mencionaba tan sólo una formalidad, lo había leído en varios libros, en varias historias, por lo que solamente dejó salir un suspiro antes de tan siquiera poder hablar, pero solamente se contuvo. Ardía, completamente su rostro, sus hombros, sus orejas, solamente cerró sus ojos, tratando de tragar, pero solamente se encontró con una piedra en su garganta, unas mariposas en el estómago.

Tenía que relajarse, solamente eran palabras que denotaban la formalidad que la ajena tenía, por lo que respiró profundamente. Necesitaba estar tranquila. El día era precioso, pero junto a ella todo el tiempo se movía deprisa, ¿Por qué? Cuando estaba con una persona con la cual podía compartir tiempo de calidad siempre pasaba eso, los segundos, los minutos, las horas… todo eso pasaba bastante rápido. A una parte de ella le disgustaba eso, deseaba tener más tiempo para hacer las cosas… más tiempo… para…

Abrió sus ojos para observar, con una pequeña sonrisa, aun con un ligero rubor en sus mejillas, sintiendo como los dedos ajenos pasaran por su mejilla hasta su mentón, y levantó un poco su rostro para que recibir con gusto el mimo, con una pequeña sonrisa en el rostro, y no pudo evitar reí junto a ella por ello -Está bien, seré honesta- le susurró cerrando los ojos por un momento cuando sintió el dedo ajeno en su nariz. Esto era tan familiar, pero a la vez tan extraño y desconocido para ella, por una parte le recordaba esas veces donde estaba con toda la familia, disfrutando del día, de una hermosa tarde que podrían pasarla de calidad. De su cabeza en  el regazo de su madre, de cómo ella le acariciaba los cabellos y hacía pequeños juegos. Si, extrañaba eso. le hacía sentir nostálgica.

-Oh, es agradable y simpática… me ayudo bastante cuando estaba en problemas, me dio consejos y me inspiró a seguir adelante, a cambiar mi actitud que tenía anteriormente- le respondía, con una sonrisa -Se llama Astrid, creo que la reconocerías, o no… es la maestra de literatura, bueno, era, no la he visto por aquí por lo que pienso que está a salvo- le dijo, teniendo una esperanza a que ella estuviera fuera de todo esto, de los problemas, lo último que necesitaba es que ella, la mujer que admiraba y que amaba como una madre estuviera dentro de este lugar olvidado por dios. Dejó salir un suspiro, poniendo sus manos con los dedos entrecruzados en su estómago, solamente descansando, reuniendo energías. Para esas palabras, esa pregunta que venía se preocupó un poco y se tomó más de unos momentos para poder pensar bien en eso. Hasta cerró sus ojos, concentrándose, pasando por sus pensamientos, hace tiempo que no se sentía de esta manera, activa, feliz.

-Es peligroso- dijo finalmente, aún con los ojos cerrados, separando una de sus manos para que esta pudiera alcanzar la mejilla ajena y acariciarla con suavidad -Mis hermanas y yo somos territoriales, pero me daría gusto volver a verte, la he pasado bastante bien a tu lado- siguió hablando, con una voz que tenía más energía a comparación del principio. Abrió lentamente sus ojos, ahí se encontraba ella, ese hermoso rostro que se le había grabado en su cabeza, que su corazón latía extrañamente con más fuerza, ¿Se estaba poniendo nerviosa? No, tenía que tranquilizarse, inhaló profundamente y lentamente sacaba el aire -Podríamos organizar una reunión, claro, estaría bien que podríamos formar una forma de comunicación, pero la cooperación está prohibida- una pequeña sonrisa ladina, pensando un poco más antes de seguir hablando.

-Aunque claro, que se olviden objetos es otra cosa, y mis hermanas agarran todo lo que no sea reclamado por alguien- le susurraba, mordiendo con suavidad su labio inferior- Aunque realmente, no tenemos casi nada que se pueda perder, estamos escasas en alimento y en agua, y en ropas… bueno, soy la única que puede trabajar en eso, y aunque sea un recurso importante, tampoco puedo trabajar todo el día para hacer prendas, mis hermanas me necesitan- hablaba, si, estaba consciente de toda la información que le dejaba saber, pero sentía que podía confiar en ella, en que nada malo pasaría si estuviera con Elaine.

