I. Jamás cooperarás con otras razas.
II. No intentarás comunicarte con el exterior.
III. Vivirás en este mundo y no en el exterior.
IV. Rompe una de las reglas, y un conocido de allá afuera muere.
En la oscuridad de tu inconsciencia, después de la explosión de una bomba en el evento al que acudiste, susurros te trajeron de vuelta a la vida.
El extraño evento a puertas abiertas del colegio Fallgate debería haber sido la primera advertencia.
Era casi el final del año escolar y todos estaban invitados, alumnos, profesores, todos los habitantes de Grendelshire. La magnitud del evento hasta había llegado a oídos de Londres.
Todos podían entrar sin invitación ni pagar por boletos. Excepto los menores de ocho años, una estipulación que debería haber sido la segunda bandera roja.
Aunque todo estaba cubierto de nieve, el cálido sol invitaba a recorrer el decorado colegio. Tiendas de comida, competencias, juegos, eventos, música, foros de debate, tantas cosas sucediendo al unísono que fue imposible para cualquiera darse cuenta de la farsa.
Lo único que escuchaste fue la explosión proveniente del medio del terreno antes de que tus tímpanos retumbaran a tal frecuencia que los subsiguientes gritos de terror y agonía se convirtieran en silencio. El gas azul que lentamente nubló tu vista claramente tenía la misma procedencia. Sentiste como te ahorcaba, quemaba, ahogaba bajo el agua, como si tragaras arena o ácido; todo dependía de tus peores miedos mientras perdías el conocimiento.
Después de despertarte con las reglas del juego, aquella voz ronroneó tus opciones, tu nuevo futuro. Debías elegir una raza antes de poder despertar.
¿Vienes a jugar con nosotros?
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III. Vivirás en este mundo y no en el exterior.
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En la oscuridad de tu inconsciencia, después de la explosión de una bomba en el evento al que acudiste, susurros te trajeron de vuelta a la vida.
El extraño evento a puertas abiertas del colegio Fallgate debería haber sido la primera advertencia.
Era casi el final del año escolar y todos estaban invitados, alumnos, profesores, todos los habitantes de Grendelshire. La magnitud del evento hasta había llegado a oídos de Londres.
Todos podían entrar sin invitación ni pagar por boletos. Excepto los menores de ocho años, una estipulación que debería haber sido la segunda bandera roja.
Aunque todo estaba cubierto de nieve, el cálido sol invitaba a recorrer el decorado colegio. Tiendas de comida, competencias, juegos, eventos, música, foros de debate, tantas cosas sucediendo al unísono que fue imposible para cualquiera darse cuenta de la farsa.
Lo único que escuchaste fue la explosión proveniente del medio del terreno antes de que tus tímpanos retumbaran a tal frecuencia que los subsiguientes gritos de terror y agonía se convirtieran en silencio. El gas azul que lentamente nubló tu vista claramente tenía la misma procedencia. Sentiste como te ahorcaba, quemaba, ahogaba bajo el agua, como si tragaras arena o ácido; todo dependía de tus peores miedos mientras perdías el conocimiento.
Después de despertarte con las reglas del juego, aquella voz ronroneó tus opciones, tu nuevo futuro. Debías elegir una raza antes de poder despertar.
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¿Sobrevivirás el Juego?
⚝ Reglas⚝ Ambientación⚝ Razas⚝ Alianzas⚝ Personajes Canon⚝ Territorios Neutrales⚝ Habilidades Prohibidas⚝ Modelo de Ficha⚝ Temas Libres⚝ Dudas⚝ Sugerencias⚝ Novedades⚝ ¡Conoce a la Administración!⚝ Discord
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⚝ Sistema de Encuentros ⚝ Sistema de Dados⚝ Hoja de Personaje⚝ Misiones⚝ Familiares⚝ Pide al NPC⚝ Puntos y Niveles⚝ Cierre de Temas⚝ Level Up⚝ Calendario⚝ Tienda⚝ Regalo de Puntos
I'm not a Higher Power, I Just Live in the Ceiling [Lilianna ID]
Lun Abr 17, 2023 5:39 am por Lilianna Vasiliev
You'll Break your Back to Make me Feel Again || Rachel ID
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I'm Tired of Breathing Empty Air || Ciaran ID
Mar Abr 04, 2023 9:17 pm por Hayate Ciaran Asher
From the Day that I was Born, Trouble Won't Leave Me Alone [Priv. Kelly]
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Escape from this Afterlife (Priv. Vincent)
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Waking Up at the Start of the End of the World {Priv. Zack}
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I Prayed, God Sent me right to Voice Mail || Priv. Nick
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Baby, I'm the reason why Hell's so hot || Priv. Faith Asher
Vie Abr 22, 2022 5:03 pm por Joshua Friedrich
Problemas o Cambio de Botón AQUÍ
Lun Abr 18, 2022 7:33 pm por Invitado
Sabías que...¿Cuando mueres vas directo al cementerio de los alrededores?
Sabías que...¿Eres irreconocible en tu forma de raza?
Sabías que...¿Si abres temas libres en ciertos lugares quizás los responda un canon?
Sabías que...¿Para cruzar la neblina debes cumplir ciertas condiciones?
Sabías que...¿Cada templo tiene un secreto?
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Atte. Persephone Hansen
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por Persephone Hansen Mar Ene 28, 2020 12:10 am
I can't handle this pressures
16 de Febrero
2016
Bialy Coatl
Un día más en el colegio, Persephone se encontraba sentada en la Biblioteca, apretando los labios y mirando al piso, sentada frente a su profesor de biología. No había querido hacerlo, la verdad era que sí había sido un accidente. Pero obviamente era difícil creerle, pues no era el primer problema que tenía dentro del colegio, ya había tenido que tratar con sus profesores y la psicóloga por ello, cosa que no le agradaba en lo absoluto, pues no sentía que la ayudasen en nada, que sólo lo hacían por responsabilidad.
Eran pocos los profesores que realmente le tenían manía, la mayoría la veían como un pajarito con las alas rotas, lo cual de todas formas agradecía. Persephone tenía un historial de agresiones hacia otras personas, y en realidad todo aquello tenía una buena justificación, el problema es que ella realmente no deseaba cambiar.
Persephone había llegado a ese colegio cuando tenía once años, antes había estado en Pompouny donde había sufrido bullying por parte de sus compañeras, las mujeres siendo específica. Se había acostumbrado a jugar con loc niños y por eso era tan brusca y bruta, sin embargo en su curso le costó llegar a adaptarse, y seguía juntándose con los chicos, la diferencia era notoria, pues incluso en clases se sentaba con ellos y la clase siempre se dividía, en un lado las chicas y en el otro los chicos.
El problema era que ese día, jugando con uno de sus amigos le había hecho un corte en la mano, en la muñeca, había sido un completo accidente, por estar jugando, pero había terminado en mayores. Recordaba las miradas horrorizada de sus compañeros y simplemente no podía creerlo.
Y ahora se encontraba allí, mientras sabía que avisaban a sus padres, pedían que fueran a buscarla pues sería imposible mantenerla en la sala con todo el odio que sentía sus compañeros hacia ella en ese momento. Todas la veían como una loca, nadie la entendía, pensaba que todo lo hacia con intenciones, y para Persphone era tan, tan difícil ser igual a ellos cuando estaba siendo criada en un ambiente lleno de agresiones.
-De verdad... Fue un accidente -susurró levemente, sin levantar la mirada. No sabía que esperar, quería llorar, se sentía muy frustrada.
Tenía las manos juntas con los dedos entrelazados sobre la mesa, se mordía el labio de manera nerviosa y no era capaz de mirar a la persona que estaba frente a ella. Apenas a la psicóloga le había dicho que no tenía una buena relación con sus padres, pero nada más, lo que sabían era que la chica había sufrido de bullying anteriormente, pero nada más aparte de eso.
