responsable
adjetivo. 1.[persona] Que es consciente de sus obligaciones y actúa conforme a ellas.

Desde que era un infante recuerda bien tomarse la responsabilidad a pecho, de tener las cosas como querían al punto de ponerse un poco irritable si le deshacían los planes que hacía con antelación y bien planeado para que saliera bien. También que tenía sus cuadernos y deberes organizados como debía ser para que nada estuviera fuera de lugar. Hoy en día se mantiene con esta manía en su vida, siendo precavido con cada movimiento y la hora dónde deben estar para no perder el tiempo en pequeñas cosas. Solamente hace excepciones cuando se trata de relajarse y salir con sus amigos, eso sí, respetando el hecho de que debe cuidar de quiénes sean los más pequeños del grupo y manteniéndolos alejados de los que tengan malas intenciones.

desconfiado, desconfiada
adjetivo. 1.Sospechar, no tener confianza en algo o en alguien.

Le cuesta de buenas a primeras aceptar a alguien plenamente en su vida, necesita su proceso para mantener una buena relación y entablar lazos en los que finalmente pueda contarle cómo es su día a día, eso sí, omitiendo algunas partes ya que para eso deben compartir vivezas durante un tiempo indefinido, así como ir demostrando que no debe temer a nada mientras esté a su lado. Por lo tanto, si no es así va a mantener las barreras bien levantadas y centradas en ti, recordando cada detalle que sea preciso para recordártelo cuando no concuerde con la actualidad y vea que no eres tan buena gente como querías aparentar. No intentes engañarlo ya que eso significaría apartarte de tener una posibilidad de amistad o solo conocidos.

amable
adjetivo. 1.Que es complaciente, agradable y delicado en el trato con los demás.

A pesar de las circunstancias tiende a tratar bien en los demás y no tener ninguna mala acción contra nadie, teniendo en cuenta las necesidades de los demás a la hora de tener que hacerles favores que vea bien y estén al alcance de su mano. Así como tener un buen trato cuando conoce a alguien nuevo, porque después de todo, no puede comportarse completamente como alguien frío. Necesita llenar a los demás con buenas acciones y viéndolos sonreír aunque sea por una pequeña tontería que haga.

egoísmo
nombre masculino. 1.Actitud o comportamiento de la persona egoísta.

En realidad, pensando bien en esto, ¿llegaría a ser egoísta? Está claro que sí, en algún momento de su vida tendrá que amarse a sí mismo por encima de otros debido a que nadie será capaz de hacerlo y no por ello antepone su bienestar a otros, no, simplemente hará referencia a cuando la ocasión sea inevitable. Y es que el ser humano, en todas sus acciones, está siendo medianamente egoísta con el otro. Eso lo sabe, por eso no descarta que lo sea, solo que a su parecer no hace grandes abusos. ¿Quieres mirarlo mal por decir la verdad de la gente sobre lo que son? Puedes hacerlo, no te negará ese derecho, pero eso no quita que lo piense.

inescrutable
adjetivo. 1.Que no puede ser averiguado o comprendido.

Describir en solamente cuatro adjetivos a Jake es difícil, así como él mismo, porque nunca sabes que pasa por su mente y de alguna manera lo que hará o pensará después de que te sinceres con él. Por mucho que intentes componer el rompecabezas siempre habrá alguna pieza que no encaje bien del todo y tengas que intentar de cero comprenderlo, no es una misión que no consigas, simplemente costará cierto tiempo que sepas de sus manías y gustos a plenitud. Así como entenderlo y saber de sobra que antepondrá a los que ama por encima de sí mismo, que es lo que más recalca en su ser.

