I. Jamás cooperarás con otras razas.
II. No intentarás comunicarte con el exterior.
III. Vivirás en este mundo y no en el exterior.
IV. Rompe una de las reglas, y un conocido de allá afuera muere.
En la oscuridad de tu inconsciencia, después de la explosión de una bomba en el evento al que acudiste, susurros te trajeron de vuelta a la vida.
El extraño evento a puertas abiertas del colegio Fallgate debería haber sido la primera advertencia.
Era casi el final del año escolar y todos estaban invitados, alumnos, profesores, todos los habitantes de Grendelshire. La magnitud del evento hasta había llegado a oídos de Londres.
Todos podían entrar sin invitación ni pagar por boletos. Excepto los menores de ocho años, una estipulación que debería haber sido la segunda bandera roja.
Aunque todo estaba cubierto de nieve, el cálido sol invitaba a recorrer el decorado colegio. Tiendas de comida, competencias, juegos, eventos, música, foros de debate, tantas cosas sucediendo al unísono que fue imposible para cualquiera darse cuenta de la farsa.
Lo único que escuchaste fue la explosión proveniente del medio del terreno antes de que tus tímpanos retumbaran a tal frecuencia que los subsiguientes gritos de terror y agonía se convirtieran en silencio. El gas azul que lentamente nubló tu vista claramente tenía la misma procedencia. Sentiste como te ahorcaba, quemaba, ahogaba bajo el agua, como si tragaras arena o ácido; todo dependía de tus peores miedos mientras perdías el conocimiento.
Después de despertarte con las reglas del juego, aquella voz ronroneó tus opciones, tu nuevo futuro. Debías elegir una raza antes de poder despertar.
¿Vienes a jugar con nosotros?
II. No intentarás comunicarte con el exterior.
III. Vivirás en este mundo y no en el exterior.
IV. Rompe una de las reglas, y un conocido de allá afuera muere.
En la oscuridad de tu inconsciencia, después de la explosión de una bomba en el evento al que acudiste, susurros te trajeron de vuelta a la vida.
El extraño evento a puertas abiertas del colegio Fallgate debería haber sido la primera advertencia.
Era casi el final del año escolar y todos estaban invitados, alumnos, profesores, todos los habitantes de Grendelshire. La magnitud del evento hasta había llegado a oídos de Londres.
Todos podían entrar sin invitación ni pagar por boletos. Excepto los menores de ocho años, una estipulación que debería haber sido la segunda bandera roja.
Aunque todo estaba cubierto de nieve, el cálido sol invitaba a recorrer el decorado colegio. Tiendas de comida, competencias, juegos, eventos, música, foros de debate, tantas cosas sucediendo al unísono que fue imposible para cualquiera darse cuenta de la farsa.
Lo único que escuchaste fue la explosión proveniente del medio del terreno antes de que tus tímpanos retumbaran a tal frecuencia que los subsiguientes gritos de terror y agonía se convirtieran en silencio. El gas azul que lentamente nubló tu vista claramente tenía la misma procedencia. Sentiste como te ahorcaba, quemaba, ahogaba bajo el agua, como si tragaras arena o ácido; todo dependía de tus peores miedos mientras perdías el conocimiento.
Después de despertarte con las reglas del juego, aquella voz ronroneó tus opciones, tu nuevo futuro. Debías elegir una raza antes de poder despertar.
¿Vienes a jugar con nosotros?
¿Sobrevivirás el Juego?