Con sus manos agarró gentilmente la mano ajena y se la llevó a sus labios, besando suavemente uno de sus dedos -Realmente desearía poder pasar más tiempo contigo Elaine- susurró dejando otro beso, lo hacía de una manera inconsciente, como si estuviera hablando con alguien familiar, la imagen de su madre en la cabeza, le hacía ese cariño, pero después de ese segundo beso se dio cuenta de que no podía estar en el pasado más tiempo, de que no era la mano de su madre, sino la mano de su compañera. Aún estaba un poco… ¿confundida? Su rostro se puso completamente rojo y giró su cabeza hacia un lado, tragó saliva, estaba avergonzada y en el momento no podía decir nada.

Eran tan extraños todos aquellos sonidos que captaba de Kelly, tan similares, por no decir que iguales, a aquellos que ha escuchado de una persona enamorada, sin embargo solo prefirió pasarlo por alto, pues creía imposible que un sentimiento de ese estilo pudiera surgir por Elaine, apenas se estaban conociendo ese día. De todas formas no dejaba de parecerle algo lindo de ella, adoraba escuchar ese sonido en las personas.

Continuo escuchando atentamente a las palabras de la mayor, haciéndole sonreír en cuanto descubrió cuan importante era aquella mejor amiga, >Ha de ser una persona maravillosa< pensó por un momento hasta que escucho el nombre. Claramente no se confundió con su propia idea pero le fue una total sorpresa saber que se trataba de Astrid, su tan amada profesora. Tuvo que admitir que aquello le genero ciertos celos, un poco de envidia, pero fue algo que se disipo con rapidez; su profesora era una maravillosa persona y el enterarse de los cambios que había hecho en Kelly solo confirmaba aun más su pensamiento sobre ella.
Sonrió con dulzura más no pudo mantener por demasiado tiempo aquella mueca pues debía de contarle la verdad y que incluso Elaine ahora no sabia en lo absoluto de su paradero. "Claro que la conozco, Astrid es mi querida profesora, siempre me leía luego de clases si yo no entendía algo, adoraba esas tardes con ella, su voz..." y en aquel momento no pudo evitar que un suspiro de alegría y nostalgia escapara de sus labios, cuando todo era tranquilo y pacifico, cuando aun no oía mentiras de ella... "Desgraciadamente Astrid también esta aquí dentro, Kelly. Es parte de los elfos neutrales, tampoco ha salido mucho de la biblioteca." su humor ligeramente decayó en ese momento pero aun así trato de mantenerse firme y no mostrar su malestar ante esa situacion. "Ahora mismo ella no esta, se ha ido hace unos días... Solo dejo una nota diciendo que pronto regresara... Solo espero que este bien donde sea que se fuera."  trato de ser tan honesta como le fuera posible, tan solo evitando algunos detalles que no creía que fuera necesario que otros supieran pues su profesora parecía bastante preocupada con respecto al asunto... Luego todos lo sabran... Luego.

Nuevamente el rechazo. Por dios santo, solo era el primer día en que se conocían pero había logrado frustrarla mas de tres veces, estaba hasta de todas esas reglas, de las razas, de todo. Creía que eran pura mierda solo para apartar a unos de otros pero ahora sabia que realmente tenían repercusión de aun que sea una raza. Maldecía con todo su ser a aquello que los trajo a ese lugar, lo odiaba como nunca odio a nadie, solo quería que desapareciera de una vez por todas. "Entiendo..." fue lo único que atino a responder, lo único que podía decir sin explotar de una diatriba de maldiciones a todo lo de ese mundo.
A cada momento tenia que buscar el modo de suprimir sus sentimientos, de mantener la calma y no alterarse como lo hizo con Astrid pero era tan difícil no sentirse tan inútil y miserable en aquel lugar, solo quería patear algo para calmarse. "Lo sé, la cooperación esta... Prohibida... Espera..". Que estúpida, que idiota ¿Cómo no lo había recordado antes? Había obviado por completo que ella había recuperado su pequeño trozo del de Persephone, eso tendría que servir de algo a pesar de las palabras de su profesara, al menos para engañar.