Suspiró, intentando botar un poco el pesar que sentía.
Eran pocos los profesores que realmente le tenían manía, la mayoría la veían como un pajarito con las alas rotas, lo cual de todas formas agradecía. Persephone tenía un historial de agresiones hacia otras personas, y en realidad todo aquello tenía una buena justificación, el problema es que ella realmente no deseaba cambiar.
Persephone había llegado a ese colegio cuando tenía once años, antes había estado en Pompouny donde había sufrido bullying por parte de sus compañeras, las mujeres siendo específica. Se había acostumbrado a jugar con loc niños y por eso era tan brusca y bruta, sin embargo en su curso le costó llegar a adaptarse, y seguía juntándose con los chicos, la diferencia era notoria, pues incluso en clases se sentaba con ellos y la clase siempre se dividía, en un lado las chicas y en el otro los chicos.
El problema era que ese día, jugando con uno de sus amigos le había hecho un corte en la mano, en la muñeca, había sido un completo accidente, por estar jugando, pero había terminado en mayores. Recordaba las miradas horrorizada de sus compañeros y simplemente no podía creerlo.
Y ahora se encontraba allí, mientras sabía que avisaban a sus padres, pedían que fueran a buscarla pues sería imposible mantenerla en la sala con todo el odio que sentía sus compañeros hacia ella en ese momento. Todas la veían como una loca, nadie la entendía, pensaba que todo lo hacia con intenciones, y para Persphone era tan, tan difícil ser igual a ellos cuando estaba siendo criada en un ambiente lleno de agresiones.
-De verdad... Fue un accidente -susurró levemente, sin levantar la mirada. No sabía que esperar, quería llorar, se sentía muy frustrada.
Tenía las manos juntas con los dedos entrelazados sobre la mesa, se mordía el labio de manera nerviosa y no era capaz de mirar a la persona que estaba frente a ella. Apenas a la psicóloga le había dicho que no tenía una buena relación con sus padres, pero nada más, lo que sabían era que la chica había sufrido de bullying anteriormente, pero nada más aparte de eso.
Suspiró, intentando botar un poco el pesar que sentía.
Persephone HansenPersephone Hansen
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Corona del Cabrón - Puedes tener todos los personajes que desees sin control por parte de la administración.
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por Invitado Dom Feb 09, 2020 12:13 am
Colegio - Biblioteca - Mañana
Persephone Hansen & Bialy Coatl
I can't handle this pressures
En ese momento se encontraba sentado en una de las sillas de la biblioteca, en frente tenía a una de sus alumnas, Persephone Hansen, una chica pelirroja de ojos verdes a la cual conocía de hace tiempo, por su personalidad tan peculiar y además, su historial en la escuela, sin embargo, el la veía de otra manera.
El profesor tenía los codos apoyados en la mesa, los dedos de sus manos estaban entrecruzados, y tenía apoyado su mentón en las manos, observando con detenimiento a la joven, que sin duda estaba afectada por la situación. Él solo la observaba, esperaba a que ella diera el primer movimiento, la primera palabra, mas estaba seguro que la chica no se sentía cómoda con su mirada pesada y despectiva y analítica sobre ella, intentaba hacer que ''confesara'', su crimen, o se declarara inocente.
Cuando hubo escándalo por la situación y el profesor se enteró, decidió ser él quien diera la cara por ella, de ''reñirla'' y hacerla entrar en razón, sacarle la verdad, mientras esperaban las sanciones del director y la asistencia de los padres de la pelirroja.
A decir verdad llevaba tiempo observándola, era algo introvertida cuando se trataba de las mujeres, pero con los hombres era mas abierta y brusca, algo extraño hoy en día, pero él no acusaba a nadie, y sabía que debía tener sus razones. Cuando por fin ella rompió el silencio, se quedó observándola un poco más, arrepentida, con esos ojitos cristalinos y esa vocecita deformada, que lograban ablandar el corazón del de cabello blanco.
Él acabó suspirando, desganado, y se echó hacia atrás para recostarse en la silla. —Se que no, te creo. — Confesó sin mas, iba a ser demasiada tortura, y lágrimas era lo último que quería ahora, pero aún se mantenía observándola con detenimiento. —Pero no creo que los demás te crean, Persephone... Hubo demasiado escándalo, puedo defenderte y hacer entrar en razón a los profesores, pero necesito que me ayudes.
Esto parecía un auténtico juicio, un abogado y el acusado, parecía graciosa la escena, y ahora el abogado Coatl tenía que entrar en combate. —Necesito que me cuentes que sucedió, parte por parte, confía en mi, quiero ayudarte. — Le sonrió con dulzura, para darle mas confianza a la niña. —Soy tu amigo ahora, y si todo sale bien, te compraré un helado, lo prometo.
El profesor tenía los codos apoyados en la mesa, los dedos de sus manos estaban entrecruzados, y tenía apoyado su mentón en las manos, observando con detenimiento a la joven, que sin duda estaba afectada por la situación. Él solo la observaba, esperaba a que ella diera el primer movimiento, la primera palabra, mas estaba seguro que la chica no se sentía cómoda con su mirada pesada y despectiva y analítica sobre ella, intentaba hacer que ''confesara'', su crimen, o se declarara inocente.
Cuando hubo escándalo por la situación y el profesor se enteró, decidió ser él quien diera la cara por ella, de ''reñirla'' y hacerla entrar en razón, sacarle la verdad, mientras esperaban las sanciones del director y la asistencia de los padres de la pelirroja.
A decir verdad llevaba tiempo observándola, era algo introvertida cuando se trataba de las mujeres, pero con los hombres era mas abierta y brusca, algo extraño hoy en día, pero él no acusaba a nadie, y sabía que debía tener sus razones. Cuando por fin ella rompió el silencio, se quedó observándola un poco más, arrepentida, con esos ojitos cristalinos y esa vocecita deformada, que lograban ablandar el corazón del de cabello blanco.
Él acabó suspirando, desganado, y se echó hacia atrás para recostarse en la silla. —Se que no, te creo. — Confesó sin mas, iba a ser demasiada tortura, y lágrimas era lo último que quería ahora, pero aún se mantenía observándola con detenimiento. —Pero no creo que los demás te crean, Persephone... Hubo demasiado escándalo, puedo defenderte y hacer entrar en razón a los profesores, pero necesito que me ayudes.
Esto parecía un auténtico juicio, un abogado y el acusado, parecía graciosa la escena, y ahora el abogado Coatl tenía que entrar en combate. —Necesito que me cuentes que sucedió, parte por parte, confía en mi, quiero ayudarte. — Le sonrió con dulzura, para darle mas confianza a la niña. —Soy tu amigo ahora, y si todo sale bien, te compraré un helado, lo prometo.
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Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]
por Persephone Hansen Lun Mar 02, 2020 7:36 pm
All I can say is, this stress hurts
16 de Febrero
2016
Bialy Coatl
Un pequeño brillo brotó en los ojos de la pequeña al momento en el que el profesor dijo que le creía, a pesar de que su tono no fuese precisamente convincente al respecto, pero el profesor parecía simplemente una persona seria. Por otra parte tenía razón, nadie le creería, todo dependería de esto, si era expulsada o no. Su cuerpo tembló, sintiendo que sería la muerte de ella, si siquiera era suspendida un par de días, no tenía idea de que haría. Pero realmente, era la mejor opción, ser suspendida, pues no había posibilidad de que simplemente lo dejasen pasar así como así.
Le causaba un poco de gracia que hasta le ofreciera un helado, Persephone no era sobornable en ese sentido, y no conocía lo que eran los premios realmente. Suspiró, sin ánimo para siquiera sonreír ante algo que le causaba un poco de gracia, se sentía condenada.