⚝ Reglas⚝ Ambientación⚝ Razas⚝ Alianzas⚝ Personajes Canon⚝ Territorios Neutrales⚝ Habilidades Prohibidas⚝ Modelo de Ficha⚝ Temas Libres⚝ Dudas⚝ Sugerencias⚝ Novedades⚝ ¡Conoce a la Administración!⚝ Discord
⚝ Reactivación de Cuentas
Registros
On-Rol
⚝ Sistema de Encuentros ⚝ Sistema de Dados⚝ Hoja de Personaje⚝ Misiones⚝ Familiares⚝ Pide al NPC⚝ Puntos y Niveles⚝ Cierre de Temas⚝ Level Up⚝ Calendario⚝ Tienda⚝ Regalo de Puntos
I'm not a Higher Power, I Just Live in the Ceiling [Lilianna ID]
Lun Abr 17, 2023 5:39 am por Lilianna Vasiliev
You'll Break your Back to Make me Feel Again || Rachel ID
Vie Abr 07, 2023 10:28 pm por Rachel Le Fayet
I'm Tired of Breathing Empty Air || Ciaran ID
Mar Abr 04, 2023 9:17 pm por Hayate Ciaran Asher
From the Day that I was Born, Trouble Won't Leave Me Alone [Priv. Kelly]
Vie Mayo 06, 2022 7:06 pm por Nicholas Taylor Allen
Escape from this Afterlife (Priv. Vincent)
Vie Abr 29, 2022 8:21 pm por Vincent Schwarz
Waking Up at the Start of the End of the World {Priv. Zack}
Sáb Abr 23, 2022 3:13 am por Tiffany Hale
I see your monsters, I see your pain || Libre
Vie Abr 22, 2022 6:15 pm por Noah Adams
I Prayed, God Sent me right to Voice Mail || Priv. Nick
Vie Abr 22, 2022 5:25 pm por Gala Florian
Baby, I'm the reason why Hell's so hot || Priv. Faith Asher
Vie Abr 22, 2022 5:03 pm por Joshua Friedrich
Problemas o Cambio de Botón AQUÍ
Lun Abr 18, 2022 7:33 pm por Invitado
Sabías que...¿Cuando mueres vas directo al cementerio de los alrededores?
Sabías que...¿Eres irreconocible en tu forma de raza?
Sabías que...¿Si abres temas libres en ciertos lugares quizás los responda un canon?
Sabías que...¿Para cruzar la neblina debes cumplir ciertas condiciones?
Sabías que...¿Cada templo tiene un secreto?
Mejor Posteador Mejor Ficha Nombre Apellido Nombre Apellido Mejor TemaNombre del Tema Nombre Apellido Nombre Apellido Mejor Pareja
Afiliados Hermanos Directorios
Créditos
Primero que nada, gracias a Emme, quién ha transformado el foro en esta maravilla, con una skin preciosa, widgets y perfiles. Además de que la gran mayoría de las tablas que usamos pertenecen a ella. Agradecemos infinitamente su paciencia con nosotros y a sus hermosas creaciones.
Por otra parte, quiero agradecer a nuestros usuarios y administradores. Todo aquel que se interesó en este proyecto y pone su granito de arena para mantenerlo vivo. Porque nosotros no seríamos nada sin ustedes. Y la administración, que a pesar de todo, siempre está ahí para todos nosotros, y se lanza con mis ideas locas y hacen que salga bien.
Atte. Persephone Hansen
Por otra parte, quiero agradecer a nuestros usuarios y administradores. Todo aquel que se interesó en este proyecto y pone su granito de arena para mantenerlo vivo. Porque nosotros no seríamos nada sin ustedes. Y la administración, que a pesar de todo, siempre está ahí para todos nosotros, y se lanza con mis ideas locas y hacen que salga bien.
Atte. Persephone Hansen
Takin' my Heart. [Autoconclusivo]
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Takin' my Heart. [Autoconclusivo]Takin' my Heart. [Autoconclusivo]
por Katori Takei Vie Oct 18, 2019 10:50 pm
Takin' my Heart
Amanecer - Parque – Oneshoot
¿Con qué sueñan los dragones? ¿Y los humanos que, sin saberlo, han sido convertidos en dragones?
Las mitologías decían de todo. Desde el secuestro de doncellas hasta la cautelosa y recelosa protección de su oro y riquezas. ¿Qué era un dragón? Un reptil longevo y superior a otros. ¿Se podía ver gobernando a otras razas con puño de hierro? Tal vez. Las posibilidades eran muchas, pero era cierto que no todos los dragones buscaban un mal tan terrible. Tal vez aquellos seres solo tuvieran miedo o inseguridad. Posiblemente parte de sus temores fueran la fuente de esa altanería.
Pero, al final del día, sangraban, sentían y pensaban como todos. Habían perdido mucho para estar allí y nadie les preguntó. La mitología se hacía realidad, la ficción siendo superada, en aquel sitio entre la niebla. Irritables, frágiles, familiares y desconfiados. Problemas que un dragón nunca tendría las historias de la realidad. No eran malvados y no dejarían que ningún héroe les matase por una princesa. Cuando la Luna tapaba la luz natural, única fuente de visión que era segura allí, dormían con inquietud. Y eso hacía aquella japonesa de mechón rojo, Katori Takei, una dragona mucho más humana que el resto de sus congéneros, durmiera con miedo a ser asaltada. Un sueño ligero y que no daba demasiado descanso, pero que ayudaba a olvidarse de aquella existencia anodina. La gente amable que había conocido y la no tan agradable que había sufrido pintaban ya una rutina de la que quería salir. Pero no podía. Todo eso había solo comenzado para ella, igual que para todos, y organizar sus vidas en un mundo en ruinas iba a ser un desafío manchado de demasiada sangre.