Con una de sus manos se apresuro a buscar en su propia mochila, tocando cada objeto dentro de este hasta dar con el pequeño retazo de tela, sin embargo su mente se desconcentro por completo al sentir unos suaves labios tocar su mano. Tuvo un escalofrió que le hizo inmediatamente sonrojar como nunca. Se sentía tan apenada por ello pues no se sentía como un beso simplemente amistoso. Nuevamente trato de ignorar aquello, si le daba muchas vueltas en su mente simplemente no seria capaz de olvidarlo nunca y le seria todo un lio concentrarse en sus cosas.
Continuo rebuscando un poco más hasta lograr tomarlo y sacarlo de su mochila, finalmente, eso debía de tener alguna utilidad, la que fuera aun que sea solo un placebo.

Lentamente se levanto del suelo, ayudando a la azabache a levantarse con ella. Ya era bastante tarde, el cielo se tornaba ligeramente carmesí buscando oscurecerse cada vez más hasta traer la noche. "El sentimiento es mutuo, adoraría tener más tiempo a tu lado, Kelly." No era ninguna mentira, realmente había disfrutado tanto esa tarde junto con Kelly que incluso le aterraba que fuera la primera y ultima. "Ya casi llega la noche..." suspiro con desgano más en su rostro regreso una pequeña sonrisa. "Puede que esta sea la ultima vez que nos veamos, le rezo a Dios de que no sea así pero no me quiero arrepentir." tomo las contrarias para guiar una de ellas al hombro de Elaine mientras que la otra se mantenía entrecruzando los dedos de ambas y entre sus palmas el pequeño trozo de manto escondido. Elaine por otro lado llevo su mano libre hasta la cintura de la otra mientras lentamente aquella esfera de magia comenzó a rodear a ambas para lograr protegerlas aun que sea del primer golpe de quien sea.

Iba a ser tan vergonzoso aquello pero al mismo tiempo le parecía una idea tan tontamente linda, al menos para acabar aquel día con algo dulce para recordar entre ambas. Le habría gustado tener un poco de música de fondo pero mejor seria solo utilizar su voz para dar un poco de ambiente. No era la mejor cantante pero podría decirse que su tono era bastante decente, lo suficiente para contrarrestas un poco la falta de muisca mientras lentamente un pie se movía frente al otro, guiando el ritmo de la mayor hasta lograr que ambas tuvieran esa pequeña sincronía al bailar un pequeño vals conforme la noche caía y solo la luz de la magia iluminaba ligeramente los pasos de ambas. Giros, acercamientos, podía llegar a ser algo torpe todo aquello pero para Elaine resulto sumamente divertido conforme bailaban.

Cancioncita para Kelly:

Con una gran sonrisa, con ojos hasta llorosos, recibía las palabras de la ajena en cuanto a su mejor amiga, si, era la misma, gentil y amable. Tuvo que parpadear unas cuantas veces antes de asentir unas veces, era una preocupación extrema que ella estuviera en este lugar, como igual un alivio a su corazón de que por lo menos no estaba sola dentro de este infierno, este lugar olvidado por dios “no olvidado” Negó suavemente con la cabeza, no quería que la voz atacará en ese momento de calidad, tal vez después, pero ahora estaba con ella, con la ajena. Sintió un ligero pinchazo en su pecho,al final era eso, ella se iba por unos días, podía esperar sin problema, aunque ahora estaba energética, emocionada por poder verla de nuevo, de abrazarla y llorar, llorar como nunca lo había hecho, de todos esos sentimientos dentro de ella. ¿Podía soportar más días? Simplemente el tiempo lo dirá, que ni siquiera ella sabía que tan estable estaba.