⚝

En su forma humana, desde que era pequeño había soñado con tener una altura media, para poder llegar a los estantes altos sin ningún problema, usando los consejos del médico y remedios caseros de las abuelas, hasta que claro, cuando se quiso darse cuenta en su edad adulta... Lo había conseguido. ¡Sí, dormir y tomar muchísimo calcio dio sus frutos! Al menos, mide 1'83cm, que eso ya es considerado alto para su edad, así que lo veis celebrando por dentro. Exceptuando cuando tiene que viajar en transporte públicos, que es un horror a la hora de estirar sus piernas, debido a que son largas. Este mundo no está hecho ni para los altos como él, ni para las personas bajas del promedio. Después de eso, ha tenido una cosa clara con su pelo y es que siempre lo tendría largo, solo lamentando perderlo durante dos cursos en primaria en los que echó de menos sentir mechones tapándole el rostro o simplemente hacerse una coleta. A día de hoy, su largo llega por debajo de los hombros casi llegando a la espalda por unos centímetros, teniendo un especial para que se mantenga sano y sin ningún nudo. Es como si fuera importante para él. A diferencia de su cuerpo, que si bien tiene musculatura que es notable, no es como si presumiera o se cuidara especialmente para ello. Simplemente consigue mantenerse en una línea gracias al trabajo que hacía con los animales. De su rostro es notable sus ojos ligeramente rasgados, notándose el color amarillento de sus ojos llenos de energía, quizás es una de las cosas que más destaca en él. Además de su nariz fina y los labios finos, como los colmillos de sus dientes que suelen sobresalir cada vez que sonríe o abre la boca. No entiende por qué, solo sabe que nunca han sido afilados ni le han hecho heridas, solo salieron así.

En la forma intermedia es algo parecido a esto, con la diferencia de que sus orejas humanas desaparecen por completo y se mantienen las de dragón, siendo un poco gracioso ya que son medianamente pequeñas. Al igual que las garras que porta son nada destacables, lo suficientemente como para arañar o asustar a los demás, sí, como si fuera Freddie Krueger. Y las escamas las tiene sobre los brazos y detrás del cuello, unas pocas, pareciendo manchas a lo lejos pero que en realidad al tocarlas sea extraño, ya que parece no romperse pero son ciertamente suaves. Ah, sí, y las alas en la espalda, para nada molestas exceptuando cuando quiere tumbarse de lado, aún resulta extraño para él. Normalmente su cola es más alargada y fina, sirviendo para dar coletazos que suelen ser molestos o pican si dan con suficiente fuerza. Debido a que es una forma que suele tomar en pocas ocasiones, ya que no está totalmente familiarizado, entonces tiene la sensación de que es la que menos puede estar o sentirse 100% cómodo. A pesar de que tiene sus momentos de bromear con que sus ojos ya parecen completamente de anfibio, entre el color y que ahora tienen esa forma de reptil, siente que puede bromear diciendo que va a robar la vida de todos. Lo mejor es que podrían creerle debido a la expresión que toma, sin embargo, solo es por meterse con la gente.

Su forma de dragón es completamente... ¿adorable? ¿nada intimidante? Bueno, al menos eso piensa cada vez que ve su reflejo en los charcos, con suerte, ya que deseaba saber cómo era y mira, reconoce que es un ser.... agradable. Tampoco quiere mentir descaradamente en que hubiera estado bien medir más de 10 metros, pero oye, ahí se ha quedado en esa estatura. Su piel es completamente negra, teniendo unas manchas ligeras en la columna, en el rostro y la parte delantera de sus orejas, que solo son notables cuando te acercas lo suficientemente a él. Normalmente deja que sea así, exceptuando cuando quiere intimidad o el aura que transmiten deja en claro que no es para algo amistoso. Sus alas, de alguna forma reconoce que son grandes para poder estirarlas y taparse una parte, al igual que es una gran ayuda para poder volar donde quiera, así que lo considera una suerte a la hora de querer escapar hacia un sitio vacío y estar solo con sus pensamientos. En cambio, aquí su cola es más estilizada y grande, a proporción de su cuerpo, ya que debe mantenerla en alto para no perder nunca el equilibrio y poder hacer giros o maniobras al volar (giros bruscos, tirarse hacia atrás, etc). Todo esto acompañado de unas patas convenientemente medianas, que suele usar para aplastar el pasto y poder tumbarse cómodamente ahí, ya que le gusta tomarse siesta cuando está en esta forma, así se siente seguro y que si lo atacan, podría defenderse sin dudar.
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- You’re gonna love it.
- What?
- The world.

Desde que era pequeño ha vivido solo con su madre, debido a que era una chica joven y todo el mundo la conocía en Grendelshire, era muy fácil que en las calles siempre hubiera una persona que la parara con intenciones de preguntar de quién era el bebé. Sabían la respuesta sin necesidad de hacerlo, pero necesitaban una confirmación para comentarlo en la plaza o en los balcones, con esa confianza típica de conversar de la vida de sus vecinos. Nunca llegó afectarle a medida que crecía los cuchicheos en respecto a su padre, o quién podía ser, simplemente hacía que no importaba delante de los demás.