Por eso a veces deseaba la japonesa que algo nuevo, y bueno, pasara. Era raro, y perder la esperanza era fácil. Aquel era el motivo que se aferrase a sus hermanos y familia para continuar. Ese amanecer que introducía el día que iba a empezar Katori no esperaba recibir una noticia tan extraña como buena. O parcialmente buena. Ni siquiera ella podría catalogarla como nada lógico. Sus ojillos se abrieron, para variar, con legañas que retiró rápidamente. El rocío de las hojas cercanas hacía que el oxígeno fuese fresco y el ambiente un poco más frío de la cuenta. Bostezó. Pese a querer mantenerse en vigilia había caído rendida al sueño hacía unas cuantas horas. Movió sus manos por la cara, revisando que todo estuviese a su alrededor. Sus mirada rojiza y viva, con aquel fondo triste, revisó todo: un poco de comida dura, alguna ropa y mantas raídas y una bolsa amplia que se colgaba a veces al hombro de forma cruzada. Su escondite no era nada especial como los de otros e iba variando sus pocas cosas de un lado para otro. Consciente de que debía moverse, se puso en pie y cogió aquellas pocas cosas, lista para ir de un lado a otro y pasar las primeras horas a salvo, lejos de alguien que pudiese haberle visto dormir. Así era la paranoia que sentía en la desprotección nocturna.
Cuando se cargó aquella destartalada bolsa que "sobrevivió" la explosión notó un peso ligeramente superior, así como un sonido de algo moviéndose en esta. El movimiento sin mucho cuidado de aquel contenedor hizo que el objeto extraño se manifestase al chocar con el resto de poco útiles pertenencias y su diario. Extrañada se puso de cuclillas y abrió dicha bolsa, metiendo su mano despacio, como si en su cabeza alguien hubiese preparado una trampa. — ¿Oh? — Pasar su mano por un recipiente de madera en buen estado, sin astillas o roturas, hizo que se alarmase, aunque en pocos instantes introdujo sus manos en la bolsa y, como si aquello fuera un explosivo plástico, sacó la cajita, apoyándola en el suelo y revelando su contenido ante unos ojos ávidos de curiosidad.
Aquel kit de caligrafía estaba perfectamente ordenado. Hermoso como pocos, su interior no estaba lleno de polvo o fracturas. Observó los alrededores. Si alguien colocó aquello tuvo que ser recientemente... ¿o no? ¿Quién fue? ¿Cómo? ¿Por qué? La joven estaba ligeramente ofuscada y, revisando todo aquello, extendió lo único curioso más allá del pincel y el tintero: el pergamino. Era casi imposible no notar el estilo oriental japonés del conjunto, y su ahora usuaria dudaba que fuese fácil y barato encontrar uno en Inglaterra, menos todavía en las ruinas del colegio. El texto en kanji e hiraganas escrito con limpieza y esmero hacía todavía más improbable que alguien lo hubiese escrito. Los nervios se apoderaron de ella, ¿qué broma, buena pese a todo, era esa?
Tragó saliva. Apretó un poquito el resistente papel pergamino y quedó tan afectada como golpeada por el estupor. ¿Era un mensaje de sus hermanos a través de un ser divino de la naturaleza? Si hubiese estado en inglés tal vez hubiese pensado que era una broma o un regalo de algún amigo, pero no era posible. ¿Quién estaba detrás de eso? ¿La entidad maligna que puso las normas y eso era un premio por ser fiel a esas normas que odiaba? ¿O tal vez era un regalo de Amaterasu para que siguiera al Sol? Quizá era Hachiman, animándola a luchar siempre sin rendirse, con honor, o Ryūjin, aprovechando que era un dragón. No tenía ni idea de a qué camino se refería y eso hacía que se plantease qué había hecho bien para esa entidad misteriosa. No tuvo tiempo para mirar más los caracteres, pues al breve minuto de observarlo fijamente estos se desvanecieron. Aquel regalo caído del cielo era conmovedor. Sus ojos se llenaron de líquido salado al pensar en el reconocimiento y abrazó un poco la caja contra ella. Fuese de quien fuese era como tener su casa un poquito más cerca.