-Estábamos en clase, conversaba con mi compañero... Dijo que su "amiga" era manuela... -Persephone señaló su mano derecha, avergonzada -. De broma dije que iba a "matar a Manuela", le acerqué las tijeras, ni siquiera hice presión, pero probablemente se asustó, y deslizó la mano y se produció el corte. Realmente lo siento... Ya se que nadie en mi curso me va a apoyar, no le agrado a nadie y probablemente me culpen más de lo que merezco, además de que no me van a escuchar, pero me lo merezco realmente.
Persephone no había sido muy gentil ni dado una buena intención desde que llegó al colegio, tenía sus motivos pero nadie de ellos lo entendería. Persephone notaba que todos eran normales, con problemas normales... No decía que fueran estúpidos, pero no creía que se pudiese comparar, y eso tampoco significaba que no extendería su mano hacia uno de ellos si lo necesitaba.
-¿Hay alguna forma de que no termine expulsada? No sé que haría si las cosas se salieran de control. Aunque ya está bastante arruinado todo...
Se sentía agobiada, no quería pensar, quería gritar y llorar, pero era demasiado seria para aquello, no pretendía salirse de control, tenía que dar lo mejor de sí. Al menos, si le hacían tests psicológicos ya sabía que poner, se sabía esas cosas al revés y al derecho, lamentablemente para quién los hiciera. No quería esa ayuda hipócrita, quería a alguien real, alguien que fuese capaz de entender sus cicatrices, alguien que la quisiera con ellas. No alguien que pretendiera taparlas y tenerla amarrada a su brazo como un trofeo.
Le causaba un poco de gracia que hasta le ofreciera un helado, Persephone no era sobornable en ese sentido, y no conocía lo que eran los premios realmente. Suspiró, sin ánimo para siquiera sonreír ante algo que le causaba un poco de gracia, se sentía condenada.
-Estábamos en clase, conversaba con mi compañero... Dijo que su "amiga" era manuela... -Persephone señaló su mano derecha, avergonzada -. De broma dije que iba a "matar a Manuela", le acerqué las tijeras, ni siquiera hice presión, pero probablemente se asustó, y deslizó la mano y se produció el corte. Realmente lo siento... Ya se que nadie en mi curso me va a apoyar, no le agrado a nadie y probablemente me culpen más de lo que merezco, además de que no me van a escuchar, pero me lo merezco realmente.
Persephone no había sido muy gentil ni dado una buena intención desde que llegó al colegio, tenía sus motivos pero nadie de ellos lo entendería. Persephone notaba que todos eran normales, con problemas normales... No decía que fueran estúpidos, pero no creía que se pudiese comparar, y eso tampoco significaba que no extendería su mano hacia uno de ellos si lo necesitaba.
-¿Hay alguna forma de que no termine expulsada? No sé que haría si las cosas se salieran de control. Aunque ya está bastante arruinado todo...
Se sentía agobiada, no quería pensar, quería gritar y llorar, pero era demasiado seria para aquello, no pretendía salirse de control, tenía que dar lo mejor de sí. Al menos, si le hacían tests psicológicos ya sabía que poner, se sabía esas cosas al revés y al derecho, lamentablemente para quién los hiciera. No quería esa ayuda hipócrita, quería a alguien real, alguien que fuese capaz de entender sus cicatrices, alguien que la quisiera con ellas. No alguien que pretendiera taparlas y tenerla amarrada a su brazo como un trofeo.
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por Invitado Lun Mar 16, 2020 12:33 am
Colegio - Biblioteca - Mañana
Persephone Hansen & Bialy Coatl
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Escuchó con cuidado la explicación de la situación, sinceramente solo parecían accidentes y bromas de estudiantes, algo tontas la verdad, pero eran comunes en ellos; se echó hacia atrás, volviéndose a recostar de la silla mientras pensaba en una posible solución, no era muy bueno el contexto, de hecho, tendrían todas las ansias de perder, pero siempre había una oportunidad, por pequeña que fuera, pero había que tentar a su suerte.
—Lo que se me ocurre es explicar la situación al director y profesores, y preguntarle igualmente al chico que lastimaste. — Aunque eso no prometía éxito. —El se va a sentir intimidado, y no querrá tener problemas, pero no veo mas opciones, y la presión de tus compañeros de clase tampoco es muy viable.
Los jóvenes eran un arma de doble filo, podían ser buenos y comprensibles o podrían tirarte piedras sin importar nada, lanzar y esconder la mano. Lo mas probable era que la suspendieran un par de días, pero eso no iba a ser bueno para ella, ahora mismo se sentía como un abogado y su cliente, frente a un jurado.
—Podemos abogar que se reduzca a un castigo, como las limpiezas de las aulas o algo parecido. — Pero aún se mantenía curioso, y era el por qué el expediente de Persephone era tan ''grueso'', ¿Acaso la mala suerte la perseguía o había algo mas allá de eso?. —¿Es toda la historia? ¿No hay algo más? Cualquier cosa podría darle mas credibilidad, mira que ahora viene la parte complicada.
—Lo que se me ocurre es explicar la situación al director y profesores, y preguntarle igualmente al chico que lastimaste. — Aunque eso no prometía éxito. —El se va a sentir intimidado, y no querrá tener problemas, pero no veo mas opciones, y la presión de tus compañeros de clase tampoco es muy viable.
Los jóvenes eran un arma de doble filo, podían ser buenos y comprensibles o podrían tirarte piedras sin importar nada, lanzar y esconder la mano. Lo mas probable era que la suspendieran un par de días, pero eso no iba a ser bueno para ella, ahora mismo se sentía como un abogado y su cliente, frente a un jurado.
—Podemos abogar que se reduzca a un castigo, como las limpiezas de las aulas o algo parecido. — Pero aún se mantenía curioso, y era el por qué el expediente de Persephone era tan ''grueso'', ¿Acaso la mala suerte la perseguía o había algo mas allá de eso?. —¿Es toda la historia? ¿No hay algo más? Cualquier cosa podría darle mas credibilidad, mira que ahora viene la parte complicada.
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por Persephone Hansen Jue Mar 19, 2020 4:23 pm
Things are supposed to get better
16 de Febrero
2016
Bialy Coatl
Escuchaba con atención al profesor, pero dudaba mucho que sólo fuese a reducirse a limpiar aulas, lo mejor a lo que podía optar era la suspensión, mientras no fuese expulsada, todo estaba relativamente bien. Ojalá hubiese alguna forma de no hacer llegar eso a su familia.
Bueno, si había algo más que Persephone podía decir, aquel compañero la conocía bien, y si al principio se había sentido mal y la habría odiado, le había mando un mensaje de texto hace no mucho, diciéndole que todo estaba bien y que le había dicho a su familia que había sido un accidente. Anterior a eso, Persephone ya le había escrito unas disculpas. Las cuales le había dejado en visto durante mucho tiempo, pero cuando le respondió se sintió muy aliviada.
-El mayor problema creo que serán mis compañeros... Hay varios profesores que me conocen, probablemente puedan entender -ella sabía que era así, y quería creerlo más que nunca, ¿una niña con preferencias? La verdad era que no podía negarlo, hasta ella se había dado cuenta, aunque no podía entender el por qué.
Seguía un poco tensa y con desconfianza, pero finalmente sacó su celular, para luego desbloquearlo y buscar los mensajes que tenía con su compañero de clase. Creía que era una buena prueba de que había sido un accidente, y que incluso el no la inculpaba, aunque no se sentía con ánimos de tenerla cerca.
Odiaba sentirse un peligro, pero así era, y no había mucho que pudiese hacer. Le extendió el celular al profesor, con los mensajes abiertos para que pudiese leerlos con calma. Realmente esperaba una buena reacción de su parte.
