Entre los trillizos, Elaith siempre fue el mas ruidoso de ellos, el primero en hacer y proponer los planes, casi siempre tontearías o maldades que luego pasarían a oídos de su hermana y hermano. Aparentemente extrovertido con un humor bastante flojo y relajado, no le importaba ni tenia problemas en relacionarse con otros, su carisma y la constante sonrisa dibujada en sus labios le daban la facilidad para que otros confiaran en su persona desde el primer momento, de todas formas, prefería mantenerse alejado del mundo, no tenia interés alguno en relaciones cortas y superficiales, pues todo lo que podría querer o necesitar en lazos afectuosos ya lo tenia asegurado dentro de su familia, especialmente en su hermano Kellan, con quien compartía casi todo su tiempo.

A diferencia de su hermano, Elaith no era especialmente sutil ni mucho menos cuidadoso, le parecía un completo fastidio tener que irse por las ramas para conseguir algo, prefería utilizar métodos mas directos, a veces algo toscos pero siempre efectivos. Aun así, eso no significaba que no fuera capaz de ser cuidadoso al momento de manipular o conseguir alguno de sus caprichos, cuando la violencia no era la solución podía adoptar una personalidad más dulce y calmada, sin dejar de ser amenazante a su propio modo. Fácilmente podía retener información a cerca de otros, pequeños datos que le serian de gran ayuda para su juego, especialmente porque tenia gran facilidad en analizar las personalidades, predecir movimientos, respuestas y finalmente solo adaptarse a las suposiciones que, por lo general, solían estar acertadas. Convertirse en el ser perfecto para otros era su jugada favorita, no tenia inconvenientes en adaptar su personalidad para complacer al resto, ser el centro de atención y tarde o temprano, convertirse en alguien indispensable para su objetivo, después de todo esa era la manera más sencilla de continuar obteniendo favores a largo plazo, además de mejorar su imagen frente a otros aunque siempre de alguna manera los malos rumores llegaban y podían llegar a fastidiar un poco su trabajo pero ¿Qué importaba? Una vez cumplido su objetivo, ya no le importaba lo que pudiera suceder luego, regresaría a su normalidad junto a su hermano y lo que a la otra persona le sucediera ya no era su responsabilidad. Por si no fuera suficiente esta actitud egoísta, también escondía un gran sadismo; le complacía atemorizar a otros, que su sola presencia fuera razón más que suficiente para espantar algunos, las suplicas, los temblores, el miedo en los ojos, todo ello lo encontraba divertido y placentero pero llegaba a fastidiarle demasiado cuando no podía lograrlo.

Con su familia era un caso completamente diferente, jamás podría llegar a fingir frente a ellos, cada uno de sus sentimientos eran puros y reales; alegría, enfado, tristeza, un libro abierto. Era bastante apegado a ellos, su vida entera estaba a disposición de su madre y hermanos, y tiempo después su padre, después de todo no podría permitirse perder a los únicos lazos afectivos que le importaba, prácticamente eran las razones por la cual se mantenía con vida y sonreía. De todas formas eso no significaba que no habrían desacuerdo ente ellos, más de una vez pudo tener discusiones con su madre y hermana, unos pocos gritos y enfados que luego al poco tiempo se pasaban, sin embargo con su hermano podía llegaba a ser más excesivo, las peleas entre ellos eran bastante duras, llegando a los golpes y verdaderamente lastimándose el uno al otro, pero tampoco podría decirse que seria la gran cosa más allá de las heridas provocadas pues en cuanto las broncas se calmaban y ambos se desquitaran, regresarían a ser tan unidos como siempre lo fueron.

No era un secreto para nadie que Elaith tenia una relación muy estrecha tanto con su hermana y hermano, pero para compartir intereses y maldades siempre había sido Kellan el preferido, además de ser a quien más apego le tenia, casi una completa dependencia a él. Lograba enojarse o hacer rabietas cuando era dejado solo por demasiado tiempo, entendía la necesidad de tener un tiempo a solas, él también lo requería en ocasiones pero claramente no en la misma cantidad que su contraparte. Podía sentirse perdido, aburrido, casi sin emociones, después de todo, desde la más tierna infancia siempre tuvo la certeza que Kellan era quien lo completaba.
Con el paso de tiempo logro dejar de lado, un poco, esa dependencia hacia el mayor, o por lo menos tenia un poco más de autocontrol sobre si mismo y sus emociones, después de todo tampoco buscaba ser una carga.



