Con Astrid Sharp

No había nada más que pedir en aquella noche, se sentía afortunada estando en compañía de Astrid. Todo desaparecía a su alrededor, los ruidos, los olores, alguna que otra persona que por accidente o solo por fastidio las chocaban, nada de eso realmente era importante, su atención solo se concentraba en su querida acompañante y su voz, el encantador tono que la hacía sonreir con la más mínima carcajada. Estaba creando miles de  ilusiones en su distraída mente, aún que en su cabeza aún continuaba murmurando una pequeña pero resonante voz repitiendo una y otra vez las mismas palabras "No seas tan tonta, ella no te ve así." Las mismas frases que generalmente ayudaban a calmar su excesiva emoción cuando se encontraba en compañía de su profesora, al menos con ello no dejaba escapar totalmente lo verdaderamente insoportable que podría ser.
Claramente sus ánimos bajaron unos pocos decibeles, haciéndola más una chica normal y tranquila aún que todavía terriblemente torpe.  

— Nunca tuve la compañía de alguien para estás cosas. Realmente me emociona participar en algo y jugar junto a ti, Astrid. —
No podía verse más feliz, su sonrisa y el cantito de su voz la dejaban expuesta, fácil de leer y complacer.
La caminata jamás parecía acabar, comprendía que iban de un sitio a otro, repitiendo el paso de los puestos de juegos y comida pues sus olores y alegres gritos ayudaban a identificar cada rinconcito, cada casilla que invitaba a los "monstruos" a acercarse a ellos y probar sus delicias o bien echar un poco de suerte hacia alguna actividad. Elaine por su parte no estaba realmente muy interesando en los juegos de lugar, ya que en cada evento sus ánimos fueron disminuyendo conforme lo pasaba sola o era rechazada para participar. Quizás la tristeza, la decepción o desesperanza influyeron un poco en su pensar, así que, por el momento no necesitaba acercarse a nada de ello.

No pasó demasiado en lo que su estómago comenzó a gruñir por algo de comida, quizás algún dulce o pastel podrían saciarla y sacarla de aquella pena que hizo su rostro arder en un instante.
— Qu..Quizás podamos comer algo... ¿Si? —
Propuso con vergüenza acompañado de un pequeño temblor en su tonada.
Guiada por los olores se dirigió al primer puesto que captó su atención, claramente llevando consigo a Astrid. Conforme se acercaba creía que se había confundido, pues la dulzura del aroma que perseguía se extinguia, haciéndolo más ¿Aguado? No lo sabía con exactitud hasta que se detuvo por completo y junto a las indicaciones de otra mujer supo que lo que estaba frente a si, no era un puesto de comida, sino un juego "Manzanas Flotantes." ¿Cómo había llegado a parar allí? Su olfato la engaño y de forma muy cruel, quería comida, no jugar, sin embargo avergonzada de admitir que se había equivocado de lugar solo trato de fingir frente a la mayor.
— Me par..pareció un poco interesante el juego... Quería probar aún que sea una vez esto ¿Me acompañas? —
Fue su mejor intento de esconder su torpe confunsion.

Con Astrid Sharp

"¿Manzanas flotantes? ¿Cómo llegue a parar aquí? Tonto olfato." Continuamente se recriminaba en su propia mente un error tan "fatal", pues aun en su sistema no dejaba de existir aquella pequeña niña autómata que debía cumplir con sus tareas sin ningún fallo... Ademas de que todavía tenia algo de hambre y no prometía a nadie darle un mordisco a la primera manzana que atrapara, claro, en el supuesto caso de que lograra aun que sea rozar con una. Trato de no darle mas vueltas al asunto y solo concentro sus sentidos en aquella tina frente a sus pies. Lograba oír la suave turbulencia del agua, como algunas manzanas chocaban contra kas paredes y lentamente volvían al centro, simplemente la percepción del agua la mareaba debido al constante movimiento. Quizás aun era muy pronto para concentrarse en ello cuando siquiera le tocaba hundir su cabeza. Desvió su atención hacia la otra pareja participante, simplemente saludando con su mano y la dulzura de su sonrisa que nunca la apartaba.
— Ah... ¿Supongo que nos toca? —
Pregunto en voz baja una vez supo que los anteriores jugadores ya habían hecho su parte, ademas la mujer que atendía en el puesto le indicaba a Elaine seguir con el siguiente turno "Adelante jovencita, prueba tu suerte como todos los demás." Y así lo tuvo que hacer.
Tomo una gran bocanada de aire, que de poco le serviría pero al menos hacía su trabajo de tranquilizarla, cerro los ojos lo mas fuerte que pudo y sumergió ligeramente su cabeza, quizás mas de la cuenta, pero era la primera vez en jugar aquello y trataba de hacer su mejor intento.