-Creo que eso es todo, no tengo nada más que decir.
Al menos nada de esto había llevado a un análisis por parte del profesor a por qué Persephone tenía esas actitudes, sus profesores ya sabían que había sufrido de maltratos en su anterior colegio, pues fue una de las principales razones de por qué la aceptaron a mitad de un semestre allí. Sin embargo Persephone realmente no sentía que lo merecía ni mucho menos.
Bueno, si había algo más que Persephone podía decir, aquel compañero la conocía bien, y si al principio se había sentido mal y la habría odiado, le había mando un mensaje de texto hace no mucho, diciéndole que todo estaba bien y que le había dicho a su familia que había sido un accidente. Anterior a eso, Persephone ya le había escrito unas disculpas. Las cuales le había dejado en visto durante mucho tiempo, pero cuando le respondió se sintió muy aliviada.
-El mayor problema creo que serán mis compañeros... Hay varios profesores que me conocen, probablemente puedan entender -ella sabía que era así, y quería creerlo más que nunca, ¿una niña con preferencias? La verdad era que no podía negarlo, hasta ella se había dado cuenta, aunque no podía entender el por qué.
Seguía un poco tensa y con desconfianza, pero finalmente sacó su celular, para luego desbloquearlo y buscar los mensajes que tenía con su compañero de clase. Creía que era una buena prueba de que había sido un accidente, y que incluso el no la inculpaba, aunque no se sentía con ánimos de tenerla cerca.
Odiaba sentirse un peligro, pero así era, y no había mucho que pudiese hacer. Le extendió el celular al profesor, con los mensajes abiertos para que pudiese leerlos con calma. Realmente esperaba una buena reacción de su parte.
-Creo que eso es todo, no tengo nada más que decir.
Al menos nada de esto había llevado a un análisis por parte del profesor a por qué Persephone tenía esas actitudes, sus profesores ya sabían que había sufrido de maltratos en su anterior colegio, pues fue una de las principales razones de por qué la aceptaron a mitad de un semestre allí. Sin embargo Persephone realmente no sentía que lo merecía ni mucho menos.
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por Invitado Mar Mar 09, 2021 12:47 am
No era tonto como para no notar aquella desconfianza y aquel temor por parte de la pelirroja, aunque más que eso, era el rechazo. Tenía demasiados años de experiencia en esto, viendo a todo tipo de estudiantes y todo tipo de actitudes, algunos más problemáticos que otros así que sabía bien en que tipo de situaciones podría evolucionar este evento.
Pero de alguna manera se sintió tranquilo cuando por cuenta propia de la joven, le enseñó ese teléfono. Bialy primero la observó, para asegurarse de que estaba de acuerdo en que él mirara, cuando tuvo aprobación miró la pantalla, leyendo los últimos mensajes. El albino sonrió ladino al comprobar que, en efecto, había sido un accidente, pero un par de mensajes no parecían ser lo suficientemente convincentes para los demás que no presenciaron la escena tal y como pasó, había algo que valía mucho más que eso.
—Pues yo te creo, lo hice desde el principio, pero cuando el director hable contigo..Sería bueno enseñar esto. — Meneó el teléfono un poco antes de devolverlo a su dueña, pero el profesor de biología se sentía relajado al respecto, si tenía que defender a la chica, lo haría.
—Ya con ese punto aclarado, para evitar los malos comentarios después, será mejor que ese chico diga por si mismo que en efecto, fue un accidente, solo algo que se salió de sus manos, seguro citarán a sus padres para confirmar la historia, peero no tienes de que preocuparte, Señorita Hansen. — El profesor se recalcó en esa mesa, inclinándose ligeramente hacia ella y le guiñó un ojo cómplice.
—Tengo una idea, ¿Por qué no pasamos por la cafetería por algún panecillo o bebida para ti? Así te quitas esa mala cara, ya sabes que no hiciste nada malo, así que, ¿Por qué no me enseñas una sonrisa?. — Incitó, sería un buen paso para mejorar, mejorar aquel día gris para la pelirroja.
Pero de alguna manera se sintió tranquilo cuando por cuenta propia de la joven, le enseñó ese teléfono. Bialy primero la observó, para asegurarse de que estaba de acuerdo en que él mirara, cuando tuvo aprobación miró la pantalla, leyendo los últimos mensajes. El albino sonrió ladino al comprobar que, en efecto, había sido un accidente, pero un par de mensajes no parecían ser lo suficientemente convincentes para los demás que no presenciaron la escena tal y como pasó, había algo que valía mucho más que eso.
—Pues yo te creo, lo hice desde el principio, pero cuando el director hable contigo..Sería bueno enseñar esto. — Meneó el teléfono un poco antes de devolverlo a su dueña, pero el profesor de biología se sentía relajado al respecto, si tenía que defender a la chica, lo haría.
—Ya con ese punto aclarado, para evitar los malos comentarios después, será mejor que ese chico diga por si mismo que en efecto, fue un accidente, solo algo que se salió de sus manos, seguro citarán a sus padres para confirmar la historia, peero no tienes de que preocuparte, Señorita Hansen. — El profesor se recalcó en esa mesa, inclinándose ligeramente hacia ella y le guiñó un ojo cómplice.
—Tengo una idea, ¿Por qué no pasamos por la cafetería por algún panecillo o bebida para ti? Así te quitas esa mala cara, ya sabes que no hiciste nada malo, así que, ¿Por qué no me enseñas una sonrisa?. — Incitó, sería un buen paso para mejorar, mejorar aquel día gris para la pelirroja.
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Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]
por Persephone Hansen Mar Mar 09, 2021 4:18 pm
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16 de Febrero
2016
Bialy Coatl
Le hacía sentir un poco de alegría en su corazón ver que e profesor igualmente le creía. Aunque nunca había hablado con él antes, y esta vez, por alguna razón le tocó a él ser quién le reprochara, agradecía que las cosas salieran bien. Persephone por su parte se llevaba bien con su profesor de arte, historia, inglés y lenguaje. Pero mejor ir olvidando al profesor de música y la profesora de educación física, probablemente hasta se alegrarían de que Hansen pudiese ser expulsada. Por suerte, aún podía luchar porque las cosas no fueran así.
"Mis padres me van a matar si algo así pasa" en su mente, la simple idea de que supieran lo que pasó le daba escalofríos, pero más miedo le daba quedarse unas semanas encerrada en su casa a disposición de su hermano. Por un segundo su cuerpo se estremeció por completo mientras su mirada apuntaba vacía hacia el piso.
Volvió a la realidad cuando el profesor habló. Persephone no tenía nada que ocultar, podía mostrar esos mensajes sin problema. Le había escrito a su compañero una disculpa que parecía una biblia, y aunque este lo había ignorado durante un par de horas, finalmente le respondió que entendía que había sido un accidente, pero no tenía ganas de hablar con ella. Perse no creía que la fuese a echar al agua, era de esos pocos chicos que valían la pena, y probablemente le daría menos culpa incluso de lo que en verdad fue.
-No tengo problema en mostrar el celular, profesor -habló con firmeza, tranquila, tratando de mantener la mirada -. ¿Van a citar a mis padres también? ¿Puedo manejar la situación yo? ¿O algún otro adulto responsable que no sean ellos?
El temblor y el miedo eran evidentes en su voz, y estaba claro que no se trataba del miedo a que le quitasen el teléfono o la dejasen castigada un par de días sin salir con sus amigos. Estaba demás decir que no tenía amigos para más y esa era la menor de sus preocupaciones. Si le decían, de todas formas no podría asistir al colegio porque las heridas no le permitirían levantarse del piso. Y probablemente tendría que dormir en la calle hasta que decidieran que se les había pasado el enojo. Ni siquiera irían a la reunión si los citaban, pero sólo saber que algo había pasado bastaba para ello. "Sería mejor estar muerta" musitó una voz que no parecía ser de ella en su cabeza, la cual sacudió para quitarse la idea inmediatamente.