-Entonces esperaré junto contigo su regreso- dijo con una sonrisa, claro, le alegraba tener noticias al fin de sus conocidos. ¿Cómo estarían los demás? Se preguntaba, aquellos que había conocido y había pasado aventuras como desventuras, no podía decir que eran sus amigos, pero conocidos, o cómplices. Se estaba preocupando ahora de cosas que no iban tanto del tema, que ese pensamiento tal vez sería para después.

Las palabras siguientes no pudo captarlas, no por el momento en que estaba dentro de su cabeza, de dejar ese beso preciado, que el pasado y el presente se habían conectado en su cabeza y se habían entretejido por un pequeño momento, lo suficiente como para que ella y la ajena estuvieran sonrojadas, ¿Por que le pasaba esto? Tragó un poco de saliva, aún nerviosa por lo que ella iba a decir. Pero no pudo evitar sentir ternura por las mejillas rojizas de la ajena, coloridas, como si fuera una explosión de colores, rosados y rojizos.

Sin poder relajarse se levantó con la ajena, un poco nerviosa, apenas tocando la mano de la chica al momento de levantarse, si, temblaba un poco, peor debía de concentrarse, relajarse, que a las palabras que se le dedicaban asentía con la cabeza, tratando de encontrar la fuerza para responderle, pero unos segundos no eran suficientes, y no pudo evitar sentir un escalofrío que pasaba por ella al momento en que la ajena agarró sus manos, y las palmas estuvieran pegadas y los dedos entrecruzados de esta manera. Esto era mucho contacto físico, todas las alertas, focos rojos, números de emergencia sonaban en su cabeza en una forma que no esperaba, que si seguía así explorará sentimientos que solamente podía hacer soñado, imaginado, que los había presenciado en libros, en películas, en series, en cuentos… pero ahora era ella la protagonista de todo esto.

-Y-yo tampoco…- susurró finalmente, cerrando sus ojos con fuerza, sentía que iba a derramar lágrimas, no por tristeza, sino por felicidad como desesperación, que en su interior estaba todo hecho un caos, que era un vals que no podía salir, era toda una orquesta sin director, el ruido que causaban sus emociones era tal que no sabía qué hacer y por el momento se dejó guiar por al ajena, que sus ojos al abrirse ahora estaba en un cuento de hadas, ¿Acaso ella sería su príncipe? O mejor dicho su princesa al rescate. una esfera mágica rodeandolas. Tragó un poco de saliva, no pensaba que iba a hacer, pero la iba a seguir, ya que su mente era una zona de guerra, como tampoco pudo sentir la tela que se encontraba en ese toque.

Un paso, dos pasos, y una voz ajena, una canción hermosa, bella, que no le importaba si a veces desentonaba, pero era suficiente para hacer este ambiente lo más… romántico y tierno que se pudiera, que no podía dejar de pensar en ello, ¿Y si era solamente un juego? Tragó saliva de nuevo, una de estas se podía atragantar y destruir todo este ambiente, pero no era su culpa sentir como se cerraba su garganta por los nervios que tenía.

Pero después de los segundos de pánico pudo moverse al ritmo ajeno, una, dos, tres, en lo que sería un vals torpe, dos principiantes que no seguían las reglas de la danza y simplemente era el disfrute de la compañía, de ese ambiente que le hacía sentir ligera, como en esos libros, que era un estado de borracho no por el alcohol, sino por el ambiente tan cómodo y divertido en la que estaba. no podía evitar sonreír a todo esto. Una lágrima derramada, una de felicidad, de extrema vergüenza, de no saber realmente qué hacer. que por un momento no Era Kelly Chambers la líder que se había presentado, sino Kelly Chambers, la chica tímida y hundida en sus libros. Su máscara no estaba preparada para esta clase de situaciones, pero ahora que estaba por fin revelada a la ajena, los sentimientos que se ocultaban dentro de su corazón fluían con fuerza, no podía dejar de sentir los pinchazos en su corazón, todo lo que hizo y todo lo que podía cambiar. Su familia, sus pocos y seleccionados amigos, como deseaba ser más social, hablar con más gente, tener estos momentos con la persona que más le gustaba. Cerró sus ojos con fuerza, de nuevo dos lágrimas entre giros y acercamientos.