Poco tardaría en probar a escribir su nombre en el pergamino, olvidándose del "desayuno". Tampoco aquello sirvió, pues el mensaje se borró. Era un utensilio que, en aquel momento en que su nombre desapareció, no parecía útil, pero pronto pensó en todas las veces que no tendría que utilizar, con sus cercanos de otras razas, la tierra, las piedras o las paredes. Tampoco forzarse a cantar, aun gustándole a la chiquilla, pero salvando todos los momentos en los que no tenía la guitarra encima. Ella nunca había sido una chica dedicada al hermoso arte de la escritura tradicional japonesa, pero nunca era tarde, para alguien que amaba sus raíces, para comenzar aquello. Nunca pensó que podría encontrar tanta liberación en algo tan, a sus ojos, cercano a la obediencia y aprendizaje ciego de la educación. Era un momento de catarsis. Una fuente, junto con el astro rey, de potenciarse hacia el mañana.
¿Quién sabía qué más podría hacer? Eso se lo diría el tiempo. Para Katori existía una pregunta todavía más acuciante y angustiosa: ¿quién le dio ese mensaje y regalo? ¿Por qué?
Para su desgracia esa pregunta tardaría todavía algún tiempo en responderse. Por el momento tenía que seguir adelante, atada a los cielos, sin olvidar quién le espera fuera de aquel lugar oscuro. Por muchas adversidades que una chica normal tuviera que pasar, lo haría. Estaba en el buen camino.
by emmeLas mitologías decían de todo. Desde el secuestro de doncellas hasta la cautelosa y recelosa protección de su oro y riquezas. ¿Qué era un dragón? Un reptil longevo y superior a otros. ¿Se podía ver gobernando a otras razas con puño de hierro? Tal vez. Las posibilidades eran muchas, pero era cierto que no todos los dragones buscaban un mal tan terrible. Tal vez aquellos seres solo tuvieran miedo o inseguridad. Posiblemente parte de sus temores fueran la fuente de esa altanería.
Pero, al final del día, sangraban, sentían y pensaban como todos. Habían perdido mucho para estar allí y nadie les preguntó. La mitología se hacía realidad, la ficción siendo superada, en aquel sitio entre la niebla. Irritables, frágiles, familiares y desconfiados. Problemas que un dragón nunca tendría las historias de la realidad. No eran malvados y no dejarían que ningún héroe les matase por una princesa. Cuando la Luna tapaba la luz natural, única fuente de visión que era segura allí, dormían con inquietud. Y eso hacía aquella japonesa de mechón rojo, Katori Takei, una dragona mucho más humana que el resto de sus congéneros, durmiera con miedo a ser asaltada. Un sueño ligero y que no daba demasiado descanso, pero que ayudaba a olvidarse de aquella existencia anodina. La gente amable que había conocido y la no tan agradable que había sufrido pintaban ya una rutina de la que quería salir. Pero no podía. Todo eso había solo comenzado para ella, igual que para todos, y organizar sus vidas en un mundo en ruinas iba a ser un desafío manchado de demasiada sangre.
Por eso a veces deseaba la japonesa que algo nuevo, y bueno, pasara. Era raro, y perder la esperanza era fácil. Aquel era el motivo que se aferrase a sus hermanos y familia para continuar. Ese amanecer que introducía el día que iba a empezar Katori no esperaba recibir una noticia tan extraña como buena. O parcialmente buena. Ni siquiera ella podría catalogarla como nada lógico. Sus ojillos se abrieron, para variar, con legañas que retiró rápidamente. El rocío de las hojas cercanas hacía que el oxígeno fuese fresco y el ambiente un poco más frío de la cuenta. Bostezó. Pese a querer mantenerse en vigilia había caído rendida al sueño hacía unas cuantas horas. Movió sus manos por la cara, revisando que todo estuviese a su alrededor. Sus mirada rojiza y viva, con aquel fondo triste, revisó todo: un poco de comida dura, alguna ropa y mantas raídas y una bolsa amplia que se colgaba a veces al hombro de forma cruzada. Su escondite no era nada especial como los de otros e iba variando sus pocas cosas de un lado para otro. Consciente de que debía moverse, se puso en pie y cogió aquellas pocas cosas, lista para ir de un lado a otro y pasar las primeras horas a salvo, lejos de alguien que pudiese haberle visto dormir. Así era la paranoia que sentía en la desprotección nocturna.
Cuando se cargó aquella destartalada bolsa que "sobrevivió" la explosión notó un peso ligeramente superior, así como un sonido de algo moviéndose en esta. El movimiento sin mucho cuidado de aquel contenedor hizo que el objeto extraño se manifestase al chocar con el resto de poco útiles pertenencias y su diario. Extrañada se puso de cuclillas y abrió dicha bolsa, metiendo su mano despacio, como si en su cabeza alguien hubiese preparado una trampa. — ¿Oh? — Pasar su mano por un recipiente de madera en buen estado, sin astillas o roturas, hizo que se alarmase, aunque en pocos instantes introdujo sus manos en la bolsa y, como si aquello fuera un explosivo plástico, sacó la cajita, apoyándola en el suelo y revelando su contenido ante unos ojos ávidos de curiosidad.