Se sorprendió un poco con el ofrecimiento del profesor. ¿No sería mal visto que la "premiara" por su mal comportamiento? Ellos sabían que había sucedido, pero los demás no, y los rumores ya debían haberse repartido por todos lados.
-¿Está seguro de que es buena idea?
"Mis padres me van a matar si algo así pasa" en su mente, la simple idea de que supieran lo que pasó le daba escalofríos, pero más miedo le daba quedarse unas semanas encerrada en su casa a disposición de su hermano. Por un segundo su cuerpo se estremeció por completo mientras su mirada apuntaba vacía hacia el piso.
Volvió a la realidad cuando el profesor habló. Persephone no tenía nada que ocultar, podía mostrar esos mensajes sin problema. Le había escrito a su compañero una disculpa que parecía una biblia, y aunque este lo había ignorado durante un par de horas, finalmente le respondió que entendía que había sido un accidente, pero no tenía ganas de hablar con ella. Perse no creía que la fuese a echar al agua, era de esos pocos chicos que valían la pena, y probablemente le daría menos culpa incluso de lo que en verdad fue.
-No tengo problema en mostrar el celular, profesor -habló con firmeza, tranquila, tratando de mantener la mirada -. ¿Van a citar a mis padres también? ¿Puedo manejar la situación yo? ¿O algún otro adulto responsable que no sean ellos?
El temblor y el miedo eran evidentes en su voz, y estaba claro que no se trataba del miedo a que le quitasen el teléfono o la dejasen castigada un par de días sin salir con sus amigos. Estaba demás decir que no tenía amigos para más y esa era la menor de sus preocupaciones. Si le decían, de todas formas no podría asistir al colegio porque las heridas no le permitirían levantarse del piso. Y probablemente tendría que dormir en la calle hasta que decidieran que se les había pasado el enojo. Ni siquiera irían a la reunión si los citaban, pero sólo saber que algo había pasado bastaba para ello. "Sería mejor estar muerta" musitó una voz que no parecía ser de ella en su cabeza, la cual sacudió para quitarse la idea inmediatamente.
Se sorprendió un poco con el ofrecimiento del profesor. ¿No sería mal visto que la "premiara" por su mal comportamiento? Ellos sabían que había sucedido, pero los demás no, y los rumores ya debían haberse repartido por todos lados.
-¿Está seguro de que es buena idea?
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Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]
por Invitado Lun Mar 22, 2021 1:31 am
I just need to put myself firstDon't worry, little one. I won't let nobody hurt you.
Sin embargo, Bialy no respondió de inmediato. ¿Qué fue ese mal presentimiento que le recorrió la columna? Algo en ese tono y esa mirada le dieron mal sabor de boca. No estaba seguro de si era una reacción normal de una niña. Normalmente ellas lloraban o trataban de no hacerlo, pero aceptaban que habían hecho mal, o hacían drama de no decirle a sus padres. Pero ella actuó distinto.
No pudo atribuir un maltrato o abuso, no si ella no se lo decía directamente, tal vez se trataba de padres estrictos o con falta de tacto. Y aunque no tuviera hijos, sabía la manera correcta de criar a un niño, o eso esperaba, pues siendo un espectador de lejos, le faltaba voz y voto para esos temas. Sin embargo era un fiel educador, y ya le habían pasado cientos de niños cada año por las manos como para no considerarlos sus hijos, no por nada se dedicó a ser profesor, por amor al prógimo.
Aunque tuvo una idea descabellada en ese momento.
Al ser el responsable de ella, podía darle una mano, ¿No?. Después de todo era un accidente, algo de lo que no era necesario la ira paternal.
—Pues, si tu estás de acuerdo.. —Inició calmado, meditándolo de nuevo antes de proseguir. — Podría abogar por ti, encargarme de este asunto personalmente. —Ofreció, mirándola directamente. Normalmente no metería sus narices donde no lo llamaban, pero era una situación menor, un accidente de niños, ¿Así que por qué no? Sabía que la pequeña Hansen no era una niña mala aunque tenía cierta reputación, se notaba cuando la veías a esos grandes ojos verdes, además, el albino no era alguien de dejarse convencer por ojitos de perro degollado.
Así que podía ayudarla.
—No será necesario llamar a tus padres, puedo encargarme del asunto, eso si, no puede ser un secreto para ellos hay que notificarles... pero será mejor que sea después de que todo este asunto esté solucionado.
Y no veía otra opción mas viable, debía seguir las normas del colegio, después de todo, y dar el ejemplo como profesor. Sus brazos se cruzaron en su pecho una vez más, y ladeó la cabeza hacia ella para buscar su opinión, más valía que todo este asunto fuera real, o él también se metería en probemas.
—¿Que le parece, señorita Hansen?, ¿tenemos un trato?.
No pudo atribuir un maltrato o abuso, no si ella no se lo decía directamente, tal vez se trataba de padres estrictos o con falta de tacto. Y aunque no tuviera hijos, sabía la manera correcta de criar a un niño, o eso esperaba, pues siendo un espectador de lejos, le faltaba voz y voto para esos temas. Sin embargo era un fiel educador, y ya le habían pasado cientos de niños cada año por las manos como para no considerarlos sus hijos, no por nada se dedicó a ser profesor, por amor al prógimo.
Aunque tuvo una idea descabellada en ese momento.
Al ser el responsable de ella, podía darle una mano, ¿No?. Después de todo era un accidente, algo de lo que no era necesario la ira paternal.
—Pues, si tu estás de acuerdo.. —Inició calmado, meditándolo de nuevo antes de proseguir. — Podría abogar por ti, encargarme de este asunto personalmente. —Ofreció, mirándola directamente. Normalmente no metería sus narices donde no lo llamaban, pero era una situación menor, un accidente de niños, ¿Así que por qué no? Sabía que la pequeña Hansen no era una niña mala aunque tenía cierta reputación, se notaba cuando la veías a esos grandes ojos verdes, además, el albino no era alguien de dejarse convencer por ojitos de perro degollado.
Así que podía ayudarla.
—No será necesario llamar a tus padres, puedo encargarme del asunto, eso si, no puede ser un secreto para ellos hay que notificarles... pero será mejor que sea después de que todo este asunto esté solucionado.
Y no veía otra opción mas viable, debía seguir las normas del colegio, después de todo, y dar el ejemplo como profesor. Sus brazos se cruzaron en su pecho una vez más, y ladeó la cabeza hacia ella para buscar su opinión, más valía que todo este asunto fuera real, o él también se metería en probemas.
—¿Que le parece, señorita Hansen?, ¿tenemos un trato?.
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Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]
por Persephone Hansen Lun Mar 29, 2021 1:46 am
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Persephone sintió toda la emoción del mundo recorrer su cuerpo ante las palabras del profesor, levantó la vista, sus ojos brillaban, estaba demasiado feliz de pensar que no le dirían a sus padres, lo cual le daba un montón de tranquilidad, pues con eso se salvaba de una buena. Casi se levanta de su asiento cuando el profesor se ofreció a ayudarla.
-¡Se lo agradecería muchísimo!
La alegría se sentía en su voz, había olvidado casi por completo el problema en sí, pues la idea de molestar a sus padres le aterrorizaba muchísimo más que cualquier castigo o reprimenda que los profesores podrían darle o hacerle.
Se desanimó completamente cuando escuchó la segunda frase que dijo el profesor, se sintió completamente desesperanzada. Daba igual si el problema estaba solucionado o no, el drama sería el mismo, incluso si el problema fuese mucho menos grave que aquello. Probablemente no volvería al colegio en días, daría igual el castigo, la reunión o lo que fuese.