Pero lo que predominaba era la felicidad del momento, que era todo lo que ella necesitaba, alguien con quien compartir, que era como una salvadora a corto plazo, porque sabía que era tan frágil que podía romperse en cualquier momento, pero no en este. Sus pasos arrastrándose por el suelo, tratando de no pasar a la ajena, pero más allá no tenía cuidado alguno, que las energías venían y salían, que su cuerpo apenas y podía seguir a la ajena y se cansaba bastante fácil. Pero era divertido, era algo que nunca había experimentado. Que con su hermano bailaba de esta manera solamente para divertirse por un momento en un ambiente familiar, pero con alguien quien apenas conoció…

¿Era amor a primera vista? No podía saber, pero cuando abrió de nuevo sus ojos expresaban una triste sonrisa, una nostalgia enorme llenó su corazón y sin pensarlo, por la emoción del momento, o por la imitación de las acciones de las series y películas acercó su rostro a la ajena, y llegó a tener contacto con los labios ajenos, pero era apenas un roce ya que era inexperta en eso, pero se detuvo, en un momento donde no podía pensar bien, en donde todo estaba nublado por el flujo de sentimientos y sensaciones. Un pequeño beso finalmente, como si no podía esperar, como si fuera una película romántica de Hollywood, que aquel contacto ni siquiera podía durar una fracción de segundo, pero para ella era suficiente para entrar en razón y entrar en pánico por lo que hizo.

-Disculpa- Dijo con lágrimas en los ojos antes de girarse con fuerza, soltando las manos ajenas, agarrando con fuerza lo que tenía entre los dedos, ¿Qué era? No lo sabía, pero salió corriendo, avergonzada de lo que pasó, ¿Ahora que? ¿La iba a odiar por eso? ¿Decir que era rara? No tenía la culpa, que todo estaba tan confuso en su cabeza, pero corrió y corrió, deseaba regresar a los baños, en donde estaba segura, en donde no se sentía tan… vulnerable.

Tal como se había dicho, Elaine no era la mejor cantante ni alguien que entrenara su voz con regularidad, apenas era un pequeño pasatiempo que tenia junto a su tan amada nana quien la cuido como a un hija propia. Estaba claro que desafinaba en algunas notas, aquella que salían de su registro de voz y eran mas difíciles de alcanzar, sin embargo eso no la detuvo en lo absoluto, estaba tan absorta en su pequeño baile junto con la mayor que siquiera le importaban los detalles menores como siempre solía suceder. Aquello era hermoso, mágico, algo tan encantador que ya había experimentado algunas veces con sus cuidadoras quien la sacaban a bailar para alegrar un poco su humor, sin embargo nunca antes había tomado la mano de un ajeno para realizar algo como y para ser su primera vez realmente había amado esa sensación de libertad, la diversión, la alegría que le provocaba compartir con alguien más algo como un torpe vals que no seguía las reglas de nadie más que la que ellas mismas creaban para acomodar sus propios ritmos.

Que hermoso, que maravilla, sus sentidos se habían bloqueado completamente, solo dejándose llevar por la alegría, siquiera fue capaz de oír los sentimientos de Kelly pero en el interior solo deseaba de que ella estuviera disfrutándolo tanto como Elaine, si esa seria la ultima vez que se viera, quería que fuera el encuentro más divertido y extravagante para ambas, algo que fuera imposible de olvidar en mucho mucho tiempo. En su mente quedaría grabado la imagen de Kelly al igual que su maravilloso nombre, sin embargo estaba fuera de ser del modo en que Elaine pensaba que seria, demasiado lejos.