Aquel kit de caligrafía estaba perfectamente ordenado. Hermoso como pocos, su interior no estaba lleno de polvo o fracturas. Observó los alrededores. Si alguien colocó aquello tuvo que ser recientemente... ¿o no? ¿Quién fue? ¿Cómo? ¿Por qué? La joven estaba ligeramente ofuscada y, revisando todo aquello, extendió lo único curioso más allá del pincel y el tintero: el pergamino. Era casi imposible no notar el estilo oriental japonés del conjunto, y su ahora usuaria dudaba que fuese fácil y barato encontrar uno en Inglaterra, menos todavía en las ruinas del colegio. El texto en kanji e hiraganas escrito con limpieza y esmero hacía todavía más improbable que alguien lo hubiese escrito. Los nervios se apoderaron de ella, ¿qué broma, buena pese a todo, era esa?
Tragó saliva. Apretó un poquito el resistente papel pergamino y quedó tan afectada como golpeada por el estupor. ¿Era un mensaje de sus hermanos a través de un ser divino de la naturaleza? Si hubiese estado en inglés tal vez hubiese pensado que era una broma o un regalo de algún amigo, pero no era posible. ¿Quién estaba detrás de eso? ¿La entidad maligna que puso las normas y eso era un premio por ser fiel a esas normas que odiaba? ¿O tal vez era un regalo de Amaterasu para que siguiera al Sol? Quizá era Hachiman, animándola a luchar siempre sin rendirse, con honor, o Ryūjin, aprovechando que era un dragón. No tenía ni idea de a qué camino se refería y eso hacía que se plantease qué había hecho bien para esa entidad misteriosa. No tuvo tiempo para mirar más los caracteres, pues al breve minuto de observarlo fijamente estos se desvanecieron. Aquel regalo caído del cielo era conmovedor. Sus ojos se llenaron de líquido salado al pensar en el reconocimiento y abrazó un poco la caja contra ella. Fuese de quien fuese era como tener su casa un poquito más cerca.
Poco tardaría en probar a escribir su nombre en el pergamino, olvidándose del "desayuno". Tampoco aquello sirvió, pues el mensaje se borró. Era un utensilio que, en aquel momento en que su nombre desapareció, no parecía útil, pero pronto pensó en todas las veces que no tendría que utilizar, con sus cercanos de otras razas, la tierra, las piedras o las paredes. Tampoco forzarse a cantar, aun gustándole a la chiquilla, pero salvando todos los momentos en los que no tenía la guitarra encima. Ella nunca había sido una chica dedicada al hermoso arte de la escritura tradicional japonesa, pero nunca era tarde, para alguien que amaba sus raíces, para comenzar aquello. Nunca pensó que podría encontrar tanta liberación en algo tan, a sus ojos, cercano a la obediencia y aprendizaje ciego de la educación. Era un momento de catarsis. Una fuente, junto con el astro rey, de potenciarse hacia el mañana.
¿Quién sabía qué más podría hacer? Eso se lo diría el tiempo. Para Katori existía una pregunta todavía más acuciante y angustiosa: ¿quién le dio ese mensaje y regalo? ¿Por qué?
Para su desgracia esa pregunta tardaría todavía algún tiempo en responderse. Por el momento tenía que seguir adelante, atada a los cielos, sin olvidar quién le espera fuera de aquel lugar oscuro. Por muchas adversidades que una chica normal tuviera que pasar, lo haría. Estaba en el buen camino.
Katori TakeiKatori Takei
Inventario : Texto Aquí
Pastel de habilidad - Te permite tener una habilidad extra durante dos temas.
Papiro reflector - Objeto para domar a un familiar
Edad : 18
Nivel :
Rompe Regla I :
Raza : Dragón
Mensajes : 108
XP : 430
Fecha de inscripción : 25/07/2019
Localización : Where music flows~
Pastel de habilidad - Te permite tener una habilidad extra durante dos temas.
Papiro reflector - Objeto para domar a un familiar
Edad : 18
Nivel :
- 3
Rompe Regla I :
- No
Raza : Dragón
Mensajes : 108
XP : 430
Fecha de inscripción : 25/07/2019
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