Su cuerpo se decayó junto con su ánimo, miró al piso mientras con sus dedos juguetaba con la orilla de su falda.
-Por favor no les diga nada -rogó nuevamente, tratando de pensar que podría hacer.
¿Cambiar los números de teléfono y mails o cualquier contacto real por alguno falso? Probablemente sería complicado y si la pilaban terminaría en un drama mucho peor del que comenzó, pero tendría que intentarlo si no quería tener problemas en casa. Necesitaba hacerse cargo, protegerse todo lo que podía.
-Sólo si no les dice nada, no les puede decir nada.
Era una súplica, su voz era tenue, temerosa, sólo pasaban por su cabeza las repercusiones que podría tener al lidiar con sus padres. No quería pensarlo, le aterrorizaba. Pero tampoco podía decirle nada a su profesor, eso podría terminar incluso peor. Persephone prefería no involucrar a nadie en sus problemas, mientras menos supiesen mejor.
Rogaba porque el profesor ni siquiera intentase preguntar, pero sabía que sus suplicas por no decirles nada sólo hacían la situación mas sospechosa. No pudo levantar la mirada, no sabía como actuar, cómo reaccionar, no quería mirarlo a los ojos y que viese en sus ojos el dolor que le causaba solamente pensar en todo el desmadre que podía causar esta situación.
-¡Se lo agradecería muchísimo!
La alegría se sentía en su voz, había olvidado casi por completo el problema en sí, pues la idea de molestar a sus padres le aterrorizaba muchísimo más que cualquier castigo o reprimenda que los profesores podrían darle o hacerle.
Se desanimó completamente cuando escuchó la segunda frase que dijo el profesor, se sintió completamente desesperanzada. Daba igual si el problema estaba solucionado o no, el drama sería el mismo, incluso si el problema fuese mucho menos grave que aquello. Probablemente no volvería al colegio en días, daría igual el castigo, la reunión o lo que fuese.
Su cuerpo se decayó junto con su ánimo, miró al piso mientras con sus dedos juguetaba con la orilla de su falda.
-Por favor no les diga nada -rogó nuevamente, tratando de pensar que podría hacer.
¿Cambiar los números de teléfono y mails o cualquier contacto real por alguno falso? Probablemente sería complicado y si la pilaban terminaría en un drama mucho peor del que comenzó, pero tendría que intentarlo si no quería tener problemas en casa. Necesitaba hacerse cargo, protegerse todo lo que podía.
-Sólo si no les dice nada, no les puede decir nada.
Era una súplica, su voz era tenue, temerosa, sólo pasaban por su cabeza las repercusiones que podría tener al lidiar con sus padres. No quería pensarlo, le aterrorizaba. Pero tampoco podía decirle nada a su profesor, eso podría terminar incluso peor. Persephone prefería no involucrar a nadie en sus problemas, mientras menos supiesen mejor.
Rogaba porque el profesor ni siquiera intentase preguntar, pero sabía que sus suplicas por no decirles nada sólo hacían la situación mas sospechosa. No pudo levantar la mirada, no sabía como actuar, cómo reaccionar, no quería mirarlo a los ojos y que viese en sus ojos el dolor que le causaba solamente pensar en todo el desmadre que podía causar esta situación.
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Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]
por Invitado Sáb Abr 03, 2021 11:01 am
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Eso si que era extraño. EN un momento podría jurar que esa niña pasó de ser la más feliz del mundo a la más triste. No tenía idea si se debía por algún capricho infantil de esos del miedo a que sus padres le quitaran la televisión o, si ocurría algo más, pero estaba especulando sin pruebas al respecto, solo lo que tenía ante sus ojos.
Sin embargo, era totalmente imposible morderse la lengua. No como educador, no como el profesor de esa pequeña, como un ser humano.
—Persephone. — Esta vez la llamó con un mote más familiar mientras descansaba los brazos sobre la mesa y la observó detenidamente, queriendo descifrar qué le decían esos ojos verdes, qué le rogaban, todo tenía que tener un motivo, ojalá alguien le fuera otorgado el don de la clarividencia porque tratar con sus estudiantes no era fácil, tampoco lo era a veces con los profesores o con los humanos en general, todo era demasiado complicado para este pobre profesor.
—Esta pregunta te va a sonar demasiado directa pero no encuentro otra manera de suavizar el golpe. —Advirtió, pero en ningún momento se le vio la vacilación en su mirada, en ningún momento se le vio retroceder al albino. — ¿Pasa algo malo en tu entorno? Abusos, maltratos, descuidos... — Y si se ponía a desglosar la lista, no iban a salir nunca de allí, le regaló una pausa para que pensara. — Nadie merece sufrirlos, mucho menos los niños, ¿Entiendes a donde quiero llegar?.
No le gustaba nada imaginarse lo peor, pero ¿Cómo detenerse? Si literalmente tenía en frente una niña suplicando piedad por sus padres, estos eran de los pocos momentos en su vida que tenía que dar el ejemplo y actuar como buen ser humano, como un profesor ejemplar protegiendo al prójimo. Aunque le parecía extraño una cosa: La niña ni siquiera lloraba.
—Tal vez solo... ¿Tienes padres muy estrictos?. — Fue la otra opción que se le ocurrió al instante, porque si no era una, era otra, Persephone no se veía como una niña caprichosa y con el ego por el cielo, eras sabia reconocerlas de inmediato. — Sea lo que sea puedes confiar en mí y decirme cualquier cosa, porque sea un maestro no quiere decir que no pueda llegar a ser tu amigo. — Recordó, sin demasiada insistencia para no presionarla. — Un amigo un poco viejo, pero no creo que eso importe. — Bromeó ligeramente para dispersar la tensión y que ella se encontrara con más comodidad.
Sin embargo, era totalmente imposible morderse la lengua. No como educador, no como el profesor de esa pequeña, como un ser humano.
—Persephone. — Esta vez la llamó con un mote más familiar mientras descansaba los brazos sobre la mesa y la observó detenidamente, queriendo descifrar qué le decían esos ojos verdes, qué le rogaban, todo tenía que tener un motivo, ojalá alguien le fuera otorgado el don de la clarividencia porque tratar con sus estudiantes no era fácil, tampoco lo era a veces con los profesores o con los humanos en general, todo era demasiado complicado para este pobre profesor.
—Esta pregunta te va a sonar demasiado directa pero no encuentro otra manera de suavizar el golpe. —Advirtió, pero en ningún momento se le vio la vacilación en su mirada, en ningún momento se le vio retroceder al albino. — ¿Pasa algo malo en tu entorno? Abusos, maltratos, descuidos... — Y si se ponía a desglosar la lista, no iban a salir nunca de allí, le regaló una pausa para que pensara. — Nadie merece sufrirlos, mucho menos los niños, ¿Entiendes a donde quiero llegar?.
No le gustaba nada imaginarse lo peor, pero ¿Cómo detenerse? Si literalmente tenía en frente una niña suplicando piedad por sus padres, estos eran de los pocos momentos en su vida que tenía que dar el ejemplo y actuar como buen ser humano, como un profesor ejemplar protegiendo al prójimo. Aunque le parecía extraño una cosa: La niña ni siquiera lloraba.
—Tal vez solo... ¿Tienes padres muy estrictos?. — Fue la otra opción que se le ocurrió al instante, porque si no era una, era otra, Persephone no se veía como una niña caprichosa y con el ego por el cielo, eras sabia reconocerlas de inmediato. — Sea lo que sea puedes confiar en mí y decirme cualquier cosa, porque sea un maestro no quiere decir que no pueda llegar a ser tu amigo. — Recordó, sin demasiada insistencia para no presionarla. — Un amigo un poco viejo, pero no creo que eso importe. — Bromeó ligeramente para dispersar la tensión y que ella se encontrara con más comodidad.