Hablando del amor... Jamás fue capaz de enamorarse completamente de alguien, más de una vez experimento algo cercano a ello pero nada que haya logrado concretarse. Deseaba algún día tener la dicha de obtener tal experiencia, quería descubrir lo que era el dolor de ese sentimiento, la obsesión, la insatisfacción de no obtener suficientes afectos, la idea de que alguien más tuviera las facultades de destrozarlo de todas las formas posibles era extrañamente atrayente, sentirse rendido ante los pies de otro y no importarle en lo absoluto perder el orgullo por una simple caricia... Quizás no era demasiado sano de su parte, al menos no su percepción del amor, pues escondía muchos más sentimientos que lograban avergonzarle, un aspecto muy masoquista de Elaith.
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Eliath es un joven adulto de 21 años quien posee un centímetro extra en estatura que su hermano Kellan, así es, mide 1.91 metros, realmente no es la gran cosa y prácticamente no hace diferencia alguna pero allí esta. Su cabello es corto llegando hasta la altura de las mejillas a excepción de aquel mechón negro que cae por su lado derecho llegando un poco por debajo del mentón, el resto de su cabellera esta pintada de un suave verde marino casi azulado. Suele estar ligeramente despeinado y no tan arreglado como el de su hermano gemelo. Sus ojos presentan heterochromia desde su nacimiento, el lado derecho siendo dorado y el izquierdo de un brillante plateado, además de esto, sus ojos se notan ligeramente rasgados hacia abajo y no hacia arriba como es el caso de su hermano mayor. Luce una piel blanca no demasiado pálida, labios suavemente rosado que esconde sus hileras de dientes afilados como si fuese una piraña.
Le agrada vestir de forma elegante, sin embargo las corbatas y camisas siempre le resultaron un poco incomodas por lo cual suele llevar el moño deshecho y los primeros dos botones de su camisa desprendidos, además de la chaqueta completamente abierta. Además de esto lleva un pendiente en su oreja derecha con tres diamantes azulados colgando uno sobre otro, sin mencionar que en su lengua lleva un pequeño piercing perforándola en la parte media.
Imagen 1: https://i.imgur.com/sPpK2zV.jpg

Al convertirse en una ondina la tonalidad en la piel de Elaith cambia por completo, volviéndose completamente verde, con algunas zonas más claras como el frente del torso y el rostro. En sus antebrazos nacen aletas al igual que sus orejas que son cambiadas también por aletas. Por detrás se extiende la aleta dorsal la cual baja por la espalda hasta una cola de sirena completamente escamada en donde anteriormente estaban sus piernas. Sus manos adquieren garras de color negro, bastante largas y afiladas.  
Es capaz de cambiar parte de sus cuerpo por el de su raza sin necesidad de transformarse por completo.
Imagen 2: https://i.imgur.com/IzQK2o8.jpg

Elaith fue el segundo hijo en nacer, unos pocos minutos lo convertían en el hermano menor de Kellan y por una hora de diferencia lo hacia el hermano mayor de su hermana, así es, habían nacido saludables trillizos.
Desde la más tierna infancia Elaith siempre ha sido muy apegado a su hermano y hermana, incluso su propia madre ha contado millones de veces la misma anécdota de cuando eran unos bebes y nada recordaban "Era imposible separarlos, si faltaba uno de ellos cuando dormían o estaban jugando, no dejarían de llorar y patalear hasta volver a estar los tres juntos." Así que con ello podría decirse que desde hace mucho antes siempre han sido muy unidos. A medida que los pequeños trillizos iban creciendo, lentamente las personalidades comenzaban a desarrollarse y aflorar en ellos, sin embargo era muy notorio que se habían tomado caminos diferentes pero siempre caminando a la par del otro.
Mientras su pequeña hermana iba por su propio rumbo, los gemelos parecían quedarse juntos e ir por un camino diferente, siempre unidos, casi como si fueran un mismo ser.