Si bien notó esa falta debido a la ausencia o por pequeñas historias que relataba su figura materna, era mejor omitirlo, ya que supuestamente no podía echar de menos algo que nunca existió. Por lo que tuvo que aprender a convivir con los rumores y las expresiones de tristeza, como si un infante no entendiera para nada eso que hacían. En fin, los adultos no sabían disimular pero recordaba que solían darle caramelos por ello, se ganaba al menos un premio.

¿Habéis oído eso de "un pueblo puede llegar a ser un infierno"? Podía aplicarse en este sentido, al menos, desde su perspectiva debido a la imagen que habían creado de él desde que fue a primaria. Como nunca soportó las injusticias, solía meterse en peleas cada dos por tres y volvía a casa con un par de avisos sobre su comportamiento. Siempre explicaba lo que pasaba, si era porque habían tirado de su pelo porque era largo, si era porque se metían con las chicas o cosas de chiquillos, supuestamente, que no tenía paciencia en esa edad para soportar. Tuvo que aprender a controlarse, ya que no deseaba que su historial fuera manchado de esa forma, así que pasó a la técnica de vamos hacerlo cuando los profesores no miren.

Quizás por eso llegó a ganarse la simpatía de varias chicas y chicos que consideraban débiles, los que llamaban "raritos", ya fuera porque no seguían la marea o por un comportamiento menos agotador. No eran precisamente sus amigos, pero tampoco, podía decir que se desatendía de ellos. Se alegraba de compartir vivencias con unos pocos, ya fueran pequeños o mayores que su edad, ahí se entendía bien.

Lo malo es cuando llegó la época de la secundaria, ya fuera por sus pintas o su personalidad, hubo en un momento que pasó de ser "el que ayudaba" a ser el "chico inalcanzable" para todo el mundo. Es como si de repente, sus acciones pasadas no sirvieran de nada y todos olvidarán que solamente era alguien normal. Era divertido ver como los que se metían con los débiles quisieran atraparlo en una amistad, en cambio, los que había ayudado de pequeños parecían huirle o mirarlo con una expresión de "nunca nos entenderá". Así que digamos, que tenía dos amigos y daba gracias a esto. Son en los que podía confiar plenamente desde segundo curso, los que les contaban todos los rumores que esparcían de él y su inesperada vida romántica en activo. En esos momentos, Jake se sentía muy descolocado, ya que si iba algún evento o fiesta, era meramente obligado por sus amistades. Nunca solía socializar de más, porque la mayoría solían caerle mal por ser interesados. ¡Y ni hablemos de cuando iba a dar clases particulares! Al parecer, a cada casa que iba, según era para ligar o tener intimidad. Quizás, solo quizás por eso dejó de hacerlo durante un tiempo, a pesar del dinero. Ya que la fama que empezaba a cargar, no estaba siendo de su agrado.

Tenía claro que conseguiría la mejor nota al acabar cada curso, y lo consiguió, ya que deseaba salir pitando de ese sitio cuanto antes. Hasta que un día, como si Dios quisiera, llegó de repente un chico llamado Alekxey, convirtiéndose inesperadamente en su mejor amigo, el cual tenía que intentar entender cada vez que salía un idioma distinto de su boca. A veces, sin que lo supiera, anotó lo que suponía que eran cosas bonitas para repetirlas en frente del espejo. Podríamos decir que, incluso, es quien lo salvaba de las fiestas o reuniones, con una mirada bastaba para que entendiera que deseaba salir de ahí cuanto antes. Y por no hablar de las noches que pasaron jugando al Call of Duty, en fin, una de las mejores que recordaba de su adolescencia.

Sin embargo, consiguió lo que quería justamente cuando había hecho unas buenas migas con él, teniendo que decir "adiós" cuando entró en la universidad. Al menos, durante unos meses largos en los que permitía que fuera a visitarlo y se quedase varios días en el departamento que compartía con otros estudiantes en Londres. Agradeció que sus nuevos compañeros de carrera fueran personas medianamente normales, simpáticas y viviera por fin una vida social totalmente aceptable. Sin presiones de tener que salir cada fin de semana, ni personas con dobles intenciones.