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Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]
por Persephone Hansen Mar Abr 13, 2021 9:47 am
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2016
Bialy Coatl
La pelirroja no era buena mintiendo ni engañando, si bien podía pretender un poco, casi todos podían ver a través de eso llegado a cierto punto, sólo lograba engañar al resto cuando realmente se lo proponía, y ahora la situación estaba demasiado complicada para poder fingir y decir que no. La pregunta llegó, demasiado rápido, y la chica sólo pudo bajar la mirada y agarrar las orillas de su falda, apretándolas con fuerza mientras su mirada se fijaba en sus rodillas. En sus piernas había un moretón que era visible, su madre los cubría con maquillaje, pero había olvidado ese. Por eso la chica casi siempre iba con calzas negras, dejando la menor cantidad de piel descubierta posible.
Sabía que el profesor tenía razón, sabía que no tenía que pasar por nada de lo que había pasado, pero tampoco era fácil llegar y decir cosas como esa, ¿Cómo podría? Su mirada seguía dirigida al piso, pero ahora la chica no parecía ver nada, enfocada en recuerdos. Sus ojos brillaban tenuemente por las lágrimas que amenazaban con salir, pero no lo permitió en absoluto.
Sin levantar la mirada, asintió levemente, ante todas las preguntas que el profesor hacía. Sus padres la maltrataban, su hermanastro abusaba de ella, y eran estrictos, no dejó claro nada porque no quiso abrir la boca, su corazón iba a mil y le dolía, comenzó a enfocarse en su respiración silenciosamente para calmarse, volviendo a visualizar el suelo.
Cuando se sintió mejor se levantó, y con su mano comenzó a restregar su pierna, ensuciando la manga de su polerón a medida que el maquillaje salía y uno de los moretones se hacía visible. Se quitó el polerón, y aunque llevaba pulseras, también tenía moretones desde el codo hacia arriba. Confiaba en el profesor, pero no quería más problemas de lo necesario.
Sentía que había cometido un error terrible, que no debía mostrarle aquello a su profesor, no quería más problemas de lo necesario, pero ya no había nada que pudiera decir, ni que hacer. Suspiró, eliminando la ansiedad que se iba formando cada vez con más fuerza en su pecho.
-No quiero que ésto salga de aquí -murmuró levemente mientras levantaba la mirada por primera vez, mirando al profesor a los ojos por primera vez.
La chica ahora estaba seria, la mirada fría como el hielo, llena de determinación. No podía permitir que las cosas se salieran de control, sus verdes ojos fijos en los de su profesor, de alguna manera un problema en el colegio había pasado a ser algo muchísimo más grave.
Sabía que el profesor tenía razón, sabía que no tenía que pasar por nada de lo que había pasado, pero tampoco era fácil llegar y decir cosas como esa, ¿Cómo podría? Su mirada seguía dirigida al piso, pero ahora la chica no parecía ver nada, enfocada en recuerdos. Sus ojos brillaban tenuemente por las lágrimas que amenazaban con salir, pero no lo permitió en absoluto.
Sin levantar la mirada, asintió levemente, ante todas las preguntas que el profesor hacía. Sus padres la maltrataban, su hermanastro abusaba de ella, y eran estrictos, no dejó claro nada porque no quiso abrir la boca, su corazón iba a mil y le dolía, comenzó a enfocarse en su respiración silenciosamente para calmarse, volviendo a visualizar el suelo.
Cuando se sintió mejor se levantó, y con su mano comenzó a restregar su pierna, ensuciando la manga de su polerón a medida que el maquillaje salía y uno de los moretones se hacía visible. Se quitó el polerón, y aunque llevaba pulseras, también tenía moretones desde el codo hacia arriba. Confiaba en el profesor, pero no quería más problemas de lo necesario.
Sentía que había cometido un error terrible, que no debía mostrarle aquello a su profesor, no quería más problemas de lo necesario, pero ya no había nada que pudiera decir, ni que hacer. Suspiró, eliminando la ansiedad que se iba formando cada vez con más fuerza en su pecho.
-No quiero que ésto salga de aquí -murmuró levemente mientras levantaba la mirada por primera vez, mirando al profesor a los ojos por primera vez.
La chica ahora estaba seria, la mirada fría como el hielo, llena de determinación. No podía permitir que las cosas se salieran de control, sus verdes ojos fijos en los de su profesor, de alguna manera un problema en el colegio había pasado a ser algo muchísimo más grave.
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Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]
por Invitado Sáb Abr 24, 2021 12:53 am
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Con el primer asentimiento su corazón casi se detiene, incluso contuvo la respiración por miedo de que todo el aire se escapara de sus pulmones. Estos eran los pocos momentos en la vida en donde se demostraba la valía de las personas, y lo podridas que estaban otras.
Se sintió enfermo, el estómago se le revolvió y la rabia empezó a surcar su cuerpo, ¿Quién tenía el alma tan podrida para golpear a una niña pequeña? Moretón tras moretón salieron a la vista y el solo podía ver, tantas cosas pasando frente a sus ojos y sin poder hacer nada, tantas piezas que encajaron una tras otra revelando explicaciones y nadie sabía nada, solo era ella, cargando con tan horrible peso sobre sus hombros, sola.
Su cabeza empezó a pensar a mil por hora, preguntas y más preguntas lo invadieron sobre qué hacer, cómo actuar, qué decir, todo había pasado tan rápido que incluso seguía procesando todo, y Persephone... Dios, pobre Persephone.
—No saldrá. —No le costó nada prometerlo, hablar sería solamente una guillotina para ella, si estaba así ahora, no se imaginaba después. Extendió su mano hacia ella y la tomó suavemente del brazo, un tacto delicado para no espantarla o atribuir malas experiencias de nuevo a esa cabezita atormentada. — Ven aquí, pequeña. — La condujo rodeando la mesa y trayéndola hacia él, como estaba sentado fue sencillo ponerla cerca para abrazarla. Más que un profesor, primero era un ser humano, uno empático, y sentía a sus estudiantes como si fueran sus propios hijos, sufría como un padre cuando alguno tenía problemas o se enorgullecía cuando cumplían sus metas.
—Todo se va a solucionar, ¿Está bien?, pero estas situaciones son delicadas, toman tiempo, así que te pido que seas fuerte, que resistas. — Le dejó un pequeño beso entre las hebras color rojas. — Te voy a ayudar con todo lo que esté a mi alcance, ¿Bien? Te agradezco por confiar en mi, no te vas a arrepentir.
No la estrechó demasiado por miedo a hacerle daño, pero sentía la impotencia en su interior, ¿Qué hijos de puta se atrevían a hacerle daño a una niña? Era totalmente capaz de ir a casa de sus tutores a romperles la boca a todos aquellos implicados, aunque tuviera que ir a la cárcel por ello, habrá valido la pena y cada maldito segundo.
—Necesito que me escuches bien, ¿Si?. —La soltó, solo para tomarla de los hombros y buscar sus ojos verdes. — Encontraré una solución, la más viable, respeto tu privacidad como para no ir gritando esto a todos los medios, pero no puedo dejarte sola, primero muerto. —Su firmeza fue abismal. — Persephone, necesito que confíes en mi, necesito que no me ocultes nada mientras se me ocurre una solución, ¿Podrás hacer eso? ¿Serías fuerte por un poco más de tiempo?, no te pienso abandonar.
Se sintió enfermo, el estómago se le revolvió y la rabia empezó a surcar su cuerpo, ¿Quién tenía el alma tan podrida para golpear a una niña pequeña? Moretón tras moretón salieron a la vista y el solo podía ver, tantas cosas pasando frente a sus ojos y sin poder hacer nada, tantas piezas que encajaron una tras otra revelando explicaciones y nadie sabía nada, solo era ella, cargando con tan horrible peso sobre sus hombros, sola.
