Siempre fue un chico dulce, ayudaba sus compañeros, socializaba con todo el mundo, le gustaban los deportes, siempre que no hubiese sol o estuviese bajo techo, claro. Siempre extendía la mano para quién lo necesitase. Llevaba dulces en su bolsillo, para él porque le encantan los dulces, pero al final del día no le quedaba ninguno, se lo hubiese entregado a algún niño pequeño o a una compañera que tuvo un mal día.

Era tranquilo, aunque se juntaba con el grupo "popular" del colegio, poco le importaban las opiniones de los demás sobre él, aunque realmente no dejaba espacio para que hablaran mucho de él, casi todo serían mentiras. Conocía mucha gente, no se le olvidaban los nombres de nadie. Su teléfono siempre estaría sonando, lleno de mensajes de muchas personas.

Mantenía un equilibrio entre las salidas con amigo y su tiempo en casa, donde se quedaba ayudando a su madre y leyendo libros.

O al menos era así hasta que empezó su etapa rebelde. Aunque mantiene aquella actitud positiva con las personas cercanas a él, cambió mucho luego de cumplir 17 años. Según él, fue un trauma y evita hablar de ello a toda costa, no le fue difícil, ya que hablaba mucho menos con muchas personas, y los esquivaba todo lo que podía.

Era normal verlo escapando de clases, pasando menos tiempo en casa, saliendo en la noche a lugares de mala muerte. Aunque desd antes tenía un par de piercings, terminó de llenarse de ellos. Se mantenía en su grupo cercano de personas, pero rara vez se acercaba a más gente, dejó de extender su brazo hacia quienes lo necesitaban.

En resumen, se volvió bastante más amargado y silencioso. En vez de jugar con los niños en los recreos, estaba en un rincón leyendo un libro, incluso algunas veces fumando un cigarro frente a los profesores, un nuevo vicio que adquirió con su cambio de actitud. ⚝

Un chico albino, de piel clara y brillantes ojos rojos dado a una mutación genética, la que por suerte nunca le causó ningún tipo de ceguera. Sus cabellos son blancos de igual manera, al ser albino, es bastante delicado con el sol, por lo que siempre anda con un bloqueador a mano.

Siempre ha tenido los colmillos prununciados, y se deja las uñas un poco largas, las cuales tiende a pintar de colores oscuros.

Siempre usaba ropas oscuras, sentía que lo protegían mejor del sol, y le gustaba el cómo se veía. Tiene varios piercings, en sus orejas y lengua sobre todo. Tiende a usar anillos, pulseras, cadenas, etc. Le gustan los elementos decorativos y le da igual si son muy femeninos. Mide aproximadamente 1,87 no está seguro de ello pues la última vez que se midió fue cuando aún estaba en Fallgate.

Forma de Raza

Al ser animales, no hay mucho que decir.

El primero es un murciélago, el único de color negro. Es del mismo tamaño que un murciélago común y corriente, quizá un poco más pequeño, lo cual le encanta pues le permite moverse con facilidad por varios lados. Con una de sus habilidades, puedes sacar las alas de éste mismo en su forma humana para volar.

Su segunda forma es una pantera. Aunque quería ser negro, obviamente es blanca, albina igual que él, sus ojos rojos se ven claramente brillando. Más grande que una pantera normal, sólo verlo hace que te de un escalofrío. Aunque igualmente es delicado del sol. También hizo el esfuerzo de ganarse la confianza de Noah y volverse su mano derecha, de forma que cualquier cosa que necesitase la tuviese que hacer él.

Su última forma es un pez león. ¿Qué por qué carajos un pez león? Pues son rápidos nadando, y su veneno es extremadamente peligroso. Es un veneno paralizador muy potente, te deja completamente paralizado, pero sigues consciente, sigues sintiendo dolor, pero ni siquiera puedes expresarlo.

Chrono vivía en una familia llena de amor, tenía buenos padres, que se amaban mucho y era el único hijo de ellos. Sus padres intentaban pasar el mayor tiempo posible en casa, llevarlo de vacaciones y lo criaron para ser un hijo amable con todo el mundo. Le enseñaron que el corazón a veces se rompía pero que siempre se podía reparar. Y que hiciera lo posible por no romper el de otros, y si podía ayudarlos mejor aún.