Sin saberlo crearon su propio mundo, una burbuja en la que nadie podía entrar más que su familia, mientras que para el resto de personas era simplemente una zona restringida. No era sencillo relacionarse con los gemelos, solían ser algo solitarios, se apartaban por su propia cuenta sin que nadie los echara y es que, ellos no tenían la necesidad de jugar con otros niños, claro que lo intentaban, lo hacían por su madre y hermana solo para no preocuparlas pero tarde o temprano acababan por aburrirse y solo volver a jugar entre ellos y cuando fuera posible, con su adorable hermana. Claro que jamás presionaron a su hermana para que se quedara solo con ellos, nunca le echaría en cara que los ignoraba y prefería estar con otros niños, la amaban tanto y nunca podrían ser capaces de tratarla así, además de que tenían bien en claro que su forma de ser no era la mas correcta pero era la que ellos decidieron tomar y con la que mas cómodo se sentían.
Aun si estaban encerrados en su propio reino, jamás dejaron de observar a la menor de los tres, desde la lejanía la cuidaban, vigilaban recelosos de que nadie la lastimara y si era el caso, no dudaban en saltar e ir a defenderla como sea. Ellos se convirtieron en los guardaespaldas de su hermana, siempre fieles a cualquier orden que ella pudiera dar; si quería jugar a las princesas, los pequeños gemelos se vestirían con tiaras y vestidos y con ella tomarían el té.

Era solo cuestión de tiempo, observar su entorno y adquirir suficiente conciencia para que las preguntas comenzaran a invadir a su madre. Comenzaron a notar la ausencia de un padre y como pequeños curiosos que eran no tardaron en preguntar por él, saber que le sucedió, por que no estaban con ellos y entre mil dudas más que más pronto que tarde se apaciguaron al notar la extraña, para él, reacción de su madre al tratar tal tema. Elaith fue el ultimo de ellos en silenciar puesto que no comprendía completamente las emociones de su madre, seguía cuestionando más y más hasta que sus dos hermanos tuvieron que intervenir y darle una pequeña explicación del porque debería detenerse de inmediato, de todas formas, no paso demasiado hasta que conocieron el paradero de su progenitor y a escondidas de Astrid comenzaron a visitarlo, jugar con él e igualmente preguntar pero solo tuvo el mismo resultado en donde los pequeños solo callaron con tal de no continuar revolviendo en las viejas heridas de sus padres.

Conforme continuaban creciendo estas malas actitudes se iban agravando, cada vez más aislados del mundo, entrando a este solo cuando necesitaran algo de él y por medio de la tretas y manipulaciones conseguían lo que sea. Tanto Kellan como Elaith formaron sus propias personalidades, aun siendo muy parecidos entre si, con los mismos objetivos pero diferentes maneras de conseguirlos. Elaith se había convertido en un joven bastante mas agresivo, directo e insensible en sus palabras pues no tenia ningún tipo de interés en cuidar de las emociones de a quienes no le importaban. Adquirió varios gustos por el sadismo, utilizando distintos métodos en aquellos que se atrevían a enfrentarlo, siempre buscando probar que tan lejos podría llegar sin demasiadas líneas peligrosas cruzar.
Los problemas lentamente comenzaron a surgir y el nombre de los gemelos acompañando cada mal acto que pudiera suceder. Sus caprichos en varias ocasiones llegaban demasiado lejos, dañando en gravedad a terceros, metiendo sus narices en donde nada tenían que hacer o solo metiéndose con cuantas personas desearan. Parecía ser solo una mala etapa de unos adolescentes pero este comportamiento jamás cambio, simplemente pudo apaciguarse al volverse adultos pero nada más.