Cuando quiso darse cuenta, ya estaba de prácticas aunque fuera en el pueblo, ya que no quería ni podía dejar a su madre sola. Es lo poco que echaba en falta de ese pueblo. Aunque esta vez, la historia se tornó distinta cuando apareció un día el hermano de Alekxey, el menor, llamado Zephyros. Sabía de sobra quién era por las veces que lo había visto, pero, la primera vez que hablaban con tanta familiaridad y pidiendo una oportunidad para su gata, Silke, de quien no tenían esperanzas para que sobreviviera. La ironía de la situación es que reconoció a Silke, en su mente, tratándose de una bandida que tenía dos hogares sin que nadie lo supiera. Por eso, desde el minuto cero se encargó personalmente del animal para que se recuperara, buscó soluciones en sus libros, suplicó a su jefe, e incluso, dijo que daría parte de su dinero. Al final, con un par de chequeos y medicamento que fue necesario, en un mes, mejoró. Como quería que fuera una sorpresa, la acostumbró a pasearse por la zona de los pacientes para que fuera un apoyo o para tranquilizar a las personas. Luego, un día invitando a Zephyros, dejó que la misma gata saliera a recibirlo. No olvidaría ese momento en su vida, y podría decirse que lo recuerda a la perfección y con todo detalle de ese reencuentro.

Podría decirse que desde entonces los dos se hicieron muy cercanos, gracias a que Silke parecía adorar cuando estaban juntos, así que iba cada día en su descanso para comer o simplemente si le apetecía para verlos. Llegó a retomar lo de dar clases particulares solamente por él cuando mostró interés en la rama de veterinaria. Digamos que pasaron mucho tiempo juntos, al punto que consideró que si se llevaban así de bien con los dos hermanos, podrían vivir juntos en armonía. O esa era su idea, ya que las cosas que vivieron después, es para mantener en alto secreto.

Cuando ya se graduó tenía un sitio fijo en el pueblo para trabajar, ya que había sido un espléndido alumno y no se separaría de su madre, ni tampoco de sus amigos que tanto querían. Hasta que llegó ese día, donde invitaron cordialmente a un evento en Fallgate a los de su clínica, supuso que al no tener nada que hacer y siendo un día libre, decidió que debería ir con sus dos amigos: Zephy, por ser otro de prácticas en la clínica y su amigo, y Alek, quien era su mejor amigo desde que llegó al pueblo, teniendo que invitarlo para que asistiera. Lo último que recuerda de ese momento, es que, todo se volvió absolutamente negro.

Las voces rasgando sus tímpanos, el pánico aglomerado y el incesante movimiento de las personas, es lo que consiguieron traerlo de vuelta de la inconsciencia. Lo que tenía claro desde el minuto cero, es que no iba a participar en ninguna carnicería y mucho menos ir a los bandos que consideraba un peligro. Por eso, supuso que se quedó en neutral, para no tener que tomar una decisión pesada. Simplemente se dedicaría a los que eran suyos o ayudar a quiénes podían. Y digamos que ser un dragón, para él, era una fantasía que cumplir de pequeño gracias a los libros.

¿Las reglas? Aceptables, por el momento, parece que no tiene ningún problema con acatarlas en su mayoría. Sabe que si hay alguna que no le gusta, seguramente, acabe rompiéndola. Solo que mantiene el perfil bajo mientras no toquen nada que le importa.

↠ En su tiempo libre lo que se dedicaba hacer era leer fantasía, con cualquier etiqueta que fuera, como si tuviera romance o un cliché de un malo que es derrotado por el poder de la amistad. Él solo quería ver todo un mundo lleno de fantasía. Con el tiempo, dejó de hacerlo, ya que no tenía ningún hueco libre en cuanto empezó a estudiar en la universidad.

↠ Considera que Silke es su gata, al punto de que le había comprado un montón de juguetes, dos camas y un rascador con tres pisos. Todo esto se quedó en medio del departamento que compartía con los hermanos cuando se mudaron juntos.

↠ Su mejor amigo Alek solía quien lo ayudaba a la hora de tener conversaciones sin ningún signo de bordería o incomodidad, gracias a esto, es que fue aprendiendo para hacer amistades.

↠ Normalmente prefiere lo dulce sobre lo salado en los postres, en cambio, cuando se trata de comidas normales es al revés. Por lo menos no es nada quisquillo, aprendió a comer de todo y no desperdiciar nada.

↠ Lo único que no le gusta en esta vida son los rumores sin fundamentos que hace la gente, ya que lo siente muy personal, así que siempre intenta conocer a la persona que ponerse a juzgar solo por unas opiniones ajenas.

↠ No era bueno en deportes de correr, sin embargo, en los que se trataba de dar golpes, inmovilizar o patadas, tenía una buena fuerza. Quién lo diría con lo alto y delgado que parecía en su adolescencia.