Y así creció el chico, en una familia llena de amor. Su madre dejó de trabajar y comenzó a sólo pasar tiempo en casa debido a que sus genes albinos la hacían demasiado delicada, y su trabajo se estaba poniendo más exigente. Como tenían bastante dinero, entre ella y su padre habían llegado al acuerdo de que sería mejor que ella dejase de trabajar antes de que terminara enfermado. Por suerte, a su madre no le pasó nada con los años. Dedicó aquel tiempo libre para enseñarle a cocinar a Chrono, y leían libros juntos, viendo películas y series los fines de semana en familia.

Chrono tenía una vida plena, estaba muy feliz con ello. Le encantaba ayudar a las personas, aunque sufrió muchas veces, siempre llevaba una sonrisa, sus padres siempre estuvieron allí para él. Disfrutaba su tiempo en el colegio, saliendo a fiestas y cosas, tenía una vida muy plena y feliz.

Incluso se sentía afortunado, pues dentro de su grupo de amigos, estaba aquella chica que le encantaba. Lamentablemente nunca le dijo nada y rápidamente terminó con otro chico, incluso menor que ella. Aquella pena se deshizo en suspiros, Chrono hasta aquel momento era incapaz de sentir ira o rencor por cualquier persona.

No mucho más tarde tuvo aquel brusco cambio de personalidad. Como no tuvo ningún evento importante en su vida, todos pensaron que simplemente la adolescencia le había pegado tan fuerte como tarde. Él habló con su familia, pidiéndoles por favor que quería arrendar un departamento, que necesitaba estar solo. De alguna manera convenció a sus padres y ellos mismos le arrendaron el departamento. Aunque estaban tristes por la ida de su hijo, sobre todo siendo tan joven, confiaban en él y sus razones.

Comenzó a fumar, escapar de clases, llegaba tarde al colegio, ojeras se formaron en sus ojos, hablaba menos, iba a lugares de mala muerte, a veces desaparecía por días y cosas por estilo. Aunque algunos intentaron convencerlo de que lo que estaba haciendo estaba mal, no hubo caso.

Pasó de ser un ejemplo para todos, a repetir el último año de colegio una vez, para luego salir y tomarse un año sabático. En el cual seguía saliendo y haciendo estupideces. Ahí perdió el contacto con casi todos, sólo manteniendo a los más cercanos y apenas les hablaba.

Asistió al evento para estar con sus amigos más cercanos, ya que le habían llamado e insistido, y pues así terminó todo, ahogado en lo que parecía ácido al respirarlo, escogió rápidamente una raza, rogando porque Amira eligiese la misma, lo único que le importaba era estar cerca, donde pudiese protegerla. Y así fue, había quedado junto a Amira en La Manada y aquello era todo lo que le importaba. Se ganó la confianza de Noah, de todas formas ya se conocían desde antes y rápidamente se volvió su mano derecha.

Aunque Noah era el único capaz de hacerlo enojar, odiaba que no quisiera a Amira, ella no merecía eso, merecía mucho más. Sólo porque el cabrón estaba guapo creía que se las podía todas. Aunque era un buen líder, era una pésima pareja.

Apenas pudo tocó el manto. Aunque jamás le reveló a Noah que rompía las reglas, lo último que quería es que lo echaran de La Manada.

✟ Le encantan los piercings, se ha puesto varios, casi siempre usa de color negro sólido. Aunque nunca ha querido tatuarse.
✟ Le gustan los dulces, si tan sólo hubiesen más en aquel mundo...
✟ Leía mucho antes de todo lo que pasó, la mayoría de su tiempo lo pasaba así, sentado en un sillón en casa leyendo.
✟ Sabe un montón de recetas y además cocina muy bien. Ayudaba mucho en casa con las comidas y tenía un taleto natural para ello. Además de aprender muy rápido.
✟ Se pinta las uñas, siempre llevaba consigo pinta uñas, por lo cuál aún le quedan varios.