Quizás había sido una mala idea bloquear sus propios sentidos, dejarse llevar era muy peligroso para alguien que dependía puramente de su audición. En aquel momento de baile se había vuelto completamente ciega, solo movía sus pies conforme a lo que su mente recordaba por lo cual eso le llevo a que no viera venir los movimientos de la ajena. ¿En que momento había sucedido todo eso? En cuanto el primer roce se produjo despertó de inmediato de su trance tal como las princesas de cuentos pero eso no era un cuento y la realidad era muy diferente. Aquel toque prosiguió unos pocos segundos más que para Elaine se hicieron eternos, apenas un momento y todo su rostros se había tornado carmín hasta las orejas, paralizada, confundida, siquiera se pudo preocupar al momento en que Kelly salió corriendo del lugar, su mente se había vuelto un descontrol de sentimientos y confusión, una señal para nada buena.

Todos el resto de sentido de Elaine estaban bastante más desarrollados que el de cualquier otra persona, claramente omitiendo la vista, sin embargo esa habilidad le traía graves consecuencias que había aprendido a evitar y sobrellevar con el paso del tiempo. Ella no podía permitirse liberar sus sentimientos así como así, apenas tenia la capacidad y fuerza suficiente para dejarlos escapar de a pequeños granos para no parecer un robot sin vida, no era capaz de soportar las emociones demasiado fuertes, estaban prohibidas para ella a menos de que estuviera completamente lista para afrontarlo cosa que no sucedía con facilidad.
Kelly la había tomado completamente por sorpresa con aquel beso, su primer beso, siquiera le había gustado alguna persona antes y mucho menos tener una pareja, eran cosas que nunca fueron de su interés, sin embargo nunca creyó que un toque tan simple podía llegar a descompaginar toda su mente. Solo se quedo quieta en su lugar, cubriendo sus odios, tratando de aislar el resto de sonidos a como diera lugar pero hasta el simpe cantar de los grillos la estaba volviendo loca, todo sonido resonaba en su mente como si estuvieran metidos allí dentro. Perdió completamente el control de su ser, no pudo soportar algo tan estúpido como un beso, fue demasiado para alguien quien jamás pensó en la mínima posibilidad de que algo así pudiera suceder.

Lentamente caía al suelo, el escudo a su alrededor comenzaba a fallar conforme perdía la razón y con ello el conocimiento, aquel dolor en su cabeza solo empeoraba la situacion, ya no solo por el volumen tan alto que captaba de las cosas, el uso de sus propias habilidades igualmente la dañaban. No quería gritar, se estaba conteniendo por no hacer ni un solo ruido pues en la mínima cordura que aun le quedaba pensó en Kelly, no quería que elle regresara para ayudarla, ya era demasiado tarde, no necesitaba que dos personas corrieran peligro al mismo tiempo, iba a ser mejor que ella solo regresara a su territorio. Además había tenido ese pequeño hilo de recuerdo que le hacia saber en la situacion en que encontraba, no podía hacer ruido alguno, estaría muerta antes de tocar el suelo.

Menos de tres minutos de lucha por recuperar el control de sus sentidos, Elaine simplemente perdió ante el dolor intenso que la cegó por completo. Acabo por desmayarse en ese mismo lugar, le tomaría horas despertar y aun más tiempo en recuperar todos sus sentidos a como eran antes. Quien sabe por cuanto tiempo estuvo a la intemperie tirada en el suelo, lo ultimo que supo es que cuando despertó se encontraba de nuevo en la biblioteca, a pesar había preocupado a los demás y fueron a buscarla, tuvo suerte de no haber ido a un lugar más espeso del patio ni que haya sucedido aquello durante luna llena. Tuvo que quedarse varias horas dentro de la biblioteca simplemente quieta en un mismo lugar hasta que pudiera "ver", siquiera le había sido posible acceder a su forma de raza pues parecía haber sido afectada igualmente por la ceguera. En ese momento lo único que tenia en claro era que debía buscar a Kelly en cuanto se recuperara por completo.