No era necesario decir que ambos chicos pasaron por diferentes especialistas quienes intentaron explicar la razón de sus actos, sin embargo no había nada que pudieran hacer al respecto con tan jodido comportamiento; se negaba a cooperar, a hablar, a dar información de lo que fuera, a otros no le incumbían sus asuntos y a la vista de Elaith, era un verdadero fastidio asistir a psicólogos puesto que lo hacían sentir incomodo, él no creía que estuviera mal y asistir allí solo le hacia pensar que otros lo veían como un loco. Por supuesto que no lo estaba, su hermano conocía el porque era así y él conocía porque Kellan era así, de todas formas ¿Qué mas daba? Su familia estaba a salvo, lo único que les importaba era el bienestar de sus seres querido y los gemelos serian incapaces de hacer cualquier daño a estos.

Grendelshire había sido un nuevo comienzo para toda la familia y Eliath al no continuar con los estudios universitarios, simplemente se dedico a trabajar, pequeños empleos temporales que le servían para entretenerse en su día a día, ganar algo de dinero y ayudar dentro de la casa, después de todo no le agradaba que su madre tuviera que cargar con todos los gastos. Aun seguía siendo un desastre pero había una notable mejora en su comportamiento luego de la mudanza; La presencia del mar era simplemente tranquilizante para él, le traía calma, pequeños recuerdos, allí era donde ahogaba todos sus problemas y preocupaciones, aunque a veces estos podrían llegar a moverse un poco y presentar ciertas dificultades.

El día del evento se mantuvo ocupado junto con su hermano ayudando en el armado de algunos puesto y luego simplemente en administración de los mismos, no tenían nada mejor que hacer aquel día y ayudar un poco a su madre no estaría para nada mal, sin embargo nada fue como lo planeado y sin que nadie se diera cuenta o pudiera prevenirlo, una gran explosión ensordeció los oídos de todos, seguido por aquella neblina azul que hizo a cada invitado desfallecer al poco tiempo de inhalarlo y los gemelos no fueron una excepción. Suerte tuvieron de que su madre y hermana no se encontraban en aquel momento, eso lo tranquilizaba y sabia que si se mantenía  junto a su hermano, podrían sobrevivir y sobrellevar todo mucho mejor.

Durante la elección de razas y alianzas simplemente fue por lo mas seguro, era demasiado flojo como para ir como un solitario y tener que intentar sobrevivir cada día por su cuenta, por lo cual ser parte de los neutrales serian una mejor opción y solo despreocuparse  por un problema. En cuanto a su raza, no dudo ni por un instante al elegir a una ondina, tenia la certeza de que su hermano podría hacer lo mismo por lo que no tuvo mayor duda al respecto. Una vez despierto solo le quedaba ir en busca del mayor pero en el camino se encontró con una joven pelirroja quien le entrego un trozo de aquel manto que llevaba, aparentemente útil para aliarse con otros sin consecuencias de la regla uno. Pronto se encontró a su hermano, regreso a su lado y solo siguió con su nueva vida, descubriendo las extrañezas del lugar y por que no, quizás divertirse un poco.

 

???? A diferencia de su hermano, ocasionalmente puede comer carne del tipo que fuera  pero suele preferir no hacerlo puesto que le gustan más las frutas.

???? NO comerá bajo ninguna circunstancia cualquier tipo de seta u hongos, los aborrece.

???? Al ser un gran amante del mar, ha estudiado mucho a cerca de todas las criaturas marina o acuáticas que se hayan descubierto, por esto mismo no suele utilizar el nombre de las personas, prefiere llamarlos por algún animal que crea que pueda tener algún aspecto característico. Sin embargo a sus padres y hermanos si los llama por su nombre.

???? Generalmente es alguien muy relajado, tanto su postura como su voz y mirada parecieran indicar que tiene poca energía.

???? A pesar de su desinterés por las personas ajenas a su familia, afirma estar enamorado de todo ser humano. De alguna manera él mismo siente amor por cualquiera que llegase a cruzarse por su camino, es un cariño difícil de explicar pero no es para nada real, solo un mero capricho de su mente al jamás haberse enamorado realmente.

???? Es capaz de cantar cualquier tipo de genero musical, desde los más clásicos y anticuados hasta los más moderno y animados. Por lo general utiliza su voz para molestar a otros.