Su cabeza empezó a pensar a mil por hora, preguntas y más preguntas lo invadieron sobre qué hacer, cómo actuar, qué decir, todo había pasado tan rápido que incluso seguía procesando todo, y Persephone... Dios, pobre Persephone.
—No saldrá. —No le costó nada prometerlo, hablar sería solamente una guillotina para ella, si estaba así ahora, no se imaginaba después. Extendió su mano hacia ella y la tomó suavemente del brazo, un tacto delicado para no espantarla o atribuir malas experiencias de nuevo a esa cabezita atormentada. — Ven aquí, pequeña. — La condujo rodeando la mesa y trayéndola hacia él, como estaba sentado fue sencillo ponerla cerca para abrazarla. Más que un profesor, primero era un ser humano, uno empático, y sentía a sus estudiantes como si fueran sus propios hijos, sufría como un padre cuando alguno tenía problemas o se enorgullecía cuando cumplían sus metas.
—Todo se va a solucionar, ¿Está bien?, pero estas situaciones son delicadas, toman tiempo, así que te pido que seas fuerte, que resistas. — Le dejó un pequeño beso entre las hebras color rojas. — Te voy a ayudar con todo lo que esté a mi alcance, ¿Bien? Te agradezco por confiar en mi, no te vas a arrepentir.
No la estrechó demasiado por miedo a hacerle daño, pero sentía la impotencia en su interior, ¿Qué hijos de puta se atrevían a hacerle daño a una niña? Era totalmente capaz de ir a casa de sus tutores a romperles la boca a todos aquellos implicados, aunque tuviera que ir a la cárcel por ello, habrá valido la pena y cada maldito segundo.
—Necesito que me escuches bien, ¿Si?. —La soltó, solo para tomarla de los hombros y buscar sus ojos verdes. — Encontraré una solución, la más viable, respeto tu privacidad como para no ir gritando esto a todos los medios, pero no puedo dejarte sola, primero muerto. —Su firmeza fue abismal. — Persephone, necesito que confíes en mi, necesito que no me ocultes nada mientras se me ocurre una solución, ¿Podrás hacer eso? ¿Serías fuerte por un poco más de tiempo?, no te pienso abandonar.
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Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]Re: I'm Empty Inside [Priv. Bialy Coatl/Flashback - ANIVERSARIO]
por Persephone Hansen Sáb Mayo 01, 2021 1:05 am
I just need to put myself first
16 de Febrero
2016
Bialy Coatl
El alivio que sintió la chica cuando le dijo que el tema no saldría de allí fue incomparable, al menos ahora no tenía que temer lo que sus padres harían si se enteraban de lo que había pasado, porque en ese caso estaba segura de que sería mejor dormir en la calle. Al inciio no entendió por qué la tomaba del brazo, pero fue obediente y se acercó, sintiendose un poco nerviosa.
Sintió que su corazón se paraba por un segundo y luego se apretaba cuando el profesor la abrazó. Quería gritar y llorar, pero se mordió la lengua y no mostró ningún gesto de querer hacerlo, no pudo evitar que sus em sus ojos fuese ligeramente visible, pero con un par de pestañeos y fuerza de voluntad logró que ninguna lágrima saliera de ellos, que ningún grito ni suspiro saliera de su boca, y se quedó estática, tratando de recomponerse, no era momento de llorar.
Trató de evitar que todos los recuerdos pasaran por su cabeza, manteniéndose lo más concentrada que podía en lo que sucedía en ese momento.
Persephone estaba lejos de creer que se iba a solucionar. Las cosas no se solucionaban, sus padres, su hermanastro, ninguno cambiaría, no había razón por la que todo aqullo se detendría. Pero si estaba segura de que ella haría un cambio, eventualmente, así que definitivamente se mantenía fuerte. "No todo el tiempo" habló una vocecilla en su cabeza, recordándole lo que pasaba con su hermanastro y la pelirroja soltó un gruñido. No era estúpida, haría algo al respecto, tenía que hacerlo. Como se había dicho, no era de las que se quedaba quieta aceptando todo lo que le podían hacer.
Le asintió al profesor, agradecida con que quisiera ayudarla, pero no se le ocurría cómo podía hacerlo sin llamar a la policía. Eso tardaba demasiado, bien podría terminar muerta antes de que la sacasen de casa, por lo que no era opción, realmente esperaba que el profesor no se le ocurriese alguna estupidez.
Lo miró fijamente el momento que la apartó, enfocándose en lo que quería decirle. Era extraño escucharlo hablar así, en ningún momento pudo negarse, pero claramente tenía un problema con aquellas palabras. Había cosas que no podía decir, decirlo en voz alta era demasiado... No, no podía, además con eso de seguro terminaba llamando a la policía. Pero... ¿Quizá terminaría bien?
Su corazón latía con fuerza, apenas abrió la boca para hablar, se sentía muda.
Y fue rápidamente interrumpida por el inspector, probablemente llamando al profesor para ver que sucedería con ella. Agradeció el momento, pues definitivamente era una mala idea, no podía decirle eso, bajo ninguna razón. Tomó su brazo y miró a su profesor.
-Muchas gracias profesor... -murmuró, ya poco preocupada de lo que podría pasar con todo el incidente original.
Volvió a tomar asiento mientras esperaba alguna instrucción. Había llegado el momento en que los profesores hicieran una reunión, y por lo sucedido, la chica no podía salir o de seguro más de uno de sus compañeros la atacaría verbalmente.
Sintió que su corazón se paraba por un segundo y luego se apretaba cuando el profesor la abrazó. Quería gritar y llorar, pero se mordió la lengua y no mostró ningún gesto de querer hacerlo, no pudo evitar que sus em sus ojos fuese ligeramente visible, pero con un par de pestañeos y fuerza de voluntad logró que ninguna lágrima saliera de ellos, que ningún grito ni suspiro saliera de su boca, y se quedó estática, tratando de recomponerse, no era momento de llorar.
Trató de evitar que todos los recuerdos pasaran por su cabeza, manteniéndose lo más concentrada que podía en lo que sucedía en ese momento.
Persephone estaba lejos de creer que se iba a solucionar. Las cosas no se solucionaban, sus padres, su hermanastro, ninguno cambiaría, no había razón por la que todo aqullo se detendría. Pero si estaba segura de que ella haría un cambio, eventualmente, así que definitivamente se mantenía fuerte. "No todo el tiempo" habló una vocecilla en su cabeza, recordándole lo que pasaba con su hermanastro y la pelirroja soltó un gruñido. No era estúpida, haría algo al respecto, tenía que hacerlo. Como se había dicho, no era de las que se quedaba quieta aceptando todo lo que le podían hacer.
Le asintió al profesor, agradecida con que quisiera ayudarla, pero no se le ocurría cómo podía hacerlo sin llamar a la policía. Eso tardaba demasiado, bien podría terminar muerta antes de que la sacasen de casa, por lo que no era opción, realmente esperaba que el profesor no se le ocurriese alguna estupidez.
Lo miró fijamente el momento que la apartó, enfocándose en lo que quería decirle. Era extraño escucharlo hablar así, en ningún momento pudo negarse, pero claramente tenía un problema con aquellas palabras. Había cosas que no podía decir, decirlo en voz alta era demasiado... No, no podía, además con eso de seguro terminaba llamando a la policía. Pero... ¿Quizá terminaría bien?
Su corazón latía con fuerza, apenas abrió la boca para hablar, se sentía muda.
Y fue rápidamente interrumpida por el inspector, probablemente llamando al profesor para ver que sucedería con ella. Agradeció el momento, pues definitivamente era una mala idea, no podía decirle eso, bajo ninguna razón. Tomó su brazo y miró a su profesor.
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